antecedentes del peculado.

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CAPÍTULO II
ANTECEDENTES DEL PECULADO.
2.1.
ANTECEDENTES DEL DELITO DE PECULADO.
El delito de peculado no es novedoso, no es algo que acabamos de
descubrir, sino que también tiene su historia como todo, la cual ha ido
evolucionando conforme el tiempo, por lo cual éste ha llegado a ser un gran
problema actualmente.
Ha traído consigo muchas consecuencias, por lo cual nos ha llevado a
estudiarlo de una forma más profunda para llegar a entenderlo y encontrar así
cómo poder solucionarlo.
Para el Oriente y Roma se conoce el Código de Manu o Leyes de Manu
donde nos habla del delito de peculado o también conocido como la concusión,
el cual señala que muchos soberanos, consecuencia de su mala conducta han
perecido con sus bienes, mientras que ermitaños han obtenido reinos por su
cordura y humildad. Los empleados que llevan su perversidad hasta sacar
dinero de los que tiene que tratar con ellos deben ser despojados por el rey de
todos sus bienes y desterrados del reino. Antes este delito era penado en forma
genérica, así como los rollos que fueron encontrados cerca del mar muerto y
que decían que un sacerdote era incrédulo en cuestiones de tomar su
ministerio, pero cuando gobernaba Israel, éste se olvidó por completo de Dios y
traicionó todo lo que tuvieran que ver con riquezas, robando, aceptando la
violencia al revelarse, quedándose y aceptando lo más impuro.
También la historia nos habla de que Marco Tulio Cicerón tuvo
acusaciones por delitos múltiples cometidos en el ejercicio de sus funciones
como gobernante en Sicilia y Roma, siendo éste acusado por otro que
desempeñaba otro cargo de la misma índole, porque en ese tiempo ellos
creían mucho en la palabra que ellos tenían, estos decían que lo hacían con el
propósito de defender y amparar a todo aquel desgraciado y que aceptándolo y
restituyendo todo lo que se hubieren robado, con eso se arreglaba todo, pero
los sicilianos lo tomaban como ofensas hechas a los dioses inmortales, lo
tomaban por ejemplo, si se era adúltero ellos lo ponían como violador.
Cabe señalar que los servidores públicos que nos representan pues han
existido siempre sólo que conforme se ha ido generando esto, se han ido
incrementado, porque quieren beneficios personales mientras están en el
ejercicio de sus funciones.
En la época prehispánica, el delito de peculado era penado con la
muerte, en la época colonial, había más leyes que eran la Novísima
Recopilación que castigaba con gran rigor las personas, universidades o
consejos que usurparan alguna renta o algún derecho del rey, y las Partidas se
encargaba de la malversación de los caudales del rey, ciudades y su pena más
grande era el capital que ellos tenían.
El Código de 1871, señalaba que cometía el delito de peculado toda
persona que estuviera a cargo de un servicio público, sin que éste fuere
necesariamente funcionario, que para usos privados, propios o ajenos, distraiga
de su objeto dolosamente el dinero, valores, fincas, o cualquier otra cosa
perteneciente a la nación, o a un municipio o a un particular, si por razón de su
encargo los hubiere recibido en administración, en depósito, o por cualquier otra
causa. Señalaba que si la persona devolvía lo sustraído en 3 días siguientes al
descubrimiento de lo hecho, la pena se reducía. Si era después del término y
antes de dictar la sentencia definitiva está podía ser reducida hasta en una
tercera parte y el conato del peculado se sancionaba con la destitución del
empleo.
El Código de 1929 el delito de peculado lo encontrábamos en el abuso
de autoridad, decía que el funcionario que abusaba de su poder, hiciera que se
le entregaran algunos fondos, valores u otra cosa que no se le hayan confiado a
él, y se los apropiara o dispusiera de ellos indebidamente por un interés
privado, sea cual fuere su categoría, aplicándole las sanciones de robo con
violencia, destitución de su empleo o cargo, e inhabilitación para obtener otro.
El Código de 1931 señalaba que toda persona encargada de un servicio
público, aunque fuera en comisión por tiempo limitado y no tuviera el carácter
de funcionario, que para sus usos o ajenos distrajera de su objeto el dinero,
valores, fincas o cualquier otra cosa que perteneciente al Estado, al organismo
descentralizado o a un particular, si por razón de su cargo los hubiese recibido
en administración, en depósito o por cualquier otra causa. La sanción
correspondiente a este hecho delictivo era de seis meses a doce años de
prisión, multa de diez a tres mil pesos y destitución de empleo o cargo e
inhabilitación de dos a seis años de prisión.
Por decreto del Congreso de la Unión hicieron reformas en el Código
Penal Federal el 30 de diciembre de 1982, se promulgó por el ejecutivo federal
y fue publicado el 5 de enero de 1983, cambiando los delitos que pueden ser
cometidos por los servidores públicos quedando:
Artículo 223.- Comete el delito de peculado:
I.- Todo servidor público que para usos propios o ajenos distraiga de su
objeto dinero, valores, fincas o cualquier otra cosa perteneciente al
Estado, al organismo descentralizado o a un particular, si por razón de
su cargo los hubiere recibido en administración, en depósito o por otra
causa.
II.- El servidor público que indebidamente utilice fondos públicos u
otorgue alguno de los actos a que se refiere el artículo de uso indebido
de atribuciones y facultades con el objeto de promover la imagen
política o social de su persona, la de su superior jerárquico o la de un
tercero, o a fin de denigrar a cualquier persona.
III.- Cualquier persona que solicite o acepte realizar las promociones o
denigraciones a que se refiere la fracción anterior, a cambio de fondos
públicos o del disfrute de los beneficios derivados de los actos a que se
refiere el artículo de uso indebido de atribuciones y facultades, y
IV.- Cualquier persona que sin tener el carácter de servidor público
federal y estando obligada legalmente a la custodia, administración o
aplicación de recursos públicos federales, los distraiga de su objeto
para usos propios o ajenos o les dé una aplicación distinta a la que se
les destinó.
Siendo este el artículo más vigente, para usarse, en los casos que nos
menciona.
2.2.
ANTECEDENTES DE SERVIDORES PÚBLICOS.
Los servidores públicos se desprenden de las reformas hechas a la
Constitución de los Estados Unidos Mexicanos, ahí se señala quiénes son
servidores públicos, dando a conocer una Ley de Responsabilidad de los
Servidores Públicos publicada en el diario oficial de la federación el día 31 de
diciembre de 1982.
Se incluye el Presidente de la República y todos los Empleados y
Funcionarios
de
la
Administración
Pública
Federal
Centralizada
y
Descentralizada, a los Diputados Federales y Senadores, los miembros de los
Poderes Judicial Federal y del Distrito Federal, a todo Empleado y Funcionario
del Distrito Federal,
a los Gobernadores, Diputados, Magistrados de los
Tribunales de Justicia en los Estados, y cualquier otro individuo que maneje o
aplique Recursos Económicos Federales.
Es decir que debemos de entender que todos los que están en un cargo
del gobierno son conocidos como tales y estos pueden ser juzgados por el
Código Penal Federal, Código de Procedimientos Penal Federal y La Ley
Federal de Responsabilidad de Servidores Públicos.
2.3.
CONCEPTOS DEL DELITO DE PECULADO.
Hurto de caudales del erario cometido por quien los administra.
Hurto de caudales del Estado.
Cuando un servidor público se apropia, usa o permita el uso indebido, de
bienes del Estado o de empresas institucionales administradas o en que sea
parte el Estado, ya sea para su propio provecho o de un tercero.
Delito consistente en el hurto de propiedades del erario público, cometido
por aquel a quien está confiada su administración.
Es la sustracción, apropiación o aplicación indebida de los fondos públicos,
por aquel o a quien está confiada su custodia o administración.
Todas las concepciones anteriores llegan a un sólo fin, a que el peculado es
como un robo, que comete un servidor público en el ejercicio de sus funciones,
ya sea de dinero o de algún otro objeto que tenga a su alcance, como bien
sabemos este es cometido por un servidor público.
Tiene elementos que lo constituyen como una figura típica del peculado,
pudiendo ser uno de estos el sujeto activo que en su caso vendría siendo los
funcionarios o empleados que ejerzan actividades administrativas que lleven
manejo de fondos públicos. Antes solo se refería a los que fueran servidores
públicos, pero en la actualidad se sabe que no sólo hay trabajadores que hagan
o lleven actividades administrativas y que no necesariamente son funcionarios o
empleados y para con ellos también es aplicable.
Otro vendría siendo el objeto material que es todo el patrimonio que le
pertenece al Estado, al organismo descentralizado o a un particular, y la
conducta típica consiste en que el servidor público para usos propios o ajenos
distraiga de su objeto dinero, valores, fincas o cualquier otra cosa que le
pertenezca al Estado, a un organismo descentralizado o un particular.
2.4.
CONCEPTOS DE SERVIDOR PÚBLICO.
El legislador delimita que para los efectos del Código Penal Federal “Es
Servidor Público toda persona que desempeñe un empleo, cargo o comisión de
cualquier naturaleza en la administración pública federal centralizada, empresas
de participación estatal mayoritaria, organizaciones y sociedades asimiladas a
estas, fidecomisos públicos, en el congreso de la unión o en poderes judicial
federal y judicial del Distrito Federal, o que maneja recursos económicos
federales, es aplicable a los gobernadores de los Estados, a los diputados a las
legislaturas locales y a los magistrados de los tribunales de justicia locales y
cualquier persona que haya ejercido alguna de estas funciones”.
La persona física que desempeñe algún empleo, cargo, comisión o
funciones públicas de cualquier naturaleza, por elección, nombramiento,
concurso o contrato.
Persona natural vinculada a un organismo público por un procedimiento
electoral, reglamentario o contractual, en cargos previamente creados, para el
ejercicio de funciones y deberes señalados por autoridad competente,
relacionados con los fines y las actividades del Estado.
Los Servidores Públicos por definición, son personas que prestan
servicios al Estado como miembros de las corporaciones públicas, como
empleados o trabajadores del mismo y de sus entidades descentralizadas, sean
ellas territoriales o especializadas por servicios, como miembros de la fuerza
pública, o en cualquier otra condición que ante la ley les dé tal carácter.
Así por ejemplo, para efectos penales y disciplinarios son Servidores
Públicos los particulares que ejercen funciones públicas en forma permanente o
transitoria, o administran recursos provenientes de contribuciones.
Todo Servidor Público está al servicio del Estado y de la comunidad y
debe ejercer funciones en la formas prevista por la constitución, la ley o el
reglamento, estando su responsabilidad y la manera de hacerla efectiva
determinadas por la ley.
Las cosas, y sin importar la forma o manera en que se encuentre
vinculado ese Servidor Público, deben asistirlo compromisos mayores consigo
mismo, la comunidad, la institución a la que presta sus servicios y por ende con
el Estado, lo que importa y le impone por encima de cualquier circunstancia,
lealtad, entrega, vocación, sacrifico, capacidad, disciplina, honorabilidad,
voluntad y honradez, entre otras muchas consideraciones y convicciones,
mismas que debe ofrecer en beneficio que no en detrimento de las
instituciones, la ciudadanía y el Estado, reflejando en ello la esencia
fundamental de lo que es y debe ser el Estado en las más de sus dimensiones,
máxime cuando es el nuestro, un estado social de derecho con forma unitaria y
gobierno republicano cuya configuración jurídico - política se haya inspirada en
el propósito cierto y eficaz de brindar a la actividad estatal el más amplio de los
despliegues posibles dentro del ámbito de las realidades sociales, con el fin que
ella, la actividad estatal, pueda hacer cabal y efectiva la igualdad entre los
gobernados, en la procura incesante de lograr con ello la síntesis entre la
democracia y los fines sociales de toda estructura institucionalizada de poder.
No podemos dejar de lado y mucho menos olvidar bajo premisa alguna,
que los servidores públicos se deben a la comunidad, la cual y mediante el
cumplimiento de sus deberes contributivos permiten que el gobierno cumpla con
sus compromisos salariales y prestacionales respecto de nosotros, una más de
las razones por la cual no podemos dar pie para que la población manifieste
inconformismo frente a los actores e instituciones del Estado, particularmente
por cuanto aún hoy, y no obstante los ingentes esfuerzos gubernamentales,
persisten desde ciertas franjas ciudadanas, quejas sobre incompetencia,
negligencia y deshonestidad por parte de servidores del Estado en el manejo de
los asuntos públicos y en la búsqueda de soluciones verdaderas de los
problemas que afectan directa o indirectamente a la sociedad en su conjunto.
Tampoco les es posible a los servidores públicos, permitir desde su
función, razón de ser y existir, que tome fuerza ningún descontento ni
sentimiento negativo frente a la forma como deben y tienen que conducir
nuestras actuaciones y mucho menos que se generalicen perspectivas
pesimistas, frustraciones ni censuras ciudadanas hacia el servicio y los
servidores públicos, toda vez que con ello en nada contribuyen a la buena
marcha de nuestra institucionalidad.
Las acciones de los Servidores Públicos deben estar siempre, por
siempre y como fórmula de superación, encaminadas urgentemente a borrar de
una vez por todas la visión negativa que los ciudadanos tengan o puedan tener
sobre el manejo de las instituciones del Estado y en oposición a lo cual,
enfrentar con realismo ese posible desprestigio y frustración, en dirección
expedita a robustecer ese servicio público mediante sólidos y congruentes
fortalecimientos en lo democrático, institucional y estatal, con lo que ganaremos
todos en beneficio de todos.
2.5.
RELACIÓN DEL PECULADO CON EL SERVIDOR PÚBLICO.
Van íntimamente muy ligados, ya que el peculado es un delito que es
cometido por un servidor público, si no existiera esto, entonces solo estaríamos
hablando de robo, abuso de confianza o fraude o lo que se diera.
A través del tiempo esto se ha ido especificando aun más, antes se
revolvía o venía en conjunto con otro delito, porque no era muy común que se
llevara a cabo, pero conforme fueron pasando los tiempos, este se fue
distribuyendo de manera distinta.
Se clasificó como delito que es cometido por un servidor público o que lo
haya sido al menos. Es por eso que tienen su apartado en el Código Penal
Federal.
Cabe señalar que siempre ha existido, y entre más pasa el tiempo esto
se va elevando de una manera muy rápida para concluirnos la enfermedad que
sufre nuestro país.
De tanta corrupción que empezó a tolerar nuestro país se empezó a
separar el interés público, del interés privado, empezó a ganar más el interés
privado, para así satisfacer el propio yo, se olvidó lo que es el principio de
legalidad y el principio de responsabilidad.
El principio de legalidad es aquel que nos habla del marco constitucional,
de sus leyes y reglamentos donde el servidor público podrá ser regido de
acuerdo al artículo 14 constitucional.
El principio de responsabilidad nos habla de la posibilidad de la conducta
del funcionario y así éste pueda ser castigado por las leyes que deban
aplicársele.
Se olvidaron de éticas, buenas costumbres, de trabajar en equipo, de la
lealtad, de seguridad, y de todo aquello que serviría para laborar
armoniosamente, con confianza y la responsabilidad adecuada para poder así
satisfacer todas las necesidades que se vayan presentando en nuestra
población.
Señalando también que hoy en día lo puede cometer otra persona que
tenga a su disposición bienes o recursos que pertenezcan a un particular.
2.6.
EL DELITO DE PECULADO ES SANCIONADO DE LA SIGUIENTE
MANERA.
Cuando el monto de lo distraído o de los fondos utilizados indebidamente
no exceda del equivalente de quinientas veces el salario mínimo diario vigente
en el Distrito Federal en el momento de cometerse el delito, o no sea valuable,
se impondrán de tres meses a dos años de prisión, multa de treinta a
trescientas veces el salario mínimo diario vigente en el Distrito Federal en el
momento de cometerse el delito y destitución e inhabilitación de tres meses a
dos años para desempeñar otro empleo, cargo o comisión públicos.
Cuando el monto de los distraído o de los fondos utilizados
indebidamente exceda de quinientas veces el salario mínimo diario vigente en
el Distrito Federal en el momento de cometerse el delito, se impondrán de dos
años a catorce años de prisión, multa de trescientas a quinientas veces el
salario mínimo diario vigente en el Distrito Federal en el momento de cometerse
el delito y destitución e inhabilitación de dos años a catorce años para
desempeñar otro empleo, cargo o comisión públicos.
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