EL GRECO ANTES DE TOLEDO La formación artística del Greco tiene su origen en la pintura de iconos bizantinos en su Candia natal donde permaneció hasta los 26 años. Probablemente se formó allí como pintor de iconos, trabajando en el estilo tardomedieval que se conoce propiamente como estilo postbizantino y es característico de la continuación de la pintura bizantina tradicional. Entre 1570 y 1576 se encuentra en Venecia, ciudad donde empieza su formación en el arte italiano. Aunque no se sabe con certeza, visitó el taller de Tiziano. De este momento son las obras “La Anunciación”, conservada en el Museo del Prado de Madrid, y “La Expulsión de los Mercaderes del Templo”,obras que muestran las mismas características formales y que son claves para entender su periodo veneciano a través del color. Tras ver que la competencia allí era descorazonadora, decidió emprender su marcha a Roma, donde contactará con un círculo muy amplio de humanistas, teólogos, artistas, coleccionistas y expertos en antigüedades como el Cardenal Alejandro Farnesio,Giulio Clovio o Fulvio Orsini. A través de ellos, conoció a Benito Arias Montano, humanista español y delegado de Felipe II, al clérigo Pedro Chacón y a Luis de Castilla, hijo natural de Diego de Castilla, deán de la Catedral de Toledo. El Greco frecuentó este círculo, aunque la influencia sobre su obra es difícil de detectar en el pequeño corpus que se conserva de este periodo, entre las que se encuentran “El muchacho encendiendo una candela”, “La curación del ciego” o el “Retrato de Giulio Clovio”. La amistad de El Greco con Castilla le aseguraría sus primeros encargos en Toledo.