Dirección General de Educación Básica Especial El puesto escolar que se le asigne debe ser suficientemente espacioso y amplio que pueda dar cabida a sus materiales didácticos (textos Braille más voluminosos) y a sus recursos técnicos (lectores y magnificadores de pantalla), ópticos (auxiliares ópticos) y ergonómicos (atril o mesa elevable). Su ubicación en el aula debe responder a criterios de accesibilidad (si el alumno es ciego total) o de adecuación sensorial (si tiene resto visual aprovechable); esto significa que se le coloque en un lugar donde pueda sacar el máximo provecho de su resto visual (cercanía idónea, iluminación adecuada basada en los principios de mínimo resplandor/reflejo y máximo contraste, etc). Debe ser instruido por un profesional especializado, en el conocimiento de las zonas y espacios escolares donde se va a desenvolver, así como de sus configuraciones arquitectónicas (rampas, escaleras, muros, etc.) a fin de favorecer sus desplazamientos con autonomía, seguridad y eficacia. En muchas ocasiones hay que modificar las condiciones físico-ambientales del centro, eliminando obstáculos que los videntes no consideramos como tales. Es el caso de algunos objetos ornamentales, mobiliario en pasillos de mucho tránsito, accesorios (macetas, papeleras) o elementos de seguridad (extintores colgados de la pared a la altura del tronco/cabeza). En el caso concreto del aula, hay que evitar que las carteras, mochilas y carpetas estén tiradas en los pasillos de la clase. 68 REGLETAS ÁBACO MÁQUINA BRAILLE (PERKINS) LUPA LÁMPARA Y ATRIL BASTONES