doctrina del ministerio público 2011

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“DOCTRINA DEL MINISTERIO PÚBLICO 2011”
1.- FECHA DE ELABORACIÓN:
2.- DEPENDENCIA:
DIRECCIÓN DE REVISIÓN Y DOCTRINA
3.- TIPO DE DOCTRINA:
DERECHO PENAL SUSTANTIVO
4.- TEMA:
18-04-2011
PECULADO DOLOSO PROPIO (OBJETO MATERIAL)
5.- MÁXIMA
EL SUPUESTO DEL HECHO PUNIBLE BAJO ANÁLISIS, SE BIFURCA EN DOS VERTIENTES,
LA PRIMERA CUANDO LA ACCIÓN DE APROPIARSE O DISTRAER PATENTIZADA POR EL
SUJETO ACTIVO, RECAE SOBRE BIENES DEL PATRIMONIO PÚBLICO, Y LA SEGUNDA INDEPENDIENTE O ALTERNATIVA RESPECTO A LA PRIMERA AL ESTAR UNIDA POR LA
CONJUNCIÓN DISYUNTIVA (O)-, CUANDO DICHOS BIENES INDISTINTAMENTE QUE
SEAN DEL PATRIMONIO PÚBLICO O NO, SE ENCUENTREN BAJO LA GUARDA Y
CUSTODIA, O EN PODER, DE ALGÚN ORGANISMO PÚBLICO, EL CUAL, A TRAVÉS DE LOS
FUNCIONARIOS COMPETENTES DESIGNADOS A LOS EFECTOS, DEBE RESPONDER O
GARANTIZAR EL DESTINO DE TALES BIENES.
EN ESE SENTIDO, EL DELITO DE PECULADO PUEDE RECAER SOBRE BIENES DEL
PATRIMONIO PÚBLICO, O AFECTAR AQUÉLLOS QUE -AÚN CUANDO TENGAN UN
ORIGEN PRIVADO-, PASEN A SER PÚBLICOS POR SU DESTINACIÓN, O RAZONES DE
CUSTODIA, ADMINISTRACIÓN, VIGILANCIA, RESGUARDO Y CONTROL DE
FUNCIONARIOS PÚBLICOS O UN ORGANISMO PÚBLICO.
6.- CONTENIDO
6.1.- NÚMERO DE ESCRITO
6.2.- FECHA:
S/N
06-04-2011
6.3.- RESUMEN
Recurso de Casación propuesto contra la sentencia emanada en fecha 14 de agosto de
2009, por la Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal del estado Amazonas, que declaró SIN
LUGAR, el Recurso de Apelación interpuesto, y confirmando en consecuencia la decisión emanada
del Tribunal primero de Primera Instancia en funciones de Juicio del mismo circuito Judicial Penal.
Dentro de las denuncias efectuadas por el recurrente, éste señaló con fundamento en los
artículos 459, 460 y 462 del Código Orgánico Procesal Penal, la indebida aplicación del artículo 52
de la Ley contra la Corrupción , expresando al respecto, que el sentenciador de Juicio condenó a su
defendido por la comisión del delito de Peculado Doloso Propio, tipificado en el referido artículo,
dando por establecido que los acusados eran funcionarios adscritos al Cuerpo de Investigaciones,
Científicas, Penales y Criminalísticas, que tenían bajo su responsabilidad, el resguardo, cuidado y
custodia de los bienes incautados en las investigaciones penales, en las cuales actuaban con motivo
del ejercicio de sus labores, y se apropiaron de sumas de dinero que estaban incluidas entre éstos,
no obstante que, según afirma, “… los bienes incautados a consecuencia de la comisión de un
hecho punible y que se encuentren en calidad de depósito en un organismo policial, no pertenecen
al patrimonio público…”; señalando que para que se configure el delito de Peculado Doloso Propio,
es requisito indispensable que tales bienes, objeto de apropiación o distracción, deben ser
propiedad del Estado y no de un particular.
(…) El supuesto del hecho punible bajo análisis, se bifurca en dos vertientes, la primera,
cuando la acción de apropiarse o distraer patentizada por el sujeto activo, recae sobre bienes del
patrimonio público, y la segunda, independiente o alternativa respecto a la primera al estar unida
por la conjunción disyuntiva (o), cuando dichos bienes indistintamente que sean del patrimonio
público o no, se encuentren bajo la guarda y custodia, o en poder, de algún organismo público, el
cual, a través de los funcionarios competentes designados a los efectos, debe responder o
garantizar el destino de tales bienes. (…) De tal manera que, resulta afectado cuando estamos en
presencia del delito de peculado, tanto bienes del patrimonio público, como aquellos que aún
cuando tengan un origen privado, pasen a ser públicos por su destinación, privados que se
encuentren en vinculación, por razones de custodia, administración, vigilancia, resguardo y control
de funcionarios públicos o un organismo público…”
A la luz de las anteriores ideas, se obtiene como colofón que en la presente causa, los Tribunales
de Instancia no incurrieron en indebida aplicación del artículo 52 de la Ley contra la Corrupción, lo
cual únicamente se produce, tal como ha sido dilucidado por esa Honorable Sala en sentencia Nº
435 de fecha 8 de agosto de 2008, con ponencia del Magistrado, Dr. Eladio Ramón Aponte Aponte,
cuando “el sentenciador en conocimiento del alcance y contenido del dispositivo lo aplica
incorrectamente al caso, lo que deriva en una evidente contradicción entre la conducta tipificada y
las circunstancias de hecho y Derecho expuestas en la sentencia…”, situación ésta que no ocurre
en el caso de marras, debido a la concurrencia de los elementos constitutivos del delito por el cual
resulto condenado…”
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