Metafísica aristotélica

Anuncio
ARISTÓTELES
METAFÍSICA.
Todos los hombres por naturaleza desean saber, esto nos lo indica el amor y los sentidos. Dichos sentidos son
amados a causa de sí mismos, teniendo como principal de la vista, ya bien sea para obrar o simplemente para
cuando no pensamos hacer nada. Éste precisamente es el que nos hace conocer más y nos muestra muchas
diferencias.
En la Naturaleza algunos animales nacen dotados de sensaciones, pero otros en cambio no. Tampoco
engendra en algunos la memoria, mientras que en otros sí, haciendo de éstos más prudentes y más aptos para
aprender, siendo prudentes din aprender. Consiguen aprender los que además de memoria tienen este sentido.
Los demás animales viven con imágenes y recuerdos participando poco de la experiencia. Pero en cambio el
género humano dispone del arte y del razonamiento. Del recuerdo nace la experiencia, ya que muchos
recuerdos de la misma cosa llegan a ser una experiencia, pareciéndose ésta en cierto modo, a la ciencia y el
arte. Deduciendo que la experiencia hizo el arte y la inexperiencia el azar. Por lo tanto nace el arte cuando de
muchas experimentales surge una noción universal sobre los casos semejantes.
Para la vida práctica la experiencia no parece inferior al arte, teniendo más éxito los expertos que los sin
experiencia poseen el conocimiento teórico. Esto se debe a que la experiencia es el conocimiento de las
cosas singulares, y el arte, de las universales. Refiriéndose a lo singular, las acciones y generaciones. Por lo
tanto si alguien tiene, sin los conocimientos de las cosas singulares, (la experiencia) el conocimiento teórico y
sabe lo universal pero ignora su contenido singular, cometerá muchos errores a la hora de obrar ya que lo
singular (experiencia) es lo que se puede curar... al obrar (o cura u obrar) mal.
Sin embargo creemos que el saber y el entender pertenecen más al arte que a la experiencia, y también
consideramos más sabios a los conocedores del arte que a los expertos, dándonos cuenta que la sabiduría
corresponde en todos al saber. Ya que unos saben la causa y otros no. Deduciendo que los expertos saben el
qué pero no el motivo, en contraposición a que conocen el porqué y la causa. El ejemplo está en algunos seres
inanimados, hacen sin saber lo que hacen; hacen éstas operaciones por impulso natural. Otro ejemplo lo
encontramos en que no consideramos a los jefes de obras más sabios por su habilidad práctica sino, por su
dominio de la teoría, por lo tanto podemos decir que lo que distingue al sabio del ignorante es poder enseñar.
Y por eso consideramos el arte más ciencia que la experiencia ya que aquellos pueden (los sabios) y éstos
(los ignorantes) no pueden enseñar.
No consideramos a demás de las sensaciones, que ninguna sea sabiduría, porque no dicen el porqué de nada,
el ejemplo lo tenemos cuando preguntamos, por qué es caliente el fuego, y la respuesta tan sólo se reduce a
porque es caliente.
Es natural que en los primero tiempo quien inventó un arte cualquiera, fuese admirado por a utilidad de los
inventos sino también como sabio y por ser diferente a los demás. Al inventarse artes orientadas, unas, a las
necesidades de la vida y otras que la adorna. Serán considerados más sabios aquellos inventores que su ciencia
no busca la utilidad de las cosas.
Con respecto a la Sabiduría, el experto nos parece más sabio que los que tienen una sensación cualquiera, y
el poseedor de un arte, más sabio que los expertos, también hay que recordar los conocimientos teóricos más
que los prácticos. Por lo tanto deducimos que la sabiduría es una ciencia sobre ciertos principios y causas. En
un principio los hombres comenzaron a filosofar movidos por la admiración ante los fenómenos más
comunes, luego se fueron planteando problemas mayores como por ejemplo cuestiones cósmicas. Esto nos
1
lleva a pensar que aquel que plantea un problema o se admira ante algo, éste reconoce su ignorancia. Por lo
tanto si comenzaron a filosofar para huir de la ignorancia, claramente está que buscaban el saber en vista del
conocimiento, y no con fin de utilidad. A la sabiduría la podemos considerar como una ciencia libre, pues ésta
es sola para sí misma; según cierto filósofo "sólo un dios puede tener este privilegio", pero si tuviera algún
sentido lo que dicen los poetas respecto a este tema, y la divinidad fuera envidiosa, tampoco pensaremos que
otra ciencia sea más digna de aprecio que ésta. Ya que la más digna, es a su vez la más digna de aprecio. Las
condiciones que presenta, serían que ella sola será divina entre las ciencias (la que tendría Dios) y la de verse
sobre lo divino. Con lo cual, todas las ciencias son más necesarias que ésta, en cambio, no habría mejor que
dicha ciencia.
Tenemos que las ciencias en general buscan es a causa, es decir, explicar. Hay cuatro tipos de causas. La
primera decimos que es la substancia y la esencia, también llamada material, respondiendo a la pregunta:
¿Qué es lo que cambia?. La segunda llamada formal, que en realidad sería la esencia, lo que hace que la
materia pase a ser algo concreto. Responde a la pregunta: ¿Cuál es el resultado?. La tercera causa es aquella
donde procede el principio del movimiento, también llamada eficiente, lo que se entiende normalmente como
causa. Haciendo que la materia tenga un cambio. Responde a la pregunta: ¿Qué lo provoca? . Y finalmente la
cuarta causa es la que se opone a ésta, es decir, la causa final o bien que todo tiene un fin. La cual responde a
la siguiente pregunta: ¿Para qué?. Respondiendo en resumidas cuentas un propósito.
En las doctrinas de los sabios vemos en los más antiguos, el principio corpóreo siendo uno, pero para otros es
múltiple, teniendo a monistas y pluralistas... Así pues llegaron a utilizar dos causas, y la segunda de éstas, la
que da origen al movimiento, considerada para unos, una, y para otros, dos. Por ejemplo, los pitagóricos por
otra parte admitieron dos principios pero con la diferencia de que no consideraron que lo Limitado, Ilimitado
y Uno fuesen de carácter natural, sino que lo Ilimitado y el Uno eran substancia del resto de las cosas, por lo
tanto, el Número se tomó como substancia de todas las cosas. También se le puede atribuir el nombre de Arjé,
como principio constitutivo de las cosas. Lo que podemos deducir de los demás antiguos es que el Uno sería
muchas cosas.
Después llegó la teoría de Platón que en general está de acuerdo con los pitagóricos, pero tiene cosas propias,
al haberse familiarizado con Heráclito, que nos hablaba de que todas las cosas sensibles fluyen siempre, y no
hay ciencia a cerca de ellas. Por otra parte Sócrates se ocupaba de los problemas morales de la época, siendo
el primero en aplicar el pensamiento de las definiciones. Platón al seguirle aceptó sus enseñanzas pero
Sócrates al estar relacionado con Heráclito pensó que lo universal se producía en otras cosas y no en las
sensibles, pareciéndole imposible que la definición común viniese del mundo de lo sensible. Por lo tanto
llamó tales entes, Ideas. Diciendo que las cosas sensibles están en otro mundo distinto al mundo de las Ideas.
Mientras que los pitagóricos dicen que las Ideas son por imitación de los números y en cambio Platón son por
participación. Platón también admite las Cosas matemáticas como entes intermedios, diferentes y por una
parte, de los objetos sensibles por ser eternos e inmóviles.
2
Descargar