ley de jurisdicción voluntaria

LEY DE JURISDICCIÓN VOLUNTARIA
El pasado día 3 de julio se publicó en el BOE la Ley 15/2015, de 2 de
julio, de Jurisdicción Voluntaria, y en la que trata de modernizar y
simplificar determinados procedimientos judiciales relacionados con
el derecho privado; dar entrada a otros operadores jurídicos como
secretarios judiciales, notarios y registradores, y abstraer del
conocimiento de los jueces una serie de materias, que ayudarán a
descongestionar en alguna medida el trabajo de éstos.
Como decíamos, la carga de trabajo de la que quedarían liberados
los jueces quedará repartida entre Secretarios judiciales, Notarios y
Registradores.
Aun cuando la variedad de materias resulta muy amplia, vamos a
tratar de extractar algunas de ellas que puedan resultar de interés:
1) Los denominados Expedientes de Dominio y demás relacionados
con el registro de fincas (inmatriculación, rectificación de
superficie, deslinde de fincas inscritas, etc.), salen de la esfera
judicial para recaer en el ámbito de Notarios y Registradores,
aunque no están recogidos en la ley que revisamos, sino en la
13/2015, de Reforma de la Ley Hipotecaria que entrará en vigor
el uno de noviembre.
2) Determinados asuntos en materia sucesoria, se verán ante el
Notario, como declaración de herederos abintestato (sin otorgar
testamento) de determinados parientes del fallecido;
nombramiento de contador-partidor de los que consten en listas
oficiales, formación de inventario del causante para aceptar o
repudiar la herencia… Hasta ahora, este tipo de materias debía
verse necesariamente ante el juez.
3) En esta ley, también se introduce una llamativa reforma en la Ley
del Notariado, por la que se podrán reclamar deudas dinerarias
que sean vencidas, líquidas, exigibles y bien documentadas, a
juicio del Notario. Con estos requisitos, el Notario llevará a cabo
un requerimiento al deudor para el pago en 20 días hábiles,
incluidos intereses.
El deudor puede pagar en este plazo. De no pagarse ni hacer
manifestación u oposición alguna, el notario cerrará el acta y
podrá acudirse con dicho documento notarial al juzgado para
llevar a cabo su ejecución judicial. Si el supuesto deudor se
opone al requerimiento, el acreedor tendrá abierta la vía judicial
para la reclamación. Es un primer filtro para la reclamación de la
deuda, que no garantiza el cobro ni mucho menos, pero que
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Circular nº 8 / Julio 2015
puede despacharse con celeridad por el Notario, de tal forma que
en pocas semanas el trámite estará concluido. Puede hacerse
también a través del juzgado mediante el denominado juicio
monitorio, cuya tramitación durará con toda seguridad bastantes
semanas, si no meses.
4) En materia mercantil, las convocatorias de juntas generales,
reducción de capital social, o amortización o enajenación de
participaciones o acciones; o el nombramiento o revocación de
liquidador, podrá hacerse ante Registrador Mercantil, en
coordinación con Secretario judicial.
5) Se prevé la posibilidad de que Notarios y Registradores de la
Propiedad celebren actos de conciliación dentro de sus
respectivas competencias.
6) Se eleva la edad mínima para contraer matrimonio a 16 años
(hasta ahora, se podía contraer matrimonio a los 14 años) y
conllevaba la emancipación -mayoría de edad- del cónyuge de
esta edad.
7) Los matrimonios podrán oficiarlos los Notarios y Secretarios
judiciales, si bien, en el caso de los notarios, entrará en vigor en
2017.
8) Del mismo modo, los Notarios y Secretarios judiciales podrán
autorizar separaciones o divorcios, siempre que sea de mutuo
acuerdo y no hayan hijos menores o sujetos a tutela, y con
asistencia de abogados por ambas partes. Los ciudadanos
podrán acudir a uno u otro, aunque habrá que tener en cuenta
que el notario cobrará aranceles y el secretario judicial, no. La
ventaja del primero podrá estar, sin duda, en que el trámite será
mucho más rápido. Esta normativa entrará en vigor el 23 de julio
próximo.
9) Se reconocen efectos civiles a los matrimonios celebrados por
otras confesiones religiosas distintas de la católica.
Y en definitiva, esta ley contempla muchas más novedades, si bien
sobre aspectos más técnicos o concretos, y que tratarán, como
decíamos al principio de racionalizar los medios que dispone el
Estado para resolver determinados y variopintos asuntos y, en
definitiva, agilizar los plazos de resolución de las diversas materias
tratadas en esta normativa y en las que resultan afectadas por la
misma.
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