M., Carlos y R., Mónica s/ robo con lesiones S.C. Comp. Nº 213, L. XLV S u p r e m a C o r t e : La presente contienda negativa de competencia suscitada entre el Juzgado Nacional en lo Criminal de Instrucción Nº 14 y el Juzgado de Garantías Nº 5 del Departamento Judicial de San Isidro, provincia de Buenos Aires, se refiere a la causa en la que se investiga la conducta de Carlos M. Del incidente surge que el nombrado, junto a otras tres personas, habrían interceptado a Agustina Ñ. en la entrada de su domicilio en esta ciudad y, con la excusa de que debían entregarle una suma de dinero a su prima, Rosa Ñ., lograron que los condujera hasta el interior de la vivienda, donde golpearon a ambas y les sustrajeron cinco mil dólares, mil trescientos pesos y otros efectos de valor. Luego de que el juzgado nacional dictara el procesamiento con prisión preventiva a M., por el delito de robo en poblado y en banda, su defensa planteó recurso de apelación ante la cámara del fuero ofreciendo, en esta oportunidad, un certificado extendido por personal de la Comisaría 5ª de Talar de Pacheco, provincia de Buenos Aires, donde se habría asentado que al momento del hecho el imputado se encontraba detenido en esa dependencia por averiguación de antecedentes. Por tal motivo, aquella decisión fue revocada y, en su lugar, se ordenó la falta de mérito. Más tarde, a partir del resultado obtenido de las diligencias investigativas practicadas en relación a la autenticidad del documento, ese juzgado concluyó que sería apócrifo, por lo que nuevamente procesó a M. y, tras ello, se declaró parcialmente incompetente para conocer en la falsificación en favor de la justicia provincial, en cuyo ámbito habría sido confeccionado el certificado (fs. 63/75). Esta última, a su turno, rechazó el planteo. Sostuvo que no se encuentra mínimamente acreditado en el legajo el lugar de creación del documento público presuntamente falso, por lo que corresponde estar al lugar donde fue usado (fs. 82/83 vta.). Vueltas las actuaciones a la jueza nacional, ésta mantuvo su postura y precisó, con sustento en las declaraciones efectuadas por personal de la Comisaría 5ª de Talar de Pacheco, que el certificado fue creado en esa delegación sobre la base de actuaciones que también serían falsas. Dicho esto, tuvo por trabada la contienda y elevó el legajo a la Corte (fs. 85/86 vta.). El Tribunal tiene resuelto que los delitos de uso de documento falso y de falsificación, cuando se refieren a instrumentos públicos, se excluyen mutuamente (Fallos: 277:272). Asimismo, es doctrina de la Corte que el lugar de creación del instrumento público falso, por principio, es dirimente de la competencia en los delitos de falsificación de documentos (Fallos: 313:942 y 321:185). En mi opinión, tales principios corresponde aplicar en el presente caso, habida cuenta que de los testimonios brindados a fs. 20/21 vta. 33/35, 42/44, 49/51 y 56/58, surge que el certificado de fs. 14 habría sido confeccionado en la Comisaría 5ª de Talar de Pacheco, provincia de Buenos Aires, por funcionarios policiales que habrían insertado datos ideológicamente falsos, basados en actuaciones sumariales (ver fs. 23/31) que también serían apócrifas y contendrían firmas falsificadas. Por lo tanto, y en atención a que se encontraría afectada la administración de justicia de la Nación (Fallos: 249:579; 306:1712 y M., Carlos y R., Mónica s/ robo con lesiones S.C. Comp. Nº 213, L. XLV 322:2669), toda vez que ese documento fue presentado ante sus estrados con la finalidad de acreditar la ajenidad de M. con el robo -circunstancia que ha quedado descartada en esta etapa inicial del proceso- opino que corresponde al juzgado federal con jurisdicción sobre aquélla localidad bonaerense, asumir su conocimiento en el hecho que motivó este conflicto, aunque no haya sido parte en la contienda (Fallos: 326:4208; 328:3895 y 329:860). Buenos Aires, 30 de marzo de 2009. Es copia fiel Luis Santiago González Warcalde