Los Obstáculos de un excelente lugar de trabajo Jennifer Amozorrutia, Great Place to Work® México, Centroamérica y Caribe Crear un excelente lugar de trabajo no es una tarea fácil. Involucra por una parte implementar nuevas prácticas y procesos dirigidos a forjar una cultura sólida de confianza. Pero por otro lado involucra también analizar aquellos factores que actúan de manera negativa en la generación de la confianza y el compromiso, o que significan barreras que impiden llevar a cabo las iniciativas en pro de un buen clima organizacional. En Great Place to Work®, con base en la gran experiencia en el ámbito de consultoría y en transformación cultural, analizamos los “OBSTÁCULOS” más comunes que cometen las organizaciones que impactan de manera contraproducente en el ambiente laboral. Con base en dicho análisis se llegaron a las siguientes conclusiones: OBSTÁCULO • #1: Falta de posicionamiento del área de Recursos Humanos en la organización Cuando el área de Recursos Humanos no está posicionada como estratégica, es muy difícil que los planes o programas de Capital Humano se implementen de manera exitosa. Hoy en día, desafortunadamente todavía existen organizaciones que carecen del apoyo de la Dirección General para elevar el rol de Recursos Humanos a los altos comités directivos, lo que ocasiona que su papel sea subestimado y que la voz de esta área no sea escuchada o respetada. Esto puede deberse a la falta de conocimiento por parte de los líderes de las organizaciones de los beneficios e impacto que los climas laborales basados en la confianza tienen en los colaboradores e inclusive en la productividad. Es importante que el área sepa “vender sus ideas” a la alta dirección explicando de manera clara los beneficios y el impacto que estos programas tienen en el desarrollo organizacional y en los resultados del negocio. Para ello es importante que los miembros de área presenten un perfil tal que tengan el conocimiento suficiente de los temas de capital humano al mismo tiempo que manejen el lenguaje de negocios. OBSTÁCULO #2: • Falta de alineación, planeación y estructuración de procesos, programas y prácticas “Lo que mal empieza, mal acaba” dice el dicho. Uno de los errores más frecuentes en las organizaciones es implementar programas o prácticas “al vapor” sin contar con una alineación al plan estratégico de la organización, lo que provoca que terminen “aisladas” o sin un objetivo establecido cuyo impacto en el negocio no pueda ser medido. Para implementar prácticas o programas es necesaria una planeación eficaz para establecer objetivos, alcances, responsables, fechas e impacto deseado con el objetivo de que puedan ser correctamente “aterrizados”. Por otra parte, Las Mejores Empresas para Trabajar® procuran contar con programas que se constituyen por prácticas integradas entre sí para tener un mayor impacto y posicionamiento en los colaboradores. OBSTÁCULO #3: • Falta de medición y seguimiento Los indicadores de medición no solo sirven para monitorear la productividad, sino que son una herramienta útil e indispensable en la gestión de los programas de Capital Humano. Lamentablemente existen muchas organizaciones que, por desconocimiento, falta de tiempo, de personal o excesos de carga de trabajo no miden el impacto que tienen los programas o prácticas que implementan actualmente. Esto hace que las organizaciones pierdan muchos recursos en acciones que suponen están trayendo un impacto positivo, pero que probablemente no estén teniendo los resultados esperados. La mejor manera de realizar un seguimiento a los programas y prácticas y corregir “a tiempo” es el medir de manera continua su impacto en el ROI como en el clima laboral. Solo midiendo los efectos de las acciones implementadas se podrán tomar decisiones que en su momento puedan comprobar que se está yendo por el camino correcto o si es tiempo de corregir. Además el no contar con un seguimiento de los programas e iniciativas trae como consecuencia una pérdida en la credibilidad en el área que implementa el programa, y genera el riesgo de que los colaboradores pierdan el interés en participar en iniciativas posteriores y las desvirtúen. OBSTÁCULO #4: • Procesos, programas y prácticas no comunicados y sin bajar Un pecado capital que no solo tiene un impacto en el éxito de un programa o práctica, sino también en las relaciones interpersonales en el lugar de trabajo es la falta de comunicación en la organización. La comunicación es un ingrediente clave para generar credibilidad en la organización, en sus procesos y sus programas. Si la visión y misión organizacionales no son comunicadas correctamente a los colaboradores, es difícil que cree un lazo de compromiso y que se puedan “subir al barco”. Lo mismo pasa con los procesos y las prácticas. Si no se cuenta con una estrategia de comunicación se corre el riesgo de que éstos no se cumplan, se tergiversen y que se apliquen a conveniencia, lo que puede generar favoritismo. Por otro lado una deficiente comunicación genera fenómenos que pueden lastimar al clima laboral como los rumores y los chismes. Ahora bien, si la filosofía organizacional, los procesos y los programas son comunicados a través de campañas integrales donde se expliquen los beneficios y principales características de interés, es más probable que los colaboradores respondan cooperando con la organización, cumpliendo con las normas dentro de un ambiente de confianza y apertura. En épocas de constantes cambios (tal como la que vivimos actualmente) la comunicación es vital contra la incertidumbre y para contrarrestar la resistencia haciendo posible que los nuevos procesos e iniciativas fluyan de mejor manera. OBSTÁCULO #5: • No tomar en cuenta a los colaboradores en el diseño e implementación de programas y prácticas En nuestra experiencia un malestar que expresan comúnmente los colaboradores es sentir los programas y prácticas alejados de ellos y de su realidad en el día a día. En muchas ocasiones las prácticas se diseñan con base en estrategias exitosas de otras empresas; sin embargo es un error no customizarlas o tropicalizarlas con base en la realidad de la organización en la cual se van a implementar. Por otro lado, muchos profesionales de Recursos Humanos diseñan prácticas o programas desde el escritorio, no tomando en cuenta el perfil de los colaboradores de la organización, las necesidades internas (por ejemplo, de cada área funcional) la cultura organizacional, los procesos internos o las actividades en el día a día. Como consecuencia, los colaboradores pueden resistirse al cambio rechazando los nuevos programas o prácticas desde un inicio, al mismo tiempo que pueden percibir las propuestas como autoritarias y alejadas de ellos. El no tomar en cuenta la voz de los colaboradores no solo impacta en el éxito de la implementación; sino también desarrolla el sentido de pertenencia, lealtad, flexibilidad, cooperación y compromiso hacia la organización. Además, es una forma de valorar su experiencia y conocimiento interno que significa información sumamente valiosa y útil. OBSTÁCULO #6: • Enfoque rígido: Solo el resultado cuenta Dentro de los malos hábitos que se dan de manera frecuente a nivel organizacional y a nivel de liderazgo se encuentra el enfocarse solamente en el resultado del cumplimiento de los objetivos, no tomando en cuenta cómo se llegó a él. Esto es muy frecuente sobre todo en las evaluaciones de desempeño donde se “premian” o reconocen el porcentaje de cumplimiento de los objetivos o el resultado final (datos duros) sin considerar aquellas conductas (que pueden incluir buenas o malas prácticas) que les permitieron llegar a ese resultado. Por ejemplo, un líder puede que llegue a su objetivo en un 100%, pero a costa de sus colaboradores. No considerar estas malas prácticas no solo genera un daño a las personas sino que afecta de manera negativa al ambiente laboral y termina reforzando los comportamientos no deseados en la organización que pueden inclusive ir en contra de su filosofía y valores. Es cierto que la medición es importante tal como se mencionó anteriormente; sin embargo, los extremos no son sanos. Por lo tanto es importante generar culturas en los que sí exista la meritocracia, pero dentro de un ambiente donde se vea a la persona de manera integral y se considere el cumplimiento de los valores organizacionales. No hay que olvidar que dentro de un excelente lugar de trabajo no solo es importante llegar o incluso exceder los objetivos organizacionales, sino que también es fundamental fomentar las cinco dimensiones que generan confianza en la organización: credibilidad, respeto, imparcialidad, orgullo y compañerismo. OBSTÁCULO #7: • Temor de las organizaciones en apostar a programas de Capital Humano A pesar de que los temas de Capital Humano han cobrado cada vez mayor importancia en muchas organizaciones, puede que muchas de ellas todavía no estén convencidas del gran impacto que pueden llegar a tener este tipo de iniciativas en las organizaciones. Esta resistencia puede llegar a generar un cierto “temor” en las organizaciones por creer que representa un gasto de tiempo y recursos (más que una inversión), por lo que muchas veces los programas o iniciativas relacionadas a Capital Humano o desarrollo organizacional pueden quedar en el olvido o como última prioridad en los planes anuales. Por otro lado, debido a la gran velocidad y a las cargas de trabajo en las que están inmersas las organizaciones, para muchas de ellas la curva de aprendizaje en estos temas puede ser considerada como desperdicio de tiempo o tiempo perdido que puede ser utilizado en otros proyectos que generen una utilidad más tangible o más a corto plazo. Sin embargo es de suma importancia que los líderes de las organizaciones se sensibilicen en los beneficios de los programas e iniciativas de Capital Humano y del desarrollo organizacional y que comprendan que el invertir en ello actualmente no es una opción, sino una necesidad para seguir siendo competitivos en un mundo donde el talento y las personas son el activo más importante en una organización. Existen muchos otros desaciertos o “pecados” que cometen las organizaciones. La buena noticia es que existen muchos métodos y herramientas que pueden transformar estos pecados en virtudes. Los denominadores comunes son el conocimiento de los beneficios y de la función de Capital Humano, la alineación estratégica, la planeación y seguimiento de los programas, mantener una comunicación continua, así como una cercanía con los colaboradores. No solo el área de Recursos Humanos debe tener el compromiso por generar excelentes lugares de trabajo; también los líderes y altos mandos de las organizaciones deben ser sensibles a estos temas.