CARACTERÍSTICAS DEL SÍMBOLO ( por Lorenzo Hernandez) Es global e indiviso Es imaginal y representativo Crea huella, psíquica y emocional Va directo al alma (no necesita explicación) Es autónomo No se rige por la lógica Es colectivo (pertenece a la cultura humana) Es filogenético ( común a los humanos) Puede ser contaminado o influido por nuestra historia personal (fobias) Es estético Sensible a su profundización ( arteterapia, cuentoterapia, movimiento auténtico) Es representable. LAS FUNCIONES DEL SÍMBOLO El símbolo sirve para explicar y explorar un mundo desconocido. Se trata de hacer familiar algo que normalmente se nos presenta en la vida como misterioso. Como explica Jung el símbolo aclara pero no explica, si bien evoca significados que la mera palabra nunca será capaz de expresar. Mientras haya algo por imaginar, mientras exista la magia, mientras el lenguaje “quede corto” para expresar sentimientos, habrá símbolos. Los símbolos son como hipótesis de trabajo que permiten, con sus explicaciones empezar a forjar una estructura que nos hará posible seguir explorando. La segunda función es la que nos habilita para apoyarnos en los sentimientos, en tiempos y en circunstancias en que no podemos recurrir a la lógica. Es un sustituto inconsciente que ofrece una respuesta. La tercera función es la mediar entre lo concreto y lo vago, entre lo unitario y lo plural, transformándose en un factor de equilibrio que posible que el ser humano trascienda como persona sensible. La cuarta función se refiere a lo que el símbolo tiene de fuerza unificadora. Aporta una explicación plena de síntesis, que ayuda al hombre en su tarea de ubicarse en el universo de la creación, dándole la sensación de que su presencia sobre este mundo tiene una función trascendente. Le brinda espiritualidad, que debe ser una de las formas por la que hemos logrado extender nuestra vida. La quinta función destaca lo que los símbolos pueden llegar a ofrecer desde el punto de vista pedagógico y terapéutico. Sentirse parte de algo mayor asusta pero también tranquiliza. Aceptar la vigencia de un símbolo es un reto a la espiritualidad del hombre, pero como sucede con todo reto, más importante es lo que se hace para afrontarlo que el propio reto en sí. Esta podría ser la sexta función, si bien por un lado el símbolo nos ubica en lo misterioso y oscuro, también brinda su utilidad en lo que respecta a su función socializante, es decir, llegar a participar de los valores de la sociedad que nos rodea. Algunos de los símbolos están permitidos y debilitados en el fondo de la historia, y a esos los podríamos llamar “muertos”, a diferencia de los que gozan de extrema actualidad y que llamaremos “vivos”. Esta séptima función está más relacionada con la resonancia que tienen, que con su antigüedad histórica o cronológica. “Vivos” son aquellos que gozan de una aceptación y resonancia (que no siempre se puede explicar), como sucede con la mayor parte de las creencias. “Muertos” son los que, por distintas razones, ya las han perdido. SÍMBOLO Y ARQUETIPO El arquetipo forma la sintaxis del símbolo. Es decir los símbolos se articulan en arquetipos. El arquetipo tiene vida propia. El arquetipo no se representa, no se dramatiza. Sino que si uno se deja llevar por él, se vivencia. Charles Sanders Peirce (1839-1914) Peirce fue un filósofo y físico norteamericano contemporáneo de Saussure que, trabajando independientemente de éste, desarrolló una teoría de los signos a la que denominó Semiótica. Su formación e interés en disciplinas como la lógica, la filosofía, las matemáticas y la psicología lo llevaron a desarrollar la lógica simbólica. Su búsqueda era ambiciosa, se orientaba a hallar una universalidad de pensamiento a partir de la cual fuera posible enteder la totalidad del mundo. Efectivamente, su obra se diferencia de la de Saussure porque no se ocupa tanto del funcionamiento de la lengua sino de aspectos más generales: el modo en que el hombre conoce la realidad. En efecto, la semiótica debía conformar el marco de referencia de cualquier investigación puesto que permitía indagar la relación que el hombre establece con el mundo. La definición de signo de Peirce dice que "el signo es algo que está para alguien en lugar de otra cosa, su objeto, en algunos de sus aspectos. U crea en la mente de esa persona un singo más desarrollado que es su interpretante". Lo que singifica que un signo es una representación mental a través de la cual alguien puede conocer los objetos de la realidad. De acuerdo a esta concepción, el signo es pues, en tanto a que es una relación, la entidad carece de importancia. Así es pues que el signo consta de tres componentes, puesto que la realidad es una tríada y en consecuencia, todas su teoría se basa en sistemas y cateogorías compuestas de tres elementos. Elementos que componen el signo El objeto: es la "proción" de la realidad a la que se puede acceder a través del signo. El representante o signo: la representación de algo, Los seres humanos accedemos al mundo "real" a través de un sistema simbólico. El representante sería pues, "el/los aspectos del objeto", que podemos llegar a conocer a través de una tríada en particular, pero nunca al objeto en su totalidad. El interpretante:El significado de una representación no puede ser sino otra representación". Esto significa que se trata de otro signo que, ahora, es el signo que el representante produce en la mente de la persona: por ejemplo, la escuchar la palabra "pájaro" todos comprendemos de qué se está hablando, pero la variedad de pájaros que puedan representarse en cada persona habrá de ser diferente en cada caso. El interpretante, ha de relacionarse con los conocimientos y saberes comunes de una cultura determinada. Tanto el representante (representam) como el interpretante son entidades mentales, no se trata pues, de realidades tangibles. Se trata pues, de operaciones simbólicas que realizamos con el objeto de comprender el mundo que nos rodea. Peirce sostiene, además, que el conocimiento es inferencial, lo que significa que un signo remite a otro signo y este a otro y así, sucesivamente. por ejemplo, si vemos la calle húmeda, inferimos que ha llovido. Para que algo sea un signo de otra cosa, esa cosa ya debe ser un signo. esto signiffica que si puede leerse una "mancha de sangre" como signo de "herida", entonces debemos conocer el signo"herida", que debió construirse previamente. No es posible construir un signo para un objeto que no es signo previamente. Sin embargo, es erróneo inferir pues que, como todo objeto del signo sea ya un signo entonces el conocmiento siempre tenga como objeto otro conocimiento y la realidad anterior al pensamiento sea inaccesible. En efecto, Peirce no niega la existencia del mundo, sino que rechaza la posibilidad de conocerlo independientemente de los signos Iconos, índices y símbolos Según la relación que los signos tengan con el objeto, Peirce realiza la siguiente clasificación: Iconos Tienen una relación de semejanza, en tanto se parecen al objeto que representan. La relación con aquello a lo que se refieren es directa, por ejemplo: pinturas, retratos, dibujos figurativos, mapas,etc. Indices La relación con los objetos que representan es de continuidad con respecto a la realidad. Por ejemplo, un rayo (es índice de tormenta), una huella (es índice de alguien que pasó por ahí), etc. Símbolos La relación con el objeto es convencional. Ejemplo: palabras, logotipos, escudos de armas, señales de tránsito, etc. Los diferentes tipos de signos pueden combinarse, en el caso particular de la fotografía, por ejemplo se trataría de un ícono (en tanto hay una relación de semejanza con el objeto) pero también es índice puesto que la fotografía se ve afectada por el objeto que representa (la fotografía se produce a través de registrar diferencias lumínicas de aquello que representa) de manera tal que podemos decir que la fotografía sería un signo icónico-indicial.