LOS EJES DE ARTICULACIÓN

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LA EDUCACIÓN PLÁSTICO-VISUAL:
ASPECTOS QUE LA DEFINEN
“Lo que persigo, por encima de todo, es la expresión. A veces se me ha reconocido un
cierto saber, al propio tiempo que se declaraba que mi ambición no iba más allá de la
satisfacción de orden puramente visual que puede procurar la vista de un cuadro. Pero el
pensamiento de un pintor no debe ser considerado aparte de sus medios, que deben ser tanto
más completos (y por completos no entiendo complicados) cuanto más profundo sea su
pensamiento. No puedo distinguir entre el sentimiento que poseo de la vida y el modo con que
lo traduzco.”
Henri Matisse.
Vamos a presentar los grandes ASPECTOS (temas o ejes) que articulan
un campo teórico-práctico bastante complejo. No es un listado de temas a
trabajar con los alumnos/as de Educación Infantil. Ni una relación de objetivos y
contenidos. Es una especie de mapa conceptual en el que aparecerán
articulados diferentes dimensiones de la creación plástico-visual.
1) LAS ETAPAS EVOLUTIVAS DEL GRAFISMO (y de otros aspectos
de la creación plástico-visual)
-
Evolución temporal
Autores a tener en cuenta
Geografía descriptiva del garabateo
“Educación del Gesto Gráfico” y los cuatro niveles del grafismo
Importancia del dibujo representativo (finalidades, debates,
materiales, tipos...)
2) OBJETIVOS Y FINALIDADES DE LAS CREACIONES ARTÍSTICAS
-
Distinción entre objetivos educativos y objetivos expresivos
El Arte como medio expresivo de nuestras emociones
El Arte como medio de potenciar la creatividad
Aspectos motrices
El Arte como medio de conocer el entorno
El Arte como autorrealización (gusto y placer de crear)
La comunicación visual
3) ELEMENTOS
VISUALES
-
MATERIALES
DE
Materiales
Instrumentos y herramientas
Soportes
Fases o pasos del proceso creativo
LAS
ARTES
PLÁSTICO-
4) ELEMENTOS FORMALES DEL LENGUAJE PLÁSTICO-VISUAL
-
Elementos básicos o morfológicos (color, textura, tamaño, forma,
punto, línea, plano-superficie, volumen, luz-sombra...)
Composición: reglas de sintaxis
Códigos: acuerdos culturales establecidos
5) EDUCACIÓN VISUAL
-
Lectura de imágenes
Manipulaciones de imágenes
Atención especial a la fotografía
Las nuevas tecnologías en la producción de imágenes
Los Medios de Comunicación de Masas y los niños/as
La publicidad y los niños/as
6) EDUCACIÓN ESTÉTICA
-
Considerada en general (ambiente, el propio niño/a, actividades
espontáneas...)
Específica: juegos sensoriales, en la naturaleza, referida a los
objetos, referida a las obras de Arte, las producciones
artesanales...
Estos seis ejes se pueden resumir (posteriormente) en un esquema
mucho más simple, que nos resulte útil a la hora de planificar la
Educación Plástico-Visual en el ciclo segundo de Educación Infantil.
Ilustración 35: Dentro del amplio conjunto de aspectos que integran la Educación Plástico-Visual,
el DIBUJO INFANTIL es el tema más investigado por psicólogos, pedagogos y artistas.
LAS ETAPAS EVOLUTIVAS DEL GRAFISMO
Cuando comenzamos nuestro trabajo educativo, al inicio del segundo
ciclo, los niños y niñas con los que vamos a convivir durante un periodo de tres
años, vienen - utilizando una metáfora- con una mochila a la espalda. Las
experiencias vitales y la estimulación de su ambiente familiar habrán
caracterizado un proceso de desarrollo sensoriomotriz específico, diferente en
cada uno de los casos.
Nuestros alumnos/as no son como una cinta virgen, o como una película
fotográfica sin impresionar. El proceso educativo tampoco se parece en nada.
No basta con apretar a REC o dedicarse a mirar por la ventanilla y accionar el
dispositivo. Los niños y niñas de tres años (en algunos casos aún no
cumplidos en septiembre) llegan al centro con un bagaje de experiencias y con
una serie de potencialidades. La Psicología Evolutiva nos informa de la
importancia decisiva que adquieren dichas experiencias en los primeros meses
de la vida de un bebé. También nos advierte sobre el papel tan importante que
desempeñará el ambiente sociocultural (la familia, la casa, el barrio...).
Además, hay que tener en cuenta que, en algunas ocasiones, cuando
recibimos a los niños y niñas de tres años en el mes de septiembre, sus
experiencias escolares pueden haber comenzado mucho antes (Escuelas
Infantiles del primer ciclo, guarderías...).


Podemos incidir escasamente sobre la influencia del ambiente
sociocultural que rodea a cada niño/a (aunque siempre lo
intententemos planificando reuniones, entrevistas, charlas e
intervenciones más directas y personales).
Sin embargo, lo que siempre tendremos que procurar, en las
evaluaciones iniciales, es conocer el momento evolutivo del niño/a,
su perfil perceptivo-expresivo (prestando mayor atención a las
características de su grafismo).
Para poder enfrentarse con un cierto éxito a esta tarea evaluadora nos
conviene conocer los estudios realizados sobre las ETAPAS EVOLUTIVAS del
GRAFISMO. Y también lo que se haya investigado sobre otros aprendizajes
referidos al color, a las manipulaciones, a las capacidades perceptivas, etc.
Necesitamos un punto de referencia para establecer comparaciones, aunque
seamos conscientes de que el perfil gráfico es simplemente un elemento más
(nunca decisivo), y de que existe un debate interno, en la comunidad
pedagógica, sobre la validez universal de dichos los puntos de apoyo.
No podemos desarrollar en este trabajo un estudio exhaustivo de las
diversas clasificaciones, ni de las teorías que sustentan las posibles etapas o
estadios evolutivos. Para aquellos/as de vosotros/as que estéis interesados/as
en profundizar, os remitimos al listado de autores de la Bibliografía final. Lo que
pretendemos es apuntar unos cuantos conocimientos básicos, más o menos
compartidos, por la mayoría de los educadores/as y especialistas.
LAS TEORÍAS DEL DESARROLLO ARTÍSTICO
El primer punto que nos interesa considerar es el enfoque de los
estudios evolutivos del desarrollo artístico. Los psicólogos han tratado de
buscar explicaciones de carácter general a las etapas del desarrollo.
En la Educación Artística, como en otros tantos aspectos del
aprendizaje, las teorías de Jean Piaget supusieron un hito fundamental. No
tanto porque Piaget fuera una persona experimentada en las Artes PlásticoVisuales, sino porque las consecuencias de sus teorías, centradas
fundamentalmente en el pensamiento científico, se han extrapolado a otras
esferas de la inteligencia humana.
En los terrenos artísticos, una propuesta similar en sus rasgos
estructurales, la encontramos en Viktor Lowenfeld. Este prestigioso pedagogo
elaboró una teoría evolutiva del desarrollo artístico (no solo del grafismo).
Observó características generales en el estudio de muchos casos individuales,
y estableció una serie de etapas evolutivas que han quedado consideradas (por
la mayoría de los educadores/as y de la comunidad pedagógica), como fases
invariables y generales de todos los niños/as. Etapas fijadas en periodos de
tiempo y en características estables (claramente observables).
Fundamentalmente, las podemos resumir en este esquema:

La ETAPA DEL GARABATEO: comienzos de la autoexpresión. De
los 2 a los 4 años.
-
Garabateo desordenado
Garabateo controlado
Garabateo con nombre

La
ETAPA
PREESQUEMÁTICA:
representación. De los 4 a los 7 años.

La ETAPA ESQUEMÁTICA: obtención de un concepto de la forma.
De los 7 a los 9 años.

El COMIENZO DEL REALISMO o edad de la pandilla: de los 9 a los
12 años.

La Edad del RAZONAMIENTO. ETAPA PSEUDONATURALISTA.
De los 12 a los 14 años.
primeros
intentos
de
No vamos a comentar las características de cada etapa, ni la filosofía o
la metodología que el autor incluye en sus explicaciones. Casi todos los
maestros/as hemos tenido alguna de sus obras (“DESARROLLO DE LA
CAPACIDAD CREADORA” y “EL NIÑO Y SU ARTE “, Lowenfeld 61, 72),
como libros de consulta o como libros de obligada lectura en las Escuelas de
Formación del Profesorado.
Lo que deseamos destacar es que su propuesta de etapas, parte de su
vocabulario y la manera de enfocar la creatividad y la expresión, han pasado a
integrar uno de los lugares comunes de los educadores/as de Educación
Infantil. Se menciona a Lowenfeld con la misma autoridad que se menciona a
Piaget en otras esferas del conocimiento, sin darse cuenta que sus estudios se
realizaron en los años cincuenta y sesenta, en unas condiciones
socioculturales muy diferentes de las actuales y bajo un prisma filosófico muy
particular.
Ilustración 36: La obra de Lowenfeld nos aportó un marco de referencia y un vocabulario básico
para "clasificar" las primeras producciones gráficas de los alumnos/as.
Pero además de la obra de Lowenfeld, hay otros estudios “clásicos” que
nos interesa conocer, porque también han aportado sistemas organizados
asimilados por la comunidad educativa.
“EL DIBUJO INFANTIL”, DE LUQUET.
UN CLÁSICO EN LOS TIEMPOS DEL CINE MUDO.
Aunque sólo le podamos dedicar un pequeño comentario, no podemos
dejar de considerar la obra clásica de G. H. Luquet, “EL DIBUJO INFANTIL”
(desarrollada desde 1913 a 1927).
Este investigador, arqueólogo y filósofo, fue uno de los pioneros del
estudio riguroso del dibujo infantil. Estableció unas etapas evolutivas que, en
algunos medios –especialmente franceses- han quedado fijadas en el discurso
pedagógico. Y analizó las producciones infantiles, obteniendo algunos
principios generales muy conocidos: la intención de los dibujos infantiles, las
interpretaciones, el tipo, el modelo interno...
Por ejemplo, al hablar del conjunto de la producción de un niño/a, escribe: “El conjunto
de la producción gráfica de un mismo autor presenta, según el niño considerado, notables
diferencias, tanto por el número general de dibujos como por la naturaleza y la proporción
relativa de los distintos motivos. En diversos niños se constata, al menos durante un cierto
período de duración variable, una marcada, y en ocasiones exclusiva, predilección por la
reproducción de una categoría determinada de objetos.” Y más adelante, expone: “Puede
tomarse como regla general que el niño representa en sus dibujos todo cuanto forma parte de
su experiencia y de cuanto es ofrecido a su percepción. Incluso, las diferencias por tal o cual
categoría de objetos están determinadas, no solamente por los gustos personales del
dibujante, sino, también, por las condiciones de su experiencia y varían con ellas.”
Las etapas establecidas por Luquet (Barcelona, 78) están determinadas
por su predilección de los estilos realistas en el Arte como última meta del
desarrollo gráfico (que ahora podríamos considerar como apreciación de las
tendencias figurativas). Consideraba el autor que las intenciones expresivas del
niño/a, al dibujar, eran intenciones realistas (la búsqueda natural de la
representación de la realidad exterior, desde la perspectiva que nos ofreció la
pintura y dibujos renacentistas); y que los entrenamientos gráficos o los
garabateos abstractos, carecían de valor pedagógico (representaciones
fallidas). Las etapas, según Luquet, son las siguientes:



Primera fase: el REALISMO FORTUITO (desde una “edad muy
temprana” hasta los 3 años).
Segunda fase: el REALISMO FALLIDO (desde los 3 años hasta los
5-6 años aproximadamente).
Tercera fase: el REALISMO INTELECTUAL (distinto del realismo
VISUAL de los adultos, que abarca desde los 6-7 años hasta la
adolescencia).
Una última cita de este investigador: un texto breve que muestra un
rasgo esencial de su pensamiento, que luego se transmitió a Lowenfeld, y de
él a todos nosotros.
“Al examinar la colección de dibujos de un mismo niño, vemos como con el
tiempo van desapareciendo cada uno de los defectos que presentan los dibujos
anteriores (se refiere a los dibujos de la etapa del REALISMO FALLIDO). Aunque
conviene recordar, como hemos señalado ya, que los progresos se efectúan por
gradaciones casi insensibles, pero que además hay unos periodos de estancamiento e
incluso de regresión. La incapacidad sintética está lejos de corregirse de golpe.”
Ilustración 37: Según los autores "clásicos", las etapas evolutivas tendrían una validez general. Los
niños y niñas las van superando gracias a la práctica repetida sin condicionamientos y a una
especie de esquema fijo interno.
Las críticas recibidas por estos autores comentados (Piaget, Lowenfld,
Luquet) en las dos últimas décadas de investigación, se centran especialmente
en la consideración universalista del desarrollo gráfico. Los niños y niñas
recorren una serie de estancias, de territorios en forma de mesetas, de etapas
en definitiva, guiados por su propia motivación interna. Se producen
titubeos, avances y retrocesos, pero todo ocurre como si existiera un diseño
previo, como si los caminos estuviesen trazados, y simplemente tuvieran que
recorrerlos.
La derivación pedagógica más extendida es la consideración de que las
etapas evolutivas son las únicas referencias posibles a la hora de evaluar los
dibujos infantiles, sin tener en cuenta las influencias sociales y el papel
determinante de sus experiencias familiares.
LA GEOGRAFÍA DESCRIPTIVA DE LOS GARABATOS:
LA OBRA DE RHODA KELLOGG.
Muchas generaciones de maestros/as hemos aprendido a describir los
garabatos infantiles con el libro de Rhoda Kellogg, “EL ANÁLISIS DE LA
EXPRESIÓN PLÁSTICA DEL PREESCOLAR”, Kellogg, 79) Esta obra supuso
un punto de inflexión en las investigaciones realizadas sobre las producciones
infantiles. La autora analizó miles de dibujos de niños/as en edad “preescolar”,
de diferentes países y culturas. Observó una serie de constantes. Y elaboró
una teoría para interpretarlos. Pero, sobre todo, describió y analizó la génesis
formal de los diversos garabatos y representaciones gráficas. Y lo hizo de tal
modo que sus términos continúan aún vigentes.
Somos conscientes de las críticas que ha recibido su obra:
especialmente en las últimas investigaciones realizadas en Estados Unidos
(últimos veinte años). Pero a nosotros nos sigue gustando su libro. Nos ofrece
instrumentos prácticos para orientarnos en el amplio mar de las producciones
infantiles.
Vamos a comentar, brevemente, algunas de sus ideas sobre los dibujos,
el arte y la psicología. Por ejemplo, “mis observaciones sugieren que el talento
artístico básico es común a todos y no un don exclusivo de unos pocos
afortunados”. Os recordara esta cita a ciertas ideas de Arnheim (comentadas
en un capítulo anterior).
Tanto Rhoda Kellogg, como Arnheim, reciben aportaciones en sus
obras de las Teorías de la Gestalt. Destaca la autora que estas teorías
subrayan la importancia de los patrones y de la organización en la percepción.
Que el cerebro del niño/a debe organizar los miles de estímulos visuales
recibidos en “gestalts” significativas, en formas con sentido. La capacidad de
organizar la percepción, según esta teoría, es algo que nace como una
característica fisiológica del sistema nervioso.
Al hablar de los “garabatos básicos” (que la autora clasifica en veinte
tipos distintos), Rhoda Kellogg defiende su importancia “porque constituyen
los cimientos del arte”; y porque permiten “una descripción detallada y global
del trabajo de los niños pequeños”.
Cuando nos presenta los “patrones de disposición” que adoptan los
garabatos en el papel-soporte, menciona: “Los Patrones de Disposición
requieren tanto la capacidad visual como la guía de la mano por parte del ojo”.
Y más adelante continúa: “Los niños de dos años que son incapaces de trazar
contornos bien definidos poseen, sin embargo, la suficiente coordinación entre
ojo y mano como para controlar la superficie sobre la que trabajan, control que
no requiere premeditación. Al hacer garabatos en un papel en blanco, el niño
recibe de éste un nuevo estímulo visual. A medida que hace los garabatos, la
imagen total –espacios en blanco y trazos- cambia continuamente y el niño
responde a la nueva configuración mientras sigue dibujando. Si las líneas y los
espacios que tiene ante él le sugieren un patrón, lo seguirá hasta completarlo”.
Disculpar la extensión del texto, pero a lo largo de los diferentes
capítulos de su libro, entre garabatos y patrones, entre diagramas y mandalas,
Rhoda Kellogg escribe sus mejores reflexiones. Ella nos enseñó a relacionar
el arte infantil con las creaciones de los artistas adultos, en unos años en que
nadie apostaba por ese tipo de paralelismos.
Pero quizá su principal aportación teórica radica en mantener la
existencia de unas tendencias innatas en los niños/as, unos criterios o
patrones, que les ayudan a organizar las formas. Uno de los psicólogos
fundadores de esta teoría, Kohler, escribió la hipótesis de que hay ciertas
funciones fisiológicas del cerebro responsables de la tendencia a organizar los
datos visuales en figuras agradables o “buenas”, o sea, que tengan simetría,
sencillez y regularidad.
Apoyándose en las investigaciones de Penfield y Roberts (1959),
Rhoda Kellogg considera que “un día se podrá probar que en los garabatos
más tempranos contamos con un registro de los procesos mentales naturales
de la especie”.
Ilustración 38: Las producciones gráficas de los niños/as están sometidas a un proceso de búsqueda
de las "buenas formas". Rhodda Kellogg nos proporcionó un método de análisis y valoración.
Los educadores, a la hora de observar y valorar las producciones
gráficas infantiles, además de las etapas generalistas (Lowenfeld),
disponemos de otro importante factor de reflexión: la tendencia innata de
cada niño/a a que sus obras resulten agradables, sencillas y armónicas.
Para que esto sea posible, no basta con permitir al niño/a que dibuje libremente
y que madure por el simple hecho de que le toca madurar. Además de
ofrecerle lápiz y papel, tenemos que ayudarle a encontrar las buenas
formas (la adecuada coordinación con sus patrones compositivos internos).
Para esta investigadora, las ETAPAS no son periodos de tiempo
estables y rígidos. Ella define sus “particulares” etapas en base a las
características formales de las producciones gráficas:

PATRONES (Arte AUTODIDÁCTA, alrededor de los dos años)
-

FIGURAS (Arte ESPONTÁNEO, entre los dos y los tres años).
-

DIAGRAMAS NACIENTES
DIAGRAMAS (seis formas básicas)
COMBINACIONES
AGREGADOS (las combinaciones y los agregados se desarrollan
entre los tres y los cuatro años).
DIBUJO (etapa situada entre los tres y los cuatro años,
aproximadamente).
-

PATRONES DE DiSPOSICIÓN
GARABATOS BÁSICOS
Se inician los DIAGRAMAS NACIENTES
MANDALAS
SOLES
RADIALES
Primeros intentos figurativos
ESTADIO PICTÓRICO (a los cuatro años, aproximadamente)
-
Aparición del RENACUAJO
DIBUJO FIGURATIVO-REPRESENTATIVO (figura humana,
animales, plantas, casas...).
Comienza la “contaminación” cultural, surgen las diferencias...
No podemos comentar en profundidad estos términos. Os remitimos,
como es lógico, a su obra. Recordar que lo importante es aprender a describir
los dibujos infantiles, a valorarlos dentro de un marco más o menos general, a
saber que las contaminaciones producidas por la civilización de la imagen
pueden alterar el listado de posibles etapas.
VOLVEMOS A FRANCIA:
“LA EDUCACIÓN DEL GESTO GRÁFICO”, DE GISÈLE CALMY.
Queremos mencionar, así mismo, las aportaciones del pequeño libro
(pequeño en formato, importante por sus enseñanzas) de Gisèle Calmy,
porque desde su temprana aparición en Francia, en 1976, ha creado una cierta
línea metodológica para el trabajo del grafismo (Barcelona, 77).
Casi todas las aportaciones de la pedagogía francesa y europea han
tomado prestadas las ideas de esta autora.
Los principios metodológicos que establece Gisèle Calmy se basan en
la relación del Movimiento Corporal, de la Música y de la “Educación del Gesto
Gráfico”. Propone vivenciar el gesto, el movimiento original en el espacio (con
la participación de todo el cuerpo), y después repetir los trazos en un soporte
(papel amplio, en posiciones verticales y horizontales).
En cuanto a las etapas que distingue la autora en las producciones
infantiles, nos parece acertado incluir su esquema, porque clasifica los periodos
de tiempo atendiendo a estos criterios: las capacidades y dominios de las
actividades gráficas y la aparición de las representaciones.

ALFABETO GRÁFICO ESPONTÁNEO: entre los dos y los tres años
y medio (aproximadamente), los niños y niñas van adquiriendo el
alfabeto gráfico de manera espontánea, experimental. Coincide este
periodo con las etapas del garabateo de Lowenfeld, y con la
conquista de los garabatos básicos, patrones de disposición y
diagramas de Rhoda Kellogg.
Nuestra intervención didáctica pasa por favorecer las experiencias
gráficas; por asegurar que los niños y niñas hagan muchas
producciones plásticas; por introducir cambios en los materiales e
instrumentos del dibujo (también en los soportes).
Ilustración 39: Según Calmy, el inicio de la capacidad de representar sus vivencias, los
acontecimientos o los objetos, es el momento decisivo del desarrollo gráfico.

INICIO DE LA CAPACIDAD REPRESENTATIVA: entre los tres años
y medio y los seis-siete años.
Los niños/as verbalizan sus producciones: aparecen los ideogramas.
Establecen relaciones entre las formas originadas en el papel y
ciertos estímulos visuales.
Comienza un periodo en el que se da la madurez necesaria para
trabajar LA EDUCACIÓN DEL GESTO GRÁFICO.

Establece cuatro grandes NIVELES de la actividad gráfica:
-
El dibujo figurativo (es libre; tiene sus fuentes en la afectividad
del niño/a; conviene intervenir solamente para facilitar su
eclosión).
-
La diversión o entretenimiento gráfico (supone un doble placer:
el del gesto y el de la huella que deja, sin una clara intención
representativa).
-
El ejercicio gráfico (realizado con fines educativos para
sistematizar los gestos, a través de propuesta más planificadas).
-
El aprendizaje de la escritura (donde ofrecemos a los niños/as
modelos estrictos para que asimilen los códigos de un tipo de
lenguaje normativizado).
Gisèle Calmy confía a los dos niveles intermedios el desarrollo
educativo del gesto gráfico. Los alumnos/as, mediante juegos y diversiones
gráficas, irán perfeccionando sus habilidades motrices, la coordinación
óculo-manual y, al mismo tiempo, irán valorando un tipo de creaciones
plásticas relacionadas con las diversas tendencias del arte abstracto (una
cierta capacidad de percepción estética).
No obstante, menciona la autora que habría que programar, conforme
nos acerquemos a la fase de preparación a la escritura, algunas actividades
que pudieran haber quedado fuera de las producciones espontáneas:
-
Mejorar los trazos horizontales
Mejorar los trazos verticales
Mejorar los trazos oblicuos (de izquierda a derecha, de abajo a
arriba, de arriba abajo y los bucles).
UN POCO DE COLOR EN LAS CLASIFICACIONES
Algunos de los autores mencionados (especialmente Lowenfeld),
además de analizar las etapas del desarrollo gráfico, escribieron sobre los
aspectos evolutivos en el uso y dominio del color por parte de los niños de
Educación Infantil.
En nuestro país, desde el año 1978, disponemos de una obra importante
para abordar este tema: “EL COLOR EN EL ARTE INFANTIL”, de Sergio
García-Bermejo Pizarro (Madrid, 78). Este prestigioso profesor ha dedicado
muchas horas al estudio del color. Después de comparar las etapas evolutivas
propuestas por otros investigadores, propone una alternativa personal:

ETAPA A (de dos a seis años).
-

ETAPA B (de siete a nueve años).
-

Descubrimiento del color
El garabato negro
El garabato coloreado
Distinción del color ante la forma
Identificación de los colores
Sistematización del color
Comparación entre colores
Sistematización central del color
Preferencias del color
Iniciación de relación entre el color y los objetos reales
ETAPA C (de diez a catorce años).
-
Adaptación realista
Los colores compuestos; tonos y matices
Simbología del color; el color y el sentimiento
El color y el concepto
Descubrimiento del color real
Sentido de la belleza en el niño
Adaptación concreta del color a la artesanía, la tecnología y la
industria escolar
Os remitimos a las páginas de su libro, si es que estáis interesados en
conocer las conclusiones a las que llega el autor sobre la evolución del dominio
del color. No obstante, el tiempo transcurrido y algunas afirmaciones de
carácter muy personal, harían necesarias otras investigaciones más
exhaustivas.
LA EDAD DE ORO DEL ARTE INFANTIL
Hace algunos años tuvimos la suerte de conocer la obra de Howard
Gardner. En diferentes círculos pedagógicos habíamos escuchado sus
investigaciones sobre la “Teoría de las Inteligencias Múltiples”. Pero nos llamó
la atención su interés específico por los lenguajes artísticos y por la creatividad.
Su obra está basada en un amplio número de investigaciones realizado
en una serie de campos artísticos por miembros del grupo PROJECT ZERO,
en la Universidad de Harvard. En las páginas finales volveremos a reflexionar
sobre algunas de sus aportaciones. Aquí queremos señalar, solamente, una
visión diferente sobre las etapas evolutivas de los aprendizajes artísticos.

El primer aspecto a señalar es su proposición acerca de los tres
“sistemas” que interactúan entre sí en el desarrollo del niño/a (el
sistema de acción o producción, el sistema de percepción y el
sistema de sensación). Defiende el autor que los sistemas se
influyen mutuamente, aumentando la relación con la edad del
alumno/a.
La elaboración de obras e imágenes producen al mismo tiempo
pensamientos y sentimientos en el observador. Por lo tanto,
encontramos en la obra de Gardner una doble preocupación por el
desarrollo creativo y por el desarrollo perceptivo.

Sus teorías son, ante todo, una descripción de la evolución de los
sistemas de símbolos. Distingue el autor entre sistemas simbólicos
denotativos (con una normalización rígida entre los signos y los
significados, como el lenguaje o las matemáticas), y entre sistemas
simbólicos expresivos (por ejemplo, la pintura abstracta, en la que los
símbolos no se asociación de manera clara y directa con sus
referentes). Gardner considera que “una de las principales funciones
de la psicología evolutiva es comprender cómo se desarrollan las
competencias adultas respecto a los sistemas simbólicos específicos
y explicarlas en relación con el desarrollo de la cognición en su
conjunto”.

Gardner sostiene que los principales desarrollos simbólicos
necesarios para una participación plena en las artes han de
alcanzarse hacia los siete años (aproximadamente). Y que por lo
tanto no precisan de las estructuras operativas concretas descritas
por Piaget.

También considera que los “desarrollos en sistemas simbólicos
distintos tienden a producirse independientemente unos de otros, sin
que sea necesario postular operaciones cognitivas generales que
medien en los cambios de edad en el desarrollo artístico global”.

En 1973, en su obra “ARTE Y DESARROLLO HUMANO”, Howard
Gardner rechazó la idea de una serie de etapas evolutivas con
existencia independiente de los sistemas simbólicos individuales.
Planteó, en cambio, la existencia de dos periodos evolutivos:
-

Un primer periodo “presimbólico”, en los dos primeros años de
vida del niño/a, en el que se desarrollan los tres sistemas antes
mencionados.
Y un segundo “periodo de utilización de símbolos”, entre los
dos y los siete años.
Durante los primeros años de la vida de un niño/a, sus ocupaciones
están ligadas al desarrollo de las facultades sensoriales y motrices
básicas, así como a la construcción del conocimiento del mundo
físico y social. En este punto, Gardner coincide con Piaget. “Estas
actividades son sin duda un requisito previo de la actividad artística,
pero no están conectadas con las artes en ningún sentido
fundamental”.
Nosotros hemos dedicado los dos capítulos primeros a exponer la
necesidad de continuar el trabajo educativo con la Educación
Sensorial y con las Habilidades Motrices. No obstante, la diferencia
entre un periodo y otro estriba en la capacidad de dotar de sentido a
los signos, a los elementos más simples de cada lenguaje artístico:
“Las actividades artísticas están relacionadas con el dominio de los
sistemas de símbolos, con la manipulación y comprensión de
diversos sonidos, líneas, colores, formas, objetos, contornos y
diseños. Todos los cuáles tienen la capacidad potencial de aludir,
ejemplificar o expresar algún aspecto del mundo”.
Ilustración 40: De los 2 a los 7 años los niños y niñas van aprendiendo a utilizar los distintos
lenguajes simbólicos (escritura, matemáticas...).

Para Gardner, el principal desafío educativo, en la etapa de
Educación Infantil, consiste en el dominio del mundo de los
símbolos (elaborado por nuestro sistema sociocultural). Considera
que la evolución del niño/a, en el periodo de los dos a los siete años,
madura a “enorme velocidad”.
Gardner observa que esa madurez ocurre por encima de las
diferencias individuales en el estilo de las creaciones artísticas.
Reconoce el autor su importancia, pero “durante este periodo
simbólico el niño se ve impulsado por una dinámica que en gran
medida le es propia.” Los niños y niñas obedecen a la lógica interna
que determina su desarrollo sensoriomotriz y la índole de los
sistemas particulares de símbolos con los que opere (con los que
experimente).

Hagamos una breve parada en el discurso. Observar los puntos de
encuentro que se producen entre nuestros investigadores favoritos.
Algunas ideas sobre las que vamos girando son compartidas, en
mayor o menor medida, por Gardner, Eisner, Arnheim y por
Rhoda Kellog.
Ilustración 41: Cuatro representaciones distintas de un mismo cuento. Cada niño/a va
construyendo su repertorio particular de símbolos gráficos. Las características propias de su
periodo sensoriomotor condicionarán, en gran medida, la calidad de sus imágenes. También
influyen las oportunidades que le brinde el entorno para utilizar los diversos lenguajes establecidos
en la comunicación.

Al referirse específicamente a las producciones plástico-visuales,
Gardner observa que los niños/as suelen realizar trabajos que
revelan un sentido de la composición, el equilibrio y la construcción,
“lo que indica que es consciente de los elementos constitutivos de las
obras de arte ejecutadas, y desde hace tiempo ha aprendido a leer
las diversas representaciones contenidas en las obras pictóricas”.
Cuando los alumnos/as han vivido un periodo “de utilización de
símbolos” rico en experiencias, y han podido interactuar con los
diferentes lenguajes artísticos, llegan a una etapa fundamental (la
Educación Primaria) con unas potencialidades plenamente
desarrolladas.

El niño/a, de seis o siete años, es “como un incipiente artista”.
Poseen la materia prima necesaria para dedicarse al proceso
artístico: “una noción en borrador de cómo funcionan los símbolos en
una variedad de medios simbólicos, algún conocimiento sobre cómo
se construye una obra y cierta habilidad para construir una por sí
solo”.
De otra manera: puede desarrollar las tres dimensiones de la
experiencia artística (creador, espectador y crítico).
Queda para la Etapa de Primaria un conocimiento más amplio sobre
cada medio de expresión, una mayor comprensión de la cultura de su
localidad o comunidad, la ampliación de sus ideas sobre ciertas
producciones artísticas contemporáneas.. Y sobre todo, incrementar
(permanentemente) las destrezas manipulativas y perceptivas.

De los dos a los siete años, los niños y niñas, de manera intuitiva y
experimental, van dominando las capacidades básicas. Comparando
el propio autor sus diferencias respecto a las etapas establecidas por
Piaget, menciona una especie de enigma fundamental referido al
desarrollo del niño/a. “Mientras que en el dominio de las ciencias
el desarrollo es completamente lineal y progresivo, al menos
hasta después de la adolescencia, en el campo de las artes el
panorama es diferente. Hay una especie de edad de oro en
relación con el arte durante los primeros años de vida, cuando
todo niño puede ser considerado, en cierto sentido, como un
pequeño artista.”
Los primeros años de vida pueden considerarse como un periodo de
desarrollo natural de la competencia artística. Durante ese periodo “el
enfoque del desenvolvimiento”, o sea, favorecer el desarrollo natural
fomentando las actividades espontáneas o semidirigidas, parece ser
el indicado.
Ilustración 42:"LA MANO", obra de Farid Belkaia (1980). También los artistas adultos emplean
repertorios simbólicos para expresar...
Progresivamente, al llegar a los cinco-seis años, Gardner considera
que las intervenciones didácticas por parte del educador/a tienen que
ser más activas.
MANUAL DE INSTRUCCIONES
“El dibujo es un medio para encontrar tu camino hacia las cosas, y un modo con el que
experimentar más rápidamente que lo que permite la escultura, ciertos ensayos y pruebas.”
Henry Moore.
Hemos repasado algunas aportaciones teóricas fundamentales. Hemos
visto diferentes planteamientos a la hora de considerar la existencia de unas
etapas fijas en el desarrollo de las competencias artísticas.
También hemos expuesto las clasificaciones más conocidas en la
comunidad pedagógica (Lowenfeld, Kellogg, Gisèle Calmy...), centradas en
la evolución del grafismo en los niños/as de Educación Infantil.
Y por último, hemos examinado con mayor profundidad una propuesta
alternativa: los periodos de utilización de los sistemas simbólicos (lenguajes
artísticos), que abarca el periodo más importante para nosotros/as, de los dos a
los siete años.
¿Y ahora qué? ¿Podemos sacar algunas conclusiones pedagógicas de
toda esta exposición?
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En primer lugar, defendemos la conveniencia de que todo maestro/a
debe conocer las propuestas de clasificación del desarrollo artístico,
tanto las etapas más conocidas (dedicadas al estudio del dibujo),
como las etapas elaboradas desde otra perspectiva (el dominio
simbólico).
Nuestra materia, la Educación Plástico-Visual, está muy necesitada
de investigaciones específicas sobre la naturaleza de los
aprendizajes que intervienen en el desarrollo de los alumnos/as. En
algunos casos, habría que revisar y actualizar algunos estudios que
han quedado desfasados por los cambios sociales (especialmente
referidos al papel de la familia, a la influencia creciente de los medios
de comunicación de masas y a la aparición de las nuevas
tecnologías). También necesitaríamos profundizar en los
componentes epistemológicos que definen el campo teórico de la
Educación Plástico-Visual.
Pero en tanto no se produzcan avances más generales en estos
aspectos, los educadores/as tenemos que continuar cada día nuestro
trabajo. Y lo tenemos que hacer resolviendo muchas situaciones que
no están planificadas. Los niños y niñas de tres, cuatro y cinco años
implican unos procesos y unas exigencias que, a veces, nos obligan
a improvisar.
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La enseñanza es un Arte. O al menos tiene algunas características
propias del Arte (Eisner). Los problemas se resuelven, de manera
distinta, en las aulas, en el patio de recreo o comentando con los
padres/madres el desarrollo de su hijo/a.
En esos momentos necesitamos instrumentos que nos faciliten las
tareas.
El conocimiento de las principales etapas del desarrollo del gesto
gráfico, por ejemplo, es una buena herramienta de evaluación.
Siempre que se utilice junto a otros instrumentos y que se relacione
con nuestra observación diaria de la evolución de cada niño/a.
No están reñidas las etapas típicas del garabateo, con las
aportaciones de Rhoda Kellogg. En el primer caso disponemos de
un vocabulario que nos permite comunicarnos con otros
compañeros/as o con los padres/madres. En el segundo,
aprendemos a observar y analizar los garabatos (y las demás
producciones), valorando su contribución al desarrollo cognitivo.
Podemos admitir las ideas de Gisèle Calmy sobre la necesidad de
trabajar “La Educación del Gesto Gráfico”, a partir del momento en
que los niños/as comienzan sus representaciones figurativas. Y
podemos elegir la metodología. En algunas ocasiones puede ser
gratificante y divertido relacionar la música, el movimiento corporal y
el grafismo. En otros momentos, podemos emplear otras alternativas
metodológicas. El pequeño recorrido bibliográfico no ha permitido
conocer (al menos de pasada) otras aportaciones.
Debemos estar agradecidos a que Gardner manifieste que el periodo
de edad comprendido entre los dos y los siete años es la edad de oro
del arte infantil. El momento decisivo en que los niños/as
experimentan y aprenden a usar diversos lenguajes artísticos. A
crear, a mirar, a opinar...
En ese periodo abundarán las propuestas metodológicas de tipo
expresivo, más espontáneas, menos dirigidas. La teoría del
desenvolvimiento en los aprendizajes artísticos así lo recomienda.
Pero al mismo tiempo, nosotros/as sabemos que para trabajar
algunas habilidades muy concretas, para aprender procesos técnicos
complejos, y para ir desarrollando algunas actitudes relacionadas con
la observación y valoración de las creaciones artísticas, nos interesa
introducir juegos y actividades semidirigidos (que faciliten el logro de
los objetivos educativos).
UNA PROPUESTA REVOLUCIONARIA
No vamos a terminar con una cita de Mao. No se trata de difundir
proclamas extremistas. En absoluto. Lo más radical en estos momentos es
dibujar.
Independientemente del análisis del estado evolutivo de los niños/as de
vuestra clase, la tarea más urgente que podemos hacer (mejor dicho: que
podemos continuar haciendo) los educadores/as de Educación Infantil, es
conseguir que el dibujo no decaiga.
¿Cómo? Animando a dibujar a nuestros alumnos/as. Dibujando mucho.
A todas horas. En la casa y en el aula. Haciendo garabatos o intentando
representar las personas y objetos del entorno próximo. Observando
minuciosamente la realidad o imaginando nuevos personajes. Con lápiz o con
rotulador. Sobre papel continuo o en bloc de dibujo. Lo importante es dibujar.
¿Por qué esa insistencia en una tarea que ya era considerada
fundamental en esta etapa educativa?
Porque mucho no tememos (aunque aún es pronto para tener datos
definitivos) que el dibujo infantil, en su doble vertiente de grafismo y dibujo
representativo, se está perdiendo. Esta disminuyendo el tiempo que el niño/a
dedica a dibujar, y como resultado, el interés por la tarea.
Podemos culpar a la sociedad mediática. Al modo de vida familiar que
determina esta sociedad industrial de funcionamientos con ritmos vertiginosos.
A las múltiples tareas que la planificación del curso nos exige a todos/as (a
veces, el grosor de los cuadernos de fichas aumenta considerablemente). En
fin, podemos continuar echando balones fuera o reconocer el alcance de
nuestra responsabilidad.
Ilustración 43: Obra pictórica de Jean Michel Basquiat. Los artistas adultos no quieren renunciar a
la ingenuidad, al primitivismo, de las expresiones gráficas.
El dibujo sigue siendo uno de los procedimientos expresivos
fundamentales. Algo así como un antibiótico de amplio espectro. Desarrolla las
capacidades cognitivas, favorece la construcción del mundo real, implica
desarrollos perceptivos, necesita de habilidades motrices, sensibiliza nuestra
mirada, nos introduce en el dominio de los símbolos gráficos...
Si Goya y Picasso se iniciaron en el camino del arte dibujando, algo
bueno (muy bueno) tiene que tener este procedimiento artístico.
“Si el dibujo pertenece a los dominios del espíritu y el color a los de la sensualidad, es
menester dibujar primero para cultivar el espíritu y poder conducir el color por una vía
espiritual.. .
Un artista joven no debería tocar el color sino tras años de preparación...,
entonces podrá esperar que todas las imágenes, incluso todos los signos de que se sirva sean
el reflejo de su sentimiento de amor a las cosas...”
Textos sobre Arte de Henri Matisse.
Ilustración 44: Pintura de Jaspers Johns, de 1979. ¿El grafismo no era cosa de niños/as?
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