Juan el apóstol: apóstol: El Joven Sabio Por: Juan Ramón Chávez Propósito: Motivar a los jóvenes a ser como el apóstol Juan en su llamamiento, en su aprendizaje y en su consagración. Texto: Mateo 4:21 “Pasando de allí, vio a otros dos hermanos, Jacobo hijo de Zebedeo, y Juan su hermano, en la barca con Zebedeo su padre, que remendaban sus redes; y los llamó”. Propuesta: ¿En que se ve que Juan fue un joven sabio? Introducción. “Juventud, divino tesoro, ¡ya te vas para no volver! Cuando quiero llorar, no lloro y a veces lloro sin querer...” Esto es solo un verso de la poesía Canción de otoño en primavera de Rubén Darío, que nos muestra el pesar de haber dejado atrás la bella etapa de la juventud, a la que el llamaba: “divino tesoro”. La juventud es un divino tesoro porque en la juventud se tiene muchas cualidades sobresalientes. Por ejemplo: belleza, fuerza, agilidad, optimismo, idealismo, dinamismo y además de ser casi incansable. Pero también, se tienen muchos defectos. Por ejemplo: Ser ingenuo, crédulo, fácil de engañar, imprudente, engreído, vanidoso e ignorante y orgulloso. Con la edad, muchas de las cualidades y de los defectos van desapareciendo. Pero a muchos, solamente se les van las cualidades y se les quedan los defectos. Tú decides como quieres ser. Tú decides como quieres ser recordado. Como tú seas ahora es posible que lo seas el resto de tu vida. Si tú eres un joven necio, es posible que lo seas el resto de tu vida. Pero si eres un joven sabio, es posible que lo seas el resto de tu vida. Yo quiero animarte a que seas no un joven necio, sino un joven sabio. Quiero que veamos aun joven sabio en los discípulos de Jesús que se llama Juan hijo de Zebedeo. La Biblia no dice que Juan el apóstol era el mas joven de los discípulos del Señor. Si lo dice la tradición. Sin embargo, en la Biblia si hay varias indicaciones de que era joven: 1. Era más joven que su hermano Jacobo. Aparece siempre después de su hermano. Mateo 4:21 2. Su explosivo temperamento. Jesús les apellidó Boanerges, es decir, Hijos del trueno. Característica de muchos jóvenes normalmente. Marcos 3:17, Lucas 9:54 3. Era el discípulo que se recostaba en el pecho de Jesús. También características de los mas jóvenes. Juan 13:23-25 4. Corrió más rápido que Pedro para ver el sepulcro vacío de Jesús. La agilidad se hace presente. Juan 20:1-8 5. Según la tradición fue el último apóstol en morir. ¿En que vemos que Juan el apóstol fue un joven sabio? I). Fue sabio en su llamamiento. Mateo 4:21-22 A. Porque atendió de inmediato al llamado. Los sabios saben que hay cosas que no se pueden dejar para después. Y atender al llamado del Señor es una de ellas. El joven Juan lo sabía. Porque esto solo lo saben los sabios. Los necios les dan largas al llamado del Señor. Solo los sabios atienden de inmediato. Pablo dijo: “En lo que requiere diligencia, no perezosos…” (Romanos 12:11) A Juan no se les anticipo del llamamiento de Jesús con algunas semanas de anterioridad, tampoco lo pensó dos veces, sino que de inmediato acudió. Mateo fue el único evangelista que enfatiza la respuesta de Juan con la palabras “al instante” para indicar que obedeció a Jesús de un modo radical. Cuando habla Jesús debemos obedecer por eso es lo que hacen los sabios. Salomón dijo: “El sabio de corazón recibirá los mandamientos; Mas el necio de labios caerá” (Proverbios 10:8) B. Porque atendió en su juventud. Juan no dijo o pensó como muchos jóvenes piensan hoy día, “Voy a disfrutar primero mi vida y después buscare una iglesia” Cualquiera en su lugar podría pensar que, convertirse en cristiano seria: “Es echar a perder su juventud” Pero Juan no lo creyó así. Porque quien es sabio se da cuenta que es el Señor quien nos enseña a vivir la vida y a disfrutarla. La mejor edad de entregarse al Señor es aquella en la que el llama. Sin embargo, la juventud es una edad perfecta. Es por eso que el hombre mas sabio del mundo después de Jesús, llamado Salomón dijo: “Acuérdate de tu Creador en los días de tu juventud, antes que vengan los días malos, y lleguen los años de los cuales digas: No tengo en ellos contentamiento…” (Eclesiastés 12:1) El secreto del éxito de un cristiano estriba en pasar más tiempo con Jesús. Juan lo hizo y nosotros debemos hacerlo mismo. Entregar su vida a Cristo desde de su juventud y no al mundo, es solo de sabios. Por eso dice el proverbio: “El sabio teme y se aparta del mal; Mas el insensato se muestra insolente y confiado”. (Proverbios 14:16) C. Porque atendió dejándolo todo. Solo los sabios saben darle el valor a lo que realmente lo tiene. Para Juan, Jesús era más importante que su oficio de pescador. Dejaron su medio de sostenimiento, indicando confianza de que aquel que los llamó proveería para suplir sus necesidades. También para el, Jesús era más importantes que sus vínculos familiares. El texto dice: “Y ellos, dejando al instante la barca y a su padre, le siguieron”. (Mateo 4:22) Para Juan, Jesús era la perla de gran precio que se encontró el mercader. (Mateo 13:45) Para Juan, Jesús era el tesoro que un hombre encontró en un campo. (Mateo 13:44) Cuando uno se encuentra con Jesús todo lo demás carece de valor. Con razón Pablo dijo: “Pero cuantas cosas eran para mí ganancia, las he estimado como pérdida por amor de Cristo”. (Filipenses 3:7) La sabiduría de un joven no se ve en sus calificaciones o en acumular reconocimientos o títulos universitarios. Si no En dejar los vicios que afectan tu salud por seguir a Jesús. En dejar compañías que afectan su conducta por seguir a Jesús. En dejar actitudes que afectan tus relaciones por seguir a Jesús. Eso lo hacen los sabios. ¿Eres uno de ellos? Juan lo era. II). Fue sabio en su aprendizaje. Nótese que digo que aprendió y no que conoció. Una cosa es conocer y otra cosa es aprender. Conocer cualquiera lo puede hacer. Pero aprender solo es de sabios. El conocimiento es teoría. El aprendizaje es experiencia. A. Porque aprendió lo que es la humildad. Menciono esto porque en una ocasión fue ante la presencia de Jesús, Juan, Jacobo y su madre haciéndole una petición sobre lo que ellos anhelaban. “Entonces se le acercó la madre de los hijos de Zebedeo con sus hijos, postrándose ante él y pidiéndole algo. 21 El le dijo: ¿Qué quieres? Ella le dijo: Ordena que en tu reino se sienten estos dos hijos míos, el uno a tu derecha, y el otro a tu izquierda. (Mateo 20:20-21) El evangelista Marcos nos dice que también Juan y Jacobo hicieron esta petición. (Marcos 10:40) Ellos querían lo que consideraban el mayor puesto de honra y honor. Como hombres de dinero que eran, (puesto que a pesar de que eran pescadores tenían jornaleros trabajando para ellos. Marcos 1:19-20) estaban acostumbrados a mandar. Lo que hacían en su vida antigua lo querían hacer también en el reino de Jesús, gobernar, mandar. Jesús ya les había dicho que los 12 se sentarían sobre 12 tronos. (Mateo 19:28) Pero eso para ellos no era suficiente. Ellos querían estar a cada lado del Rey Jesús como los más importantes. Ellos tenia aspiraciones de grandeza pero equivocadas. Y Jesús se los hace ver. Jesús tuvo que darles una lección y ellos la tuvieron que aprender: “Entonces Jesús, llamándolos, dijo: Sabéis que los gobernantes de las naciones se enseñorean de ellas, y los que son grandes ejercen sobre ellas potestad. 26 Mas entre vosotros no será así, sino que el que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor, 27 y el que quiera ser el primero entre vosotros será vuestro siervo…” (Mateo 20:25-27) Ellos si llegarían hacer grandes pero no através de “palancas” o de intermediarios ajenos. Sino através del servicio. El joven que realmente es sabio sabe que si quiere obtener algo en la vida, tiene que luchar por ello de una manera digna. No pisoteando a los que se encuentren en su paso. No vendiéndose al mejor postor. Los jóvenes sabios son jóvenes humildes. Porque saben que de los humildes es el reino de los cielos. (Mateo 5:3) Los jóvenes que no son sabios se creen mucho por su: Físico. Se creen más guapos, mas en forma que los demás. Intelectualidad. Piensan que son más inteligentes o que saben más que los demás. Posesiones. Porque tienen automóviles. (Ya viste mi nave dicen) Se visten y calzan de marca. Pero los jóvenes soberbios no llegaran al cielo. No son bien vistos aquí en la tierra y no serán bien vistos allá en el cielo. Con razón dijo Salomón: “Cuando viene la soberbia, viene también la deshonra; Mas con los humildes está la sabiduría”. (Proverbios 11:2) Dios ve con buenos ojos a los jóvenes que son humildes. Y necesitamos aprender esa lección. B. Porque aprendió lo que es la paciencia. El temperamento explosivo es una de las marcas más sobresalientes de muchos de los jóvenes y Juan no era la acepción. Lucas es el único evangelista que menciona esta historia: “Y envió mensajeros delante de él, los cuales fueron y entraron en una aldea de los samaritanos para hacerle preparativos. 53 Mas no le recibieron, porque su aspecto era como de ir a Jerusalén. 54 Viendo esto sus discípulos Jacobo y Juan, dijeron: Señor, ¿quieres que mandemos que descienda fuego del cielo, como hizo Elías, y los consuma? 55 Entonces volviéndose él, los reprendió, diciendo: Vosotros no sabéis de qué espíritu sois…” (Lucas 9:51-55) Esta es la razón del porque Jesús les llamo “Hijos del trueno” (Marcos 3:17) Quizás ellos recordaban cuando Elías mando que descendiera fuego del cielo en aquella ocasión cuando Ocozías mando a 50 de sus siervos para consultar al dios de Ecrón en lugar de consultar a Jehová. (2 Reyes 1) Juan quería que Jesús les permitiera mandarlos al infierno. En nuestros días seria: “Que los parta un rayo”. Por no querer aceptar a Jesucristo. Ellos querían que Jesús les diera un escarmiento. Jesús tuvo que reprender la visión tan corta que tenían. Además, de no entender el verdadero significado de su misión. Jesús rechaza cualquier reacción hostil en contra de nuestros semejantes. Les dice que su reacción no es la reacción del Espíritu Santo. El Espíritu de Jesús no era el de consumir con fuego, sino de ganar almas. Ellos tuvieron que aprender la dura lección de la paciencia aun con aquellos que no quieren nada con el Señor. Hay muchos jóvenes que expresan un fuerte celo por Jesús pero equivocado. Hay jóvenes cristianos que están dispuestos a hacer enemigos en nombre de Dios. Incluso algunos están dispuestos a asesinar en nombre de su religión. Vivimos en mundo “Express” todo lo queremos rápido. Viajes Express, Hay planchado Express, comida Express, Lavado y aspirado Express de automóviles y hasta divorcios Express. Todo lo queremos al instante, porque si no, nos desesperamos y nos enojamos. A veces uno tiene que aprender la dura lección de la paciencia y con letras mayúsculas, porque de otra manera no entendemos. Ningún ministerio cristiano es Express. Mucho menos el de los jóvenes. Uno tiene que entender que la impaciencia destruye pero que la paciencia construye. Salomón dijo: “Los sabios guardan la sabiduría; Mas la boca del necio es calamidad cercana. (Proverbios 10:14) Para todo se necesita de paciencia y mas para el ministerio cristiano. III). Fue sabio en su consagración. A. Porque llego a ser columna en la iglesia. Pablo dijo de el: “…y reconociendo la gracia que me había sido dada, Jacobo, Cefas y Juan, que eran considerados como columnas, nos dieron a mí y a Bernabé la diestra en señal de compañerismo, para que nosotros fuésemos a los gentiles, y ellos a la circuncisión. (Gálatas 2:9) Una columna es un soporte vertical de gran altura. Sirve para sostener el peso del techo. Precisamente esta es la enseñanza cuando se dice de Juan que era columna de la iglesia Cristo en Jerusalén. Pero, ¿Por qué fue considerado como columna Juan? Porque era un hermano que fue de poderoso apoyo en la iglesia en Jerusalén. Fue firme y fiel en la iglesia. Solo los jóvenes fieles y trabajadores en la iglesia a través del tiempo son realmente considerados como columnas de la iglesia. Por otro lado, los jóvenes que no trabajan ni son fieles a la iglesia jamás podrán ser considerados como columnas algún día. Juan a pesar que fue joven cuando se entrego al Señor siempre demostró una fidelidad y firmeza admirables. Todo joven sabio sabe que trabajar para Dios jamás es en vano. (1 Corintios 15:58) cuando se entrega alguien al Señor desde su juventud se trabaja más en el Señor. Se adquiere mas experiencia cristiana. Se tiene más seguridad de salvación. (2 Timoteo. 4:8) Si todo joven se consagra su vida al Señor un día será considerado como columna de la iglesia. B. Porque llego a ser predicador del evangelio. Pablo escribió: “…y reconociendo la gracia que me había sido dada, Jacobo, Cefas y Juan, que eran considerados como columnas, nos dieron a mí y a Bernabé la diestra en señal de compañerismo, para que nosotros fuésemos a los gentiles, y ellos a la circuncisión. (Gálatas 2:9) El que es sabio siempre va hacer cosas sabias y predicar el evangelio es una de esas cosas sabias. Juan ya no era el mismo que antes era. El que quería eliminar a los que no querían aceptar a Jesús, ahora se dedicaba a salvar a esas almas. Porque eso es lo que hacen los sabios. Salomón dijo: “El fruto del justo es árbol de vida; Y el que gana almas es sabio”. (Proverbios 11:30) Todos los jóvenes pueden ser predicadores que ayuden a salvar las almas. Porque eso hacen los sabios. Los necios son piedra de tropiezo. Los necios ponen un mal ejemplo a seguir. Los necios no entran ni dejan entrar. Solo los sabios ayudan a salvar almas. C. Porque llego a ser escritor del Nuevo Testamento. Juan fue uno de los escritores del Nuevo Testamento que escribió más después del apóstol Pablo. El evangelio de Juan, 1,2,3, de Juan y Apocalipsis fueron sus 5 escritos. Cuyo tema central en ellos fue, el amor. Según la tradición Juan pasó sus últimos años en Efeso y murió casi al cierre del primer siglo. Juan fue muy sabio sabiendo que sus escritos prevalecerían hasta nuestros días y que nos ayudarían a conocer mucho de Jesús. Quizás pueda ver entre los jóvenes cristianos, escritores que ayudaran a través de sus escritos a que muchas gentes conozcan a Jesús. Dios necesita de escritores que através de tinta y papel puedan proclamar el evangelio de Jesús. Conclusión Hay varias clases de sabios. Por ejemplo: Hay sabios según su propia opinión. Hay sabios según la sabiduría del mundo. Y hay sabios según Dios. ¿Cuál de estos sabios quieres ser? Yo quiero animarte a que seas sabio según Dios. ¿Cómo puedes hacerlo? Decidiendo como Juan, a seguir a Jesús en tu juventud. ¿Que obtendrás al hacerlo? Inmortalidad. Como la que tuvo Juan, que después de miles de años aun seguimos hablando de el a través de sus escritos sobre Jesús. Te invitamos a que lo hagas y seas sabio. Dios te bendiga. Juan Ramón Chávez Torres E-mail: [email protected] http://chaveztorres.wordpress.com/ Apartado Postal 681. H. Matamoros Tam.