TEMA 2: DIOS SALE AL ENCUENTRO DEL HOMBRE1 Gracias a la luz natural de la razón humana, partiendo de las criaturas, el hombre puede conocer a Dios con certeza. A través de las diversas religiones naturales el hombre busca a Dios. Sin embargo, este camino es duro y largo, y por ello Dios, por una decisión enteramente libre, decidió salir al encuentro del hombre comunicándole su propio Misterio y su plan de salvación. De esta forma quiso hacer a los hombres capaces de responderle, de conocerle y de amarle más allá de lo que podríamos por nuestras propias fuerzas. Revelar significa “desvelar”, manifestar algo que está oculto. Dios fue comunicándose poco a poco con obras y palabras, preparando a los hombres para acoger la plenitud de la revelación que nos fue dada con Jesucristo, Dios hecho hombre. 1. DIOS SE DA A CONOCER: REVELACIÓN SOBRENATURAL En el cristianismo se dan los mismos elementos que en las demás religiones, sin embargo, es radicalmente distinto. En la religión cristiana el conocimiento de Dios no es consecuencia de la búsqueda por parte del ser humano, sino al contrario: es Dios mismo quien ha tomado la iniciativa para salir al encuentro del hombre, darse a conocer y mostrarle el camino para llegar hasta Él. Es por eso, por lo que el cristianismo es una religión revelada. No es una religión buscada y encontrada, sino más bien recibida; es un don gratuito, un regalo de Dios. Y gracias a esta Revelación sobrenatural, sabemos cosas sobre Dios y sobre el modo de relacionarnos y unirnos a él que jamás podríamos haber alcanzado por nuestra cuenta: que Dios es Padre, Hijo y Espíritu Santo, que Jesús está realmente presente en la Eucaristía... Al revelarse a sí mismo, Dios quiere que los hombres seamos capaces de responderle, de conocerlo y de amarlo más allá de lo que nosotros mismos seríamos capaces con nuestras propias fuerzas. Pero, ¿cómo se ha producido la Revelación? ¿Cómo y cuándo nos ha hablado Dios? Dios ha querido manifestarse a los hombres por medio de los acontecimientos históricos. Son hechos que han sucedido en lugares y momentos determinados, por iniciativa de Dios, y que han llegado hasta nosotros por medio de narraciones, orales y escritas. Por todo ello, podemos decir que Dios se ha dado a conocer en la historia a través de hechos y palabras. Esa manifestación de Dios ha sido progresiva, por etapas, poco a poco, hasta llegar al acontecimiento culminante de la venida de Jesucristo. 1 Apuntes elaborados a partir de los libros de texto de religión católica de la editorial Casals en sus distintas ediciones. Esta redistribución de temas y contenidos se hace para facilitar el trabajo en el aula y optimizar los recursos. Se ha usado también el Catecismo YouCat. 2. LO QUE DIOS NOS HA DADO A CONOCER. EL DIOS DE LA BIBLIA Para darse a conocer, Dios eligió al pueblo de Israel, el cual fue conociendo a Dios de un modo progresivo, conforme Él se iba revelando por medio de los acontecimientos de la historia y las enseñanzas de los profetas, recogidos en los libros de la Biblia. Pero, ¿qué nos ha dado a conocer? - Monoteísmo. El elemento central de la fe del pueblo de Israel, que le distingue de las creencias de los pueblos vecinos es la fe en un único Dios. - El nombre de Dios. A través de Moisés en el episodio de la zarza ardiendo, Dios da a conocer su nombre, Yahvé (“yo soy”). El hecho de revelar su nombre nos muestra que Dios es alguien accesible, al que se pude conocer y tratar personalmente. Se ha acercado a los hombres. - Dios es santo y fiel. Otro aspecto destacado en la Biblia es la santidad de Dios, su perfección infinita, ante la cual el hombre se siente pequeño e indigno. Por respeto a la santidad de Dios, los israelitas no pronunciaban su nombre. A pesar de las infidelidades del pueblo, Dios es siempre fiel, continúa siempre a su lado. - Dios es Amor. El pueblo de Israel comprende que Dios siempre ha actuado con amor gratuito: lo elige, lo salva, lo protege, le perdona una y otra vez... Ese amor llegará a su máxima expresión en Jesucristo y su entrega en la Cruz. Así lo expresará san Juan al escribir Dios es Amor (1 Jn 4, 8) 3. LAS PRIMERAS ETAPAS DE LA REVELACIÓN La historia de Israel se inicia con la elección de Abrahán por parte de Dios, tal como veremos en el próximo tema al estudiar las etapas de la historia de la Salvación. Sin embargo, la Revelación de Dios a la humanidad ya se había iniciado antes, con nuestros primeros padres, tal como lo leemos en los primeros capítulos del Génesis. - Dios es Creador. En los primeros capítulos del Génesis se narra la Creación como el inicio de una historia de amor entre Dios y su criatura: Dios crea al hombre y le otorga los dones necesarios para vivir en comunión con Él. El relato de la Creación nos muestra cómo Dios es el autor del universo, creado de la nada, y cómo Él es también quien ha creado al hombre a su imagen y semejanza. El centro de ese proyecto divino es compartir su infinito amor y felicidad con nosotros. - El primer pecado: el pecado original. El relato del Génesis nos cuenta también cómo el diablo tienta a aquella primera pareja humana, Adán y Eva. Desconfían de Dios, desoyen su voz y se apartan de Él. Así, todo el género humano que ellos representaban y del que eran cabeza quedó privado, por esta ruptura libre y responsable, de la amistad con Dios. Sin embargo, Dios no interrumpe su proyecto: puesto que había creado al hombre y a la mujer para que participaran de su felicidad infinita, les prometió que enviaría un Salvador para toda su descendencia. - Las consecuencias del pecado. Finalmente, el Génesis nos presenta tres relatos que muestra cómo el ser humano tiene dificultades para reconocer a su Creador y obrar de acuerdo con la dignidad que había recibido al principio, a causa del pecado original. El relato de la muerte de Abel a manos de su hermano Caín nos muestra las consecuencias del pecado en el corazón de los hombres. El diluvio universal y la alianza de Dios con Noé expresan el deseo de Dios de brindar a los hombres una nueva oportunidad. El episodio de la torre de Babel muestra la dispersión de las naciones como imagen del alejamiento de Dios. 4. JESUCRISTO, PLENITUD DE LA REVELACIÓN Todo lo que Dios fue revelando en el Antiguo Testamento se cumple plenamente en Jesucristo. En Él la revelación de Dios a los hombres es total. Él ha sido enviado por el Padre para comunicar la plenitud de la manifestación divina. Pero Jesucristo, además, es Dios mismo. Cristo, entonces, nos hace conocer el misterio de sí mismo. Él hizo posible la plenitud del encuentro de los hombres con Dios. El cristianismo es la experiencia religiosa más grande que nadie puede soñar, porque el mismo Dios se hace hombre para decirnos todo sobre Él y llevarnos a él.