David Hernández López. ASTRONOMÍA DE POSICIÓN I. DEPARTAMENTO DE INGENIERÍA CARTOGRÁFICA, GEODESIA Y FOTOGRAMETRÍA. ESCUELA TÉCNICA SUPERIOR DE INGENIERÍA GEODÉSICA, CARTOGRÁFICA Y TOPOGRÁFICA. ASTRONOMÍA ÍNDICE. TEMA 1. CONCEPTOS Y DEFINICIONES. 1.1. OBJETO Y RAMAS DE LA ASTRONOMÍA. 1.2. JUSTIFICACIÓN DE LA NECESIDAD DEL ESTUDIO DE LA ASTRONOMÍA EN TOPOGRAFÍA: RELACIÓN GEODESIAASTRONOMÍA. 1.3.COORDENADAS GEOGRÁFICAS, GEODÉSICAS Y ASTRONÓMICAS. 1.4.POSICIONES APARENTES DE LOS ASTROS. CONSTELACIONES. 1.5.MOVIMIENTOS VISIBLES DE LAS ESTRELLAS, DEL SOL, DE LA LUNA Y DE OTROS ASTROS. 1.6. LA ESFERA CELESTE. TEMA 2. SISTEMAS DE COORDENADAS CELESTES. 2.1. INTRODUCCIÓN. 2.2.SISTEMAS DE COORDENADAS ECUATORIALES HORARIAS. HORIZONTALES Y 2.2.1. SISTEMA DE COORDENADAS HORIZONTALES. 2.2.2. SISTEMA DE COORDENADAS ECUATORIALES HORARIAS. 2.2.3. DEPENDENCIA ENTRE LA ALTURA DEL POLO CELESTE Y LA LATITUD DEL LUGAR DE OBSERVACIÓN ASTRONÓMICA. 2.2.4.VENTAJAS E INCONVENIENTES ENTRE AMBOS SISTEMAS DE COORDENADAS. 2.2.5. TRANSFORMACIÓN ENTRE LOS DOS SISTEMAS DE COORDENADAS. 2.3.SISTEMAS ABSOLUTAS. DE COORDENADAS ECUATORIALES 2.3.1.DEFINICIÓN DEL SISTEMA DE COORDENADAS ECUATORIALES ABSOLUTAS. 2.3.2.TRANSFORMACIÓN ENTRE EL SISTEMA DE COORDENADAS ECUATORIALES HORARIAS Y EL SISTEMA DE COORDENADAS ECUATORIALES ABSOLUTAS. RELACIÓN ENTRE α Y H. 2.4. SISTEMAS DE COORDENADAS ECLÍPTICAS. 2.4.1. DEFINICIÓN DEL SISTEMA DE COORDENADAS ECLÍPTICAS. 2.4.2.TRANSFORMACIÓN ENTRE EL SISTEMA DE COORDENADAS ECUATORIAL ABSOLUTO Y EL SISTEMA DE COORDENADAS ECLÍPTICAS. 2.5.RESUMEN DE LOS SISTEMAS DE COORDENADAS CELESTES. 2.6. TRIÁNGULO DE POSICIÓN O PARALÁCTICO. TEMA 3. MOVIMIENTO DIURNO. ÍNDICE. 1 ASTRONOMÍA 3.1. INTRODUCCIÓN. POSICIONES CORRESPONDIENTES. 3.2. SALIDA Y PUESTA DE LOS ASTROS: ORTO Y OCASO. 3.3. CULMINACIÓN DE UN ASTRO. 3.4. MÁXIMAS DISGRESIONES. 3.5. PRIMER VERTICAL. 3.6. VARIACIÓN DE LAS COORDENADAS DE LOS ASTROS DURANTE EL MOVIMIENTO DIURNO. 3.7. VARIACIÓN DE LAS COORDENADAS DEL SOL. 3.7.1. VARIACIÓN DE LAS COORDENADAS ECUATORIALES DEL SOL. 3.7.2. MOVIMIENTO DIURNO DEL SOL EN LAS DISTINTAS LATITUDES. 3.7.2.1. Observador situado en el polo norte de la Tierra. 3.7.2.2. Observador situado en el círculo polar ártico (ϕ = 90º-ε). 3.7.2.3. Observador situado en el Trópico de Cáncer (ϕ = ε). 3.7.2.4. Observador situado entre los trópicos y los círculos polares. 3.7.2.5. Observador situado en el ecuador de la Tierra. 3.7.2.6. Observador situado entre los trópicos. TEMA4. SISTEMAS DE REFERENCIA TEMPORALES. 4.1. INTRODUCCIÓN. 4.2.UNA APROXIMACIÓN A LOS PRINCIPIOS DE LA MEDICIÓN DEL TIEMPO. 4.3. ORBITACIÓN DE LA TIERRA EN TORNO AL SOL. 4.4. DISTINTOS TIPOS DE DÍAS Y HORAS. 4.4.1. DÍA SIDEREO. DÍA SIDEREO UNIFORME. 4.4.2. DÍA SOLAR VERDADERO. DÍA SOLAR FICTICIO. DÍA SOLAR MEDIO. ECUACIÓN DEL TIEMPO. 4.4.2.1. Distintos tipos de días solares. 4.4.2.2. Ecuación del tiempo. 4.4.2.2.1. Definición de la ecuación del tiempo. 4.4.2.2.2. Determinación de la ecuación de centro. 4.4.2.2.3. Determinación de la reducción al ecuador. 4.4.2.2.4. Gráficas de la ecuación del tiempo. 4.4.3. HORA CIVIL, LEGAL Y OFICIAL. 4.4.4. LÍNEA DE LA FECHA. 4.5.RELACIÓN ENTRE EL TIEMPO SOLAR MEDIO Y EL TIEMPO SIDÉREO. DISTINTOS TIPOS DE AÑOS. 4.5.1.TIPOS DE AÑOS UTILIZADOS EN ASTRONOMÍA DE POSICIÓN. 4.5.2.RELACIÓN ENTRE EL TIEMPO MEDIO Y EL SIDÉREO. 4.6. EL CALENDARIO. 4.7. DÍAS JULIANOS. 4.8. TRANSFORMACIÓN DE ESCALAS DE TIEMPO. ÍNDICE. 2 ASTRONOMÍA 4.8.1. TRANSFORMACIÓN EN UNA MISMA CLASE DE TIEMPO ENTRE DOS LUGARES. 4.8.2. PASO DE HORA MEDIA A CIVIL EN UN LUGAR. 4.8.3. PASO DE HORA LEGAL / OFICIAL A CIVIL EN UN LUGAR. 4.8.4. PASO DE HORA CIVIL A SIDÉREA EN UN LUGAR Y EN UN INSTANTE. 4.8.5. PASO DE HORA CIVIL A VERDADERA EN UN LUGAR Y EN UN INSTANTE. 4.9. DETERMINACIÓN DE CIERTOS INTERVALOS DE TIEMPO DE INTERÉS EN ASTRONOMÍA. 4.9.1. DURACIÓN DEL DÍA Y DE LA NOCHE, TIEMPO DE INSOLACIÓN. 4.9.2. CREPÚSCULO. NOCHES BLANCAS. 4.9.3. DURACIÓN DE LAS ESTACIONES. APÉNDICE I. SISTEMAS DE REFERENCIA ASTRONÓMICOS. I.1. INTRODUCCIÓN. SISTEMAS DE REFERENCIA ABSOLUTOS Y RELATIVOS. I.2. SISTEMAS DE REFERENCIA INERCIALES. APÉNDICE II. EL CONCEPTO Y LA MEDIDA DEL TIEMPO. II.1. INTRODUCCIÓN. II.2. DEFINICIÓN DE UNA MÉTRICA DEL TIEMPO. APÉNDICE III. ESTADO ACTUAL DE LA MEDIDA DEL TIEMPO. III.1. INTRODUCCIÓN. III.2. ESCALAS DE TIEMPO ROTACIONAL. III.2.1. INTRODUCCIÓN. III.2.2. TIEMPO SIDÉREO VERDADERO Y MEDIO. PRECISIÓN Y NUTACIÓN. ECUACIÓN DE LOS EQUINOCCIOS. III.2.3. TIEMPO SOLAR VERDADERO. III.2.4. TIEMPO SOLAR MEDIO. III.2.5. TIEMPO UNIVERSAL. III.3. ESCALA DE TIEMPO DE EFEMÉRIDES. III.4. ESCALA DE TIEMPO ATÓMICO. III.5. TIEMPO UNIVERSAL COORDINADO. III.6. REVISIÓN DEL CONCEPTO DE AÑO TRÓPICO. III.7. REVISIÓN DE LA RELACIÓN ENTRE EL TIEMPO MEDIO Y EL TIEMPO SIDÉREO. III.8. ACTUALIZACIONES A ESCALAS DE TIEMPO. ÍNDICE. 3 ASTRONOMÍA III.9.NUEVA DEFINICIÓN DEL TIEMPO INTERNACIONAL. III.10. ESCALAS DE TIEMPO DINÁMICO. III.11. ACCESIBILIDAD ACTUAL DEL TIEMPO. ÍNDICE. ATÓMICO 4 ASTRONOMÍA TEMA 1. CONCEPTOS Y DEFINICIONES. 1.1. OBJETO Y RAMAS DE LA ASTRONOMÍA. Astronomía es la ciencia que trata del origen, evolución, composición, distancia y movimiento de todos los cuerpos celestes y de la materia dispersa en el Universo. La astronomía estudia el Sol y las estrellas, los planetas y sus satélites, los cometas y cuerpos meteóricos, las nebulosas, los sistemas estelares y la materia que ocupa el espacio interestelar e interplanetario, cualquiera que sea el estado en que se encuentre esta materia. La palabra astronomía procede de dos vocablos griegos: “astron”, estrella o astro, y “nomos”, ley. La astronomía es junto a la aritmética la ciencia más antigua. Como ciencia, la astronomía necesita del método científico basado en la observación, análisis de los datos y postulación de modelos teóricos que, cumpliendo las leyes de la física, permita interpretar los análisis. Al estudiar los cuerpos celestes la astronomía se plantea tres tareas fundamentales, que requieren una solución consecuente: 1. El estudio de las posiciones y movimientos aparentes, y después reales, de los cuerpos celestes en el espacio, la determinación de sus dimensiones y forma. 2. El estudio de la estructura física de los cuerpos celestes, es decir, la investigación de la composición química y condiciones físicas (densidad, temperatura, etc.) en la superficie y en el interior de los cuerpos celestes. 3. La resolución de los problemas del origen y desarrollo, es decir, el posible destino ulterior de algunos cuerpos celestes y de sus sistemas. Las cuestiones de la primera tarea se resuelven mediante largas observaciones, iniciadas ya en tiempos remotísimos, y también basándose en las leyes de la mecánica clásica, que se conocen desde hace unos 300 años. Respecto a la estructura física de los cuerpos celestes se sabe mucho menos. La resolución de algunas cuestiones relativas a esto se hizo posible hace poco más de un siglo y la de los problemas fundamentales solamente en los últimos años. La tercera tarea es más complicada que las dos anteriores. Para la resolución de sus cuestiones el material de observación acumulado es por ahora muy insuficiente. En la siguiente ilustración se puede observar una clasificación actual de las ramas de la ciencia astronómica. CONCEPTO Y DEFINICIONES. 1 ASTRONOMÍA CONCEPTO Y DEFINICIONES. 2 ASTRONOMÍA Una primera división de la astronomía se puede plantear en ramas clásicas y modernas de la astronomía. Por ramas clásicas de la astronomía se entiende aquellas investigaciones y sectores que se basan en los cálculos de posición de los astros y en la aplicación de la teoría de gravitación. El término clásico no debe inducir a pensar que estas ramas han perdido ya su importancia, pues hoy día siguen siendo una base imprescindible para muchas investigaciones astronómicas. La astrometría, astronomía de posición o astronomía esférica estudia la posición de los cuerpos celestes, la determinación de posiciones geográficas y la rotación de la Tierra apoyándose en los métodos teóricos y prácticos de la medición de ángulos en el cielo, para lo que se realizan observaciones de la posición de los astros. La pretensión de obtener observaciones de la mayor precisión posible minimizando los errores de medida remite al estudio de los instrumentos, que nos lleva a su vez a la óptica y a la física. La mecánica celeste estudia el movimiento de los astros bajo la acción de la gravitación, elabora métodos de determinación de sus trayectorias (determinación de efemérides astronómicas), estudia la influencia recíproca de los cuerpos celestes sobre su movimiento, examina el estado de movimiento de los sistemas de cuerpos celestes y artificiales. Para cubrir sus objetivos se apoya en medidas, en astrometría. Por ramas modernas de la astronomía se entiende a aquellas relacionadas con la astrofísica. La astrofísica estudia el origen (cosmogonia), la estructura, composición física, las propiedades físicas y la evolución, tanto de astros individuales como de los sistemas de éstos, incluyendo todo el Universo en su conjunto (cosmología). De este modo, el objeto de la astrofísica es extraordinariamente diverso y amplio. Al mismo tiempo, en sus investigaciones la astrofísica recurre constantemente a las deducciones y métodos de la astrometría y de la mecánica celeste, por lo tanto, las tres partes esenciales de la astronomía están estrechamente interrelacionadas. La astrofísica comprende un gran número de subdivisiones prácticas en las que se estudian y utilizan distintos métodos de observaciones y análisis de radiación electromagnética cósmica, y también una serie de subdivisiones teóricas, basadas en la aplicación de los métodos de la física, química y matemática a los resultados de las observaciones. El término cosmología viene de las palabra griegas kosmos, que significa el universo como un todo ordenado, y logos, que significa tratado. Hay autores que clasifican la cosmología como una ciencia aparte argumentando que lo abarca todo, todo lo que ahora observamos y lo que esperamos observar en el futuro. CONCEPTO Y DEFINICIONES. 3 ASTRONOMÍA 1.2. JUSTIFICACIÓN DE LA NECESIDAD DEL ESTUDIO DE LA ASTRONOMÍA EN TOPOGRAFÍA: RELACIÓN GEODESIAASTRONOMÍA. Se ha enunciado que la astronomía de posición estudia, entre otras cosas, la resolución de los problemas relacionados con la determinación del Norte (azimut de una dirección) y las coordenadas geográficas de un lugar (posicionamiento de un punto en la superficie terrestre). Geodesia es la ciencia que estudia la figura y el campo gravitatorio de la Tierra. Por figura entendemos la forma y dimensiones. El problema de la geodesia implica una formulación geométrica y una física, íntimamente relacionadas dado que la causa de la figura de la Tierra no es otra que las fuerzas que la solicitan y estas son estudiadas por la geodesia física. El problema del estudio de la figura de la Tierra se reduce a la determinación de las coordenadas de los puntos de su superficie en un sistema de referencia único, general para toda la Tierra. De acuerdo a esto, la relación entre astronomía y geodesia es obvia. Desde la formulación del problema geodésico y hasta la aparición de la geodesia espacial (entendida como la basada en las constelaciones de satélites artificiales), en la década de los sesenta, la definición de los sistemas de referencia geodésicos pasaba por utilizar un conjunto de puntos en los que se realizaba determinación de posición astronómica, latitud y longitud, y el azimut astronómico de una dirección, estos son los “Puntos Laplace”. En geodesia la superficie que se utiliza como mejor aproximación a la forma de la Tierra es el geoide (“con forma de Tierra”). La Tierra es un cuerpo solicitado por distintos campos de fuerzas que constituyen el campo de fuerzas gravitatorio. Los dos más importantes son el campo de fuerzas de atracción newtoniana, debido a la fuerza de atracción entre las partículas que forman parte de la Tierra, y el campo de fuerzas centrífugas, debido a la rotación terrestre. Ambos campos derivan de un potencial al igual que su composición. El geoide no es sino una superficie equipotencial del potencial gravitatorio terrestre. Como tal superficie equipotencial, el geoide representa una superficie en equilibrio que aproximadamente coincide con el nivel medio del mar prolongado por debajo de los continentes. Téngase en cuenta que la superficie libre del mar, como fluido que es, debe su configuración en un instante dado a una situación de equilibrio respecto a todas las fuerzas solicitantes. Obsérvese que el geoide tiene entidad física. Si bien el geoide es una superficie que permite definir muy bien el origen de la tercera coordenada, altura ortométrica, no es útil, debido a sus condiciones de curvatura, para definir otros dos parámetros que junto a la altitud den posición tridimensional en el espacio a cualquier punto de la superficie terrestre. Esto obliga a recurrir a una superficie matemática auxiliar, un elipsoide de revolución. CONCEPTO Y DEFINICIONES. 4 ASTRONOMÍA Todo sistema de referencia geodésico cuenta en su definición como superficie de referencia con un elipsoide de revolución, de ciertas dimensiones. La altimetría en los sistemas de referencia clásicos se refiere al geoide. Se ha visto por tanto que existen dos referenciaciones para expresar la posición de un punto de la superficie terrestre: la astronómica y la geodésica. Hay que añadir la referenciación geocéntrica. 1.3. COORDENADAS ASTRONÓMICAS. GEOGRÁFICAS, GEODÉSICAS Y La inmensa mayoría de las observaciones astronómicas se han venido realizando desde puntos de la superficie terrestre y dependen de la posición del observador. Por ello hay que recordar algunos conceptos y términos geográficos, de los que en lo sucesivo se hará uso. La Tierra tiene una forma casi esférica. Está animada de una rotación en torno a un eje que pasa por el centro de masas. El eje de rotación corta la superficie terrestre en dos puntos: en el polo geográfico norte (PN ) y en el polo geográfico sur (PS). El polo geográfico norte es aquél desde el que si se observa la Tierra hacia su interior, esta rota en el sentido contrario a las agujas del reloj. El círculo máximo en la superficie de la Tierra cuyo plano es perpendicular al eje de rotación, se denomina ecuador geográfico terrestre. Este divide la superficie de la Tierra en dos hemisferios: boreal (conteniendo al polo norte) y austral (conteniendo al polo sur). Los círculos menores, cuyos planos son paralelos al plano del ecuador terrestre, se denominan paralelos geográficos. El paralelo geográfico que está a una distancia de 23º26´ al norte del ecuador se llama trópico del hemisferio boreal o trópico de Cáncer; el paralelo que se encuentra a una distancia de 23º26´ hacia el sur del ecuador, se llama trópico del hemisferio austral o trópico de Capricornio. Los paralelos geográficos que se encuentran a una distancia de 23º26´de los polos de la Tierra se denominan círculos polares: ártico (hemisferio boreal) y antártico (hemisferio austral). CONCEPTO Y DEFINICIONES. 5 ASTRONOMÍA La faja de la superficie terrestre entre los trópicos (incluyendo el ecuador) se denomina zona tórrida o zona tropical. La faja entre el trópico de Cáncer y el círculo polar ártico se llama zona templada boreal, y la comprendida entre el trópico de Capricornio y el círculo polar antártico zona templada austral. Los casquetes de la superficie terrestre limitados por los círculos polares y los polos respectivos se denominan zonas glaciares ártica y antártica. Cualquier plano que contenga al eje de rotación terrestre se denomina plano meridiano geográfico. Dado un punto O sobre la superficie de la Tierra, el plano meridiano que lo contiene produce como intersección con la Tierra un círculo máximo y al semicírculo máximo del anterior que contiene a O se le denomina meridiano geográfico de O. El meridiano geográfico que pasa a través de un observatorio astronómico localizado en Greenwich (Inglaterra) es considerado internacionalmente, desde 1891, como el meridiano origen, o primer meridiano. El meridiano de origen y el meridiano que dista de éste 180º dividen la superficie de la Tierra en dos hemisferios: oriental, en el sentido de la rotación terrestre, y occidental. La línea recta por la que va dirigida la fuerza de la gravedad en un punto dado de la Tierra se denomina línea de la plomada o vertical. CONCEPTO Y DEFINICIONES. 6 ASTRONOMÍA La posición de un punto O de la superficie de la Tierra se determina unívocamente por dos coordenadas geográficas: la latitud geográfica y la longitud geográfica. Se llama latitud geográfica del punto O al ángulo que forma la vertical de O con el plano del ecuador terrestre. La latitud geográfica varía de 0º a 90º en el hemisferio boreal (latitud norte) y de 0º a –90º en el hemisferio austral (latitud sur), Se denomina longitud geográfica del punto O al ángulo que forma el meridiano del punto con el meridiano origen. La longitud geográfica varía de 0º a 180º en el hemisferio oriental y de 0º a –180º en el hemisferio occidental. En aquellos trabajos en los que la precisión lo permita la consideración anterior acerca de la forma de la Tierra, esfera de radio 6370 km., es válida y no habrá problema en definir la posición de un punto de la superficie terrestre a través de sus coordenadas geográficas. Sin embargo, cuando las exigencias de precisión aumentan el tratamiento de la figura terrestre ha de hacerse de modo más riguroso. En estos casos hay que recurrir a las coordenadas geodésicas basadas en la aproximación a la figura de la Tierra mediante el geoide y su aproximación por un elipsoide de revolución. La definición de la línea de la plomada exige una revisión: se define la dirección de la línea de la plomada en un punto como aquella normal a la superficie equipotencial de la gravedad que pasa por el punto. La línea de la plomada no es recta sino curva debido a que las superficies equipotenciales de la gravedad no son paralelas. El sistema de referencia geodésico se define mediante: • Superficie de referencia.- elipsoide de revolución cuyas dimensiones quedan definidas por dos de los tres siguientes parámetros: semieje mayor (a), semieje menor (b) y aplanamiento (f), CONCEPTO Y DEFINICIONES. 7 ASTRONOMÍA • Definiendo unos ejes o líneas de referencia en la superficie, un origen y un sentido de medida en los mismos, curvas paramétricas que estudiaremos en su momento, • Definiendo la posición relativa del elipsoide respecto del geoide mediante el datum geodésico, • Definiendo el origen de alturas. Tres son las coordenadas geodésicas que definen la posición de un punto de la superficie de terrestre, latitud y longitud geodésica y altura elipsoidal, que posteriormente definiremos. En primer lugar se estudiará el modo de relacionar un punto de la superficie terrestre con la superficie de referencia dado que dos de las coordenadas geodésicas (longitud y latitud geodésicas) se refieren a esta superficie. A un punto P sobre la superficie terrestre le corresponde un punto P0 sobre el geoide obtenido proyectando según la línea de la plomada que pasa por P. Para obtener el punto correspondiente sobre la superficie de referencia, Q0, se proyecta según la normal a dicha superficie, elipsoide, que pasa por P0. Esta proyección es conocida como proyección Pizzetti. Otra posible posición para el punto Q, sobre el elipsoide, correspondiente al P, sobre la superficie terrestre, se obtiene mediante la proyección Helmert, siendo Q obtenido al proyectar según la normal al elipsoide que pasa por P. Esta segunda proyección es menos rigurosa pero igualmente válida por la pequeña separación entre Q y Q0. En esta figura se aprecian las diferentes altitudes utilizadas en geodesia y topografía: • Altitud ortométrica, H.- Distancia de la superficie terrestre al geoide medida sobre la línea de la plomada. • Altitud elipsoidal, h.- Distancia de la superficie terrestre al elipsoide medida sobre la normal al elipsoide. Se puede establecer como relación muy aproximada una de las principales ecuaciones de la geodesia, h = H + N , donde N es la ondulación del geoide o distancia entre Q0 y P0 medida a lo largo de la normal al elipsoide que pasa por Q0. CONCEPTO Y DEFINICIONES. 8 ASTRONOMÍA Al igual que se definen una serie de elementos geográficos para las coordenadas geográficas, se definen para el elipsoide de revolución, o para las coordenadas geodésicas. Se considera un sistema de coordenadas cartesianas tridimensionales definido por: • Centro, punto origen (0,0,0).- El centro del elipsoide de revolución. • Eje Z.- Semieje menor del elipsoide de revolución. • Plano XY (Z=0).- Plano perpendicular al eje Z que contiene al origen del sistema de coordenadas. Antes de definir los ejes X e Y hay que definir algunos elementos geométricos: • Polos geodésicos.- Son los puntos de intersección del eje Z con el elipsoide de revolución. • Plano meridiano geodésico.- Cualquier plano que contenga al eje Z. • Plano paralelo geodésico.- Cualquier plano normal al eje Z. • Meridiano geodésico de un punto.- Aquella mitad de la intersección del plano meridiano geodésico del punto con el elipsoide de revolución que contiene al eje Z y al punto. • Paralelo geodésico de un punto.- Intersección del plano paralelo geodésico del punto con el elipsoide de revolución. Su ecuación es la de un círculo de radio decreciente conforme nos apartemos del plano Z=0. • Plano ecuatorial geodésico.- Plano Z=0. • Ecuador geodésico.- Es el paralelo geodésico correspondiente al plano ecuatorial geodésico. • Vertical geodésica en un punto de la superficie del elipsoide de revolución.Coincide con la dirección del vector normal al elipsoide en dicho punto. • Vertical geocéntrica.- Es la dirección del vector que une el punto con el centro del elipsoide. • Plano horizonte geodésico en un punto de la superficie del elipsoide.- Plano perpendicular a la vertical geodésica que contiene al punto. • Meridiano geodésico origen.- Una vez posicionado el elipsoide respecto del geoide, mediante la definición del datum, se puede obtener el punto correspondiente sobre el elipsoide de cualquier punto de la superficie terrestre tal y como estudiamos anteriormente. Se adopta como meridiano geodésico origen normalmente el meridiano geodésico del observatorio astronómico de Greenwich. CONCEPTO Y DEFINICIONES. 9 ASTRONOMÍA Una vez definido el meridiano geodésico origen ya es posible definir el eje X del sistema de coordenadas cartesianas tridimensionales, como el eje intersección del plano ecuatorial geodésico (Z=0) y el plano meridiano origen. El eje Y estará contenido en el plano Z=0 y será perpendicular al X y su sentido será tal que los tres ejes formen una terna dextrógira. Una vez definidos los elementos geográficos ya se está en disposición de definir las coordenadas geodésicas de un punto de la superficie del elipsoide: • Longitud geodésica.- Es el ángulo formado por el meridiano geodésico del punto en cuestión y el meridiano geodésico origen. En graduación sexagesimal se puede evaluar de 0° a 360° , creciendo hacia el oriente del meridiano origen, o de 0° a 180°, positivo o negativo según el meridiano del punto esté al oriente o al occidente del meridiano origen. • Latitud geodésica.- Es el ángulo que forma la vertical geodésica del punto con el plano del ecuador geodésico. También se suele definir una latitud geocéntrica como el ángulo que forma la vertical geocéntrica con el plano ecuatorial geodésico. Si se pretende definir la posición espacial de un punto de la superficie terrestre en el sistema de referencia, dado que no se encuentra sobre la superficie del elipsoide de revolución, hay que introducir una tercera coordenada, la altitud ortométrica (H), si el origen de altitudes del sistema de referencia es la superficie del geoide, o la altitud elipsoidal (h), si el origen de alturas del sistema de referencia es la propia superficie del elipsoide. La posición de un punto respecto del sistema de referencia también se puede expresar en coordenadas cartesianas tridimensionales respecto del sistema de tales coordenadas previamente definido. Para definir las coordenadas astronómicas hay que mejorar la definición del eje de rotación terrestre. Debido a que el eje de rotación terrestre no es fijo en el tiempo se considera el eje medio, Origen Convencional Internacional (CIO), definido por Bureau Internacional de l’Heure (B.I.H.) en 1903. La movilidad del eje de rotación terrestre da lugar en astronomía a la consideración de coordenadas y observaciones instantáneas o absolutas según se refieran al eje de rotación del instante de observación o al eje medio, respectivamente. En el apéndice I se incluye información relativa al movimiento del polo y a relación entre distintos sistemas de tiempo que serán estudiados en capítulos posteriores. En la siguiente figura se observa la posición relativa del eje medio de rotación terrestre (CIO) y el instantáneo. CONCEPTO Y DEFINICIONES. 10 ASTRONOMÍA La definición de las coordenadas astronómicas precisa de unas definiciones previas: ♦ Dado un punto P de la superficie topográfica terrestre se denomina vertical astronómica de P a la recta tangente en P a la línea de la plomada. ♦ Se denomina plano ecuador astronómico instantáneo al plano perpendicular al eje instantáneo de rotación que pasa por el centro de masas de la Tierra. ♦ Se llama plano meridiano astronómico instantáneo de P al plano que contiene a la vertical astronómica de P y una paralela por P al eje instantáneo de rotación terrestre. Se definen las coordenadas astronómicas instantáneas como: ♦ Latitud astronómica de P es el ángulo Φ que forma la vertical de P con el plano ecuador instantáneo. Varía de 0º a 90º en el hemisferio astronómico norte y de 0º a –90º en el hemisferio astronómico sur. ♦ Longitud astronómica de P es el ángulo Λ que forma el plano meridiano astronómico instantáneo de P con el plano meridiano astronómico instantáneo tomado como origen (para Greenwich). Se suele considerar de 0º a 360º positiva al este. CONCEPTO Y DEFINICIONES. 11 ASTRONOMÍA En la figura anterior, en que se aprecia la definición de las coordenadas geodésicas y las astronómicas, el CTP, polo terrestre convencional, coincide con el CIO. Los puntos que tienen igual latitud astronómica instantánea están situados en un mismo paralelo astronómico instantáneo. Los puntos que tienen igual longitud astronómica instantánea están situado en un mismo meridiano astronómico instantáneo. Ni las primeras líneas son circunferencias, ni las segundas elipses, sino que son curvas irregulares en el espacio. La corrección para obtener coordenadas astronómicas absolutas a partir de las coordenadas astronómicas instantáneas y del instante serán descritas en un capítulo posterior. Un sistema de referencia geodésico se denomina global si es tal que el eje menor del elipsoide incluido en su definición coincide con el eje medio de rotación terrestre y el origen del mismo coincide con el centro de masas de la Tierra. Un sistema de referencia geodésico se denomina local si la posición del elipsoide incluido en su definición no es la anterior sino que se elige de forma que permita una mayor aproximación al geoide en una zona concreta. Hasta hace muy poco sólo se definían sistemas de referencia geodésicos locales, tal es el caso del sistema ED50 al que viene referido la geodesia española. Un sistema de referencia global de gran aplicación en la actualidad es el WGS84, al que viene referido el Sistema de Posicionamiento Global (G.P.S.). Un concepto muy importante en astronomía y geodesia es el de desviación de la vertical. La desviación de la vertical en un punto no es sino el ángulo formado en dicho punto entre la vertical astronómica y la vertical geodésica. También puede figurar en algunos textos como deflexión de la vertical. Si el sistema de referencia geodésico es local se habla de desviación relativa de la vertical, mientras que si se trata de un sistema de referencia geodésico global se habla de desviación absoluta de la vertical. CONCEPTO Y DEFINICIONES. 12 ASTRONOMÍA Este concepto es de gran importancia debido a que toda observación angular efectuada con un goniómetro estará referido a la vertical astronómica instantánea ya que el eje principal del mismo materializa la dirección del vector de gravedad cuando se nivela. Cuando interesen coordenadas geodésicas y no astronómicas, habrá ocasiones en que, a pesar de la pequeña diferencia entre la vertical astronómica y geodésica, se tendrán que realizar correcciones a las magnitudes observadas para referirlas al sistema de referencia geodésico. Existe una rama de la ciencia geodésica en la que se trata en profundidad este tema, la rama astrogeodésica. En los sistemas de referencia geodésicos locales, para definir la posición relativa del elipsoide y geoide hay que fijar el datum del sistema. El datum geodésico está constituido por una superficie de referencia, un elipsoide, y un punto llamado fundamental en el que la desviación relativa de la vertical es nula, en dicho punto coinciden las coordenadas geodésicas y astronómicas. También hay que especificar el acimut de una dirección desde el establecida, considerándose también igual el acimut geodésico al astronómico observado. En el caso del sistema geodésico de referencia oficial en España, E.D.50, el punto fundamental se localiza en Postdam, localidad alemana. En el anterior sistema de referencia era el observatorio astronómico de Madrid, que además era el origen de longitudes. ED50 es un sistema de referencia geodésico local lo que se corresponde con la siguiente figura: CONCEPTO Y DEFINICIONES. 13 ASTRONOMÍA Un concepto muy importante que resta por abordar es el de acimut que une dos puntos. En un principio se definirá el acimut geodésico, posponiendo el acimut astronómico para un capítulo posterior. Acimut geodésico de un punto P a un punto Q, ambos sobre el elipsoide, es el ángulo entre dos planos, ambos conteniendo a la vertical geodésica del punto P, uno de los cuales contiene al punto polo norte geodésico y otro al punto Q (nótese que se ha definido cada uno de los dos planos mediante una recta y un punto). El ángulo se mide en el sentido de las agujas del reloj (dextrógiro ó retrógrado), desde el norte. El plano definido por la vertical geodésica en P y el punto Q produce como intersección con el elipsoide la sección normal de P a Q. Esta no coincide con la sección normal de Q a P. CONCEPTO Y DEFINICIONES. 14 ASTRONOMÍA El acimut geodésico que realmente interesa no es el de las secciones normales directa o recíproca sino el de la línea geodésica que se define, de una forma simple, como la línea más corta entre dos puntos sobre una superficie (una recta en una superficie plana, un círculo máximo en una superficie esférica, una curva de complicada ecuación en un elipsoide de revolución). La relación existente entre el acimut geodésico y el astronómico es objeto de estudio de la astronomía de posición. 1.4. POSICIONES CONSTELACIONES. APARENTES DE LOS ASTROS. Cualquiera que sea el punto de la superficie terrestre en que se encuentre un observador, siempre parece que todos los cuerpos celestes se encuentran en la superficie interior de cierta esfera que se suele denominar bóveda celeste, firmamento o simplemente cielo. De día el cielo, si no está cubierto de nubes, es de color azul y en él se observa el astro celeste más brillante: el Sol. A veces, simultáneamente con el Sol, por el día se ve la Luna y, muy raramente, algunos otros cuerpos celestes como, por ejemplo, el planeta Venus. En una noche despejada, en el cielo oscuro, son visibles las estrellas, la Luna, los planetas, las nebulosas y, a veces, los cometas y otros cuerpos. La primera impresión de la observación del firmamento es la infinidad de estrellas y el desorden de la disposición de ellas en el cielo. En realidad la cantidad de estrellas que se ven a simple vista no es muy grande, solamente unas 6 mil en todo el cielo, y en una mitad de éste, que en el momento dado se ve desde cualquier punto de la superficie terrestre, no es mayor de 3 mil. La disposición mutua de las estrellas en el cielo varía extraordinariamente despacio. Sin mediciones exactas, durante el transcurso de muchos centenares de años (y de muchos miles de años para la inmensa mayoría de las estrellas), no se pueden revelar variaciones visibles en la disposición de las estrellas en el cielo. Esta última circunstancia permite orientarse fácilmente entre miles de estrellas, a pesar de que la disposición de ellas parezca ser caótica. El motivo de la conservación de la posición CONCEPTO Y DEFINICIONES. 15 ASTRONOMÍA relativa observada entre las estrellas no puede ser otro que las enormes distancias presentes en el Universo dado que existe un movimiento relativo a gran velocidad, téngase presente que la Tierra rota en torno al Sol a una velocidad de 30 km./s y éste, junto a su sistema, se traslada rotando en torno al centro de la Vía Láctea a 220 km./s. Sólo las 130 estrellas más brillantes tienen nombre propio. Estos nombres les fueron otorgados por los griegos (Capela, etc.), romanos (Castor, Polux, Sirio, etc.) y por los árabes (Betelgeuse, Vega, Algol, Aldebaran, etc.). La clasificación de las estrellas se inició por comparación relativa del brillo aparente entre ellas. Desde Hiparco de Nicea (siglo II a. J.C.) se vienen sucediendo catálogos de estrellas dividiéndolas en magnitudes por su luminosidad, correspondiendo la primera magnitud a las más brillantes. CONCEPTO Y DEFINICIONES. 16 ASTRONOMÍA Con el fin de orientarse en el cielo, hace mucho que las estrellas brillantes fueron unificadas en grupos, denominados constelaciones. Los griegos dieron nombre a 48 constelaciones, principalmente las observables desde el Mediterráneo. Los nombres eran de animales (Osa Mayor, León, Dragón, etc.), de héroes de la mitología griega (Casiopea, Andrómeda, Perseo, etc.), o simplemente de objetos que recordaban las figuras que formaban los grupos de estrellas más brillantes (Balanza, etc.). En el siglo XVII se da nombre a estrellas sueltas y se agrupan en constelaciones. En el siglo XVIII se dan nombre científicos a constelaciones del hemisferio sur: Telescopio, Escuadra, Octante, Brújula y Retícula. En global, hemisferio norte y sur, hay 88 constelaciones. En 1928 la Unión Astronómica Internacional (U.A.I.) fijó una delimitación rigurosa, mediante arcos de meridianos y paralelos celestes, a las constelaciones. Las estrellas más brillantes de las constelaciones sirven de buenos puntos de referencia para encontrar en el cielo estrellas más débiles, u otros objetos celestes. Por esto es necesario aprender a encontrar de manera rápida y directa en el cielo una u otra constelación. Para ello es menester estudiar previamente la carta del cielo estelar y retener en la memoria los contornos característicos que las estrellas más brillantes forman en las constelaciones. Desde el siglo XVII las estrellas de cada constelación se empezaron a designar con las letras del alfabeto griego. El orden corresponde al decreciente en brillo: la α de Can Mayor es Sirio (estrella más brillante de la constelación), la α del cochero es Capela, la α de Lira es Vega, la α de Orión es Betelgeuse, la β de Orión es Rigel, la β de Perseo es Algol, etc. Estos nombres y designaciones de las estrellas se emplean también en la actualidad. Algo después se introdujo la designación numérica, que ahora se emplea fundamentalmente para las estrellas débiles. CONCEPTO Y DEFINICIONES. 17 ASTRONOMÍA CONCEPTO Y DEFINICIONES. 18 ASTRONOMÍA La siguiente ilustración corresponde a las constelaciones con declinaciones superiores a +25º, que corresponde al borde extremo de la figura. Son algunas de las constelaciones visibles desde la latitud de España si se mira en dirección al norte. La constelación de la Osa Menor aparece denotada como Umi (Ursa Minoris). CONCEPTO Y DEFINICIONES. 19 ASTRONOMÍA 1.5. MOVIMIENTOS VISIBLES DE LAS ESTRELLAS, DEL SOL, DE LA LUNA Y DE OTROS ASTROS. Si se observa el cielo estelar en una noche serena durante varias horas no es difícil advertir que la bóveda celeste gira levemente en su conjunto, con todos los astros que en ella se encuentran, alrededor de cierto eje imaginario que pasa a través del lugar de observación. Este movimiento de la bóveda celeste se denomina movimiento diurno, la vuelta completa se efectúa en un día. Como resultado del movimiento diario las estrellas y otros cuerpos celestes cambian continuamente su posición respecto a los lados del horizonte. La causa del movimiento diurno es la rotación terrestre. Si se observa el movimiento diario de las estrellas en el hemisferio boreal de la Tierra (pero no cerca del polo), estando de cara hacia la parte austral del horizonte, mirando al sur, éste transcurre de izquierda a derecha, es decir, en el sentido de las agujas del reloj. Estando de cara hacia la parte boreal del horizonte, mirando al norte, el CONCEPTO Y DEFINICIONES. 20 ASTRONOMÍA movimiento diurno transcurre de derecha a izquierda, en el sentido directo. En cualquier caso, el movimiento diario siempre se produce de este a oeste. Cada estrella siempre sale en un mismo punto del lado oriental del horizonte, va ascendiendo hasta una altura máxima, comienza a descender y se pone siempre en un mismo punto del lado occidental. La altura máxima sobre el horizonte para cada estrella dada y para cada lugar de observación siempre es constante. Si el observador se sitúa de cara hacia el lado boreal del horizonte, las observaciones demostrarán que unas estrellas seguirán saliendo y poniéndose de la misma manera, mientras que otras describirán círculos cerrados sobre el horizonte, girando alrededor de un punto común inmóvil. Este punto se denomina polo celeste norte y es la proyección sobre la bóveda celeste del eje de rotación. La posición aproximada del polo celeste norte en el cielo se puede localizar por la posición de la estrella más brillante en la constelación de la Osa Menor. En las cartas estelares esta estrella se designa con la letra α y, por su proximidad al polo celeste norte se llama estrella Polar. En la actualidad la distancia entre la estrella Polar y el polo celeste norte es menor de 1º. CONCEPTO Y DEFINICIONES. 21 ASTRONOMÍA En la figura anterior se observa como se irá produciendo el movimiento de la estrella Polar en torno al Polo norte. El Sol y la Luna, al igual que las estrellas, salen en el lado oriental del horizonte, ascienden y se ponen en el lado occidental. Pero, al observar la salida y la puesta de estos astros, se puede notar que en los distintos días del año salen, a diferencia de las estrellas, en diferentes puntos del lado oriental del horizonte y se ponen también en diferentes puntos del lado occidental. Así, a principios del invierno, el Sol sale en el sudeste y se pone en el sudoeste. Pero cada día los puntos de su salida y puesta se desplazan hacia el lado boreal del horizonte. Con ello cada día el Sol a mediodía asciende sobre el horizonte más y más, el día se hace más largo y la noche más corta. A comienzos del verano, habiendo alcanzado cierto límite en el nordeste y en el noroeste, los puntos de salida y puesta del Sol, de orto y ocaso, comienzan a desplazarse en dirección contraria, desde el lado boreal del horizonte hacia el lado austral. Con esto la altura del Sol a mediodía y la duración del día comienzan a disminuir, mientras que la duración de la noche aumenta. Al alcanzar cierto límite, a comienzos del invierno, los puntos de salida y puesta del Sol de nuevo empiezan a desplazarse hacia el lado boreal del cielo y todos los fenómenos descritos se repiten. El periodo es anual y está relacionado con la inclinación de la órbita de traslación de la Tierra alrededor del Sol con respecto al plano ecuatorial. Mediante observaciones elementales y no muy largas es fácil advertir que la Luna no permanece todo el tiempo en una misma constelación, sino que pasa de una constelación a otra, desplazándose de occidente a oriente aproximadamente en 13º por día. Mudándose por 12 constelaciones la Luna recorre por el cielo un círculo completo en 27.32 días. La causa de este desplazamiento es la traslación de la Luna en torno a la Tierra en la órbita que recorre como satélite natural. Observaciones más minuciosas y más largas demuestran que también el Sol, al igual que la Luna, se desplaza por el cielo de occidente a oriente, pasando por las mismas 12 constelaciones. Sin embargo, la velocidad de su desplazamiento es considerablemente menor, cerca de 1º por día. La causa de este desplazamiento es la traslación de la Tierra en su órbita en torno al Sol de período anual. Las constelaciones por las que pasan las rutas del Sol y de la Luna se denominan zodiacales (de la palabra griega zoon, es decir, animal). Sus nombres son: Piscis (Peces), Aries (Carnero), Tauro (Toro), Geminis (Gemelos), Cáncer (Cangrejo), Leo (León), Virgo (Virgen), Libra (Balanza), Escorpio (Escorpión), Sagitario, Capricornio y Acuario. En el hemisferio boreal, las primeras tres constelaciones el Sol las pasa en los meses primaverales, las tres siguientes las recorre en los meses de verano, transita tres constelaciones más en los meses otoñales y, por último, atraviesa las tres constelaciones restantes en los meses de invierno. Aquellas constelaciones en las que se encuentra el Sol en el momento dado son inaccesibles a las observaciones y solamente se hacen visibles transcurrido aproximadamente medio año. CONCEPTO Y DEFINICIONES. 22 ASTRONOMÍA Ya en tiempos remotísimos, entre las estrellas de las constelaciones zodiacales, se advirtieron cinco astros que exteriormente se parecían mucho a las estrellas, pero que se distinguían de éstas por el hecho de que no conservan una misma posición en las constelaciones, “errando” por ellas igual que el Sol y la Luna. Estos cuerpos fueron denominados planetas, lo que significa “astros errantes”. Los antiguos romanos dieron a los planetas los nombres de sus dioses: Mercurio, Venus, Marte, Júpiter y Saturno. En los siglos XVIII-XX se descubrieron tres planetas más: Urano (1781), Neptuno (1846) y Plutón (1930). CONCEPTO Y DEFINICIONES. 23 ASTRONOMÍA Los planetas se desplazan por las constelaciones zodiacales, la mayoría del tiempo, de occidente a oriente, pero una parte del espacio lo recorren también del este al oeste. El primer movimiento, es decir, el mismo que el del Sol y de la Luna, se llama directo, y el segundo movimiento, de este a oeste, se denomina movimiento retrógrado. 1.6. LA ESFERA CELESTE. CONCEPTO Y DEFINICIONES. 24 ASTRONOMÍA Durante el estudio de los movimientos aparentes de los astros con objeto de determinar posiciones u orientaciones es necesario determinar las posiciones relativas entre estos. Esto se consigue determinando únicamente las direcciones mediante dos coordenadas polares angulares, se prescinde de la distancia. Se denomina esfera celeste a la esfera imaginaria de radio arbitrario, con centro en un punto cualquiera del espacio, en cuya superficie los astros se disponen tal como se ven en el cielo en cierto momento desde este punto dado del espacio. De este modo, el observador imaginario que se encuentra en el centro de la esfera celeste, debe ver la posición de los astros en la superficie de ésta exactamente en la misma posición relativa en la que el observador real ve los astros reales en el cielo. La rotación de la esfera celeste repite la rotación de la bóveda celeste. La esfera celeste sirve para el estudio de las posiciones aparentes y movimientos de los cuerpos celestes. Para ello, en su superficie, se fijan las líneas y puntos principales respecto a los cuales se efectúan precisamente las mediciones correspondientes. La recta ZOZ’, que pasa por el centro de la esfera celeste y que coincide con la dirección de la vertical astronómica en el lugar de observación, se denomina línea vertical. La línea vertical intersecta la superficie de la esfera celeste en dos puntos: en el cenit Z, sobre la cabeza del observador, y en el punto diametralmente opuesto, en el nadir Z’. Algunos de los conceptos de la siguiente figura serán tratados en capítulos posteriores. CONCEPTO Y DEFINICIONES. 25 ASTRONOMÍA El círculo máximo de la esfera celeste (SWNE), cuyo plano es perpendicular a la línea vertical, se llama horizonte matemático o verdadero. El horizonte matemático divide la superficie de la esfera celeste en dos mitades: en la visible para el observador, con el vértice en el cenit Z, y la invisible, con el vértice en el nadir Z’. El horizonte matemático se debe distinguir del horizonte visible (de la línea a lo largo de la cual el “cielo se junta con la Tierra”). En la tierra firme el horizonte visible es una línea irregular, cuyos puntos yacen ora por encima ora por debajo del horizonte matemático. Dado un astro, la intersección del plano paralelo al horizonte matemático que lo contiene con la esfera celeste es un círculo menor denominado almicantarat del astro. También, el semicírculo máximo de la esfera celeste que pasa por el astro y contiene a la línea vertical se denomina vertical del astro. Los diferentes elementos geográficos estudiados para la esfera terrestre se trasladan a la esfera celeste. El diámetro PP’, a cuyo alrededor tiene lugar la rotación de la esfera celeste, se denomina eje del mundo. El eje del mundo se corta con la superficie de la esfera celeste en dos puntos: en el polo celeste boreal P y el polo celeste austral P’. El polo celeste boreal es aquél desde cuyo lado la rotación de la esfera celeste tiene lugar en el sentido de las agujas del reloj, si se mira a la esfera desde el exterior. Adviértase que la definición es contraria a la del polo geográfico norte. La explicación no es otra que la rotación de la esfera celeste es un movimiento aparente debido a la rotación de la Tierra en el sentido contrario. El círculo máximo QWQ’E de la esfera celeste, cuyo plano es perpendicular al eje del mundo, se denomina ecuador celeste. El ecuador celeste divide la superficie de la esfera celeste en dos hemisferios: el boreal, con el polo celeste boreal P, y el austral, con el polo celeste austral P’. Dado un astro, el círculo menor de la esfera celeste que lo contiene, cuyo plano es paralelo al plano del ecuador celeste, se denomina paralelo celeste o diurno del astro. Los movimientos aparentes de los astros tienen lugar por los paralelos diurnos. CONCEPTO Y DEFINICIONES. 26 ASTRONOMÍA También, el círculo máximo de la esfera celeste que contiene al astro y al eje del mundo se le denomina meridiano celeste, círculo horario o círculo de declinación del astro. El meridiano celeste local se divide en dos partes a partir del eje del mundo: el meridiano celeste local superior, que contiene al cenit, y el meridiano celeste local inferior, que contiene al nadir. El círculo máximo de la esfera celeste PZQSP’Z’Q’N, cuyo plano contiene al eje del mundo y a la línea vertical, se denomina meridiano celeste local o del lugar. El ecuador celeste corta con el horizonte matemático en una recta que intersecta con la esfera celeste en dos puntos: en el punto del oriente E y en el punto del occidente W. El meridiano celeste local divide la superficie de la esfera celeste en dos hemisferios: el oriental, con el punto oriente E, y el occidental, con el punto occidente W. Los verticales que contienen al punto oriente y al punto occidente se denominan primer vertical oriental y occidental, respectivamente. El meridiano celeste local y el horizonte matemático se cortan por la línea recta NOS, que se denomina línea meridiana. La línea meridiana intersecta con la esfera celeste en dos puntos: en el punto del norte N y en el punto del sur S. Se llama punto del norte aquél que está más cerca del polo celeste boreal. El punto del sur está más cerca del polo celeste austral. El meridiano celeste local y el ecuador celeste se cortan también en una recta que intersecta a la esfera celeste en dos puntos: en el punto superior del ecuador Q’, más cercano al cenit, y en el punto inferior del ecuador Q, que está más cerca del nadir. Además del movimiento de rotación, la Tierra, al igual que el resto de los planetas del Sistema Solar, está dotada de un movimiento de traslación alrededor del Sol, en el mismo sentido que la rotación terrestre, a una distancia media de 149.6·106 CONCEPTO Y DEFINICIONES. 27 ASTRONOMÍA km., describiendo una elipse en la que el centro de gravedad común (situado en el interior de la masa solar) ocupa uno de sus focos. Este movimiento real de la Tierra produce aparentemente un movimiento de traslación del Sol en una trayectoria ideal simétrica a la de la Tierra, ocupando ésta uno de los focos, y recorrida en sentido idéntico. Cuando el Sol se halla más próximo a la Tierra se dice que está en su perigeo y la Tierra en su perihelio; cuando se encuentran más alejados, se dice que el Sol está en su apogeo y la Tierra en su afelio. La línea que une el perihelio con el afelio se denomina línea de los ápsides. El plano que contiene la órbita de la Tierra se llama plano de la eclíptica. La intersección del plano de la eclíptica con la esfera celeste determina un círculo máximo llamado eclíptica. El eje perpendicular al plano de la eclíptica se denomina eje de la eclíptica. Corta la superficie de la esfera celeste en dos puntos: en el polo boreal de la eclíptica, Π, situado en el hemisferio boreal, y el polo austral de la eclíptica, Π’,situado en el hemisferio austral. CONCEPTO Y DEFINICIONES. 28 ASTRONOMÍA El plano de la eclíptica forma con el plano del ecuador terrestre un ángulo denominado oblicuidad de la eclíptica y denotado ε. Este ángulo es aproximadamente de 23º27’ pero no es constante sino que varía en el tiempo tal y como será estudiado posteriormente. El plano de la eclíptica corta al plano del ecuador celeste según distintas rectas en función de la posición de la Tierra en su órbita alrededor del Sol. Un caso particular es de singular interés; cuando el Sol, en su movimiento aparente, corta el ecuador celeste para pasar del hemisferio austral al hemisferio boreal, la intersección del plano de la eclíptica con el plano del ecuador celeste da lugar a una recta denominada línea de los equinoccios. La línea de los equinoccios intersecta a la esfera celeste en dos puntos: en el punto del equinoccio de primavera, punto Aries (γ) o vernal, y en el punto del equinoccio de otoño, punto Libra (Ω). En el punto del equinoccio de primavera el Sol cruza el ecuador celeste, pasando del hemisferio austral de la esfera celeste al hemisferio boreal. En el punto del equinoccio de otoño el Sol cruza el ecuador celeste, pasando del hemisferio boreal de la esfera celeste al hemisferio austral. Cuando el Sol se encuentra en el punto Aries o en Libra la duración de la noche es igual a la del día, de ahí el nombre de equinoccio, que significa en latín igualador. Los puntos de la eclíptica que distan 90º de los puntos del equinoccio se denominan punto del solsticio de verano o vernal, punto de Cáncer, (en el hemisferio boreal) y punto del solsticio de invierno o hiemal, punto de Capricornio, (en el hemisferio austral). La línea definida por los puntos Cáncer y Capricornio se denomina línea de los solsticios. Se denominan máximos de longitud celeste a los círculos que pasan por los polos Π Π' de la eclíptica, y por los centros de los astros. El primer máximo de longitud es el que pasa por Aries. Se denominan paralelos de latitud celeste a los círculos menores de la esfera celeste, paralelos a la eclíptica, que pasan por los centros de los astros. CONCEPTO Y DEFINICIONES. 29 ASTRONOMÍA TEMA 2. SISTEMAS DE COORDENADAS CELESTES. 2.1. INTRODUCCIÓN. Se considerará el espacio afín-euclideo estándar ℜ3. En primer lugar hay que retomar la definición de superficie. Superficie es el lugar geométrico de los valores que adoptan tres funciones dependientes de dos parámetros. La expresión analítica de una superficie se puede realizar de distintas formas: - en forma paramétrica: x = x( u, v ) y = y( u, v ) z = z( u , v ) - en forma vectorial: x = x (u, v) = x(u, v) • e1 + y (u, v ) • e2 + z(u, v) • e3 = ( x1 (u, v), x2 (u, v), x3 (u, v )) - en forma explícita: - en forma implícita: z = f ( x, y) F ( x , y , z) = 0 Un punto de la superficie quedará definido por tres coordenadas. Los tres tipos de coordenadas más utilizadas son: - coordenadas cartesianas.- (x, y, z) que, para el caso de una superficie, se obtienen directamente de la expresión de la superficie en forma paramétrica. - coordenadas esféricas.- Tienen gran trascendencia en el ámbito de la ingeniería geográfica por su utilización tanto en el modelo de superficie de referencia esférico como elipsoidal. SISTEMAS DE COORDENADAS CELESTES. 1 ASTRONOMÍA Se pueden definir otras coordenadas esféricas, cambiando el eje origen y el sentido. Sirva de ejemplo el cambiar el origen de la coordenada ϕ del plano Z=0 al eje Z, y el sentido directo por el retrógrado. El objetivo es definir la posición de un astro en la esfera celeste. La posición quedará determinada por dos parámetros o coordenadas, dado que el objeto de la parametrización no es otro que la superficie de la esfera celeste. Se utilizarán las dos coordenadas angulares de las coordenadas esféricas (λ, ϕ), prescindiendo de la coordenada distancia. Únicamente se considerará la dirección y el sentido del vector de posición. Esto permite prescindir de la métrica inducida por la norma definida a partir del producto escalar estándar, lo que permitiría considerar el espacio afín ℜ3. Existen infinitas parametrizaciones de una superficie. Se considerarán únicamente aquellos sistemas de coordenadas cuyos elementos principales tengan una realidad física que permitan reconstruir la dirección al astro con un instrumento goniométrico. Cada sistema de coordenadas esféricas tiene asociado un sistema de coordenadas cartesianas tridimensionales. Al definir un sistema de coordenadas cartesianas tridimensionales es preciso fijar su origen, el plano fundamental (o plano Z=0, plano definido por los ejes X, Y). De esta forma ya ha quedado definido el eje Z, o eje fundamental, como el director del plano fundamental que pasa por el centro. A continuación se ha de definir el sentido creciente en el eje Z., la dirección del eje X en el plano fundamental y su sentido creciente. El eje Y, su dirección y sentido, se define normalmente exigiendo que forme junto a los dos ejes anteriores una terna dextrógira. En astronomía de posición se utilizan principalmente cuatro sistemas de coordenadas. Como origen de cada uno de los sistemas de coordenadas se considera el centro de la esfera celeste. Cada sistema tendrá un plano fundamental, en el que se anula la segunda coordenada esférica angular. Las coordenadas esféricas recibirán distinta denominación y denotación en cada uno de los sistemas de coordenadas. Es fundamental estudiar la transformación entre cada uno de los sistemas, las ventajas e inconvenientes entre ellos, así como el objeto de aplicación de cada uno de ellos. SISTEMAS DE COORDENADAS CELESTES. 2 ASTRONOMÍA En astronomía de posición se consideran sistemas de coordenadas topocéntricos, geocéntricos y heliocéntricos según el origen se sitúe en el lugar de observación, el centro de masas de la Tierra o el centro de masas del Sistema Solar, respectivamente. La relación entre ellos, que pasa por una traslación afín, será objeto de estudio en temas posteriores. A pesar de que la correcta notación de la latitud astronómica es Φ, se denotará con ϕ, notación correcta de la latitud geodésica, debido a que es la empleada en la bibliografía recomendada al alumno. 2.2. SISTEMAS DE COORDENADAS ECUATORIALES HORARIAS. HORIZONTALES Y El motivo de estudiar conjuntamente estos dos sistemas de coordenadas es que su definición se relaciona con el movimiento diurno de la esfera celeste. 2.2.1. SISTEMA DE COORDENADAS HORIZONTALES. En un punto de la superficie terrestre, la dirección de la vertical astronómica instantánea es materializable mediante el eje principal de un teodolito correctamente nivelado. El centro del teodolito estacionado materializa el centro de la esfera celeste. Por este motivo, se define como eje fundamental (eje Z) de este sistema de coordenadas la dirección de la vertical astronómica con sentido positivo hacia el zenit. El plano fundamental, normal al eje fundamental por el centro del sistema de coordenadas, será el plano horizonte astronómico. Como dirección del eje Y se ha de utilizar una dirección materializable, recuperable, que no será otra que la dirección de la meridiana astronómica, con sentido positivo hacia el sur. El eje X será la dirección de la línea este-oeste, con sentido positivo hacia el oeste, de forma que completa una terna dextrógira con los ejes Y y Z. Sobre la esfera celeste, el eje Z se proyecta en el cenit, el eje Y se proyecta en el punto S y el eje X se proyecta en el punto W. En el sistema cartesiano tridimensional definido tiene asociado un sistema de coordenadas esféricas. La dirección y sentido del vector correspondiente a un astro en este sistema de coordenadas queda definida mediante las coordenadas: SISTEMAS DE COORDENADAS CELESTES. 3 ASTRONOMÍA - Coordenada acimut astronómico, A.- ángulo desde el meridiano celeste (plano X=0) hasta el plano vertical del astro, medido en el sentido retrógrado. Equivalentemente, se define como el arco sobre el horizonte astronómico desde el punto sur hasta el vertical del astro, medido en el sentido retrógrado, en el sentido de la rotación diaria de la esfera celeste. - Coordenada altura, h.- ángulo que forma el vector del astro con el horizonte matemático (plano Z=0), medido desde el horizonte astronómico en el sentido directo. Equivalentemente, se define como el arco medido sobre el vertical del astro, desde el horizonte matemático hasta el almicantarat del astro, en el sentido directo. En ocasiones conviene utilizar como segunda coordenada esférica horizontal la distancia cenital del astro, z.- ángulo que forma el vector del astro con el eje Z, medido desde el eje Z en el sentido retrógrado, o equivalentemente, arco medido sobre el vertical del astro desde el cenit hasta el almicantarat del astro, en el sentido retrógrado. Los dominios de las coordenadas horizontales son: 0º ≤ A < 360º, -90º ≤ h ≤ 90º, 0º ≤ z ≤ 180º A diferencia de los acimutes astronómicos, que se miden desde el sur astronómico, los acimutes geodésicos se miden desde el norte geodésico. Debido a esto, a parte de la pequeña diferencia entre los nortes astronómico y geodésico, hay una diferencia de 180º. 2.2.2. SISTEMA DE COORDENADAS ECUATORIALES HORARIAS. El origen de este sistema de coordenadas es el centro de la esfera celeste. Se define como eje fundamental (eje Z) la dirección del eje del mundo con sentido positivo hacia el polo celeste boreal. El plano fundamental, normal al eje fundamental por el centro del sistema de coordenadas, será el ecuador de la esfera celeste. El eje Y es la intersección del plano meridiano celeste local y en el ecuador celeste o fundamental. Es decir, el eje Y es la línea QQ´. El sentido positivo es el del punto Q´, o punto superior del ecuador celeste. El eje X será la dirección de la línea este-oeste, con sentido positivo hacia el oeste, de forma que completa una terna SISTEMAS DE COORDENADAS CELESTES. 4 ASTRONOMÍA dextrógira con los ejes Y y Z. Sobre la esfera celeste, el eje Z se proyecta en el polo celeste boreal, el eje Y se proyecta en el punto Q´ y el eje X se proyecta en el punto W. En el sistema cartesiano tridimensional definido tiene asociado un sistema de coordenadas esféricas. La dirección y sentido del vector correspondiente a un astro en este sistema de coordenadas queda definida mediante las coordenadas: - Coordenada ángulo horario, H.- ángulo desde el meridiano celeste (plano X=0) hasta el meridiano celeste del astro, medido en el sentido retrógrado. Equivalentemente, se define como el arco sobre el ecuador celeste desde el punto Q´ hasta el meridiano celeste del astro, medido en el sentido retrógrado, en el sentido de la rotación diaria de la esfera celeste. Se suele expresar en magnitud de tiempo. - Coordenada declinación, δ.- ángulo que forma el vector del astro con el ecuador celeste (plano Z=0), medido desde el ecuador celeste en el sentido directo. Equivalentemente, se define como el arco medido sobre el meridiano celeste del astro, medido desde el ecuador celeste hasta el paralelo celeste del astro, en el sentido directo. En ocasiones conviene utilizar como segunda coordenada esférica ecuatorial horaria la distancia polar del astro, ρ.- ángulo que forma el vector del astro con el eje Z, medido desde el eje Z en el sentido directo, o equivalentemente, arco medido sobre el meridiano celeste del astro desde el polo celeste boreal hasta el paralelo celeste del astro, en el sentido retrógrado. SISTEMAS DE COORDENADAS CELESTES. 5 ASTRONOMÍA Los dominios de las coordenadas ecuatoriales horarias son: 0h≤ H <24h, -90º≤ δ ≤ 90º, 0º≤ ρ ≤180º. 2.2.3. DEPENDENCIA ENTRE LA ALTURA DEL POLO CELESTE Y LA LATITUD DEL LUGAR DE OBSERVACIÓN ASTRONÓMICA. La rotación de la esfera celeste es un fenómeno aparente, y representa en sí el resultado de la rotación real de la Tierra alrededor de su eje en el sentido contrario. Por esto, cualquiera que sea el punto de la superficie de la Tierra en el que se encuentre el observador, éste siempre verá la rotación de la esfera celeste, que tiene lugar alrededor del eje del mundo: línea recta que es paralela al eje de rotación de la Tierra. La dirección de la línea de la plomada, dirección del vector de la gravedad o vertical astronómica, por el contrario, varía al desplazarse el observador por la superficie terrestre, y forma distintos ángulos con el eje del mundo. La posición relativa de los círculos y puntos de la esfera celeste, ligados con el eje del mundo y con la vertical, depende, por consiguiente, de la dirección de esta última, es decir, de la posición del observador en la superficie de la Tierra. Esta dependencia se expresa de la forma siguiente: “la altura hP del polo celeste sobre el horizonte siempre es igual a la latitud astronómica ϕ del lugar de observación”. El polo celeste a considerar en la afirmación anterior es el boreal si el lugar de observación se encuentra en el hemisferio boreal, y el austral si se encuentra en el austral. La comprobación de esta afirmación se desprende directamente de una representación gráfica de los elementos celestes que intervienen. Consecuencias directas son: ♦ La declinación del cenit es igual a la latitud astronómica. ♦ La distancia polar del punto norte N es igual a la latitud astronómica. ♦ La distancia cenital del punto superior del ecuador celeste Q´ es igual a la latitud astronómica. ♦ La distancia polar del cenit es 90º-ϕ. SISTEMAS DE COORDENADAS CELESTES. 6 ASTRONOMÍA ♦ La declinación del punto norte N es 90º-ϕ. ♦ La altura del punto superior del ecuador Q´ es 90º-ϕ. 2.2.4. VENTAJAS E INCONVENIENTES ENTRE AMBOS SISTEMAS DE COORDENADAS. La gran ventaja de las coordenadas horizontales es que pueden ser obtenidas con un teodolito, o con un telescopio que disponga de un sistema de nivelación. Su inconveniente radica en el hecho de la variación continua en el tiempo y en el espacio. Dado un lugar de observación, las coordenadas horizontales de un astro varían constantemente y, además, de forma no uniforme. Dado un astro y un instante de observación, las coordenadas horizontales dependen del lugar de observación. El principal inconveniente de las coordenadas ecuatoriales horarias es que para medirlas es necesario situar el eje principal del aparato, teodolito o telescopio, en la dirección del eje fundamental de este sistema de coordenadas, en la dirección del eje del mundo. Esto se consigue en telescopios que disponen de montaje ecuatorial introduciendo como altura del polo celeste la latitud astronómica. La principal ventaja del sistema de coordenadas ecuatoriales horarias es que la declinación de las estrellas es constante en el tiempo y en el espacio. Es constante en el espacio debido a que no depende del lugar de observación. Es constante respecto al tiempo debido a que el movimiento de una estrella, por la rotación de la esfera celeste, se produce en el plano paralelo celeste que la contiene, en un plano perpendicular al eje de rotación, eje del mundo, es decir, paralelo al plano ecuador celeste. Hay otros astros, animados de otros movimientos, tales como el Sol, la Luna y los planetas, que no conservan esta coordenada. SISTEMAS DE COORDENADAS CELESTES. 7 ASTRONOMÍA La coordenada ángulo horario depende del lugar de observación ya que su origen está contenido en el meridiano celeste local. Para un astro, y para un instante, la diferencia entre el ángulo horario del mismo para dos observatorios distintos coincide con la diferencia de longitud astronómica transformada en tiempo. Además, esta coordenada varía con el tiempo. Las estrellas, por la rotación de la esfera celeste, se desplazan en su paralelo celeste de este a oeste. Si se asume que el movimiento de rotación de la Tierra es uniforme, la variación del ángulo horario de una estrella es uniforme. Cuando una estrella cruza el meridiano celeste local su ángulo horario se anula, transcurrido un intervalo de tiempo, el ángulo horario será igual al tiempo transcurrido. He aquí la explicación del sentido de crecimiento del ángulo horario y el motivo del porqué de que a este sistema de coordenadas se le denomine ecuatorial horario. En las siguientes figuras se observa el comportamiento analizado de las coordenadas ecuatoriales horarias. En la figura de la izquierda se aprecia como, para un lugar, la declinación de una estrella es constante y su ángulo horario varía con el movimiento diurno. En la figura de la derecha se aprecia como, para dos lugares, la diferencia entre los ángulos horarios de una estrella en un instante es la diferencia de longitud. 2.2.5. TRANSFORMACIÓN ENTRE LOS DOS SISTEMAS DE COORDENADAS. Ya se hizo alusión a lo importante de establecer las transformaciones que permitan pasar de un sistema de coordenadas a cualquier otro. La deducción de las fórmulas que permiten realizar la transformación se suele plantear a partir de trigonometría esférica. El inconveniente que presenta esta deducción es la necesidad de recordar expresiones de la misma. Esta deducción se encuentra en toda la bibliografía. Se estudiará de un modo diferente, a través de álgebra lineal. Tal y como han sido definidos los sistemas cartesianos tridimensionales las coordenadas horizontales y de las coordenadas ecuatoriales horarias, tienen el eje X común, la línea EW. Las direcciones de los ejes de un sistema cartesiano tridimensional SISTEMAS DE COORDENADAS CELESTES. 8 ASTRONOMÍA definen una base del espacio vectorial ℜ3. El problema que se plantea no es sino un cambio de base en el que uno de los vectores de ambas bases coincide, el correspondiente al eje X (1, 0, 0). Recuérdese que se prescinde de la distancia, los parámetros definidos en cada sistema sólo permiten fijar la dirección y sentido de un vector. Para obtener las coordenadas cartesianas tridimensionales de un punto de la superficie de la esfera celeste es preciso asumir un valor para el radio de la misma. Se adopta radio unidad. De esta forma, si se denotan con (x1, y1, z1) y (x2, y2, z2) las coordenadas de un astro en el sistema cartesiano tridimensional horizontal y en el cartesiano tridimensional ecuatorial horario respectivamente, teniendo en cuenta la definición de ambos sistemas, se obtienen por: x1 = cos(h ) ⋅ sen ( A) y1 = cos(h ) ⋅ cos( A) z1 = sen (h ) x2 = cos(δ ) ⋅ sen (H ) y 2 = cos(δ ) ⋅ cos(H ) z 2 = sen (δ ) La transformación de coordenadas cartesianas tridimensionales horizontales a cartesianas tridimensionales ecuatoriales horarias es un cambio de base que se puede interpretar como una rotación en torno al eje X de magnitud (90º-ϕ) y sentido directo. De forma matricial: SISTEMAS DE COORDENADAS CELESTES. 9 ASTRONOMÍA 0 0 ⎛ x2 ⎞ ⎛ 1 ⎞ ⎛ x1 ⎞ ⎜ ⎟ ⎜ ⎟ ⎜ ⎟ ⎜ y 2 ⎟ = ⎜ 0 cos(90º −ϕ ) sen (90º −ϕ )⎟ ⋅ ⎜ y1 ⎟ ⇒ X 1 = R(ϕ ) ⋅ X 2 ⎜ z ⎟ ⎜ 0 − sen (90º −ϕ ) cos(90º −ϕ )⎟ ⎜ z ⎟ ⎝ 2⎠ ⎝ ⎠ ⎝ 1⎠ 0 0 ⎞ ⎛ x1 ⎞ ⎛ x2 ⎞ ⎛ 1 ⎟ ⎜ ⎟ ⎜ ⎟ ⎜ ⎜ y 2 ⎟ = ⎜ 0 sen (ϕ ) cos(ϕ )⎟ ⋅ ⎜ y1 ⎟ ⎜ z ⎟ ⎜ 0 − cos(ϕ ) sen (ϕ )⎟ ⎜ z ⎟ ⎠ ⎝ 1⎠ ⎝ 2⎠ ⎝ Expresado como ecuaciones y sustituyendo los valores de las coordenadas cartesianas tridimensionales en función de las esféricas: x2 = x1 y2 = sen (ϕ ) ⋅ y1 + cos(ϕ ) ⋅ z1 z 2 = − cos(ϕ ) ⋅ y1 + sen (ϕ ) ⋅ z1 cos(δ ) ⋅ sen (H ) = cos(h ) ⋅ sen ( A) cos(δ ) ⋅ cos(H ) = sen (ϕ ) ⋅ cos(h ) ⋅ cos( A) + cos(ϕ ) ⋅ sen (h ) sen (δ ) = − cos(ϕ ) ⋅ cos(h ) ⋅ cos( A) + sen (ϕ ) ⋅ sen (h ) Estas tres últimas ecuaciones permiten obtener la transformación. Hay dos formas de proceder: ♦ Calcular en primer lugar la declinación con la tercera ecuación y después sustituirla en la segunda para obtener el cos(H). Obtener el cos(H) no significa, en principio, obtener H, pero teniendo en cuenta que H está en los dos primeros cuadrantes si, y sólo si, A lo está, el problema está resuelto. Adviértase que el sen(H) no permitiría resolverlo. De cualquier forma, ante la duda siempre se pueden obtener sen(H) y cos(H) sustituyendo la declinación en las dos primeras ecuaciones. ♦ Tal y como se resuelve en la bibliografía. Se parte de las mismas tres ecuaciones. Se plantea un cambio de variables: m ⋅ sen (M ) = cos(h ) ⋅ cos( A) m ⋅ cos(M ) = sen (h ) Se transforma el sistema de tres ecuaciones llegando a: tg(M ) = cos( A) ⋅ cot g (h ) tg(H ) = sen (M ) ⋅ tg ( A) cos(ϕ − M ) tg(δ ) = cos(H ) ⋅ tg(ϕ − M ) que resuelven el problema utilizando la misma relación entre los valores de A y H. La transformación de coordenadas cartesianas tridimensionales ecuatoriales horarias a coordenadas cartesianas tridimensionales horizontales es también un cambio de base representable como una rotación en torno al eje X, común de ambos sistemas, SISTEMAS DE COORDENADAS CELESTES. 10 ASTRONOMÍA de la misma magnitud pero de sentido contrario, es decir, de sentido retrógrado. Se puede deducir su expresión al igual que se hizo en el caso anterior o partir de la propiedad de ortogonalidad de la matriz R(ϕ): la inversa de una matriz ortogonal es igual a su transpuesta. X 1 = R (ϕ ) ⋅ X 2 ⇔ X 2 = R (ϕ ) ⋅ X 1 ⇔ X 2 = R (ϕ ) ⋅ X 1 −1 T resultando, 0 0 ⎞ ⎛ x2 ⎞ ⎛ x1 ⎞ ⎛ 1 ⎜ ⎟ ⎜ ⎟ ⎜ ⎟ ( ) (ϕ )⎟ ⋅ ⎜ y 2 ⎟ y 0 sen ϕ cos = − ⎜ 1⎟ ⎜ ⎜ z ⎟ ⎜ 0 cos(ϕ ) sen (ϕ ) ⎟ ⎜ z ⎟ ⎝ 1⎠ ⎝ ⎠ ⎝ 2⎠ que da lugar a las ecuaciones de la transformación: x1 = x 2 y1 = sen (ϕ ) ⋅ y 2 − cos(ϕ ) ⋅ z 2 z1 = cos(ϕ ) ⋅ y 2 + sen (ϕ ) ⋅ z 2 cos(h ) ⋅ sen ( A) = cos(δ ) ⋅ sen (H ) cos(h ) ⋅ cos( A) = sen (ϕ ) ⋅ cos(δ ) ⋅ cos(H ) − cos(ϕ ) ⋅ sen (δ ) sen (h ) = cos(ϕ ) ⋅ cos(δ ) ⋅ cos(H ) + sen (ϕ ) ⋅ sen (δ ) Estas tres últimas ecuaciones permiten obtener la transformación. Hay dos formas de proceder: ♦ Calcular en primer lugar la altura con la tercera ecuación y después sustituirla en la segunda para obtener el cos(A). Obtener el cos(A) no significa, en principio, obtener A, pero teniendo en cuenta que A está en los dos primeros cuadrantes si, y sólo si, H lo está, el problema está resuelto. Adviértase que el sen(A) no permitiría resolverlo. De cualquier forma, ante la duda siempre se pueden obtener sen(A) y cos(A) sustituyendo la declinación en las dos primeras ecuaciones. ♦ Tal y como se resuelve en la bibliografía. Se parte de las mismas tres ecuaciones. Se plantea un cambio de variables: m ⋅ cos (M ) = cos (δ ) ⋅ cos(H ) m ⋅ sen (M ) = sen (δ ) Se transforma el sistema de tres ecuaciones llegando a: cot g (M ) = cos(H ) ⋅ cot g (δ ) tg( A) = cos(M ) ⋅ tg (H ) sen (ϕ − M ) tg(h ) = cos( A) ⋅ cot g (ϕ − M ) SISTEMAS DE COORDENADAS CELESTES. 11 ASTRONOMÍA que resuelven el problema utilizando la misma relación entre los valores de A y H. 2.3. SISTEMAS ABSOLUTAS. DE COORDENADAS ECUATORIALES 2.3.1. DEFINICIÓN DEL SISTEMA DE COORDENADAS ECUATORIALES ABSOLUTAS. El motivo de la denominación de coordenadas ecuatoriales absolutas es las coordenadas de un astro en este sistema, salvo pequeñas correcciones que se estudiarán en temas posteriores, van a ser invariantes frente al tiempo y al espacio. Recuérdese que el principal inconveniente de las coordenadas horarias es la variación del ángulo horario. En el sistema que se define a continuación este inconveniente se solventa. El carácter absoluto de las coordenadas ecuatoriales absolutas hace que estas sean las más convenientes para definir la posición de una estrella y por ello figuran en los distintos catálogos estelares. El origen de este sistema de coordenadas es el centro de la esfera celeste. Se define como eje fundamental (eje Z) la dirección del eje del mundo con sentido positivo hacia el polo celeste boreal. El plano fundamental, normal al eje fundamental por el centro del sistema de coordenadas, será el ecuador de la esfera celeste. El eje X es la intersección del plano del ecuador celeste con el plano de la eclíptica, es decir, la línea de los equinoccios, con sentido positivo hacia el punto Aries. El eje Y será tal que complete con los ejes X y Z una terna dextrógira. Sobre la esfera celeste, el eje Z se proyecta en el polo celeste boreal y el eje X se proyecta en el punto γ. El sistema cartesiano tridimensional definido tiene asociado un sistema de coordenadas esféricas. La dirección y sentido del vector correspondiente a un astro en este sistema de coordenadas queda definida mediante la coordenada declinación, coincidente con la del sistema de coordenadas ecuatoriales horarias, y una segunda coordenada: Coordenada ascensión recta, α.- ángulo desde el meridiano celeste del punto Aries (plano Y=0) hasta el meridiano celeste del astro, medido en el sentido directo. Equivalentemente, se define como el arco sobre el ecuador celeste desde el punto γ hasta el meridiano celeste del astro, medido en el sentido directo, en el sentido contrario al de la rotación diaria de la esfera celeste. Se suele expresar en magnitud de tiempo. SISTEMAS DE COORDENADAS CELESTES. 12 ASTRONOMÍA En ocasiones conviene utilizar como segunda coordenada esférica ecuatorial absoluta, al igual que sucedía en el sistema de coordenadas ecuatoriales horarias, la distancia polar del astro, ρ. Los dominios de las coordenadas ecuatoriales horarias son: 0h≤ α <24h, -90º≤ δ ≤90º, 0º≤ ρ ≤180º. El motivo de que la ascensión recta de un astro que conserve su posición en la esfera celeste sea constante es que el punto Aries también es un punto fijo de la esfera celeste, salvo pequeñas correcciones que se estudiarán en temas posteriores. 2.3.2. TRANSFORMACIÓN ENTRE EL SISTEMA DE ECUATORIALES HORARIAS Y EL SISTEMA DE ECUATORIALES ABSOLUTAS. RELACIÓN ENTRE α Y H. COORDENADAS COORDENADAS Tanto la coordenada H del sistema de coordenadas ecuatoriales horarias como la coordenada α del sistema de coordenadas ecuatoriales absolutas se miden sobre el ecuador. El ángulo horario tiene origen en el punto superior del ecuador que es fijo para un lugar de observación. La ascensión recta tiene origen en el punto vernal que es fijo en la esfera celeste y por tanto está afectado de la rotación diurna de la esfera celeste. Por tanto, el punto vernal, al igual que cualquier estrella, completa una revolución pasando por el meridiano celeste local. Esto lleva a considerar la variación del ángulo horario del punto vernal. Cuando el punto vernal se encuentra en el meridiano celeste local su ángulo horario se anula y comienza a aumentar a medida que la esfera celeste rota. Se define la coordenada temporal hora sidérea, y se denota θ, cómo el ángulo horario del punto vernal para un lugar y un instante de observación. SISTEMAS DE COORDENADAS CELESTES. 13 ASTRONOMÍA Si se considera una estrella cuya ascensión recta sea menor al ángulo horario del punto vernal, es directo el comprobar que el ángulo horario del punto vernal es igual a la suma de la ascensión recta de la estrella y del ángulo horario de la misma. El enunciado anterior es cierto para cualquier estrella pero más sencillo de ver gráficamente en el caso considerado. Esta consideración permite establecer una ecuación que en muchos textos figura como la ecuación fundamental de la astronomía de posición: θ =α + H Dado que la ascensión recta de una estrella es constante en el tiempo, el incremento de la hora sidérea con la rotación diurna de la esfera celeste se justifica con el incremento del ángulo horario de la estrella. Es evidente que la aplicación directa de la hora sidérea a la astronomía de posición es el paso entre el sistema de coordenadas ecuatoriales absolutas y el sistema de coordenadas ecuatoriales horarias. Un ejemplo directo de este tipo de aplicación es el determinar las coordenadas horizontales de una estrella para un lugar de observación y un instante determinado. El proceso sería transformar las coordenadas ecuatoriales absolutas a ecuatoriales horarias a través del tiempo sidéreo del lugar e instante para, a continuación, obtener las coordenadas horizontales a través de la latitud astronómica del lugar. Queda justificado que el carácter fundamental de la ecuación en cuanto a la astronomía de posición se refiere. Prácticamente la totalidad de los problemas que se plantean en astronomía de posición pasan por el conocimiento, o determinación, de la hora sidérea. 2.4. SISTEMAS DE COORDENADAS ECLÍPTICAS. SISTEMAS DE COORDENADAS CELESTES. 14 ASTRONOMÍA 2.4.1. DEFINICIÓN DEL SISTEMA DE COORDENADAS ECLÍPTICAS. Tanto el sistema de coordenadas ecuatoriales horarias cómo el sistema de coordenadas ecuatoriales absolutas incluyen en su definición como plano fundamental al plano del ecuador celeste. Elegir como plano fundamental el plano del ecuador celeste es óptimo si lo que se pretende es estudiar la posición de astros cuyo movimiento se debe a la rotación de la Tierra ya que su movimiento se produce en planos paralelos al ecuador celeste, paralelos celestes. Sin embargo, hay astros animados de movimientos adicionales. Un ejemplo de estos son los planetas del sistema solar que orbitan describiendo elipses en torno al Sol, con el centro de masas respectivo en uno de los focos de la elipse. Además, los planos orbitales de cada planeta, incluido el de la Tierra, no coinciden ni son constantes en el tiempo. En astronomía de posición y mecánica celeste se estudia la posición relativa de los diferentes planos orbitales de los planetas con respecto al plano orbital de la Tierra, eclíptica. Parece lógico, por tanto, utilizar para el estudio del movimiento de estos astros un sistema de coordenadas que como plano fundamental utilice al plano de la eclíptica. Este sistema de coordenadas es el sistema de coordenadas eclípticas que se procede a definir. El origen de este sistema de coordenadas es el centro de la esfera celeste. Se define como eje fundamental (eje Z) la dirección del eje de la eclíptica, ΠΠ’, con sentido positivo hacia el polo boreal de la eclíptica. El plano fundamental, normal al eje fundamental por el centro del sistema de coordenadas, será el plano de la eclíptica. El eje X es la intersección del plano del ecuador celeste con el plano de la eclíptica, es decir, la línea de los equinoccios, con sentido positivo hacia el punto Aries. El eje Y será tal que complete con los ejes X y Z una terna dextrógira. Sobre la esfera celeste, el eje Z se proyecta en el polo boreal de la eclíptica y el eje X se proyecta en el punto γ. En el sistema cartesiano tridimensional definido tiene asociado un sistema de coordenadas esféricas. La dirección y sentido del vector correspondiente a un astro en este sistema de coordenadas queda definida mediante las coordenadas: - Coordenada longitud eclíptica o celeste, λ.- ángulo desde el máximo de longitud celeste del punto Aries (plano Y=0) hasta el máximo de longitud celeste del astro, medido en el sentido directo. Equivalentemente, se define como el arco sobre la eclíptica desde el punto γ hasta el máximo de longitud celeste del astro, medido en el sentido directo, en el sentido contrario al de la rotación diaria de la esfera celeste. Se suele expresar en magnitud angular. - Coordenada latitud eclíptica o celeste, β.- ángulo que forma el vector del astro con el plano de la eclíptica (plano Z=0), medido desde el plano de la eclíptica en el sentido directo. Equivalentemente, se define como el arco medido sobre el máximo de longitud celeste del astro, medido desde el plano de la eclíptica hasta el paralelo de latitud celeste del astro, en el sentido directo. SISTEMAS DE COORDENADAS CELESTES. 15 ASTRONOMÍA Los dominios de las coordenadas ecuatoriales horarias son: 0º≤ λ <360º, -90º≤ β ≤90º. 2.4.2. TRANSFORMACIÓN ENTRE EL SISTEMA DE COORDENADAS ECUATORIAL ABSOLUTO Y EL SISTEMA DE COORDENADAS ECLÍPTICAS. Ya se hizo alusión a lo importante de establecer las transformaciones que permitan pasar de un sistema de coordenadas a cualquier otro. La deducción de las fórmulas que permiten realizar la transformación se suele plantear a partir de trigonometría esférica. El inconveniente que presenta esta deducción es la necesidad de recordar expresiones de la misma. Esta deducción se encuentra en toda la bibliografía. Se estudiará de un modo diferente, a través de álgebra lineal. Tal y como han sido definidos los sistemas cartesianos tridimensionales las coordenadas ecuatoriales absolutas y de las coordenadas eclípticas, tienen el eje X común, la línea de los equinoccios. Las direcciones de los ejes de un sistema cartesiano tridimensional definen una base del espacio vectorial ℜ3. El problema que se plantea no es sino un cambio de base en el que uno de los vectores de ambas bases coincide, el correspondiente al eje X (1, 0, 0). Recuérdese que se prescinde de la distancia, los parámetros definidos en cada sistema sólo permiten fijar la dirección y sentido de un vector. Para obtener las coordenadas cartesianas tridimensionales de un punto de la superficie de la esfera celeste es preciso asumir un valor para el radio de la misma. Se adopta radio unidad. De esta forma, si se denotan con (x1, y1, z1) y (x2, y2, z2) las coordenadas de un astro en el sistema cartesiano tridimensional ecuatorial absoluto y en el cartesiano tridimensional eclíptico respectivamente, teniendo en cuenta la definición de ambos sistemas, se obtienen por: SISTEMAS DE COORDENADAS CELESTES. 16 ASTRONOMÍA x1 = cos(δ ) ⋅ cos(α ) y1 = cos(δ ) ⋅ sen (α ) z1 = sen (δ ) x 2 = cos(β ) ⋅ cos(λ ) y 2 = cos(β ) ⋅ sen (λ ) z 2 = sen (β ) La transformación de coordenadas cartesianas tridimensionales ecuatoriales absolutas a cartesianas tridimensionales eclípticas es un cambio de base que se puede interpretar como una rotación en torno al eje X de magnitud ε, oblicuidad de la eclíptica, y sentido directo. De forma matricial: 0 0 ⎞ ⎛ x1 ⎞ ⎛ x2 ⎞ ⎛ 1 ⎟ ⎜ ⎟ ⎜ ⎟ ⎜ ( ) (ε )⎟ ⋅ ⎜ y1 ⎟ ⇒ X 1 = R(ε ) ⋅ X 2 ε y 0 cos sen = ⎜ 2⎟ ⎜ ⎜ z ⎟ ⎜ 0 − sen (ε ) cos(ε )⎟ ⎜ z ⎟ ⎠ ⎝ 1⎠ ⎝ 2⎠ ⎝ Expresado como ecuaciones y sustituyendo los valores de las coordenadas cartesianas tridimensionales en función de las esféricas: x 2 = x1 y 2 = cos(ε ) ⋅ y1 + sen (ε ) ⋅ z1 z 2 = − sen (ε ) ⋅ y1 + cos(ε ) ⋅ z1 cos(β ) ⋅ cos(λ ) = cos(δ ) ⋅ cos(α ) cos(β ) ⋅ sen (λ ) = cos(ε ) ⋅ cos(δ ) ⋅ sen (α ) + sen (ε ) ⋅ sen (δ ) sen (β ) = − sen (ε ) ⋅ cos(δ ) ⋅ sen (α ) + cos(ε ) ⋅ sen (δ ) Estas tres últimas ecuaciones permiten obtener la transformación. Hay dos formas de proceder: ♦ Calcular en primer lugar la latitud eclíptica con la tercera ecuación y después sustituirla en la primera para obtener el cos(λ). Obtener el cos(λ) no SISTEMAS DE COORDENADAS CELESTES. 17 ASTRONOMÍA significa, en principio, obtener λ, pero teniendo en cuenta que λ está en los dos primeros cuadrantes si, y sólo si, α lo está, el problema está resuelto. Adviértase que el sen(λ) no permitiría resolverlo. De cualquier forma, ante la duda siempre se pueden obtener sen(λ) y cos(λ) sustituyendo la declinación en las dos primeras ecuaciones. ♦ Tal y como se resuelve en la bibliografía. Se parte de las mismas tres ecuaciones. Se plantea un cambio de variables: M ⋅ sen ( N ) = sen (δ ) M ⋅ cos (N ) = cos(δ ) ⋅ sen (α ) Se transforma el sistema de tres ecuaciones llegando a: tg(N ) = tg(δ ) sen(α ) tg(λ ) = tg(α ) ⋅ cos( N − ε ) cos( N ) tg(β ) = sen(λ ) ⋅ tg(N − ε ) que resuelven el problema utilizando la misma relación entre los valores de α y λ. La transformación de coordenadas cartesianas tridimensionales eclípticas a coordenadas cartesianas tridimensionales ecuatoriales absolutas es también un cambio de base representable como una rotación en torno al eje X, común de ambos sistemas, de la misma magnitud pero de sentido contrario, es decir, de sentido retrógrado. Se puede deducir su expresión al igual que se hizo en el caso anterior o partir de la propiedad de ortogonalidad de la matriz R(ε): la inversa de una matriz ortogonal es igual a su transpuesta. X 1 = R (ε ) ⋅ X 2 ⇔ X 2 = R (ε ) ⋅ X 1 ⇔ X 2 = R (ε ) ⋅ X 1 −1 T resultando, 0 0 ⎞ ⎛ x2 ⎞ ⎛ x1 ⎞ ⎛ 1 ⎟ ⎜ ⎟ ⎜ ⎟ ⎜ ( ) (ε )⎟ ⋅ ⎜ y 2 ⎟ y 0 cos ε sen = − ⎜ 1⎟ ⎜ ⎜ z ⎟ ⎜ 0 sen (ε ) cos(ε ) ⎟ ⎜ z ⎟ ⎠ ⎝ 2⎠ ⎝ 1⎠ ⎝ que da lugar a las ecuaciones de la transformación: x1 = x 2 y1 = cos(ε ) ⋅ y 2 − sen (ε ) ⋅ z 2 z1 = sen (ε ) ⋅ y 2 + cos(ε ) ⋅ z 2 cos(δ ) ⋅ cos(α ) = cos(β ) ⋅ cos(λ ) cos(δ ) ⋅ sen (α ) = cos(ε ) ⋅ cos(β ) ⋅ sen (λ ) − sen (ε ) ⋅ sen (β ) sen (δ ) = sen (ε ) ⋅ cos(β ) ⋅ sen (λ ) + cos(ε ) ⋅ sen (β ) SISTEMAS DE COORDENADAS CELESTES. 18 ASTRONOMÍA Estas tres últimas ecuaciones permiten obtener la transformación. Hay dos formas de proceder: ♦ Calcular en primer lugar la declinación con la tercera ecuación y después sustituirla en la primera para obtener el cos(α). Obtener el cos(α) no significa, en principio, obtener α, pero teniendo en cuenta que α está en los dos primeros cuadrantes si, y sólo si, λ lo está, el problema está resuelto. Adviértase que el sen(α) no permitiría resolverlo. De cualquier forma, ante la duda siempre se pueden obtener sen(α) y cos(α) sustituyendo la declinación en las dos primeras ecuaciones. ♦ Tal y como se resuelve en la bibliografía. Se parte de las mismas tres ecuaciones. Se plantea un cambio de variables: M ⋅ sen ( N ) = sen (β ) M ⋅ cos (N ) = cos(β ) ⋅ sen (λ ) Se transforma el sistema de tres ecuaciones llegando a: tg(N ) = tg(β ) sen(λ ) tg(α ) = tg(λ ) ⋅ cos(N + ε ) cos( N ) tg(δ ) = sen(α ) ⋅ tg( N + ε ) que resuelven el problema utilizando la misma relación entre los valores de α y λ. Es importante hacer notar que estas transformaciones dependen de la oblicuidad de la eclíptica cuyo valor promedio y variación se apuntó en el primer tema. 2.5. RESUMEN CELESTES. DE LOS SISTEMAS DE COORDENADAS Se han estudiado cuatro sistemas de coordenadas celestes para expresar la posición de un astro: ♦ Coordenadas horizontales ( A, h ) ♦ Coordenadas ecuatoriales horarias (H , δ ) ♦ Coordenadas ecuatoriales absolutas (α , δ ) ♦ Coordenadas eclípticas (λ , β ) Se han estudiado las transformaciones entre las coordenadas horizontales y ecuatoriales horarias, que resulta función del lugar de observación, de la latitud astronómica. Se han estudiado las transformaciones entre las coordenadas ecuatoriales horarias y las coordenadas ecuatoriales absolutas, que resulta función del lugar e instante de la observación, de la hora sidérea. Se han estudiado las transformaciones entre las coordenadas ecuatoriales absolutas y las coordenadas eclípticas, que resulta función de la oblicuidad de la eclíptica. SISTEMAS DE COORDENADAS CELESTES. 19 ASTRONOMÍA En este momento no debe presentar ninguna dificultad el obtener, a partir de las coordenadas de un astro en un determinado sistema y de la información necesaria (ϕ ,θ , ε ) , las coordenadas en cualquier otro sistema. La correcta resolución de estas transformaciones es fundamental dado que intervendrán como una parte del cálculo de los diferentes problemas de astronomía de posición que se plantearán en temas posteriores. Un problema que todavía no ha sido tratado es cómo influye en las coordenadas en un determinado sistema el que el observador, centro de la esfera celeste, se considere situado en un punto de la superficie terrestre (sistema topocéntrico), en el centro de masas de la Tierra (coordenadas geocéntricas) o en el centro del Sol (sistema heliocéntrico). El motivo es que es preciso abordar previamente el estudio de temas tales como el paralaje diurno y anuo. Tampoco ha sido tratado el que la posición de las estrellas no es fija en la esfera celeste sino que es preciso aplicar ciertas correcciones. El motivo es que es preciso abordar previamente el estudio de temas tales como la precesión de los equinoccios y la nutación, la aberración diurna y anua. Se parte del hecho de que la hora sidérea es un dato. Es preciso abordar el estudio de la determinación de este parámetro, si bien esto no es posible hasta que no se definan los diferentes sistemas de referencia de tiempo en astronomía. Si bien se han realizado pequeñas referencias a como varían las distintas coordenadas de los astros debido al movimiento diurno y al movimiento orbital de la Tierra en torno al Sol, será tratado con detalle en el siguiente tema. El sistema de coordenadas horizontales se utiliza para determinaciones directas de las posiciones aparentes de los astros con ayuda de instrumentos goniométricos. El sistema de coordenadas ecuatoriales horarias se emplea principalmente durante la determinación del tiempo exacto, que es uno de los problemas fundamentales de la astronomía práctica. El sistema de coordenadas ecuatoriales absolutas es el principal en la solución de problemas de la astronomía fundamental. En este sistema se elaboran los catálogos estelares y los mapas estelares. El sistema de coordenadas eclípticas, fundamentalmente, se utiliza en mecánica celeste al determinar las órbitas de los cuerpos celestes. 2.6. TRIÁNGULO DE POSICIÓN O PARALÁCTICO. En los diferentes problemas que se plantean de la astronomía de posición es habitual que sea preciso resolver u obtener alguno de los datos del triángulo de posición o paraláctico de un astro, para un lugar y un instante. La resolución del triángulo paraláctico pasa por aplicar expresiones de trigonometría esférica: teorema del seno, teorema del coseno, fórmulas de Bessel, analogías de Gauss y Delambre, expresiones de Neper,... que pueden ser consultadas en cualquier tratado de trigonometría esférica. SISTEMAS DE COORDENADAS CELESTES. 20 ASTRONOMÍA Se distinguen dos casos según el astro se encuentre en el hemisferio oriental o en el occidental respecto del lugar considerado. Cuando el astro se encuentra en el hemisferio occidental los elementos del triángulo de posición son los que se observan en la siguiente figura. Cuando el astro se encuentra en el hemisferio oriental los elementos del triángulo de posición son los que se observan en la siguiente figura. SISTEMAS DE COORDENADAS CELESTES. 21 ASTRONOMÍA TEMA 3. MOVIMIENTO DIURNO. 3.1. INTRODUCCIÓN. POSICIONES CORRESPONDIENTES. Debido a la rotación diaria real de la Tierra alrededor de su eje en el sentido directo, la esfera celeste completa una rotación diaria en torno al eje del mundo en el sentido retrógrado. Este movimiento se conoce como movimiento diurno. La rotación de la esfera celeste se aprecia debido a que las estrellas proyectadas sobre ella se desplazan solidariamente a la esfera celeste. La geometría del movimiento de las estrellas debido al movimiento diurno se produce en planos perpendiculares al eje de rotación, al eje del mundo, es decir, en planos paralelos al ecuador celeste. La proyección sobre la esfera celeste de las posiciones ocupadas por una estrella a lo largo del día es una circunferencia, intersección del círculo paralelo celeste correspondiente con la esfera celeste. La posición relativa del círculo del paralelo celeste y de los elementos de la esfera celeste relacionados con el lugar de observación: plano meridiano celeste local y horizonte astronómico local, dan lugar que ciertas posiciones sean de particular interés para los objetos y métodos de la astronomía de posición. A continuación se realizará un estudio de estas posiciones así como de la variación de las coordenadas horizontales de un astro a lo largo del movimiento diurno. Para el desarrollo de este tema se considerará constante la velocidad angular de rotación de la Tierra, y por tanto de la rotación de la esfera celeste, lo que es cierto con un gran nivel de aproximación. A toda posición de un astro en el movimiento diurno le corresponde otra simétrica respecto al meridiano celeste del lugar. A éstas posiciones se las denomina posiciones correspondientes. Si el astro se encuentra sobre el meridiano del lugar, posiciones estudiadas posteriormente, la posición correspondiente es ella misma. En la siguiente figura, E y E’ son posiciones correspondientes. Hay tres casos particulares de singular interés: orto y ocaso, primer vertical y máximas disgresiones, que serán objeto de estudio detallado en este tema. MOVIMIENTO DIURNO. 1 ASTRONOMÍA En las posiciones correspondientes las alturas coinciden y la suma de los acimutes y ángulos horarios completan la circunferencia, 360º y 24h respectivamente. 3.2. SALIDA Y PUESTA DE LOS ASTROS: ORTO Y OCASO. En función de la latitud astronómica del lugar de observación y de las declinaciones de los astros, los paralelos celestes que describen en el movimiento diurno, o bien cortan al horizonte astronómico, se disponen sobre éste, o se sitúan por debajo de él. Cuando se produce intersección entre el paralelo celeste y el horizonte, la línea intersección se proyecta sobre la esfera celeste en dos puntos, el punto de salida u orto del astro localizado en el hemisferio oriental, y el punto de puesta u ocaso localizado en el hemisferio occidental. En ambos puntos la coordenada horizontal altura es cero. La condición para que un astro tenga orto y ocaso se expresa como una relación entre los valores absolutos de la declinación del astro y de la latitud astronómica del lugar de observación: δ < (90º − ϕ ) que, para el hemisferio boreal se expresa, δ < (90º −ϕ ) Si el astro se encuentra en el ecuador celeste, es decir, si su declinación es cero, este astro sale exactamente en el punto este y se pone exactamente en el punto oeste. Si la declinación del astro es positiva, entonces éste sale por el nordeste y se pone por el noroeste. Si la declinación del astro es negativa, entonces éste sale por el sudeste y se pone por el sudoeste. MOVIMIENTO DIURNO. 2 ASTRONOMÍA Si no se cumple la exigencia expresada anteriormente, es decir, si la declinación y latitud astronómica del lugar de observación son tales que se verifica: δ ≥ (90º − ϕ ) que, para el hemisferio boreal se expresa, δ ≥ (90º −ϕ ) entonces su paralelo celeste no cortará el horizonte matemático, y este astro o bien será inocciduo (el paralelo celeste se dispone íntegramente sobre el horizonte astronómico), o bien será inortivo (el paralelo celeste está completamente debajo del horizonte). De esta forma, los astros 3, 4 y 5 de la siguiente figura son ortivos y occiduos, los astros 1 y 2 son inocciduos (también llamados circumpolares norte) y los astros 6 y 7 son inortivos (también denominados circumpolares sur). Si el observador se encuentra en el ecuador astronómico, latitud astronómica cero, para él todos los astros son ortivos y occiduos, todos los astros tienen orto y ocaso. Si el observador está situado en el ecuador astronómico el eje del mundo está contenido en el horizonte astronómico, el polo celeste boreal coincide con el punto norte y el polo celeste austral coincide con el punto sur. El ecuador celeste es perpendicular al horizonte astronómico y contiene a la línea vertical. Todos los planos paralelos celeste son perpendiculares al plano horizonte astronómico. Por consiguiente, todos los astros salen y se ponen, transcurren sobre el horizonte astronómico 12h, y otras tantas por debajo del mismo. Esto no se cumpliría para estrellas de declinación 90º y –90º, si MOVIMIENTO DIURNO. 3 ASTRONOMÍA existiesen, ya que coincidirían con el polo celeste boreal y austral respectivamente yaciendo sobre el horizonte astronómico a lo largo de todo el movimiento diurno. Si el observador se encuentra en el polo norte astronómico, latitud astronómica 90º, todos los astros con declinación positiva serán inocciduos, mientras que todos los astros con declinación negativa serán inortivos. Un astro con declinación cero transcurriría por el horizonte astronómico a lo largo de todo el movimiento diurno. El eje del mundo coincide con la línea vertical (el polo celeste boreal coincide con el cenit, el polo celeste austral con el nadir) y el ecuador celeste con el horizonte astronómico. Por esto, los planos paralelos celestes son paralelos al horizonte astronómico, y los astros ni salen ni se ponen. Los astros del hemisferio boreal de la esfera celeste siempre se ven sobre el horizonte, y los astros del hemisferio austral de la esfera celeste no se ven nunca. Si el observador se encuentra en el polo sur astronómico siempre verá los astros del hemisferio austral de la esfera celeste, y nunca los del hemisferio austral. Estas dos últimas posiciones particulares se aprecian en la siguiente ilustración. Si el observador se encuentra a una latitud astronómica distinta de 0º, 90º y –90º, una parte de los astros serán para él ortivos y occiduos, mientras que otra parte serán inortivos e inocciduos. La determinación de las horas de orto y ocaso de un astro ortivo y occiduo se simplifica dado que en el triángulo de posición correspondiente al cenit, polo celeste y astro, el arco cenit-astro es 90º. En el ocaso, los elementos del triángulo de posición son: PZ = 90º −ϕ Zˆ = 180º − A ZE = 90º Pˆ = H PE = 90º −δ Eˆ = Eˆ El pentágono de Neper resulta: 12 h − H MOVIMIENTO DIURNO. 4 ASTRONOMÍA 90º −ϕ 90º −δ A − 90º 90º − Ê El coseno de un elemento es igual al producto de los senos de los elementos opuestos o igual a las cotangentes de los elementos adyacentes. cos(180º − H ) = tg(ϕ ) ⋅ tg(δ ) → cos(H ) = − tg(ϕ ) ⋅ tg(δ ) En el orto, los elementos del triángulo de posición son: PZ = 90º −ϕ Zˆ = A − 180º ZE = 90º Pˆ = 24h − H PE = 90º −δ Eˆ = Eˆ El pentágono de Neper resulta: H − 12 h 90º −ϕ 90º − A 90º −δ 90º − Ê El coseno de un elemento es igual al producto de los senos de los elementos opuestos o igual a las cotangentes de los elementos adyacentes. ( ) cos H − 12 h = tg(ϕ ) ⋅ tg(δ ) → cos(H ) = − tg(ϕ ) ⋅ tg(δ ) La observación de astros en orto y ocaso tiene como principal inconveniente que la refracción es muy alta. De igual forma se podrían determinar los acimutes astronómicos de ambos instantes. 3.3. CULMINACIÓN DE UN ASTRO. MOVIMIENTO DIURNO. 5 ASTRONOMÍA Para un lugar, el paralelo celeste de cada astro corta en un punto al meridiano celeste local superior y en otro punto al meridiano celeste local inferior. Estos puntos se denominan culminación superior e inferior del astro, respectivamente. En la culminación superior el astro alcanza su altura máxima, mientras que en la culminación inferior el astro alcanza su altura mínima. El tipo de culminación superior de un astro se puede distinguir en: culminación superior al sur del cenit, y culminación superior al norte del cenit. La figura de la izquierda de la siguiente ilustración representa una culminación superior al sur del cenit y la de la derecha una culminación superior al norte del cenit. Para los astros que no se ponen en la latitud astronómica dada, ambas culminaciones, tanto la superior como la inferior, son accesibles a las observaciones. Para los astros ortivos y occiduos solamente es accesible la culminación superior, ya que la culminación inferior transcurre por debajo del horizonte. Para los astros inortivos ambas culminaciones son inaccesibles a las observaciones, pues transcurren por debajo del horizonte. A continuación se van a estudiar las coordenadas de un astro según sean sus culminaciones. ♦ Astro cuya culminación superior se produce al norte del cenit. 1º Culminación superior. La altura se obtiene a partir de: (90º −δ ) + (90º −h ) = 90º −ϕ ⇔ ρ + z = 90º −ϕ 180º −δ − h = 90º −ϕ ⇒ h = 90º +ϕ − δ El acimut astronómico será: A = 180º El ángulo horario será: H = 0 h La hora sidérea del lugar será: θ = α 2º Culminación inferior. MOVIMIENTO DIURNO. 6 ASTRONOMÍA La altura mínima del dependerá si el astro es ortivo y occiduo, sale y se pone, o si es inortivo e inocciduo. 2.1. Astro ortivo y occiduo. h = δ − (90º −ϕ ) Altura que será negativa. 2.2. Astro inortivo e inocciduo. h = ϕ − (90º −δ ) Altura que será positiva. El acimut astronómico será: A = 180º El ángulo horario será: H = 12 h La hora sidérea del lugar será: θ = 12 h + α ♦ Astro cuya culminación superior se produce al sur del cenit. 1º Culminación superior. La altura se obtiene a partir de: (90º −δ ) − (90º −h ) = 90º −ϕ ⇔ ρ − z = 90º −ϕ h − δ = 90º −ϕ ⇒ h = 90º −ϕ + δ El acimut astronómico será: A = 0º El ángulo horario será: H = 0 h La hora sidérea del lugar será: θ = α 2º Culminación inferior. La altura mínima del dependerá si el astro es ortivo y occiduo, sale y se pone, o si es inortivo e inocciduo. 2.1. Astro ortivo y occiduo. h = ϕ − (90º −δ ) Altura que será negativa. 2.2. Astro inortivo e inocciduo. h = ϕ − (90º −δ ) Altura que será positiva. El acimut astronómico será: A = 180º El ángulo horario será: H = 12 h La hora sidérea del lugar será: θ = 12 h + α 3.4. MÁXIMAS DISGRESIONES. MOVIMIENTO DIURNO. 7 ASTRONOMÍA Si un astro tiene su culminación superior entre el cenit y el polo celeste, culminación superior norte, del hemisferio correspondiente a la latitud astronómica del lugar, el acimut astronómico a lo largo de su movimiento diurno no varía entre 0º y 360º sino que lo hace entre un máximo y un mínimo comprendido entre 90º y 270º. A medida que aumenta la declinación el intervalo disminuye en amplitud. En los límites del acimut astronómico se cumple que el paralelo celeste del astro es tangente al vertical del astro. A estas posiciones se las conoce como máximas disgresiones. Estas posiciones presentan dos ventajas en los problemas de la astronomía de posición. Por un lado, el triángulo de posición correspondiente a la posición relativa cenit, polo celeste y astro, sobre la esfera celeste, tiene un ángulo recto en el astro, lo que simplifica la formulación. Los elementos del triángulo de posición para la máxima digresión occidental son: PZ = 90º −ϕ Zˆ = 180º − A ZE = 90º −h Pˆ = H PE = 90º −δ Eˆ = 90º Aplicando teoremas del seno y coseno: sen ( A) sen(90º ) cos(δ ) = → sen ( A) = sen (90º −δ ) sen (90º −ϕ ) cos(ϕ ) cos(90º −ϕ ) = cos(90º −h ) ⋅ cos(90º −δ ) + sen (90º −h ) ⋅ sen (90º −δ ) ⋅ cos(90º ) → sen (h ) = sen (ϕ ) sen (δ ) Aplicando las relaciones del pentágono de Neper a un triángulo esférico con un ángulo recto: MOVIMIENTO DIURNO. 8 ASTRONOMÍA 90º −ϕ 180º − A H δ h El coseno de un elemento es el producto de las cotangentes de los elementos adyacentes. cos(H ) = tg (ϕ ) tg (δ ) Los elementos del triángulo de posición para la máxima digresión oriental son: PZ = 90º −ϕ Zˆ = A − 180º ZE = 90º − h Pˆ = 24h − H PE = 90º −δ Eˆ = 90º Aplicando teoremas del seno y coseno: sen ( A) sen(90º ) cos(δ ) = → sen ( A) = sen (90º −δ ) sen (90º −ϕ ) cos(ϕ ) cos(90º −ϕ ) = cos(90º −h ) ⋅ cos(90º −δ ) + sen (90º −h ) ⋅ sen (90º −δ ) ⋅ cos(90º ) → sen (h ) = sen (ϕ ) sen (δ ) Aplicando las relaciones del pentágono de Neper a un triángulo esférico con un ángulo recto: 90º −ϕ A − 180º 24 h − H δ h El coseno de un elemento es el producto de las cotangentes de los elementos adyacentes. MOVIMIENTO DIURNO. 9 ASTRONOMÍA ( ) cos 24 h − H = tg (ϕ ) tg (ϕ ) → cos(H ) = tg (δ ) tg (δ ) Por otro lado, cuando el astro se encuentra en, o muy cerca, de una máxima digresión, su acimut astronómico varía muy lentamente lo que hace menos crítica la medida del tiempo en el instante de observación. Esto es muy importante dada la dificultad de realizar esta medida con alta precisión. 3.5. PRIMER VERTICAL. La condición que se debe cumplir para que astro alcance en su movimiento diurno el primer vertical es que su culminación superior se produzca al sur del cenit. En este caso habrá dos pasos por el primer vertical, uno al este y otro al oeste, con acimutes astronómicos de 90º y 270º respectivamente. La ventaja que presentan estas posiciones para la resolución de los métodos de la astronomía de posición consiste en que, en el triángulo de posición relativa de cenit, polo celeste y astro, el ángulo en el cenit será de 90º y la formulación se simplifica. En el primer vertical occidental los elementos del triángulo de posición son: PZ = 90º −ϕ Zˆ = 90º ZE = 90º −h Pˆ = H PE = 90º −δ Eˆ Aplicando el teorema del seno: cos(90º −δ ) = cos(90º − h ) ⋅ cos(90º −ϕ ) + sen (90º −h ) ⋅ sen (90º −ϕ ) ⋅ cos(90º ) → sen (h ) = MOVIMIENTO DIURNO. sen (δ ) sen (ϕ ) 10 ASTRONOMÍA Aplicando las relaciones del pentágono de Neper a un triángulo esférico con un ángulo recto: 90º −δ H E ϕ h El coseno de un elemento es el producto de las cotangentes de los elementos adyacentes. cos(H ) = tg (δ ) tg (ϕ ) En el primer vertical oriental los elementos del triángulo de posición son: PZ = 90º −ϕ Zˆ = 90º ZE = 90º −h Pˆ = 24h − H PE = 90º −δ Eˆ Aplicando el teorema del seno: cos(90º −δ ) = cos(90º −h ) ⋅ cos(90º −ϕ ) + sen (90º − h ) ⋅ sen (90º −ϕ ) ⋅ cos(90º ) → sen (h ) = sen (δ ) sen (ϕ ) Aplicando las relaciones del pentágono de Neper a un triángulo esférico con un ángulo recto: 90º −δ 24 h - H E ϕ h El coseno de un elemento es el producto de las cotangentes de los elementos adyacentes. MOVIMIENTO DIURNO. 11 ASTRONOMÍA ( ) cos 24 h − H = tg (δ ) tg (δ ) → cos(H ) = tg (ϕ ) tg (ϕ ) 3.6. VARIACIÓN DE LAS COORDENADAS DE LOS ASTROS DURANTE EL MOVIMIENTO DIURNO. Cuando el astro sale o se pone su altura es cero, y los acimutes astronómicos de salida y puesta dependen de la declinación del astro y de la latitud astronómica del lugar de observación. En el momento de su culminación superior la distancia cenital del astro es mínima, su altura máxima, y el acimut astronómico es cero si culmina al sur del cenit, y 180º si culmina al norte del cenit. En el momento de la culminación inferior la distancia cenital adquiere un valor máximo, su altura es mínima. El acimut astronómico es 180º si la culminación inferior transcurre entre el nadir y el polo celeste del hemisferio correspondiente a la latitud astronómica del lugar, y es cero si la culminación inferior transcurre entre el nadir y el polo celeste del hemisferio contrario al correspondiente a la latitud astronómica del lugar. Por consiguiente, desde la culminación inferior hasta la superior la distancia cenital del astro disminuye y su altura aumenta; desde la culminación superior hasta la inferior, por el contrario, la distancia cenital aumenta y la altura disminuye. Con esto el acimut astronómico del astro varía también dentro de los límites determinados. De tal modo, las coordenadas horizontales del astro varían continuamente como resultado de la rotación diurna de la esfera celeste, y si el astro está invariablemente vinculado con la esfera (es decir, su declinación y ascensión recta permanecen constantes) las coordenadas horizontales adquieren sus valores anteriores cuando la esfera celeste completa una revolución. Puesto que los paralelos celestes de los astros en todas las latitudes astronómicas (excepto en los polos) están inclinados con relación al horizonte, las coordenadas horizontales varían irregularmente, incluso durante la rotación diurna uniforme de la esfera celeste. La altura del astro y su distancia cenital varían más lentamente cerca del meridiano, es decir, en el momento de las culminaciones. El acimut astronómico, por el contrario, varía en estos momentos con mayor rapidez. El ángulo horario del astro varía constantemente y regularmente ya que se miden sobre el ecuador celeste y durante la rotación uniforme de la esfera celeste las variaciones de los ángulos horarios son proporcionales a los intervalos de tiempo. La regularidad de la variación de los ángulos horarios tiene muchísima importancia para la medición del tiempo. Por las observaciones se sabe que, para un determinado lugar de observación, cada estrella sale o se pone en un mismo punto del horizonte, y que su altura en el meridiano también es siempre igual. De aquí se puede deducir que las declinaciones de las estrellas no varían con el tiempo (al menos notablemente). MOVIMIENTO DIURNO. 12 ASTRONOMÍA A su vez, los puntos de salida y puesta del Sol, de la Luna y de los planetas, así como su altura en el meridiano en los distintos días del año, son diferentes. Por consiguiente, las declinaciones de estos astros varían constantemente con el transcurso del tiempo. 3.7. VARIACIÓN DE LAS COORDENADAS DEL SOL. El objetivo de este apartado es la comprensión del movimiento apreciado del Sol a lo largo del año y en las distintas latitudes como consecuencia del movimiento de traslación de la Tierra en torno al Sol y de la rotación diaria de la Tierra en torno a su eje. 3.7.1. VARIACIÓN DE LAS COORDENADAS ECUATORIALES DEL SOL. El movimiento aparente del Sol por la eclíptica es el resultado del movimiento real de la Tierra: de su traslación alrededor del Sol. La variación de las coordenadas ecuatoriales del Sol durante su movimiento aparente por la eclíptica transcurre de la manera siguiente. Cuando el Sol se encuentra en el punto del equinoccio de primavera, punto vernal, su ascensión recta y declinación son nulas. Después, cada día, la ascensión recta y la declinación del Sol aumentan y, cuando el Sol llega al punto del solsticio vernal, su ascensión recta será igual a 6h, y su declinación alcanza un valor máximo igual a la oblicuidad de la eclíptica. Luego, la declinación del Sol comienza a disminuir, mientras que la ascensión recta prosigue creciendo como antes. Cuando el Sol llegue al punto del equinoccio de otoño su ascensión recta será de 12h y su declinación es cero. Luego, la ascensión recta del Sol, que sigue aumentando, se hace igual a 18h, en el punto del solsticio hiemal, mientras que la declinación, que proseguía su disminución, alcanza un valor mínimo por debajo del ecuador celeste igual a la oblicuidad de la eclíptica. Después de esto la declinación del Sol comienza a crecer y, cuando éste llega al punto del equinoccio de primavera, su declinación de nuevo se hace nula, mientras que la ascensión recta, al completar la revolución, se vuelve nula. Estas variaciones de las coordenadas ecuatoriales del Sol en el curso del año transcurren irregularmente. La declinación varía más rápidamente al moverse el Sol en las inmediaciones de los puntos equinocciales y más lentamente cerca de los puntos solsticiales. La ascensión recta, por el contrario, varía más lentamente cerca de los puntos equinocciales y con mayor rapidez en las inmediaciones de los puntos solsticiales. Con esto, la velocidad de la variación de la ascensión recta del Sol cerca del punto del solsticio vernal es menor que cerca del punto del solsticio hiemal. El movimiento de la Tierra alrededor del Sol tiene lugar en el mismo sentido que la rotación de la Tierra alrededor de su eje, y es irregular. El motivo de tal irregularidad es el cumplimiento de las leyes de Kepler. Con esto, el eje de rotación de la Tierra siempre está inclinado respecto al plano de la órbita de la Tierra en un ángulo de 90º-ε. Precisamente por esto a un observador le parece que el Sol se desplaza también irregularmente por la bóveda celeste entre las estrellas, de occidente a oriente, pero por MOVIMIENTO DIURNO. 13 ASTRONOMÍA una circunferencia (la eclíptica) cuyo plano está inclinado respecto al plano del ecuador celeste (y del terrestre) con el ángulo de la oblicuidad de la eclíptica. En las siguientes ilustraciones se aprecia como el Sol se desplaza por las constelaciones del zodiaco. En la figura anterior, las dos líneas paralelas a la eclíptica limitan la zona denominada zodiaco. El Sol, cuando se encuentra en el punto del equinoccio de primavera sale en todas las latitudes en el punto este, y se pone en el punto occidente. La mitad del recorrido diurno del Sol transcurre sobre el horizonte astronómico, y la otra mitad, por debajo del horizonte. Por consiguiente, en toda la superficie de la Tierra, excepto en los polos, la duración del día y de la noche coinciden en esta fecha. Este día en el hemisferio boreal se denomina día del equinoccio de primavera (aproximadamente el 20 de marzo) y se considera como el comienzo de la primavera. En el hemisferio austral este día es el comienzo del otoño. La altura del Sol al mediodía en el día del equinoccio de primavera en una latitud boreal dada es hS = 90º −ϕ . MOVIMIENTO DIURNO. 14 ASTRONOMÍA Cuando el Sol se encuentra en el punto del solsticio vernal entonces sale en el nordeste en la latitud astronómica boreal dada, y se pone en el noroeste. La mayor parte del recorrido diurno del Sol se encuentra sobre el horizonte. La duración del día en el hemisferio boreal de la Tierra es máxima, la duración de la noche es mínima, y en el hemisferio austral sucede al contrario. Esta fecha se denomina día del solsticio vernal (aproximadamente el 21 de junio) y se considera como comienzo del verano en el hemisferio boreal de la Tierra. En el hemisferio austral este día corresponde al principio del invierno. En el día del solsticio vernal la altura del Sol al mediodía en una latitud boreal dada alcanza un valor máximo de hSol = 90º −ϕ + ε . Cuando el Sol se encuentra en el punto del equinoccio de otoño de nuevo sale en toda la Tierra en el punto del oriente y se pone en el punto del occidente, y nuevamente en todas las latitudes, excepto en los polos, la duración del día es igual a la de la noche. Este día se denomina día del equinoccio de otoño (aproximadamente el 23 de septiembre) y se considera como el comienzo del otoño en el hemisferio boreal de la Tierra y como comienzo de la primavera en el hemisferio austral de la Tierra. La altura del Sol al mediodía en una latitud dada en el día del equinoccio de otoño es hSol = 90º −ϕ . Por último, cuando el Sol se encuentra en el punto del solsticio hiemal sale en el sudeste y se pone en el sudoeste. La mayor parte de su recorrido diurno el Sol se encuentra por debajo del horizonte astronómico. En la latitud boreal dada la duración del día es mínima y la de la noche es máxima (al contrario en las latitudes australes). Esta fecha se denomina día del solsticio hiemal (aproximadamente el 22 de diciembre) y se considera como el comienzo del invierno en el hemisferio boreal de la Tierra y como el comienzo del verano en el hemisferio austral. La altura del Sol en el día del solsticio hiemal en la latitud boreal dada alcanza un valor mínimo de hSol = 90º −ϕ − ε . El resto de los días del año, para una latitud boreal dada, la altura del Sol está comprendida entre las alturas máximas y mínimas anteriores. 3.7.2. MOVIMIENTO DIURNO DEL SOL EN LAS DISTINTAS LATITUDES. 3.7.2.1. Observador situado en el polo norte de la Tierra. Para este observador serán astros inocciduos aquellos de declinación positiva, e inortivos aquellos de declinación negativa. El Sol tiene declinación positiva desde el equinoccio de primavera hasta el equinoccio de otoño, por consiguiente, el Sol es aproximadamente medio año un astro inocciduo y medio año es un astro inortivo. El día del equinoccio de primavera el Sol aparece sobre el horizonte, y como resultado de la rotación diurna de la esfera celeste, describe curvas que se aproximan a la circunferencia y que son casi paralelas al horizonte, elevándose cada día más y más. En el día del solsticio vernal el Sol alcanza su altura máxima, igual a la oblicuidad de la eclíptica. Después de esto el Sol comienza a aproximarse al horizonte, su altura disminuye gradualmente y, después del día del equinoccio de otoño se oculta tras el horizonte. El día, que duró medio año, se acaba y comienza la noche, que dura también medio año. El Sol, que prosigue describiendo curvas casi paralelas al horizonte, por debajo de éste, desciende más y más. En el día MOVIMIENTO DIURNO. 15 ASTRONOMÍA del solsticio hiemal el Sol descenderá sobre el horizonte en una altura igual a la oblicuidad de la eclíptica. Después comenzará de nuevo a aproximarse al horizonte, su altura aumentará y antes del equinoccio de primavera el Sol de nuevo aparecerá sobre el horizonte. Si el observador se sitúa en el polo sur de la Tierra todo se invierte. 3.7.2.2. Observador situado en el círculo polar ártico (ϕ = 90º-ε). Serán inocciduos astros con declinación positiva mayor que la oblicuidad de la eclíptica, e inortivos astros con declinación negativa menor que la oblicuidad de la eclíptica (o mayor en valor absoluto). Por consiguiente, en el círculo polar ártico el Sol no se pone en el día del solsticio vernal (a medianoche el centro del Sol contacta con el horizonte solamente en el punto norte) y no sale en el día del solsticio hiemal (a mediodía el centro del disco solar contactará solamente con el horizonte en el punto sur, descendiendo después debajo del horizonte). En los restantes días del año en esta latitud el Sol sale y se pone. Con esto, a mediodía, alcanza su altura máxima en el día del solsticio vernal, 46º52’, y su altura mínima a mediodía en el día del solsticio hiemal, 0º. En el círculo polar antártico sucede lo contrario. Los círculos polares boreal y austral son los límites teóricos de aquellas latitudes geográficas donde son posibles los días y noches polares (días y noches que duran más de 24h). En los lugares situados dentro de los círculos polares, el Sol es un astro inocciduo o inortivo tanto más tiempo cuanto más cerca esté el lugar de los polos geográficos. A medida que nos acercamos a los polos aumenta la duración de los días y de las noches. 3.7.2.3. Observador situado en el Trópico de Cáncer (ϕ = ε). El Sol siempre es un astro ortivo y occiduo. Este, en el día del solsticio vernal, alcanza a mediodía una altura máxima de 90º, es decir, pasa por el cenit. En los restantes días del año el Sol culmina a mediodía al sur del cenit. En el día del solsticio hiemal su altura mínima al mediodía es 43º8’. En el trópico de Capricornio el Sol también sale y se pone siempre. Pero su altura máxima sobre el horizonte al mediodía la alcanza el día del solsticio hiemal, y su altura mínima en el día del solsticio vernal. En los restantes días del año el Sol culmina aquí a mediodía hacia el norte del cenit. 3.7.2.4. Observador situado entre los trópicos y los círculos polares. En esta posiciones el Sol sale y se pone cada día del año. La duración del día es medio año mayor que la duración de la noche, y la noche dura medio año más que el día. La altura del Sol a mediodía es siempre menor de 90º (excepto en los trópicos) y es mayor que 0º (excepto en los círculos polares). 3.7.2.5. Observador situado en el ecuador de la Tierra. Todos los astros, incluido el Sol, son ortivos y occiduos. Con esto, dichos astros se encuentran 12 horas sobre el horizonte y 12 debajo de éste. Por consiguiente, en el ecuador la duración del día siempre es igual a la duración de la noche. Dos veces al año el Sol se encuentra a mediodía en el cenit, los días de los equinoccios. Desde el equinoccio de primavera hasta el de otoño el Sol en el ecuador culmina a mediodía hacia el norte del cenit, y desde el equinoccio de otoño hasta el de primavera culmina MOVIMIENTO DIURNO. 16 ASTRONOMÍA hacia el sur del cenit. La altura mínima del Sol en la culminación a mediodía es de 66º34’, los días de los solsticios. 3.7.2.6. Observador situado entre los trópicos. El Sol se encuentra en el cenit al mediodía dos veces al año, en aquellos días en que su declinación es igual a la latitud geográfica del lugar. Los distintos casos estudiados se observan en las siguientes ilustraciones. MOVIMIENTO DIURNO. 17 ASTRONOMÍA TEMA4. SISTEMAS DE REFERENCIA TEMPORALES. 4.1. INTRODUCCIÓN. El problema de la definición y medida del tiempo ha sido uno de los más importantes retos de la ciencia astronómica y física. Como en casi cualquier problema de cierta entidad, en el problema del tiempo resulta conveniente acercarse a su comprensión por aproximaciones sucesivas. El estudio del tiempo se ha dividido en varias partes adecuándose a varios niveles de aproximación al mismo. Básicamente se han considerado tres pasos para enfocar el estudio del tiempo. El tiempo es una variable que no tiene ningún sentido físico estudiada independientemente. Cobra sentido en el estudio de los cambios de un sistema físico referido a un sistema de coordenadas y regido por unas leyes de la dinámica, que son precisamente las que permiten definir y medir el tiempo. Estas importantes conclusiones son las que debería obtener el alumno tras la lectura, que se recomienda previa a este tema, de los apéndices I (“Sistemas de referencia astronómicos”) y II (“El concepto y la medida del tiempo”), y corresponden a un primer nivel de aproximación al problema del tiempo. En este tema se trata el tiempo definido a partir de la dinámica de la rotación terrestre considerada, para mayor simplicidad, como uniforme. De cara a la aplicación a los problemas de astronomía de posición abordados en la ingeniería topográfica, es suficiente con la comprensión y aplicación de lo desarrollado en este del tema. El motivo no es otro que la precisión asociada a los observables necesarios en los métodos de la astronomía aplicada a la topografía. Tras el estudio de este tema se dispondrá de una base acerca del problema del tiempo. Para alcanzar una mayor aproximación al problema del tiempo, tanto en lo referido a los problemas motivados por la precesión y nutación de los equinoccios, así como por la falta de uniformidad de la rotación terrestre y con objeto de comprender el estado actual de la definición del tiempo, se añade el apéndice III, “Estado actual de la definición del tiempo”. Su lectura es muy recomendable para poder abordar el estudio de los métodos de la astronomía aplicados a la geodesia clásica y espacial, entendiendo por esta última aquella que se sirve de los satélites artificiales. SISTEMAS DE REFERENCIA TEMPORALES. 1 ASTRONOMÍA 4.2. UNA APROXIMACIÓN MEDICIÓN DEL TIEMPO. A LOS PRINCIPIOS DE LA El problema, planteado desde la antigüedad, se enfoca desde el punto de vista astronómico. Si se pretende fijar mediante una cifra el instante en que ocurre un fenómeno astronómico, será necesario configurar una escala a la que referir dicha cifra. Para formar esa escala de medida de tiempo es preciso fijar su origen o cero de la escala y la unidad de medida. En vista de lo anterior, no es de extrañar, que se eligiesen fenómenos naturales fácilmente observables y de periodicidad constante para resolver el problema. Los fenómenos más utilizados han sido: ♦ El movimiento de rotación de la Tierra, y como consecuencia de él el aparente de la esfera celeste. ♦ El movimiento de traslación de la Tierra alrededor del Sol, y como consecuencia de él el aparente de traslación del Sol en torno a la Tierra. De esta forma aparece la primera definición de día, como el tiempo transcurrido entre dos pasos consecutivos de un astro por el meridiano superior de un lugar. El día como unidad resultaba a veces pequeño y se recurrió al otro fenómeno apuntado de traslación de la Tierra alrededor del Sol para definir otra unidad, el año, que es el intervalo de tiempo transcurrido entre dos pasos consecutivos del Sol por un determinado punto de su órbita. 4.3. ORBITACIÓN DE LA TIERRA EN TORNO AL SOL. Después de muchos cálculos que duraron varios años, renunciando al concepto equivocado común respecto a la forma circular de los movimientos, Kepler descubrió tres leyes del movimiento de los planetas que, actualmente, se formulan de la manera siguiente: 1. Todos los planetas se mueven por órbitas en forma de elipses, en uno de cuyos focos (común para todos los planetas) se encuentra el Sol. 2. El radio vector de cada planeta recorre áreas iguales en tiempos iguales. 3. Los cuadrados de los períodos sidéreos de revolución de los planetas alrededor del Sol son proporcionales a los cubos de los semiejes mayores de sus órbitas elípticas. En la tercera aparece un concepto que hay que definir. Se denomina período sidéreo o estelar de rotación de un planeta al intervalo de tiempo en el transcurso del cual el planeta da por su órbita una vuelta completa alrededor del Sol. Como es conocido, en la elipse, la suma de las distancias entre cualquiera de sus puntos y dos puntos inmóviles f1 y f2, que yacen en el eje AΠ de dicha elipse y que se denominan focos, es una magnitud constante igual al eje mayor AΠ. La distancia ΠO (o OA), donde O es el centro de la elipse, se denomina semieje mayor a, y la relación SISTEMAS DE REFERENCIA TEMPORALES. 2 ASTRONOMÍA Of1/OΠ=e se llama excentricidad de la elipse. Esta última caracteriza la divergencia entre la elipse y la circunferencia, para la que e=0. Las órbitas de los planetas se diferencian poco de las circunferencias, es decir, sus excentricidades son pequeñas. La órbita de Venus tiene una excentricidad mínima (e=0.007), y la órbita de Plutón tiene una excentricidad máxima (e=0.249). La excentricidad de la órbita terrestre es 0.016729. De acuerdo con la primera ley de Kepler el Sol se encuentra en uno de los focos de la órbita elíptica del planeta. Recuérdese que el punto en que la Tierra se encuentra más cerca del Sol es el perihelio y el punto donde se aleja más es el afelio. El eje mayor de la órbita AΠ es la línea de los ápsides, y, considerando al Sol situado en f1, la línea f1P que une el Sol y el planeta P en su órbita, se denomina radio vector del planeta. La distancia entre el planeta y el Sol en el perihelio es q = a ⋅ (1 − e) , y en afelio Q = a ⋅ (1 + e) . q+Q a= 2 Se toma como distancia media del planeta al Sol el semieje mayor de la órbita . De acuerdo a la segunda ley de Kepler el área CP1P2, descrita por el radio vector del planeta durante el tiempo ∆t cerca del perihelio, es igual al área CP3P4, descrita por dicho radio vector durante el mismo tiempo cerca del afelio. Puesto que el arco P1P2 es mayor que el arco P3P4 el planeta, cerca del perihelio, tiene una velocidad mayor que cerca del afelio. En otras palabras, su movimiento alrededor del Sol es irregular. SISTEMAS DE REFERENCIA TEMPORALES. 3 ASTRONOMÍA La velocidad del movimiento del planeta en el perihelio es afelio es vQ = vc ⋅ 1− e 1+ e v q = vc ⋅ 1+ e 1− e , y en el , donde vc es la velocidad media o circular del planeta cuando r = a. La velocidad circular de la Tierra es igual a 29.78 km./s. 2 3 La tercera ley de Kepler se escribe T12 = a13 donde T1 y T2 son los períodos T2 a2 sidéreos de las revoluciones de los planetas, y a1 y a2 son los semiejes mayores de sus órbitas. Si expresamos los semiejes mayores de las órbitas de los planetas en unidades de la distancia media entre la Tierra y el Sol (en Unidades Astronómicas, 1U.A.= 149597870 km. Según el XVI congreso de la U.I.A. celebrado en 1976), y los períodos de revolución de los planetas se expresan en años, entonces, para la Tierra, a=1 y T=1, y el período de la revolución de cualquier planeta es T = a 3 . La tercera ley de Kepler establece la dependencia entre las distancias de los planetas y los períodos de revolución. Cuando se estudia el movimiento orbital de cualquier planeta del sistema solar se utiliza un sistema de coordenadas espaciales heliocéntricas, adoptando como origen de coordenadas el baricentro del sistema solar (muy próximo al centro del Sol), como plano fundamental el de la eclíptica y como origen en ese plano la dirección hacia el equinoccio verdadero γ. El sistema de referencia temporal que se utiliza es el tiempo dinámico baricéntrico cuya idea se apuntará al final del tema. Sobre la esfera celeste centrada aproximadamente en el Sol, realmente en el baricentro del sistema solar, el plano de la órbita determina el círculo máximo OO’ que corta a la eclíptica EE’ en los dos nodos, siendo el ascendente Ω. SISTEMAS DE REFERENCIA TEMPORALES. 4 ASTRONOMÍA En la figura la órbita real del planeta es la elipse AVP, en la que V es el punto ocupado por el planeta en un instante dado y los puntos A y P son el afelio y el perihelio del planeta. Prolongando la recta AP, igual al eje mayor de la elipse o línea de los ápsides, en dirección del perihelio P, se obtiene su proyección sobre la esfera celeste P’ en el círculo orbital OO’. La distancia del planeta al Sol es el radio vector r=SV, que prolongado hacia el planeta da la posición del mismo V’ sobre la esfera celeste. El ángulo PSV, formado por el radio vector r con la recta SP y contado en sentido positivo, es la anomalía verdadera v=P’V’ del planeta. Al moverse el planeta V a lo largo de su órbita, su proyección V’ recorre sobre la esfera celeste el círculo máximo OO’ y se conviene en designar como nodo ascendente Ω al nodo por el que V’ cruza la eclíptica pasando del hemisferio sur al hemisferio norte (respecto a los polos de la eclíptica, representados en la figura con E1 y E2 , norte y sur respectivamente) en el sentido directo. Dado que no es objeto a cubrir en esta asignatura el estudiar las ecuaciones del movimiento orbital se recomienda, para completar este estudio, recurrir a alguno de los textos recomendados en la bibliografía. 4.4. DISTINTOS TIPOS DE DÍAS Y HORAS. 4.4.1. DÍA SIDEREO. DÍA SIDEREO UNIFORME. Se define el día sidéreo como el intervalo de tiempo transcurrido entre dos pasos sucesivos del punto Aries por el meridiano superior de un lugar. Su comienzo se establece en el momento de la culminación superior, de forma que la hora sidérea de un lugar es el tiempo transcurrido desde que pasó el punto Aries por el meridiano superior de ese lugar. Los fenómenos que posteriormente se estudiarán de precesión y nutación dan lugar a que el punto Aries no sea un punto fijo de la esfera celeste. Dado que el movimiento no es uniforme, si se pretende definir un tiempo sidéreo uniforme es preciso recurrir a la definición de un equinoccio uniforme que se mueva de forma uniforme por la eclíptica. Se define el día sidéreo uniforme como el intervalo de tiempo transcurrido entre dos pasos sucesivos del equinoccio uniforme, o medio, por el meridiano superior de un lugar. El comienzo sería también la culminación superior y, de forma análoga, se definiría la hora sidérea uniforme. Al haber definido el día sidéreo uniforme, y ser constante ese intervalo de tiempo, se tendrá un patrón de tiempos al que se pueden ajustar los denominados relojes de tiempo sidéreo. El movimiento relativo entre el punto Aries y el Sol hace que no sea posible utilizar en la vida ordinaria el tiempo sidéreo. Sirva como ejemplo, que si Aries y el Sol coincidiesen en el primero un día, seis meses después estarían desfasados mediodía. SISTEMAS DE REFERENCIA TEMPORALES. 5 ASTRONOMÍA 4.4.2. DÍA SOLAR VERDADERO. DÍA SOLAR FICTICIO. DÍA SOLAR MEDIO. ECUACIÓN DEL TIEMPO. 4.4.2.1. Distintos tipos de días solares. Se define como día solar verdadero el intervalo de tiempo transcurrido entre dos pasos sucesivos del Sol verdadero por el meridiano superior de un lugar. Dado que el comienzo del día sería el paso por el meridiano, se define la hora solar verdadera como el intervalo de tiempo transcurrido desde la culminación superior del Sol verdadero. El problema a considerar ahora es que el Sol, al no ser un punto fijo de la esfera celeste sino estar animado de una traslación aparente en torno a la Tierra de movimiento no uniforme (mayor velocidad en la proximidad del perigeo), no daría lugar a una duración constante del día solar verdadero definido. Es necesario estudiar la variación de ascensión recta del Sol, ya que el Sol verdadero será un buen patrón de tiempo si su movimiento en planos paralelos celestes, perpendiculares a los planos meridianos respecto a los que se mide el día, es uniforme. Considérese el triángulo esférico definido por el arco de círculo máximo sobre el ecuador celeste correspondiente a la ascensión recta del Sol, el arco de círculo máximo sobre la eclíptica correspondiente a la longitud eclíptica del Sol y el arco sobre el meridiano celeste del Sol correspondiente a la declinación del Sol. Este triángulo esférico tiene un ángulo recto, el formado por el ecuador celeste y el meridiano celeste del Sol. SISTEMAS DE REFERENCIA TEMPORALES. 6 ASTRONOMÍA El pentágono de Neper será: λv ε Ŝv 90º-δ 90º-α v El coseno de un elemento es igual al producto de las cotangentes de los elementos adyacentes. tg α v = tg λv ⋅ cos ε diferenciando, considerando la oblicuidad de la eclíptica constante, dα v dλv = ⋅ cos ε 2 cos α v cos 2 λv En el pentágono de Neper también se cumple que el coseno de un elemento es igual al producto de los senos de los elementos opuestos, de donde: cos λv = cosα v ⋅ cos δ , que sustituido en la expresión anterior permite expresar: dα v = dλv ⋅ cos ε cos 2 δ SISTEMAS DE REFERENCIA TEMPORALES. 7 ASTRONOMÍA La ascensión recta del Sol verdadera no será constante pues no lo es su longitud eclíptica, no lo es su declinación y, además, la relación entre la variación de la longitud eclíptica y el denominador no se conserva. Cuando el Sol está próximo al perigeo (en torno al 1 de enero en la actualidad) la variación de la longitud eclíptica es máxima, mientras que el denominador será máximo cuando el Sol esté próximo al ecuador (en torno al 21 del marzo y al 22 de septiembre). Como consecuencia el Sol verdadero no tiene un movimiento constante en ascensión recta y no se puede utilizar como patrón de tiempo. Al igual que para definir un tiempo sidéreo uniforme era preciso definir un equinoccio uniforme, ha de definirse un Sol que se mueva de forma uniforme sobre el ecuador celeste. Para esto es preciso definir en primer lugar el Sol ficticio como un Sol que se mueve uniformemente por la eclíptica y está obligado a coincidir con el Sol verdadero en el perigeo y en el apogeo. De acuerdo a la definición, el Sol ficticio irá delante del Sol verdadero entre el apogeo y el perigeo, dado que la velocidad del Sol verdadero disminuye en el apogeo, e irá atrasado respecto al Sol verdadero entre el perigeo y el apogeo, dado que la velocidad del Sol verdadero aumenta en el perigeo. Si se retoma la relación de la variación de la ascensión recta del Sol verdadero se aprecia que aplicada al Sol ficticio el numerador será constante. Sin embargo, la declinación varía y como consecuencia, la ascensión recta del Sol ficticio no será constante. Este motivo da lugar a que sea preciso definir el Sol medio como el astro ideal que se mueve sobre el plano del Ecuador con movimiento constante y coincide con el ficticio en los puntos Aries y Libra. De acuerdo a la definición, teniendo en cuenta que el Sol ficticio se mueve de forma uniforme en la eclíptica y el medio también uniformemente en el ecuador celeste y coinciden en los puntos Aries y Libra, la ascensión recta del Sol medio es siempre igual a la longitud eclíptica del Sol ficticio. Por el hecho de desplazarse en el ecuador celeste se tendrá que: dα m = dλv ⋅ cos ε y, es el adecuado para definir el día y hora. Se define el día medio como el intervalo de tiempo transcurrido entre dos pasos sucesivos del Sol medio por el meridiano superior del lugar. La hora media será el tiempo transcurrido desde el paso del Sol medio por el meridiano superior del lugar. La diferencia entre la hora media de dos lugares será igual a la diferencia entre sus longitudes astronómicas. 4.4.2.2. Ecuación del tiempo. 4.4.2.2.1. Definición de la ecuación del tiempo. Es fundamental encontrar la relación existente entre el tiempo medio y el tiempo solar verdadero dado que el primero será el patrón de tiempos pero el segundo es el que SISTEMAS DE REFERENCIA TEMPORALES. 8 ASTRONOMÍA presenta una realidad física. Es importante que la diferencia sea pequeña a lo largo de todo el año de forma que el desfase entre tiempo reloj y tiempo luz quede justificada, la diferencia tiene una cota superior de unos 16 minutos. Con el dato de la ecuación del tiempo se puede saber lo que el Sol medio adelanta o atrasa respecto al Sol verdadero y, por tanto, se puede fijar exactamente el instante de paso por el meridiano de este Sol medio imaginario. La relación entre el Sol medio y el verdadero pasa por el ficticio y el planteamiento de la denominada ecuación del tiempo. Dado que lo interesa es saber como va retrasado o adelantado el Sol medio con respecto al verdadero no es de extrañar que la ecuación del tiempo se defina como la diferencia entre la ascensión recta del Sol verdadero y el medio: ET = α v − α m . Dado que la ascensión recta se mide en el sentido contrario al incremento de la hora, se puede definir equivalentemente la ecuación del tiempo como la diferencia que hay en un cierto lugar entre su hora media y su hora verdadera, entre tiempo medio y tiempo verdadero: E T = Tm − Tv . Esta definición corresponde a la definición antigua, a partir de 1994 la ecuación del tiempo dada por el Anuario del Observatorio Astronómico de Madrid (publicado por el Instituto Geográfico Nacional, Ministerio de Fomento) se define como la corrección al tiempo medio para obtener el tiempo verdadero, ET = Tv − Tm , lo que implica un cambio de signo. A continuación ser procede a deducir la ecuación del tiempo, según la definición inicial. Introduciendo la longitud eclíptica del Sol verdadero, la ecuación del tiempo se expresa según, ET = α v − α m = α v − α m + λv − λv con α m = λ f ET = (λv − λ f ) − (λv − α v ) La expresión anterior se suele estudiar a partir de cada uno de los paréntesis que reciben un nombre propio de acuerdo a su significado. Q = (λv − λ f ) R = (λv − α v ) ET = Q − R Donde Q es la denominada ecuación de centro, longitud eclíptica del Sol verdadero menos la longitud eclíptica del Sol ficticio, y R es la denominada reducción al ecuador, longitud eclíptica del Sol verdadero menos la ascensión recta del Sol verdadero. SISTEMAS DE REFERENCIA TEMPORALES. 9 ASTRONOMÍA 4.4.2.2.2. Determinación de la ecuación de centro. Para estudiar la ecuación de centro ha de considerarse como plano del movimiento el plano de la eclíptica. Sea la siguiente figura, El Sol verdadero, V, se mueve sobre la órbita eclíptica con periodo T conocido. El Sol ficticio, F, se mueve también sobre la eclíptica pero su movimiento se estudia a partir de F’ que se desplaza uniformemente sobre la circunferencia de radio el semieje mayor de la elipse coincidiendo con F en el apogeo y perigeo. La velocidad angular de F’ será n = 360 º . Si se comienza a medir desde el perigeo, en un cierto instante t, F’ T habrá recorrido una distancia n·t. A este desplazamiento le corresponde como ángulo la anomalía media que se determina a partir del periodo de revolución, T, de la época de paso por el perigeo, P, y del tiempo transcurrido desde entonces. El paso de anomalía media (nt) a verdadera (v), ángulo correspondiente al arco descrito por el Sol verdadero sobre la elipse, se consigue a través de la anomalía excéntrica (u), ángulo V’CP, estando V’ sobre la circunferencia principal en una paralela por V al eje menor. En primer lugar se deduce la relación entre la anomalía excéntrica (u) y la verdadera (v). La ecuación de la elipse en un sistema de coordenadas que tiene por origen el centro de la elipse, por dirección del eje x el semieje mayor y por eje y el semieje menor es: x2 y2 + =1 a2 b2 despejando el cuadrado de la ordenada y teniendo en cuenta la definición de la excentricidad, SISTEMAS DE REFERENCIA TEMPORALES. 10 ASTRONOMÍA e2 = a2 − b2 b2 2 2 2 2 2 2 2 ⇒ ⋅ = − ⇒ = ⋅ − ⇒ = 1− e2 e a a b b a e 1 2 2 a a ( ( )( y 2 = 1− e2 ⋅ a2 − x2 ) ) Por otro lado, el módulo del radio vector que une el punto de la elipse V con el foco T será, r= (x − a ⋅ e )2 + (1 − e 2 )⋅ (a 2 − x 2 ) ⇒ r = a − e ⋅ x La abcisa de V, igual a la de V’, se obtiene a partir de la anomalía excéntrica según, x = a ⋅ cos(u ) y, sustituyendo en r, r = a − e ⋅ a ⋅ cos(u ) → r = a ⋅ (1 − e ⋅ cos(u )) La abcisa también se puede obtener a partir de la anomalía verdadera según, x − a ⋅ e = r ⋅ cos(v ) multiplicando por e, e ⋅ x − a ⋅ e 2 = e ⋅ r ⋅ cos(v ) ⇒ e ⋅ x = a ⋅ e 2 + e ⋅ r ⋅ cos(v ) Sustituyendo este valor en la expresión anteriormente encontrada de r, ( ) r = a − e ⋅ x = a − a ⋅ e 2 − e ⋅ r ⋅ cos(v ) = a ⋅ 1 − e 2 − e ⋅ r ⋅ cos(v ) ( r ⋅ (1 + e ⋅ cos(v )) = a ⋅ 1 − e 2 ) y, se obtiene, r= ( ) a ⋅ 1− e2 1 + e ⋅ cos(v ) Se han obtenido, por tanto, dos expresiones para el valor de r; una en función de la anomalía excéntrica y otra en función de la anomalía verdadera. Igualando, a ⋅ (1 − e ⋅ cos(u )) = ( ) a ⋅ 1− e2 1 + e ⋅ cos(v ) Operando, se obtienen distintas expresiones: SISTEMAS DE REFERENCIA TEMPORALES. 11 ASTRONOMÍA cos(v ) = cos(u ) − e 1 − e ⋅ cos(u ) 1 − cos(v ) = (1 + e ) ⋅ (1 − cos(u )) 1 − e ⋅ cos(u ) 1 + cos(v ) = (1 − e ) ⋅ (1 + cos(u )) 1 − e ⋅ cos(u ) 1+ e ⎛ u ⎞ ⎛v⎞ tg⎜ ⎟ = ⋅ tg⎜ ⎟ 1− e ⎝ 2 ⎠ ⎝2⎠ A continuación se deducirá la relación entre la anomalía media nt y la excéntrica u. Retómense las dos expresiones de r y procédase a derivar, dr = e ⋅ a ⋅ sen (u ) ⋅ du ( ) a ⋅ 1 − e 2 ⋅ (− 1) ⋅ (− e ⋅ sen (v ) ⋅ dv ) e⋅r2 dr = = ⋅ sen (v ) ⋅ dv a ⋅ 1 − e2 (1 + e ⋅ cos(v ))2 ( ) Igualando, e ⋅ a ⋅ sen (u ) ⋅ du = sen (u ) ⋅ du = e⋅r2 ⋅ sen (v ) ⋅ dv a ⋅ 1− e2 ( ) r2 ⋅ sen (v )dv b2 Dado que la ordenada se puede obtener tanto a partir de la anomalía excéntrica como de la verdadera, y = r ⋅ sen (v ) = b ⋅ sen (u ) Se obtiene, r r2 du = ⋅ dv ⇒ r ⋅ du = ⋅ dv b b Sea r = (x, y ) el vector de posición geocéntrico del Sol en el instante t y r + dr = ( x + dx, y + dy ) el vector de posición correspondiente al instante t+dt. El área elemental comprendida por los dos vectores de posición es, SISTEMAS DE REFERENCIA TEMPORALES. 12 ASTRONOMÍA dA 1 2 dv = ⋅r ⋅ dt 2 dt Teniendo en cuenta la ley de las áreas, 1 2 dv ⋅ r ⋅ = C ⇒ r 2 ⋅ dv = K ⋅ dt 2 dt K r ⋅ du = ⋅ dt b (1 − e ⋅ cos(u )) ⋅ du = n ⋅ dt Integrando, u t 0 t0 ∫ (1 − e ⋅ cos(u ))⋅ du = ∫ n ⋅ dt u − e ⋅ sen (u ) = n ⋅ (t − t 0 ) = M Esta expresión es la denominada ecuación de Kepler. M es la anomalía media del Sol y representa el ángulo que describiría el Sol si este se moviese sobre la circunferencia principal circunscrita a su órbita con una velocidad angular constante igual a n. A partir de las expresiones obtenidas, 1+ e ⎛ u ⎞ ⎛v⎞ tg⎜ ⎟ = ⋅ tg⎜ ⎟ 1− e ⎝ 2 ⎠ ⎝2⎠ u − e ⋅ sen (u ) = n ⋅ t mediante desarrollos matemáticos se obtiene la expresión de la ecuación de centro, 5 Q = 2 ⋅ e ⋅ sen (n ⋅ t ) + ⋅ e 2 ⋅ sen (2 ⋅ n ⋅ t ) + ... 4 En esta expresión es conocido el valor de la excentricidad, e = 0.016729, y la velocidad angular del Sol ficticio, n = 360º/365.24 = 0º.98565. El valor de t es el tiempo expresado en días, transcurrido desde el paso del Sol por el perigeo. Resultaría muy sencillo estudiar las anulaciones, los máximos y mínimos de esta función y ver cuando se producen. 4.4.2.2.3. Determinación de la reducción al ecuador. Teniendo en cuenta la expresión ya vista: SISTEMAS DE REFERENCIA TEMPORALES. 13 ASTRONOMÍA tg α v = tg λv ⋅ cos ε y aplicando un desarrollo en serie de Lagrange se obtiene: 1 ⎛1 ⎞ ⎛1 ⎞ R = tg 2 ⎜ ⋅ ε ⎟ ⋅ sen (2 ⋅ λv ) − ⋅ tg 4 ⎜ ⋅ ε ⎟ ⋅ sen (4 ⋅ λv ) + ... 2 ⎝2 ⎠ ⎝2 ⎠ Si, al igual que con la ecuación de centro, se limita el estudio, en primera aproximación, al primer término, resulta evidente que la función se anulará para longitudes eclípticas del Sol verdadero de 0º, 90º, 180º y 270º, siendo las fechas correspondientes del año el 21 de marzo, 21 de junio, 21 de septiembre y 21 de diciembre, respectivamente. Los máximos se alcanzan cuando el seno se hace igual a la unidad, para la longitud eclíptica del Sol verdadero igual a 45º y 225º, lo que corresponde aproximadamente a las fechas de 7 u 8 de mayo y hacia el 4 de noviembre, respectivamente. De igual forma, los mínimos se alcanzan en torno al 3 de febrero y 8 de agosto. Los máximos y mínimos alcanzan un valor del orden de 9m52s positivo y negativo, respectivamente. 4.4.2.2.4. Gráficas de la ecuación del tiempo. El resultado definitivo se obtiene de combinar la ecuación de centro y la reducción al ecuador, ET=Q-R. La gráfica de la ecuación del tiempo para el año 1998 es la siguiente. La ecuación del tiempo se puede calcular para cualquier momento. Sin embargo, lo habitual es obtenerla a partir de algún anuario astronómico como es el de Madrid al que anteriormente se hizo referencia. En este anuario figura para cada día del mes la SISTEMAS DE REFERENCIA TEMPORALES. 14 ASTRONOMÍA ecuación del tiempo a las 0h de tiempo universal, tiempo que será definido posteriormente. A continuación se incluye la información relativa al mes de noviembre de 1998. En la primera columna figura el día del mes, en la segunda el día de la semana, en la tercera el día del año a partir del 1 de enero (contabilizado como 1 y no como 0), en la cuarta el número de día juliano (explicado posteriormente). En la quinta columna figura un dato importante para relacionar tiempo sidéreo y medio o verdadero, la hora sidérea a las 0h de tiempo universal y será convenientemente interpretado más adelante. La sexta columna introduce el valor de la ecuación de los equinoccios que relaciona permite pasar del tiempo sidéreo verdadero medido astronómicamente a tiempo sidéreo medio. La última columna incluye la ecuación del tiempo. En el año 1998 el valor absoluto máximo de la ecuación de tiempo no supera los 16,5 minutos. Su variación máxima en un día no excede los 30 segundos. La ecuación del tiempo en este año se anula en las siguientes cuatro fechas: 15 de abril, 13 de junio, SISTEMAS DE REFERENCIA TEMPORALES. 15 ASTRONOMÍA 1 de septiembre y 25 de diciembre, mientras que el valor mínimo es el día 11 de febrero, hay un mínimo secundario el 26 de junio, el valor máximo es el 3 de noviembre y hay un máximo secundario el 14 de mayo. 4.4.3. HORA CIVIL, LEGAL Y OFICIAL. Teniendo en cuenta el pequeño desfase entre el Sol medio y el verdadero, analizado en el punto anterior, y que se ha definido la hora media como el tiempo que hace que pasó el Sol medio por el meridiano superior del lugar, que el comienzo del día se produciría de día, el cambio de día representaría un problema. El evitar este problema es tan simple como trasladar el comienzo del día al paso del Sol medio por el antimeridiano o meridiano inferior. Se define la hora civil como el tiempo que hace que el Sol medio cruzó el meridiano inferior. El cambio de día se produce por tanto a medianoche. Se cumplirá que Hora civil = Hora media ±12h. Sin embargo, todavía queda por resolver un problema, la hora civil es local de cada meridiano. La actividad social del hombre está regida por el ritmo natural de la sucesión de los días y las noches, debido al movimiento diurno del Sol. Se hace necesario encontrar una escala de tiempo que, respetando en lo posible el día y la noche naturales, regule el buen funcionamiento de actividades humanas con carácter universal. El buen funcionamiento de las estructuras económicas y sociales modernas exige que las actividades laborales estén ordenadas dentro de un horario exacto. Por otra parte, ese horario debe ser el mismo para todos, al menos dentro de una misma región o nación, es decir, debe ser universal. El carácter local del tiempo civil implica una falta de universalidad. Para obviar todos estos inconvenientes fue necesario elegir arbitrariamente el tiempo civil de un meridiano particular, adoptándolo como tiempo único dentro de una región o país. Así, por ejemplo, en España se adoptó el tiempo civil del meridiano de Madrid y en Francia el del meridiano de París. Quedaba así solucionado el problema de un tiempo uniforme y único dentro de las fronteras del país, pero la dificultad permanecería sin resolver al pasar de un país al otro. Se imponía, por tanto, uniformar el tiempo a escala mundial, especialmente en los tiempos modernos en los que la facilidad de comunicaciones y la rapidez de las mismas, prácticamente instantáneas, exigen una coordinación universal. Este último problema se resolvió, siguiendo las recomendaciones del congreso celebrado en 1884 en Washington, en París en 1912 en la Conferencia Internacional de la Hora. Se adoptó internacionalmente el sistema de cómputo del tiempo medio del huso horario. El cómputo del tiempo sólo se efectúa en los 24 meridianos geográficos básicos (o fundamentales), situados unos respecto a los otros exactamente cada 15º (o cada 1h) de longitud, convirtiéndose en el meridiano central de cada huso horario de amplitud 15º. Los husos horarios están numerados del 0 al 23. Como meridiano básico del huso horario 0 se eligió el meridiano de Greenwich. El meridiano básico del huso horario número 1 está situado exactamente 15º al este del de Greenwich, el segundo a 30º, etc. Los límites de los husos horarios solamente siguen con exactitud los meridianos SISTEMAS DE REFERENCIA TEMPORALES. 16 ASTRONOMÍA geográficos en los mares y océanos, así como en los lugares no poblados de la tierra firme. En su extensión restante dichas líneas pasan por las fronteras estatales, administrativas o geográficas, apartándose del meridiano correspondiente hacia uno u otro lado. La hora legal de todos los lugares incluidos en un huso horario es igual a la hora civil del meridiano básico correspondiente a ese huso horario. La diferencia entre la hora civil y la legal de un lugar situado en un determinado huso horario es igual a la diferencia de longitud hasta el meridiano básico de ese huso horario (Hc=Hl+(λ-λ0)) Puesto que los límites de los husos horarios están alejados de los meridianos básicos aproximadamente en 7º.5, la diferencia entre la hora civil y la legal es, como máximo, del orden de ±30m. Se define el tiempo universal (T.U.) como la hora civil de Greenwich, y por tanto la hora legal del huso horario 0. El tiempo de un huso horario dado n está relacionado con el tiempo universal mediante la relación: Tn=T0+n. También está absolutamente claro que la diferencia entre los tiempos de los husos horarios de dos puntos es una cantidad entera de horas, igual a la diferencia entre los números ordinales de sus husos horarios. Con el fin de distribuir más racionalmente la energía eléctrica y emplear más ampliamente la luz del día, algunos países alteran en una hora, o dos durante una parte del año, la hora legal. Esta hora adelantada recibe el nombre de hora oficial. En España hay una hora de adelanto respecto al tiempo universal en otoño e invierno y dos en SISTEMAS DE REFERENCIA TEMPORALES. 17 ASTRONOMÍA primavera y verano. Precisando, la segunda hora de adelanto comienza a las 2h de la madrugada del último domingo de marzo (en la que los relojes se adelantan a las tres) y dura hasta las 3h de la madrugada del último domingo de octubre (en que los relojes se retrasan a las 2h). Por tanto, el último domingo de marzo tiene oficialmente una hora menos, mientras que el último domingo de octubre tiene oficialmente una hora más. La hora oficial es por tanto la hora de reloj y, aunque ha sido apuntado que su escala corresponde a tiempo universal, en realidad su escala es la Tiempo Universal Coordinado que será descrito posteriormente. El acceso a la hora se puede realizar a través de la recepción de las señales horarias que en España difunden diversas cadenas nacionales de radiodifusión (Radio Nacional de España, Radio España, Cadena COPE, Onda Cero, Cadena SER, ...) gracias a que disponen de conexión telefónica con los relojes del gabinete de la hora del Observatorio Astronómico de Madrid, lo que les permite emitir cada media hora. 4.4.4. LÍNEA DE LA FECHA. Tal y como ha sido definido el tiempo legal surge una dificultad respecto a la fecha del día en el cual se cuentan las horas así definidas. La necesidad de establecer una línea de fecha está suscitada por las consideraciones siguientes. Durante la vuelta al mundo desde el occidente hacia el oriente el viajero pasa por puntos donde los relojes, que andan según la hora legal (o de huso horario), marcan cada vez una hora más. Avanzando gradualmente las agujas de su reloj el viajero, al final de su jornada, contará un día de sobra. Y al revés, durante la vuelta al mundo desde el oriente hacia el occidente se perderá un día. De acuerdo con el convenio internacional la línea de fecha o de cambio de fecha (línea demarcadora) pasa en su mayor parte por el meridiano que dista 180º del de Greenwich, desviándose de éste hacia el occidente en las islas de Wrangel y Aleutianas, y hacia el oriente en las extremidades de Asia, en las islas Fidji, Samoa, Tonga, Kermadec y Chatham. Hacia el oeste de esta línea la fecha del día es siempre en una unidad mayor que al este de dicha línea. Por esto, al cruzar la línea de fecha desde el occidente hacia el oriente, es necesario disminuir la fecha, y al cruzarla desde el oriente hacia el occidente aumentar ésta en una unidad. Por ejemplo, si un barco cruza la línea demarcadora el 8 de noviembre, navegando desde el oeste hacia el este, a la medianoche después de cruzar dicha línea, no se cambia la fecha en el barco, es decir, dos días seguidos se datan como 8 de noviembre. Y, por el contrario, si el barco cruza el 8 de noviembre la línea de fecha navegando desde el oriente hacia el occidente, a la medianoche, después de cruzar esta línea, se cambia la fecha de una sola vez al 10 de noviembre, no existiendo en el barco el día como 9 de noviembre. El cumplimiento de esta regla excluye el error en el cómputo de los días, cometido por los miembros de la primera expedición alrededor del mundo encabezada por Magallanes en el siglo XVI, que, al regresar a su patria, descubrieron que discrepaban en la cuenta de los días del mes, con la de los habitantes que habían permanecido en el lugar, exactamente en un día. SISTEMAS DE REFERENCIA TEMPORALES. 18 ASTRONOMÍA 4.5. RELACIÓN ENTRE EL TIEMPO SOLAR MEDIO Y EL TIEMPO SIDÉREO. DISTINTOS TIPOS DE AÑOS. 4.5.1.TIPOS DE AÑOS UTILIZADOS EN ASTRONOMÍA DE POSICIÓN. Según se estudio en el tema dedicado a los distintos sistemas de coordenadas celestes utilizados en astronomía de posición, el tiempo utilizado es tiempo sidéreo, recuérdese que la hora sidérea es el parámetro que permite transformar las coordenadas ecuatoriales absolutas a coordenadas ecuatoriales horarias para un astro, un lugar y un instante de observación. Sin embargo, en principio hay que pensar que un usuario sólo dispondrá de relojes referidos al tiempo universal que es utilizado habitualmente. Esto convierte en imprescindible establecer la relación existente entre un intervalo de tiempo expresado en tiempo universal y el mismo expresado en tiempo sidéreo. Para ello es preciso primero abordar la definición de los diferentes tipos de años utilizados en astronomía de posición. Previa a la definición de los distintos tipos de años se van a definir los períodos de rotaciones sinódicas y sidéreas de los planetas. Se denomina período sidéreo o estelar de rotación (T) de un planeta al intervalo de tiempo en el transcurso del cual el planeta da por su órbita una vuelta completa alrededor del Sol. El período sidéreo de rotación de la Tierra se llama año sidéreo o sideral (T⊕). La definición que se suele dar en los textos al año sidéreo es el tiempo que el Sol emplea en estar alineado dos veces con una misma estrella, o en recorrer exactamente 360º. Es evidente que es equivalente a la enunciada anteriormente. Se denomina año trópico al intervalo de tiempo transcurrido entre dos pasos sucesivos del centro del Sol verdadero a través del punto del equinoccio de primavera, del punto Aries. El año trópico es más corto que el año sidéreo porque mientras el Sol completa la revolución en torno a la Tierra, el punto Aries retrograda 50.2’’, aproximadamente, debido a la precesión de los equinoccios, luego el Sol encuentra al punto Aries antes de completar la revolución. Se denomina año anomalístico al intervalo de tiempo transcurrido entre dos pasos sucesivos del Sol, en su movimiento aparente, por el perigeo. Es más largo que el sidéreo debido a que el perigeo tiene un movimiento en el sentido directo anual de 11.7’’. Después de muchos años de observaciones se estableció que el año trópico contiene 365.242199 días solares medios. La determinación del instante en que el Sol pasa por el punto Aries se puede determinar con precisión al anularse su declinación en ese instante. Ni el año sidéreo, por no poder materializarse un punto fijo en la esfera celeste, ni el anomalístico, por no existir físicamente la dirección del perigeo, pueden medirse por observación. SISTEMAS DE REFERENCIA TEMPORALES. 19 ASTRONOMÍA Teniendo en cuenta que el año trópico corresponde a 360º-50.2’’, el año sidéreo a 360º’, y el año anomalístico a 360º+11.7’’, no resulta difícil establecer la duración de los años sidéreo y anomalístico en unidades de días solares medios: ♦ Año trópico = 365.242199 días solares medios = 365d5h48m47.5s en unidades solares medias. ♦ Año sidéreo = 365.2564 días solares medios = 365d6h9m10.1s en unidades solares medias. ♦ Año anomalístico = 365.2596 días solares medios = 365d6h13m50s en unidades solares medias. 4.5.2.RELACIÓN ENTRE EL TIEMPO MEDIO Y EL SIDÉREO. El día del equinoccio de primavera el Sol verdadero está alineado con el punto Aries. Sea el meridiano superior de un lugar alineado también ese día con el punto Aries. Este día sería el principio del año trópico. Recuérdese que el Sol medio está obligado a coincidir con el verdadero este día. Cuando la Tierra complete una revolución y el meridiano superior del lugar vuelva a pasar por el punto Aries acaba un día sidéreo. Sin embargo, el Sol verdadero se habrá desplazado aproximadamente 1º sobre la eclíptica (debido a que en 365 días recorre 360º), de forma que se puede decir que también el Sol medio se ha desplazado un ángulo muy parecido sobre el ecuador. De esta forma falta un cierto ∆t para que acabe el día medio. Esto da lugar a afirmar que el día sidéreo expresado en tiempo medio es más corto que el día medio. Se puede decir que 1día medio = 1 día sidéreo + ∆t. Al segundo día el Sol medio se habrá desplazado aproximadamente 2·∆t, de forma que 2 días medios = 2 días sidéreos + 2·∆t, ya que la diferencia entre el día medio y sidéreo se está considerando constante (lo que es lícito por el hecho del desplazamiento uniforme del Sol medio por el ecuador). Procediendo de forma similar, cuando transcurra un año trópico, cuando el Sol medio (y el verdadero) vuelva a coincidir con la dirección del punto Aries, acabado el día sidéreo, el meridiano superior todavía tendría que completar una revolución más hasta encontrar al Sol medio. De esta forma se establece la relación: 365.2422 ⋅ día solar medio = 366.2422 ⋅ día sidéreo → SISTEMAS DE REFERENCIA TEMPORALES. día solar medio 366.2422 = día sidéreo 365.2422 20 ASTRONOMÍA En general, dado un intervalo cualquiera I, medido por el valor numérico Im en unidades um de tiempo medio y por el valor numérico Is en unidades us de tiempo sidéreo, se verifica que: I = I m ⋅ um = I s ⋅ us o sea: I m us = I s um Es decir, los valores numéricos que miden el intervalo están en proporción inversa a las unidades correspondientes. En consecuencia, se obtienen las siguientes fórmulas de transformación de unidades, 365.2422 ⋅ Is 366.2422 366.2422 Is = ⋅ Im 365.2422 Im = de donde, ♦ 1 día sidéreo = 23h56m4.09s de tiempo medio. ♦ 1 día solar medio = 24h3m56.55s de tiempo sidéreo. Al existir un día sidéreo más en un año trópico, su duración ha de ser más corta expresada en tiempo medio. De igual forma, al existir un día medio menos, su duración ha de ser mayor en tiempo sidéreo. A la diferencia a 24h sidéreas en la duración de un día solar medio, es decir, 3 56.55s se la conoce como la aceleración de las fijas. También se podría haber obtenido considerando el siguiente razonamiento. Si en un año trópico la ascensión recta del Sol aumenta 24h, de acuerdo a la revolución completa asociada al movimiento m aparente de traslación alrededor de la Tierra, en un día varía: 24 = 3 m 56 s .55 365 .2422 sidéreos, y dado que si aumenta la ascensión recta aumenta la hora sidérea, está ha de ser la diferencia entre el día medio y el sidéreo. 366.2422 = 1.00273791 sirve para convertir los intervalos de 365.2422 tiempo solar medio en intervalos de tiempo sidéreo. 365.2422 El coeficiente k sm = = 0.997269571 sirve para convertir los intervalos 366.2422 de tiempo sidéreo a intervalos de tiempo solar medio. El coeficiente k ms = SISTEMAS DE REFERENCIA TEMPORALES. 21 ASTRONOMÍA 4.6. EL CALENDARIO. Calendario se puede definir como un sistema arbitrario de subdividir una escala temporal utilizado por la sociedad para medir convenientemente el tiempo según las necesidades de la vida social. Sirve para fijar el instante en que ocurren los sucesos de la vida cotidiana (aspecto cronológico), y para determinar los intervalos de tiempo entre acontecimientos (aspecto cronométrico). De acuerdo a la definición, en el calendario hay dos partes esenciales: una escala de tiempo, que es la base fundamental del calendario, y una división o estructuración arbitraria de esa escala. Tanto una parte como la otra son arbitrarias. Según se utilice una escala de tiempo lunar o solar, o una combinación de ambas, se obtienen calendarios lunares, solares o lunisolares (árabe, gregoriano e israelita como ejemplos respectivos). La historia del calendario es tan antigua como la civilización misma. Todas las comunidades han tenido un calendario para regular las actividades agrícolas, religiosas,... Los primeros calendarios de los que se tiene conocimiento detallado corresponden a culturas ampliamente desarrolladas, tales como los sumerios, chinos o mayas. Los sumerios, hace más de 5000 años, establecieron un calendario lunar, adoptando la escala de tiempo determinada por las fases de la Luna. Establecieron un año de 360 días divido en 12 meses lunares. Cada mes lunar constaba de 30 días de 12 “horas”. Dado que un mes lunar dura en realidad, aproximadamente, 29.53 días, los meses lunares se iban retrasando respecto a las fases de la Luna. El calendario anterior evolucionaría en Babilonia a un calendario lunisolar. Hacia el siglo octavo antes de Cristo, los astrónomos de Babilonia habían determinado ya la duración del año trópico en 365.249 días solares, sirviéndose de las tablas de eclipses cuidadosamente registrados durante mucho tiempo. Esta duración lo convertía en inconmensurable con la del año compuesto de meses lunares. El notable desarrollo de la astronomía babilónica permitió determinar la relación entre el número de días del mes lunar y del año solar trópico. En torno al 500 a. C. se hizo el trascendental descubrimiento de que cada 19 años el ciclo de las fases lunares volvía a coincidir con el año solar. Puesto que 19 años solares son casi exactamente 235 meses lunares, mientras que 19 años lunares del calendario eran 228 meses lunares, bastaba añadir un mes a siete de los años del calendario, dentro de cada periodo de 19 años, para completar los 235 meses lunares y hacer coincidir de nuevo el calendario con los ciclos naturales de la Luna y el Sol. El calendario israelita adopta el esquema del babilónico. Además introduce un nuevo elemento, la semana de siete días. El origen de la semana es un misterio no descifrado todavía. Mientras los otros intervalos de tiempo usuales en los calendarios, días, meses y años, se basan en períodos astronómicos de importancia para las actividades prácticas de la vida diaria, la semana aparece como un período artificial sin SISTEMAS DE REFERENCIA TEMPORALES. 22 ASTRONOMÍA relación aparente con ningún fenómeno astronómico. El ciclo semanal de siete días se propagó primero a oriente y luego a occidente, encontrándose hoy prácticamente incorporado en todos los calendarios como ciclo regulador de las actividades laborales. La historia del calendario gregoriano, utilizado en la actualidad en la mayoría de los países civilizados, se remonta hasta más de 4000 años, al calendario egipcio. El calendario solar egipcio fue adoptado por los romanos en el año 46 a. C. con una reforma por decreto de Julio César dando lugar al calendario juliano. Este calendario estuvo en vigor en occidente unos dieciséis siglos hasta la reforma gregoriana del mismo, efectuada por el Papa Gregorio XIII en 1582, que dio lugar al calendario gregoriano actual. 3000 años a. C. los egipcios establecieron un calendario solar. La vida social del antiguo Egipto se regulaba por las inundaciones periódicas del Nilo. Ellos habían observado que el comienzo de las inundaciones coincidía aproximadamente con la primera aparición en el horizonte de la estrella Sirio poco antes de la salida del Sol. El intervalo de tiempo entre dos sucesos similares era de unos 365 días solares, aproximadamente una año trópico, y fue adoptado como duración fija del año de su calendario. Los 365 días del año se dividían en 12 meses de 30 días, seguidos de cinco días adicionales. Cada día tenía 24 horas, 12 diurnas y 12 nocturnas. Este año solar no se ajustaba mediante ninguna corrección al año solar trópico, aproximadamente un cuarto de día más largo, lo que originaba un adelanto progresivo del comienzo del año del calendario respecto al trópico. Los egipcios se percataron de ello a causa del desplazamiento de las estaciones naturales a lo largo de los meses del año. Ellos dividían el año en tres estaciones de cuatro meses, la de las inundaciones, la estación de la siembra y la estación de la cosecha, correspondientes al ciclo anual de crecida y descenso de las aguas del Nilo. Si el principio del año, relacionado con la estrella Sirio, se hacia corresponder con la estación de las inundaciones, los egipcios se percataron que para que volviera a producirse esa coincidencia debían transcurrir unos 1460 años. En el año 238 a. C. se intentó una reforma consistente en añadir un día cada cuatro años, con objeto de hacer coincidir el año del calendario con las estaciones naturales, pero la oposición de las clases sacerdotales impidió su puesta en práctica. El calendario solar egipcio, con su año fijo de 365 días, presentaba notables ventajas para los cálculos astronómicos y fue adoptado durante muchos siglos por los astrónomos occidentales (Copérnico todavía lo usaba en sus tablas de los planetas y la Luna). El calendario juliano fue establecido en Roma por Julio César en el año 46 a. C. (708 desde la fundación de Roma). La reforma vino de la mano del astrónomo alejandrino Sosígenes. Debido a que se habían acumulado tres meses de retraso respecto al ciclo natural de las estaciones en el anterior, el año 46 duró 445 días, por lo que se llamó año de la confusión. Se adoptó un año solar común de 365 días, el mismo del calendario egipcio, dividido en 12 meses de 29, 30 y 31 días según el siguiente orden: Januarius (31), Februarius (29), Martius (31), Aprilis (30), Maius (31), Junius (30), Quintilis (31), Sextilis (30), September (31), October (30), November (31) y December (30). A diferencia del año solar egipcio que era inmutable se introdujo un año de 366 días cada cuatro años, intercalando un día adicional entre el 23 y 24 de febrero, al que se llamó año bisiesto. En los años bisiestos el mes de febrero tenía 30 días y todos los meses pares tenían 30 días y los impares 31. A pesar de la sencillez del ciclo de cuatro años de Sosígenes, los romanos intercalaron al principio equivocadamente un bisiesto cada tres años, de forma que durante los primeros treinta y siete años a partir del año 45 SISTEMAS DE REFERENCIA TEMPORALES. 23 ASTRONOMÍA a. C., en el que entró en vigor el calendario juliano y que fue bisiesto, se habían intercalado varios años bisiestos de más. En el año 8 a. C. el emperador César Augusto rectificó esta intercalación errónea de los bisiestos, y puesto que los trece bisiestos de más corresponden a cincuenta dos años, el emperador suspendió la intercalación de bisiestos hasta el año 8 d. C., a partir del cual se aplicó correctamente la intercalación de bisiestos cada cuatro años hasta la reforma gregoriana de 1582. El mes Quintilis había pasado a llamarse Julius en honor de Julio César, y en el año 24 a. C. el mes Sextilis pasó a llamarse Augustus, en honor del emperador Augusto. Para que el mes dedicado a Augusto no tuviese menos días que el dedicado a Julio César, que tenía 31 días, se añadió un día a Augustus, que se resto a Februarius. El mes de febrero quedó con 28 días los años comunes y 29 los bisiestos, y los meses de septiembre y noviembre pasaron a tener 30 días, para evitar tres meses seguidos de 31 días. De esta forma, la duración de los meses quedó alterada en la forma que se ha conservado hasta la actualidad. De este modo, la duración del año en el calendario juliano es, en término medio, igual a 365.25 días solares medios, es decir, es más largo que el año trópico solamente en 0.0078 días. La cuenta del tiempo con años julianos durante los 128 años dará una discrepancia con la cuenta de años trópicos aproximadamente de un día, y durante 400 años la discrepancia será de unos tres días (por ejemplo, el día del equinoccio de primavera, transcurridos 400 años por el calendario juliano, comenzará tres días antes). Esta discrepancia no tiene importancia práctica y, por esto, todos los países europeos usaron el calendario juliano cerca de 16 siglos. Este retraso acumulado del calendario juliano respecto al año trópico se traduce en un adelanto de la fecha juliana en que cae el equinoccio de primavera. Es decir, los comienzos de las estaciones se van adelantando en el calendario juliano de forma que en 20200 años las estaciones se habrán adelantado medio año, y el invierno vendrá a caer en la época correspondiente al verano y viceversa. El calendario gregoriano, instituido por el Papa Gregorio XIII en 1582, es un calendario juliano reformado. El adelanto progresivo de las fechas del año en que comienzan las estaciones debido al desfase entre el año juliano y el trópico inflluye en la fecha en que la fiesta religiosa de la Pascua lo que provocó la reforma. En el Concilio de Nicea, celebrado en el año 325 d. C., se determinó que la Pascua de Resurrección debía celebrarse en el domingo siguiente al primer plenilunio después del equinoccio de primavera. En el año en que en el Concilio de Nicea (año 325 a. de n.e. se estableció este reglamento) el día del equinoccio de primavera por el calendario juliano caía en el 21 de marzo, tras corregir el desfase de tres días acumulado. En 1582, es decir, transcurridos 1257 años, el día del equinoccio de primavera coincidía ya con el 11 de marzo. Este paso del día del equinoccio de primavera a fechas más tempranas provocaba confusiones e incertidumbre en la determinación del día de la Pascua de Resurrección y de otras fiestas cristianas. La reforma del calendario, realizada según el proyecto del doctor y matemático italiano Antonio Lilio, preveía, ante todo, el retorno de la fecha civil del 21 de marzo al día del equinoccio de primavera y, además, una enmienda en la regla del cómputo de los años comunes y bisiestos con el fin de reducir la discrepancia con la cuenta de años trópicos. Por esto, en la bula del papa Gregorio XIII había dos puntos: SISTEMAS DE REFERENCIA TEMPORALES. 24 ASTRONOMÍA 1. después del 4 de octubre de 1582 fue prescrito considerar no el 5, sino el 15 de octubre; 2. no considerar en el futuro bisiestos aquellos años principio de siglo en los que el número de centenas no se dividiese exactamente por cuatro. Con el primer punto de esta bula se eliminaba la discrepancia de 10 días del calendario juliano con la cuenta de años trópicos, acumulada desde el año 325, y al año siguiente el día del equinoccio de primavera comenzó de nuevo el 21 de marzo. Con el segundo punto se establecía que la duración del año civil en el término medio de 400 años sería igual a 365.2425 días solares medios. De este modo, el año medio civil se convirtió en un año más largo que el año trópico solamente en 0.0003 días, y la cuenta del tiempo por el calendario gregoriano y por los años trópicos dará una discrepancia de un día tan sólo al cabo de 3300 años. La reforma gregoriana del calendario, si se exceptúan algunos países católicos como España, Francia, Italia o Portugal, no fue aceptada inmediatamente por las diferentes naciones occidentales. A partir de 1582, por consiguiente, coexistieron en Europa los dos calendarios, juliano y gregoriano, hasta que paulatinamente se fue generalizando el uso del calendario gregoriano. En Inglaterra, por ejemplo, se conservó el calendario juliano hasta el año 1752, en el que, además, el comienzo del año se trasladó del 25 de marzo al 1 de enero. En Rusia se pasó al calendario gregoriano en 1918. En este año, de acuerdo al decreto del gobierno soviético, en lugar del 1 de febrero se consideró que era el 14 de febrero, ya que la discrepancia del calendario juliano con la cuenta de años trópicos en el año 1918 ya era de 13 días. El comienzo del año civil (Año Nuevo) es un concepto convencional. En el pasado, en algunos países, el Año Nuevo comenzaba el 25 de marzo, el 25 de diciembre, o en otros días. En Rusia, por ejemplo, hasta el siglo XV, se consideraba que el 1 de marzo era el primer día del año, y desde el siglo XV hasta 1700 se estimaba que este día era el primero de septiembre, en la actualidad es el 1 de enero. También es convencional la elección del comienzo de la cuenta de los años, es decir, establecer la era. Se define como era cronológica la medida del tiempo mediante el calendario a partir de un origen determinado. En el pasado existieron hasta 200 eras diferentes, relacionadas con acontecimientos reales (entronización de monarcas, guerras, olimpiadas), legendarios (fundación de Roma) o, más frecuentemente, religiosos (“creación del mundo”, “diluvio universal”, y otros). En la era cristiana del calendario gregoriano actual, de uso casi universal hoy día, los años se empiezan a contar a partir del nacimiento de Jesucristo. La era cristiana fue introducida por Dionisio en el año 525 d. C. Es importante tener en cuenta que los años del calendario gregoriano se cuentan en la era cristiana a la manera de una escala sin cero. Es decir, la era cristiana comienza con el año 1 d. C., designándose el año precedente como el año 1 a. C. Por consiguiente, cualquier suceso ocurrido durante el primer año de la era cristiana, aunque sólo sea un día o un mes después de Cristo, se cuenta como ocurrido en el año 1 d. C. Sin embargo, el intervalo de tiempo transcurrido desde el nacimiento de Cristo hasta un instante cualquiera del año 1 d. C. no llega a valer evidentemente un año, sino solamente una fracción decimal del mismo. En general, cuando se mide el tiempo de forma continua a SISTEMAS DE REFERENCIA TEMPORALES. 25 ASTRONOMÍA partir del comienzo de la era cristiana, el intervalo de años realmente transcurridos es una unidad menos que el número ordinal del año del calendario. El intervalo entre los años 50 a. C. y 50 d. C. no es de 100 años, sino únicamente de 99. Para evitar estas dificultades cronológicas, los astrónomos colocan un año 0 antes del año 1 d. C. y cuentan los años positiva o negativamente a partir del comienzo del año 0, que se identifica con el año 1 a. C. El año 50 a. C. se designa astronómicamente –49. Los siglos o períodos de cien años, contados a partir del comienzo del año 0 en adelante, comienzan siempre en años múltiplos de 100 en la cuenta astronómica. El sistema astronómico de numerar los años se extiende análogamente a los días del año y del mes, es decir, a la fecha del calendario. Se define como fecha de un suceso el instante en que tiene lugar el suceso expresado en las subdivisiones auxiliares del calendario. En la numeración de los días del año y del mes del calendario civil se omite el día 0, cometiéndose el mismo error matemático que en el cómputo de los años. El comienzo astronómico del año, designado enero 0, coincide con el día 31 de diciembre del año precedente. Este caso se aplicará en la definición de la escala del tiempo de efemérides abordado posteriormente. En el calendario gregoriano, los siete días de la semana se suceden cíclicamente sin interrupción, independientemente del cómputo de los días, meses y años del calendario. Esto origina la no coincidencia de los días de la semana con los días del mes en años sucesivos. Esto implica un problema si se quiere averiguar en que día de la semana caerá una determinada fecha. El ciclo de años hasta la repetición de la sucesión en fechas de los días de la semana es de 28 años, sin tener en cuenta la supresión de tres bisiestos cada 400 años. En el calendario gregoriano hay varios problemas de diferente importancia práctica. El primero es la no coincidencia del año medio de 365.2425 con la del año trópico. La segunda se debe a su caótica estructura interna: meses desiguales (28, 29, 30 y 31 días), la semana no está integrada en los meses (los días de la semana no tienen fecha repetitiva en los diferentes meses) ni en los años (tal y como ha sido expuesto anteriormente). Este segundo problema tiene como principal coincidencia el que exista una variación relativa de hasta el 11% en el número de días laborables en un mes, oscilando de 24 a 27, lo que genera importantes problemas económicos. Otro problema es la movilidad de las fechas festivas, la Pascua, por ejemplo, puede oscilar 35 días (desde el 22 de marzo hasta el 25 de abril). Una reforma que corrija el primero de los problemas no es absolutamente necesaria, pues la exactitud astronómica del calendario gregoriano es suficiente para la vida social, recuérdese que para que aparezca un día de error tienen que transcurrir 3314 años. Han existido varias propuestas de reforma para minimizar este problema. Una de ellas se debe al belga F.Moreau y consiste en suprimir los bisiestos milenarios múltiplos de 4000 de forma que corrige el error de un día de retraso, el equinoccio de primavera pasaba al 20 de marzo. También se han propuesto muchos planes para reformar la estructura externa del calendario gregoriano, pero al único que se ha prestado cierta atención internacional ha sido al llamado calendario mundial, propuesto por la organización “Asociación del calendario mundial”, que se adapta esencialmente al esquema propuesto en 1834 por el sacerdote italiano M. Mastrofini. Este esquema consiste en lo siguiente. Todos los SISTEMAS DE REFERENCIA TEMPORALES. 26 ASTRONOMÍA trimestres del año tienen la misma duración de 13 semanas, es decir, de 91 días. El primer mes de cada trimestre contiene 31 días, y los dos meses restantes 30 días cada uno. De este modo, cada trimestre (y cada año) comenzará en un mismo día de la semana. Pero, como 4 trimestres de 91 días cada uno suman 364 días, mientras que el año debe contener 365 ó 366 días (el bisiesto), entre el 30 de diciembre y el 1 de enero se interpone un día que está fuera de cuenta de los meses y semanas, el día internacional festivo del Año Nuevo. Y en el año bisiesto un día semejante festivo, fuera de la cuenta de los meses y semanas, se intercala después del 30 de junio. El calendario mundial satisface a las necesidades laborales de una ordenación racional del tiempo, pero a costa de interrumpir la continuidad del ciclo semanal. Tal discontinuidad del ciclo semanal tiene repercusiones cronológicas y afecta a la determinación de la fecha de la Pascua. Estas dificultades, unidas a la dificultad práctica de cambiar los diferentes calendarios actualmente en vigor, han impedido hasta ahora la adopción del calendario mundial. La cuestión respecto a la introducción de un calendario nuevo solamente puede ser resuelta a escala internacional. 4.7. DÍAS JULIANOS. Mediante la resta de la fecha más temprana en que sucedió un acontecimiento de la fecha más tardía de otro acontecimiento, dadas en un mismo sistema cronológico, se puede calcular el número de días transcurridos entre estos dos acontecimientos. Con ello es necesario tener en cuenta el número de años bisiestos y cuando los intervalos de tiempo son grandes los cálculos pueden ofrecer ciertas incomodidades y dar inseguridad de los resultados. Por esto, el problema respecto al número de días transcurridos entre dos fechas dadas, en la astronomía se resuelve más cómodamente por medio del período juliano, o días julianos. Con el nombre de período juliano se designa una escala de tiempo de gran importancia práctica en astronomía, utilizada preferentemente para medir con precisión intervalos muy grandes de tiempo y para datar cronológicamente fenómenos astronómicos extendidos a lo largo de periodos considerables. Algunos calendarios civiles, particularmente en Estados Unidos, imprimen la fecha juliana junto a la fecha civil. El Anuario Astronómico de Madrid incluye el día juliano en la tabla de la ecuación del tiempo. Estudiadas las modificaciones del calendario juliano no es de extrañar que J. Scaliger propusiera en 1582, el mismo año de la reforma gregoriana, contar ininterrumpidamente lo suficientemente extenso para abarcar los acontecimientos históricos desde la más remota antigüedad. A partir de multiplicación de distintos periodos usuales de los calendarios, Scaliger encontró un periodo de 7980 años, que denominó periodo juliano en honor a su padre. Tomando como unidad primaria el periodo de 7980 años julianos de 365.25 días, y como unidad práctica el día solar medio, Scaliger formó una escala continua de tiempo fijando como instante origen del periodo juliano el 1 de enero del año 4713 a. C., a partir del cual se van contando los días solares medios en sucesión continua. Tal y como se ha visto el comienzo del día solar medio se produce al mediodía civil, lo que presenta la ventaja astronómica de que las observaciones nocturnas caen en SISTEMAS DE REFERENCIA TEMPORALES. 27 ASTRONOMÍA el mismo día. De igual forma, los días del periodo juliano, se cuentan de mediodía en mediodía. El origen de la escala del periodo juliano es exactamente el mediodía medio en Greenwich del 1 de enero del año 4713 a. C. del calendario juliano, fecha que se designa –4712 enero 1 a 12h de TU según el cómputo astronómico. De esta forma, se va contando el intervalo del periodo juliano desde el origen hasta un instante cualquiera, expresado en días y fracción decimal de día. El día solar medio que comienza exactamente en la fecha origen es el día juliano 0, y no el día uno, asignándose a continuación a cada día juliano, en sucesión continua, un número entero positivo denominado día juliano. La fecha juliana correspondiente a un instante cualquiera es el número de día juliano en que cae ese instante seguido de la fracción decimal de día transcurrido desde el mediodía precedente hasta el instante considerado. Por ejemplo, el mediodía medio del 10 de enero de 1980 se expresa en días julianos con el número 2444249, y la medianoche media de Greenwich de esta misma fecha se expresa con el número 2444248.5. Según se ha visto, el calendario juliano fue sustituido por el gregoriano el 4 de octubre de 1582 d. C., suprimiéndose diez días y modificándose el cómputo de los años bisiestos. Esto se debe tener en cuenta si se quiere calcular el día juliano que le corresponde a una fecha del calendario gregoriano. Supóngase que se quiere calcular el día juliano en que comienza un año X del calendario gregoriano, día que comenzará en 1 de enero a 12h de TU, se procede de la siguiente forma: 1. Se calcula el producto (4712+X)·365.25 2. Si el producto anterior es entero, se resta 1; si no lo es, se toma la parte entera. 3. Debido a la reforma del calendario juliano para pasar al gregoriano, si el año X está comprendido entre los límites 1582<X<1701; se resta 10 1700<X<1801; se resta 11 1800<X<1901; se resta 12 1900<X<2101; se resta 13 2100<X<2201; se resta 14, etc. Para cualquier otro día del año X, el día juliano se determina sin más que añadir el número de días transcurridos desde su comienzo, teniendo en cuenta, lógicamente, si se trata o no de un año bisiesto. Finalmente, la fecha juliana, DJ, de un instante cualquiera del año se obtiene sumando la fracción de día correspondiente. 4.8. TRANSFORMACIÓN DE ESCALAS DE TIEMPO. Todos los cambios de escalas de tiempo que se van a estudiar a continuación se refieren a un único instante, bien se trate de cambiar dentro de una misma escala de tiempo entre dos lugares diferentes o de cambiar en un lugar de una escala de tiempo a otra. 4.8.1. TRANSFORMACIÓN EN UNA MISMA CLASE DE TIEMPO ENTRE DOS LUGARES. SISTEMAS DE REFERENCIA TEMPORALES. 28 ASTRONOMÍA Dado un instante de tiempo y dos lugares diferentes, la transformación de tiempo de uno a otro lugar pasa por utilizar el valor absoluto de la diferencia de longitudes astronómicas, sumando o restando según el tiempo a determinar se localice al este o al oeste del punto en que es conocido el tiempo. Si el tiempo que se pretende trasladar es legal, la diferencia será el número de horas correspondientes a la diferencia entre el número de husos horarios, de forma que en el caso particular de que los dos lugares se encuentren en el mismo huso tendrán el mismo tiempo legal. Si se pretende trasladar tiempo oficial el cambio se debería realizar en legal añadiendo o restando el número de horas de atraso o adelanto. 4.8.2. PASO DE HORA MEDIA A CIVIL EN UN LUGAR. De acuerdo a la definición de estos tipos de tiempo la transformación pasa únicamente por sumar o restar 12h. 4.8.3. PASO DE HORA LEGAL / OFICIAL A CIVIL EN UN LUGAR. En primer lugar habría que eliminar el adelanto de oficial a legal, en caso de partir de hora oficial y de que exista tal adelanto. A continuación habría que determinar el incremento de longitud astronómica entre el lugar y el meridiano principal del huso correspondiente, en el cual la hora legal coincide con la hora civil. Finalmente, el problema se reduce a transformar hora civil del meridiano principal del huso al meridiano del lugar, sumando o restando el valor absoluto del incremento de longitud según el punto se sitúe al este o al oeste del meridiano principal del huso. 4.8.4. PASO DE HORA CIVIL A SIDÉREA EN UN LUGAR Y EN UN INSTANTE. Recuérdese que el tiempo sidéreo en un lugar y en un instante es el ángulo horario del punto Aries correspondiente a ese lugar y en ese instante. Para facilitar la comprensión de este paso se planteará, en un primer momento, en el meridiano de Greenwich. Cualquier anuario facilita diariamente la hora sidérea a las 0h de tiempo universal (T.U.), es decir, cuando el Sol medio se encuentra en el antimeridiano de Greenwich (instante correspondiente a las 0h de T.U.) se conoce el ángulo horario del punto Aries en Greenwich. A este parámetro, que figura en el Anuario Astronómico de Madrid en la tabla de la ecuación del tiempo (quinta columna) se le suele denotar con θ0. A partir de ese instante, dentro del día civil, a causa del movimiento diurno, no sólo se desplazará el Sol medio sino también el punto Aries. Es evidente que para un instante de tiempo universal X, el tiempo sidéreo será la suma de la hora sidérea a las 0h de tiempo universal y del intervalo X, que tiene origen en las 0h de TU, pero convertido a unidad de tiempo sidéreo. Supongamos que se pretende pasar de hora civil a hora sidérea en Greenwich. Bastaría con determinar el incremento de hora civil respecto a las 0h de T.U., ∆Tc , SISTEMAS DE REFERENCIA TEMPORALES. 29 ASTRONOMÍA transformar este incremento a incremento de tiempo sidéreo, ∆θ = ∆Tc·1.00273910, y sumar el valor obtenido a la hora sidérea a las 0h de T.U., θ = θ0+∆θ. Supongamos que se pretende pasar de hora sidérea a civil en Greenwich. Bastaría con determinar en primer lugar el intervalo de tiempo sidéreo, ∆θ = θ - θ0, transformar el intervalo sidéreo a intervalo civil, ∆Tc=∆θ·0.997269571, obteniendo ya el valor buscado ya que el origen del incremento de tiempo civil es precisamente el comienzo del día civil. El problema se complica ligeramente si el lugar de cambio no es el meridiano de Greenwich. No cabe duda que una solución sencilla pasaría por trasladar el problema a este meridiano: 1. ♦ ♦ ♦ Paso de civil en X a sidérea en X. Paso de hora civil en X a civil en Greenwich. Paso de hora civil en Greenwich a sidérea en Greenwich. Paso de sidérea en Greenwich a sidérea en X. 2. ♦ ♦ ♦ Paso de sidérea en X a civil en X. Paso de sidérea en X a sidérea en Greenwich. Paso de sidérea en Greenwich a civil en Greenwich. Paso de civil en Greenwich a civil en X. Obsérvese que la complicación no se debe sino a que la hora sidérea es conocida para las 0h de T.U., es decir, para el meridiano de Greenwich. Para resolverlo el problema en cualquier lugar de forma similar a como se resuelve en Greenwich sería necesario contar como dato con la hora sidérea en el instante en que el Sol medio pasa por el antimeridiano del lugar, con la hora sidérea a media noche civil. Este dato no figura en los anuarios pero puede calcularse de una forma sencilla. Este cálculo pasa por tener en cuenta que los días sidéreos son más cortos que los civiles en 3m56s, lo que equivale a un movimiento diario del punto Aries en el sentido retrógrado de esa magnitud. La determinación pasa por tanto por determinar el desplazamiento correspondiente a un determinado incremento de longitud partiendo de que a 360º le corresponde la aceleración de las fijas. Si el lugar está al oeste de Greenwich, la hora sidérea en la medianoche civil de ese lugar será mayor que en Greenwich, si el lugar está al este, la hora sidérea en la medianoche civil de ese lugar será menor que en Greenwich. Determinada la hora sidérea en la medianoche civil del lugar el cambio se podría realizar igual que se planteaba en Greenwich. Es evidente que la transformación entre hora sidérea y legal u oficial tendría que recurrir al paso que ha acaba de ser explicado. 4.8.5. PASO DE HORA CIVIL A VERDADERA EN UN LUGAR Y EN UN INSTANTE. En principio, tal y como corresponde a la definición de día civil y verdadero, el dato imprescindible es la ecuación del tiempo. Sin embargo, hay que estudiar algunas particularidades que complican ligeramente este paso. SISTEMAS DE REFERENCIA TEMPORALES. 30 ASTRONOMÍA En primer lugar hay que tener presente que el día civil comienza cuando el Sol medio cruza el antimeridiano del lugar, mientras que el día verdadero comienza cuando el Sol verdadero cruza el meridiano del lugar. De acuerdo a esto, si ambas culminaciones se produjesen en el mismo instante la diferencia entre ambas horas sería de 12h. En segundo lugar, la ecuación del tiempo se puede encontrar en un anuario como la diferencia entre la hora civil y la verdadera, ET = TC − TV ± 12 h , o como la diferencia entre la hora verdadera y la civil, ET = TV − TC ± 12 h . Salir de dudas pasa por comprobarlo en la fuente utilizada. En tercer lugar, la ecuación del tiempo viene dada día a día, a las 0h de T.U., es decir, en tiempo medio y para el origen del día. Si es preciso obtenerlo en otro instante habría que recurrir a una interpolación entre los valores de los dos días correspondientes. Al venir dada a las 0h de T.U. se conoce para el meridiano de Greenwich, esto aconseja realizar el cambio en Greenwich. Teniendo en cuenta las particularidades anteriores los pasos de civil a verdadero y viceversa, en un cierto instante y en un determinado lugar pasa por realizar las siguientes operaciones: 1. Paso de civil a verdadero en el lugar X. ♦ Paso de la hora civil en X a la hora civil en Greenwich. ♦ Determinación de la ecuación del tiempo interpolando entre los valores del día en cuestión y del día siguiente en función de la hora civil en Greenwich obtenida del paso anterior. ♦ Determinación de la hora verdadera en Greenwich, despejando convenientemente de la ecuación del tiempo. ♦ Paso de la hora verdadera en Greenwich a verdadera en X. 2. Paso de verdadero a civil en el lugar X. ♦ Paso de hora verdadera en X a hora verdadera en Greenwich. ♦ El problema que aparece ahora es que la ecuación del tiempo viene dada para las 0h de tiempo civil. En primera aproximación se puede transformar la hora verdadera a civil únicamente aplicando las 12h de diferencia para, a continuación, utilizar esta hora civil para interpolar en la tabla correspondiente. Conocidos ya el valor de la hora verdadera y un primer valor de la ecuación del tiempo se podría despejar la hora civil de la ecuación del tiempo. Se podría entrar en un proceso iterativo, calculando un nuevo valor interpolado de la ecuación del tiempo a partir de la hora civil obtenida para a continuación volver a obtener la hora civil despejando de la ecuación del tiempo, que convergería rápidamente debido a la pequeña variación diaria de la ecuación del tiempo, que en el caso del año 1998 está acotada por 30 segundos. ♦ Paso de hora civil en Greenwich a hora civil en X. En todos los cambios de hora estudiados hay que tener en cuenta que la fecha la define el tiempo legal. SISTEMAS DE REFERENCIA TEMPORALES. 31 ASTRONOMÍA 4.9. DETERMINACIÓN DE CIERTOS INTERVALOS DE TIEMPO DE INTERÉS EN ASTRONOMÍA. 4.9.1. DURACIÓN DEL DÍA Y DE LA NOCHE, TIEMPO DE INSOLACIÓN. La duración de un determinado día del año en un determinado lugar se obtiene teniendo en cuenta que las posiciones de orto y ocaso del Sol son correspondientes y que la altura del Sol se anula en las mismas. Considerando el triángulo de posición para el Sol en la posición del ocaso de cualquier día, teniendo en cuenta que son datos conocidos la altura del Sol (h=0), la latitud del lugar y la declinación del Sol ese día, se puede obtener el ángulo horario del ocaso. Dicho de otra forma, el ángulo horario obtenido sería el tiempo, en unidades sidéreas, que invierte el Sol en ir desde la culminación superior hasta su ocaso. El doble del resultado anterior será la duración del día y sólo restaría pasar a tiempo medio. También se podría plantear el problema resolviendo el triángulo de posición del orto. Estos resultados no son exactos debido a que no tienen en cuenta la variación de la declinación del Sol a lo largo del día, ni la falta de uniformidad en la velocidad del Sol. En el Anuario del Observatorio Astronómico de Madrid figuran, para los doce meses del año, y para cada día, los instantes de salida y puesta del Sol en Madrid, corregidos de un valor medio de refracción y sin tener en cuenta el relieve en el horizonte. También figura el instante de paso del centro del disco solar por el meridiano de Madrid, instante de culminación superior. Dado que los datos vienen en tiempo universal, para conocer el tiempo oficial en que se da cada fenómeno, hay que sumar una o dos horas, dependiendo de la época del año, al valor obtenido de la tabla. En esta tabla también figura la posición aparente geocéntrica del Sol a las 0h de TU, expresada en coordenadas ecuatoriales absolutas, ascensión recta y declinación. El anuario recomienda realizar una interpolación de segundo grado para obtener las coordenadas en otro instante. En las tres últimas columnas de la tabla figuran las efemérides necesarias para las observaciones físicas del Sol, o sea de aquellos fenómenos que tienen lugar en su superficie, careciendo de interés para los métodos de la astronomía de posición abordados en topografía. A continuación se incluye la tabla del mes de noviembre de 1998. SISTEMAS DE REFERENCIA TEMPORALES. 32 ASTRONOMÍA 4.9.2. CREPÚSCULO. NOCHES BLANCAS. Se denomina crepúsculo a la claridad variable que precede la salida del Sol o sigue su puesta. Es producido por la difusión de la luz del Sol por las capas altas de la atmósfera, por lo que su intensidad depende de la latitud y altitud del observador, la época del año (es decir, la declinación del Sol) y de la situación atmosférica. La parte del día después de la puesta del Sol se denomina crepúsculo vespertino, y la parte antes de la salida de éste se denomina crepúsculo matutino (alba o aurora). SISTEMAS DE REFERENCIA TEMPORALES. 33 ASTRONOMÍA Por convenio se han definido tres tipos de crepúsculos, en base a la altura h, por debajo del horizonte, a que el Sol se encuentra en el inicio o fin del crepúsculo. Cuando tal altura es h=-6º se habla de crepúsculo civil; en tal instante son visibles algunos planeta y estrellas de primera magnitud y es cuando teóricamente se debe encender la iluminación artificial de las ciudades. Cuando h=-12º se habla de crepúsculo naútico; en este instante son visibles las estrellas más brillantes de las principales constelaciones. Cuando h=-18º se habla de crepúsculo astronómico; en este momento es noche cerrada y, si el cielo está despejado, son visibles estrellas de sexta magnitud (límite de magnitud de las estrellas visibles a simple vista). En el Anuario Astronómico de Madrid se incluyen unas tablas con la duración de los tres tipos de crepúsculo para el dominio de latitud correspondiente al territorio nacional y para el día 15 de cada mes. Cualquier otro dato se puede interpolar convenientemente. De acuerdo a lo estudiado, es preciso precisar acerca de lo tratado en temas anteriores en cuanto a la duración del día y de la noche en los diferentes lugares de la Tierra y en las distintas estaciones del año. En el ecuador de la Tierra el día es siempre de mayor duración que la noche, en los polos de la Tierra el día siempre es de mayor duración que la noche y en las demás latitudes la igualdad de duración del día y de la SISTEMAS DE REFERENCIA TEMPORALES. 34 ASTRONOMÍA noche comienza antes que el Sol llegue al punto del equinoccio de primavera y más tarde que el día teórico del equinoccio de otoño. En la latitud astronómica ϕ=60º34’, aproximadamente, en el día del solsticio estival, la altura del Sol en su culminación inferior (a medianoche) es igual a h = -6º. Por consiguiente, el final de los crepúsculos vespertinos civiles coincide con el comienzo de los crepúsculos matutinos civiles, es decir, los crepúsculos civiles duran toda la noche, lo que dio motivo para llamar blanca a semejante noche. El número de noches blancas al año y la posibilidad de su comienzo dependen de la latitud astronómica del lugar y de la declinación del Sol. Para que el crepúsculo civil dure toda la noche es necesario que la declinación del Sol cumpla, δ S ≥ 90º −ϕ − 6º → δ S ≥ 84º º −ϕ Los crepúsculos astronómicos con más razón pueden durar toda la noche. Para esto es necesario que la declinación del Sol sea δ S ≥ 90º −ϕ − 18º → δ S ≥ 72º º −ϕ 4.9.3. DURACIÓN DE LAS ESTACIONES. De acuerdo a la segunda ley de Kepler la velocidad de traslación de la Tierra alrededor del Sol no es constante sino que es máxima en las proximidades del perihelio y mínima en las proximidades del afelio. Considerando el movimiento aparente del Sol debido al real de la traslación de la Tierra alrededor del Sol, la velocidad del Sol será máxima en las proximidades del perigeo y mínima en las proximidades del apogeo. Por tanto, la velocidad del Sol se relaciona con su posición respecto a la línea de los ápsides. Tal y como se ha estudiado, la definición de las estaciones está relacionada con la declinación del Sol según se desplaza en la eclíptica. Se puede considerar que la declinación, y por tanto las estaciones, se relacionan con la posición del Sol respecto de la línea de los equinoccios. En el año 1979 la longitud eclíptica del perigeo era de 282º33’42’’. Anualmente se desplaza por la eclíptica en el sentido directo un ángulo de 11.7’’. Como consecuencia de esto, en la actualidad, la línea de los ápsides forma con la de los solsticios un ángulo en torno a 12º, el Sol está en la línea de los ápsides el 2 o 3 de enero. Esta información, junto a otra de interés, figura en el Anuario Astronómico de Madrid, en el apartado referente a datos solares: SISTEMAS DE REFERENCIA TEMPORALES. 35 ASTRONOMÍA Se deduce de todo lo anterior que cada estación tiene una duración diferente y además no es constante a lo largo del paso de los años. En la actualidad la estación más larga es el verano, seguida de primavera, otoño e invierno en orden decreciente de duración. Si la línea de los ápsides coincidiese con la línea de los equinoccios serían iguales las estaciones dos a dos; por un lado serían iguales las duraciones del verano y del otoño y, por otro lado, serían iguales las duraciones del invierno y de la primavera. Debido a la retrogradación del punto Aries, 50.2’’ año, y al movimiento en sentido directo de la línea de los ápsides, 11.7’’ año, ambas líneas se acercan anualmente una magnitud de 61.9’’. Los 12º que en la actualidad separan la línea de los ápsides y de los solsticios, ángulo que el perigeo adelanta al trópico de Capricornio, corresponde a un transcurso de 696 años desde su coincidencia, es decir, hacia el año 1280 coincidieron Para determinar la duración de cada estación hay que tener en cuenta que el comienzo de las mismas se relaciona con el paso del Sol verdadero por los puntos Aries, SISTEMAS DE REFERENCIA TEMPORALES. 36 ASTRONOMÍA Cáncer, Libra y Capricornio. Sin embargo, el Sol verdadero no se mueve con velocidad constante. La solución al problema pasaría por determinar el ángulo que el Sol ficticio forma con el perigeo para cada una de las posiciones anteriores del Sol verdadero y, dado que el Sol ficticio se desplaza a velocidad constante en la eclíptica invirtiendo 365.2422 días medios en la revolución completa, a partir de estos ángulos se calculará de un modo sencillo la duración. La relación entre la anomalía verdadera y la media es, Q = v − n ⋅ t = 2 ⋅ e ⋅ sen (n ⋅ t ) + 5 2 ⋅ e ⋅ sen (2 ⋅ n ⋅ t ) + ... 4 de donde, n ⋅ t = v − 2 ⋅ e ⋅ sen (n ⋅ t ) − 5 2 ⋅ e ⋅ sen (2 ⋅ n ⋅ t ) + ... 4 Conocido para un determinado año el valor de la longitud del perigeo, obtenido de la tabla anterior del Anuario Astronómico de Madrid, la anomalía verdadera que le corresponde al instante en que el Sol verdadero coincide con Aries será la diferencia a 360º de la longitud del perigeo. Para calcular el valor de nt, anomalía media, con la expresión anterior sería necesario plantear un proceso iterativo en cuyo paso inicial se podría asumir un valor de anomalía media igual a la anomalía verdadera. Este proceso convergería rápidamente. De esta forma se obtendría el valor de anomalía media que le corresponde al comienzo de la primavera. Procediendo de igual forma añadiendo 90º a la anomalía verdadera anterior se obtendría la anomalía media del comienzo del verano, con 90º más a la anomalía verdadera se obtendría la anomalía media del comienzo del otoño y, por último, añadiendo 90º más a la anomalía verdadera se obtendría la anomalía media del comienzo del invierno. La diferencia de las anomalías medias de los límites de una estación, pasados a tiempo medio con la relación de 360º de anomalía media equivalen a 365.2422 días medios, permitiría obtener la duración de esa estación. En el Anuario Astronómico de Madrid figura, en un apartado dedicado a “Efemérides y fenómenos astronómicos relevantes” , para el año en cuestión, datos como las fechas de los inicios de las estaciones y el paso de la Tierra por el perihelio y afelio. A continuación se incluye esta información para el año 1988. SISTEMAS DE REFERENCIA TEMPORALES. 37 ASTRONOMÍA APÉNDICE I. SISTEMAS DE REFERENCIA ASTRONÓMICOS. I.1. INTRODUCCIÓN. SISTEMAS DE REFERENCIA ABSOLUTOS Y RELATIVOS. El estudio de la posición de los astros involucra el estudio del movimiento de los mismos dado que el Universo no es estático. En un cierto instante, la posición de un cuerpo material se expresa como una relación espacial respecto a un sistema de referencia físico. No es posible considerar la posición de un cuerpo sin presuponer la noción de espacio físico y una geometría en el mismo que permita definir un sistema de referencia. Si se pretende estudiar la posición de las mesas de un aula se puede considerar, por ejemplo, un sistema de referencia espacial tridimensional con origen en una esquina del suelo bien definida, un eje z coincidente con la arista definida por la intersección de las dos paredes con sentido positivo hacia arriba, como plano z=0 se podría elegir el suelo y, dentro del mismo, los ejes x e y se podrían considerar como la intersección de las paredes y el suelo, eligiendo finalmente un sentido creciente en los mismos. También habría que elegir una escala, la coincidente con la definida por una determinada cinta métrica, por ejemplo. En cuanto a la geometría, lo más natural sería recurrir a la geometría afín euclídea, donde la distancia se definiría a partir de la medición con la cinta considerando el valor obtenido como un escalar del cuerpo de los números reales. El movimiento de un cuerpo no es sino el cambio de posición en el espacio con respecto al tiempo. De acuerdo a esto, el movimiento presupone las nociones de espacio y tiempo. Para estudiar el movimiento se hace necesario definir un sistema de referencia espacio-temporal. Para estudiar el movimiento de las sillas del ejemplo del aula habría que definir un sistema de referencia temporal. Imagínese que no se dispone de ningún reloj pero que una tubería presenta una filtración de forma que con una cadencia que se aprecia uniforme una gota de agua impacta en el suelo. Se podría definir un sistema de referencia temporal eligiendo un el impacto de una gota como origen y como unidad el intervalo entre impactos. En este sistema, un instante quedaría registrado mediante la cuenta del número de impactos de gotas de agua transcurridos desde el elegido como origen. Uno de los problemas fundamentales de la astronomía es elegir adecuadamente el sistema de referencia espacio-temporal al que referir la posición y el movimiento de los astros. Para ello es necesario establecer que se entiende por espacio y tiempo así como su estructura métrica. La definición de un modelo dinámico del Universo pasa por establecer unas teorías físicas que se apoyan en una geometría espacio-temporal referida a un sistema SISTEMAS DE REFERENCIA ASTRONÓMICOS. 1 ASTRONOMÍA de referencia espacio-temporal. Se concluye por tanto la no independencia de un sistema de referencia espacio-temporal y un modelo dinámico del Universo. Con Newton (Philosophiae Naturalis Principia Mathematica, 1687) surge el modelo dinámico de Universo de la física clásica moderna. En contraposición a la cinemática que se ocupa únicamente de la descripción geométrica del movimiento de los cuerpos materiales, la dinámica explica las causas del movimiento haciendo intervenir a fuerzas entre los cuerpos materiales. En el Universo de la física clásica de Newton los cuerpos sólidos están formados por partículas o corpúsculos elementales de materia, impenetrables y dotados realmente de masa, volumen, forma, posición y movimiento. Su movimiento se debe a la acción de fuerzas que se rigen por las leyes físico-matemáticas de la dinámica. Dentro de la física clásica subyacen las ideas de un espacio y tiempo absolutos. Esta idea se relaciona con la concepción de un espacio independiente de la materia, a la que contiene como un recipiente, así como la consideración del tiempo como independiente de los cuerpos en movimiento, como si el tiempo fuera un recipiente que contiene al movimiento. La consideración de un espacio absoluto equivale a considerar por un lado el espacio cuyos puntos ocupan una posición determinada respecto a un sistema de referencia definido en el espacio, y por otro lado los cuerpos materiales colocados dentro de ese espacio en la posición correspondiente a los puntos del espacio. La consideración de un tiempo absoluto es equivalente a considerar al tiempo fluyendo homogéneamente y uniformemente con independencia de los cuerpos materiales del Universo, lo que implica que los cambios están en el tiempo pero no son el tiempo en sí. Se puede decir que en el modelo clásico de Universo los cuerpos materiales están dotados de movimiento en el espacio y tiempo absolutos. En definitiva, el sistema de referencia del modelo dinámico de Newton está constituido por el espacio y tiempo absolutos. Las leyes de la dinámica son válidas respecto a espacio y tiempo absolutos. Al contrario de lo que sucede con los sistemas de referencia materiales (como el definido en el ejemplo del aula), el espacio absoluto y el tiempo absoluto no se pueden observar ni detectar experimentalmente de modo directo. El movimiento es observable únicamente con respecto a la posición de otros cuerpos (sistema de referencia espacial del ejemplo del aula) y al movimiento de otros cuerpos (goteo que definía el sistema de referencia temporal en el ejemplo del aula). Únicamente si se supone que los cuerpos adoptados como ejes de coordenadas espaciales están inmóviles en el espacio absoluto, el movimiento referido a estos ejes estaría al mismo tiempo referido al espacio absoluto. De igual forma, sólo si el tiempo de un reloj coincide con el tiempo absoluto, la medida del tiempo con ese reloj coincidiría con la del tiempo absoluto. Se denomina sistema de referencia absoluto de espacio o tiempo, a aquel que está inmóvil respecto al espacio o al tiempo absolutos. Se denomina sistema de referencia relativo de espacio o tiempo, a aquel que está en movimiento respecto al espacio o al tiempo absoluto con un movimiento arbitrario cualquiera. Según un SISTEMAS DE REFERENCIA ASTRONÓMICOS. 2 ASTRONOMÍA movimiento se refiera al primer tipo o al segundo se habla de movimiento absoluto o verdadero o de movimiento relativo o ficticio. Según Newton es posible determinar experimentalmente el movimiento absoluto de los cuerpos gracias a que las leyes dinámicas son válidas respecto a sistemas de referencia absolutos, en los cuales por definición el movimiento de los cuerpos es absoluto. De acuerdo a esto, si el movimiento de un cuerpo, observado respecto a un sistema de referencia material, obedece las leyes de la dinámica, el movimiento observado será absoluto y el sistema de referencia material es absoluto. Si en cambio el movimiento no se ajusta a las leyes dinámicas, indicará que el sistema de referencia material del movimiento no sirve como sistema de referencia de las leyes dinámicas y se trata de un sistema de referencia relativo. Las leyes de la dinámica son las que determinan implícitamente si un sistema de referencia material es absoluto o relativo. I.2. SISTEMAS DE REFERENCIA INERCIALES. La dinámica celeste, como ciencia exacta de la naturaleza del universo, se debe apoyar en axiomas tales que ellos mismos o las leyes que de ellos se deriven estén de acuerdo con la experiencia y observación del Universo material. Las teorías científicas, como modelos abstractos físico-matemáticos que describen los fenómenos observados en el mundo de la experiencia sensible, no pueden ser cuestionados como verdaderas o falsas sino como válidos o inválidos para describir y predecir los fenómenos observables. No existe una única teoría dinámica celeste válida. Serán válidas todas aquellas, apoyadas en diferentes axiomáticas, que describan correctamente, dentro de los errores de observación, el movimiento observado de los astros. En la actualidad hay dos teorías igualmente válidas restringidas a ciertos movimientos observados: la dinámica clásica de Newton y la relativista de Einstein. La primera falla cuando las velocidades consideradas son muy altas, mientras que la segunda es válida en cualquier caso. Los movimientos de los cuerpos más accesibles a la observación ordinaria del hombre pueden describirse con cualquiera de ellas. La dinámica de Newton posee un alto grado de exactitud, es fácilmente comprensible, y es la utilizada actualmente en casi todos los estudios teóricos y aplicaciones prácticas actuales, fundamentalmente debido a la precisión de las observaciones ordinarias. En la práctica, la teoría relativista se hace intervenir en forma de pequeñas correcciones de resultados obtenidos previamente con la dinámica clásica. Los axiomas sobre los que se fundamenta la dinámica newtoniana son: 1. Existe un espacio absoluto tridimensional de métrica euclídea. 2. El espacio es homogéneo y, por consiguiente, isótropo y de extensión infinita. 3. Existe un tiempo absoluto uniforme. 4. Principio de inercia: un cuerpo material aislado permanece en reposo o en movimiento rectilíneo uniforme. SISTEMAS DE REFERENCIA ASTRONÓMICOS. 3 ASTRONOMÍA 5. Ley fundamental de la dinámica o ecuación del movimiento: la fuerza resultante que actúa sobre un cuerpo material es igual al producto de su masa r r por la aceleración: F = m ⋅ a . 6. Principio de acción y reacción: a toda acción ejercida por una fuerza sobre una partícula material aislada le corresponde una reacción producida por una fuerza igual y de sentido contrario. 7. Ley de la gravitación universal: dos partículas materiales se atraen con una fuerza proporcional a las masas inversamente proporcional al cuadrado de la distancia que las separa Se puede probar que las leyes de la dinámica newtoniana son válidas respecto a todos los sistemas de referencia que se encuentren en movimiento rectilíneo uniforme (velocidad constante) unos respecto a otros (principio de invarianza de Galileo). Los infinitos sistemas de referencia posibles en movimiento rectilíneo uniforme son dinámicamente equivalentes. En todos ellos son válidas las leyes dinámicas, y siendo en particular válido el principio de inercia se suelen designar tradicionalmente como sistemas de referencia inerciales. Se demuestra además que las leyes dinámicas únicamente son válidas en tales sistemas inerciales. Se concluye que si el movimiento, por ejemplo, del Sol referido a un sistema de referencia obedece estrictamente las leyes de la dinámica clásica, se deduce que el sistema de referencia es inercial. No es posible averiguar si un sistema de referencia material está en reposo respecto al espacio absoluto, lo que da pie a enunciar que la dinámica clásica newtoniana no define implícitamente sistemas absolutos, sino únicamente sistemas de referencia inerciales. Durante mucho tiempo se pensó que se podría estudiar la inmovilidad en el espacio absoluto de un sistema de referencia inercial mediante experimentos ópticos (electrodinámicos). Según la física clásica, los fenómenos luminosos obedecen leyes electrodinámicas válidas únicamente respecto a sistemas de referencia absolutos. De acuerdo con esto, la velocidad finita de la luz se compone con la velocidad relativa del sistema de referencia según la ley cinemática de adición de velocidades. Esto da lugar a que la medición de la velocidad de la luz arroja diferentes resultados según la velocidad del sistema de referencia. Si en un laboratorio terrestre, respecto al cual se mide la velocidad de la luz, se mueve en el espacio absoluto, la velocidad de la luz se compondrá con la del laboratorio y resultará diferente según la dirección relativa del rayo luminoso: si el rayo de luz se propaga en la misma dirección del movimiento del sistema de referencia (laboratorio), las velocidades se sumarán, y se restarán en caso contrario. Tal es el fundamento del célebre experimento de Michelson-Morley. Todos los experimentos realizados arrojaban que la velocidad de la luz era invariante, que la velocidad de la luz en el vacío es constante respecto a todos los sistemas de referencia, que resultan así electrodinámicamente equivalentes. Esto significa de nuevo que, si el espacio absoluto existe, su existencia es ópticamente inverificable. La teoría de la relatividad de Einstein explica el fracaso de este experimento. La dinámica clásica ofrece hoy día una base teórica para establecer sistemas de referencia inerciales, siendo necesario abandonar la ficción de un sistema de referencia absoluto en el sentido de Newton. La descripción del movimiento de los astros respecto a tales sistemas inerciales da resultados muy buenos. El sistema de referencia tradicional en astronomía, con ejes fijos respecto a las estrellas, coincide hasta un grado muy alto de precisión con un sistema inercial, y puede utilizarse prácticamente en la SISTEMAS DE REFERENCIA ASTRONÓMICOS. 4 ASTRONOMÍA mayor parte de los problemas de astronomía de posición, dentro de los errores de las observaciones. Así pues, hoy por hoy, las posiciones de los astros se describen prácticamente respecto a sistemas de referencia inerciales, basados en la dinámica clásica definida en un espacio euclídeo. SISTEMAS DE REFERENCIA ASTRONÓMICOS. 5 ASTRONOMÍA APÉNDICE II. EL CONCEPTO Y LA MEDIDA DEL TIEMPO. II.1. INTRODUCCIÓN. Tal y como ha sido analizado en el apéndice I el concepto de tiempo aparece íntimamente relacionado con la medida del movimiento físico. El movimiento es medible como desplazamiento relativo entre dos sistemas físicos lo que lleva a plantear que el tiempo físico consiste en ordenar respecto a esa variable las distintas posiciones relativas por comparación. Recuperando el ejemplo del aula descrito en el apéndice I se puede estudiar el movimiento de una silla. Recordemos que el reloj utilizado era el goteo de la filtración de una tubería. Para ordenar en el tiempo las posiciones de la silla móvil, para estudiar su movimiento, se asociaría a ciertas posiciones el número de gotas que han impactado en el suelo desde la gota considerada como origen de la escala de tiempo. Adviértase que habría que identificar dos sucesos simultáneos, la caída de la gota en el suelo y la posición de la silla. El ejemplo anterior permite afirmar la ordenación temporal de los sucesos se reduce siempre a definir sucesos simultáneos. De hecho, la cronometración de la llegada a meta de un atleta no es sino la determinación de la simultaneidad de posición del pie del atleta sobre una raya marcada en el suelo y la posición de una aguja de un reloj. Es evidente que la simultaneidad de dos sucesos es función de la posición de los mismos en el espacio respecto al observador. Si un espectador está situado a igual distancia de dos castillos de fuego para él resultarán simultáneas las explosiones de dos tracas, una en cada uno de ellos, si percibe el sonido en el mismo instante, mientras que para otro situado en una de ellas la simultaneidad no será tal. La simultaneidad de sucesos separados en el espacio y, por consiguiente, la ordenación temporal, depende esencialmente de la medida del espacio respecto al sistema de coordenadas del observador. Únicamente después de haber definido la estructura del espacio es posible adoptar un método operatorio de comparación de sucesos y definir así el tiempo físico. Desde la más remota antigüedad ha sido la astronomía la ciencia que ha resuelto la determinación y la medida del tiempo. La existencia de fenómenos astronómicos periódicos y su posible apreciación, y por tanto medición, ha sido la base de las distintas escalas temporales. El concepto de tiempo en astronomía se define mediante el conjunto de operaciones que es preciso establecer con exactitud para efectuar su medida, no es posible establecer una distinción entre la definición del tiempo y la definición de la medida del tiempo. EL CONCEPTO Y LA MEDIDA DEL TIEMPO. 1 ASTRONOMÍA II.2. DEFINICIÓN DE UNA MÉTRICA DEL TIEMPO. Es evidente que el Universo es dinámico. Las coordenadas de un cuerpo material referidas a un sistema de referencia material cambian en las mediciones sucesivas que se puedan realizar. Para expresar la variabilidad de las coordenadas espaciales se las considera como función de una variable t, denominada tiempo físico, con dominio en el cuerpo de los números reales. Si t1, t2, ..., tn son valores arbitrarios de t que definen estructuras espaciales E1(x1,y1,z1), E2(x2,y2,z2), ..., En(xn,yn,zn), se obtienen un conjunto de pares ordenados de estructuras E y valores de t:{(E1,t1), (E2,t2), ..., (En,tn)}. Este conjunto de pares ordenados define una función que hace corresponder a cada valor de t un estado o estructura E: E=E(x,y,z,t). Esto corresponde a una descripción cinemática del Universo, si se estudia desde el punto de vista de la dinámica hay que hacer intervenir las propiedades físicas en las que se fundamenta la causística implícita en sus leyes: E=E(F,m,x,y,z,t). De hecho, las ecuaciones diferenciales de la dinámica son relaciones del tipo anterior. La integración de esas ecuaciones conduce a un conjunto de relaciones simbólicas entre posición, velocidad y tiempo, que constituyen las leyes físicas concretas que describen el comportamiento dinámico de los sistemas físicos de nuestro Universo. El establecimiento y comprobación de tales leyes físicas, mediante la observación y experimentación, permite asociar valores numéricos a los diversos símbolos y variables que intervienen en ellas, previa definición adecuada de las unidades correspondientes. En base a lo enunciado, los valores numéricos del tiempo t están esencialmente ligados a una determinada estructura o estado físico, definida en un sistema de coordenadas espaciales arbitrario. La modificación del sistema de coordenadas o de los cuerpos que integran la estructura física implica una modificación de la variable t. En definitiva, la variable tiempo es función a su vez del sistema físico y de las coordenadas: t=t(F,m,x,y,z) y no es razonable, físicamente, considerar una variable temporal independiente del Universo material. El tiempo sólo tiene sentido físico definido, a través de la operatividad de su medida, respecto a un sistema físico cambiante y, a través del sistema físico, respecto a un sistema de coordenadas que definen los estados del sistema. Establecer una métrica del tiempo equivale a definir matemáticamente el intervalo temporal, o sea el intervalo entre dos valores distintos de la variable física t. Ahora bien, los valores numéricos de t solamente adquieren el significado de tiempo físico cuando están ordenados mediante operaciones físicas a las diversas estructuras o estados físicos del Universo, o de una de sus partes, mediante las ecuaciones de la física establecidas en un sistema de coordenadas arbitrario. Una vez determinado un sistema físico particular, mediante ecuaciones físicas válidas en un sistema de coordenadas dado, es posible establecer una métrica de la ordenación temporal con operaciones de medida bien definidas. De acuerdo a lo analizado, la definición de una métrica del tiempo lleva consigo los siguientes pasos: EL CONCEPTO Y LA MEDIDA DEL TIEMPO. 2 ASTRONOMÍA 1. Elección de un sistema de coordenadas adecuado. 2. Definición de un sistema físico mediante ecuaciones teóricas válidas en el sistema de coordenadas. 3. Determinación de un método operativo de medida de los estados del sistema físico en función de t. La métrica de la ordenación temporal queda automáticamente definida por las ecuaciones físicas. En astronomía el sistema físico elegido tradicionalmente para la medida del tiempo está formado por los astros del sistema solar, cuyo movimiento se define mediante ecuaciones dinámicas establecidas respecto a unos ejes de coordenadas prácticamente inmóviles respecto a las estrellas (sistema inercial). En rigor, con las ecuaciones dinámicas de la física clásica es preciso introducir correcciones relativistas. Sin embargo, estas correcciones son muy pequeñas y no suelen considerarse en la mayor parte de los casos. El método operatorio para determinar y comparar posiciones sucesivas de los astros del sistema solar se reduce a medidas de ángulos con rayos luminosos, que permiten determinar sus coordenadas astronómicas en función de t (efemérides). La determinación astronómica implica: 1. Sistemas de coordenadas inercial. 2. Teoría dinámica del sistema solar. 3. Medidas angulares de la posición de los astros del sistema solar en función de t. Los diferentes estados del sistema solar quedan ordenados a la variable t, que aparece en las ecuaciones de la dinámica, mediante esas mismas ecuaciones que definen, además, la estructura métrica de t. Por hipótesis se supone que el tiempo t de la dinámica así definido es uniforme. Tras lo visto es posible dar la siguiente definición de tiempo: tiempo uniforme es la variable física t de las ecuaciones de la dinámica cuyo campo de variabilidad es el conjunto de los números reales y cuya estructura métrica está definida por dichas ecuaciones. EL CONCEPTO Y LA MEDIDA DEL TIEMPO. 3 ASTRONOMÍA APÉNDICE III. ESTADO ACTUAL DE LA MEDIDA DEL TIEMPO. III.1. INTRODUCCIÓN. Tal y como se explica en el apéndice II (“El concepto y la medida del tiempo”), cuya lectura se recomienda previa a la de este apéndice, en el estudio del movimiento de un cuerpo cualquiera, se pueden expresar sus coordenadas, su velocidad, su aceleración,... en función de la variable tiempo mediante las ecuaciones dinámicas del movimiento. Por integración de tales ecuaciones dinámicas se obtienen explícitamente las coordenadas en función del tiempo y en función de las constantes de integración (que se suelen determinar a partir de condiciones iniciales observadas). Son estas relaciones entre las coordenadas y la variable tiempo las que definen automáticamente el tiempo y proporcionan el modo de medirlo. Sin embargo, la integración de las ecuaciones dinámicas sólo se puede efectuar en términos finitos en pocos casos, recurriéndose en general a desarrollos en serie. De esta forma, si una determinada coordenada se designa por X, por integración de las ecuaciones dinámicas se obtendrá X mediante un desarrollo en serie, por ejemplo, un desarrollo polinómico en potencias de t de la forma: X = a0 + a1 ⋅ t + a2 ⋅ t 2 + a3 ⋅ t 3 + ... en donde los coeficientes dependen de las constantes de integración, cuyo valor numérico sólo se puede determinar mediante las observaciones. Determinados los coeficientes, la ecuación anterior sirve a la vez para definir y determinar la variable t. Para medir el tiempo definido por esta ecuación basta sustituir el valor de X obtenido de las observaciones y resolver la ecuación, con lo que se obtiene el valor de t correspondiente a la posición observada X. El movimiento del cuerpo o en general del sistema físico cualquiera determinado por sus ecuaciones dinámicas constituye así un reloj. Esto último permite definir reloj como cualquier sistema físico que permita determinar, mediante sus ecuaciones de movimiento, la variable t correspondiente a un estado del sistema. En astronomía, la medida del tiempo t de la dinámica se efectúa mediante el movimiento continuo de los astros del sistema planetario, resultando que el reloj utilizado por los astrónomos es, por tanto, el sistema planetario. La ecuación del tipo de la anterior, que da las coordenadas del astro en función de la variable tiempo, se designa en lenguaje astronómico con el nombre genérico de efemérides del astro. El establecimiento teórico de unas efemérides, por integración de las ecuaciones de la dinámica, es un problema de la mecánica celeste e integra la definición de la teoría dinámica del movimiento y la determinación del valor numérico de los coeficientes a partir de las observaciones. Por consiguiente, las efemérides dependen esencialmente de las observaciones y están afectadas de los errores de las mismas. En la práctica, las efemérides astronómicas se representan generalmente mediante tablas en las que para cada valor de t figura el valor correspondiente de X. La medida del tiempo se traduce en interpolar en las tablas de las efemérides publicadas anualmente por algunos observatorios. En definitiva, la medida astronómica del tiempo involucra tres pasos: ESTADO ACTUAL DE LA MEDIDA DEL TIEMPO. 1 ASTRONOMÍA 1. Establecer la teoría dinámica del sistema planetario. 2. Obtener las efemérides de los astros de ese sistema a través de la teoría anterior y de la observación. 3. Interpolar en las efemérides de la posición observada de tales astros, para obtener el tiempo t. A través de unas efemérides del tipo anterior queda definido implícitamente el tiempo t de la dinámica y resuelto el problema de su medida a partir de observaciones astronómicas. Basta adoptar un intervalo arbitrario de ese tiempo como unidad de tiempo y designar un tiempo t=0 como origen de tiempos, a partir del cual se cuentan los valores de t con la unidad elegida. III.2. ESCALAS DE TIEMPO ROTACIONAL. III.2.1. INTRODUCCIÓN. Hasta alrededores del año 1950 el tiempo astronómico se medía exclusivamente a partir de las efemérides del movimiento de rotación de la Tierra, considerada en teoría como un cuerpo sólido e indeformable. Esta teoría es la que se ha desarrollado anteriormente en este tema. Las diferentes escalas de tiempo, determinadas a partir de la rotación terrestre, se conocen con el nombre de tiempo rotacional. Para fijar una escala de tiempo rotacional se adoptaba como unidad fundamental el día, solar o sidéreo, y de éste se obtenía el segundo, unidad de tiempo básica en física, definido simplemente como la fracción 1/86400 del día. Existen varias causas que dan lugar a que cualquier tiempo obtenido a partir de culminaciones sucesivas de un astro por el meridiano de un lugar no constituya un tiempo uniforme. Básicamente son dos las causas objeto de estudio: 1. Irregularidades de la rotación terrestre. Las irregularidades de la rotación de la Tierra hacen fluctuar la duración del día respecto al tiempo de la dinámica, y este intervalo no puede para definir una unidad de tiempo constante. A lo largo de la historia la astronomía ha pasado por etapas en que la falta de uniformidad de la rotación terrestre era imperceptible de acuerdo a la precisión del instrumental utilizada en las mismas. Así, tras distintos estudios con relojes de péndulo, Flamsteed en 1678 confirmó la uniformidad de la rotación de la Tierra. Esta afirmación no pudo negarse durante los dos siglos y medio siguientes debido a que este modelo matemático respondía a la realidad física medible. Sin embargo, existían indicios durante este tiempo que apuntaban a que la realidad era otra. La perfección alcanzada en la medida y conservación del tiempo gracias a la aparición de los relojes de cuarzo y atómicos permitió el detectar ciertas variaciones significativas en la velocidad de rotación de la Tierra, así como las otras causas que serán descritas posteriormente. ESTADO ACTUAL DE LA MEDIDA DEL TIEMPO. 2 ASTRONOMÍA Las variaciones de la velocidad de rotación terrestre se clasifican en: Disminución secular de la rotación. Se acepta internacionalmente que los rozamientos provocados por las mareas dan lugar a una disminución muy lenta de la velocidad de rotación de la Tierra. La Tierra se para muy lentamente, aumentando la duración del día medio en 0.00164 segundos por siglo (según Spencer Jones). En dos días consecutivos la duración del día aumenta en 4.5·10-8 segundos. Variación periódica o estacionaria de la rotación. En 1937 se descubrió que los cambios estacionales afectan a la velocidad de rotación terrestre, haciendo oscilar la rotación de la Tierra en unos 60 milisegundos a lo largo del año. El día solar disminuye 0.0008 segundos en julio y aumenta 0.0004 segundos en abril respecto al valor medio anual. Las causas de estas variaciones estacionarias se asocian al régimen de los vientos: la Tierra gira en sentido inverso a los vientos para conservar la energía cinética. Fluctuación irregular. Se han encontrado ciertas fluctuaciones irregulares e imprevisibles de la velocidad de la rotación terrestre. Su origen es objeto de estudio y no se ha descifrado, a pesar de que se ha encontrado relación con fenómenos astronómicos y físicos tales como la actividad solar, ... Su influencia en la duración del día es mayor incluso que las anteriores, respondiendo a la siguiente gráfica en la que en la izquierda aparece el valor en segundos y en la derecha el valor relativo respecto a la duración del día medio. ESTADO ACTUAL DE LA MEDIDA DEL TIEMPO. 3 ASTRONOMÍA 2. Desplazamientos del eje de rotación terrestre respecto a la Tierra. De acuerdo a la teoría de Euler, establecida en 1765, si un sólido rígido gira en torno de un eje instantáneo de rotación, que no coincide con el eje principal del elipsoide de inercia del sólido, se demuestra en mecánica que el eje instantáneo de rotación permanece invariable en el espacio, mientras el cuerpo gira cambiando su orientación respecto a dicho eje. El eje instantáneo de rotación describe un movimiento relativo cónico en torno del eje principal de inercia. Euler demostró, suponiendo a la Tierra perfectamente rígida y basándose en los momentos de inercia de la Tierra, que el polo instantáneo terrestre debe describir alrededor del polo de inercia una curva circular en 305 días llamada polodía. En esta hipótesis, la velocidad de rotación de la Tierra sería constante y el día solar medio constituiría un excelente patrón de tiempo. Sin embargo, la Tierra no es un cuerpo rígido e indeformable. En realidad la Tierra es un cuerpo elástico sujeto a deformaciones periódicas, como lo prueba la existencia de mareas terrestres. Estas deformaciones influyen en su momento de inercia y, por tanto, en su movimiento de rotación. La polodía resulta perturbada como consecuencia de tales variaciones, asemejándose a una espiral muy deformada. Las variaciones son combinación de dos componentes casi periódicas y una deriva. La primera componente, de período anual, es aproximadamente una elipse, cuyo eje mayor, que sigue la dirección de Greenwich, tiene una magnitud de 0’’.18, y el eje menor, de 0’’.15. Los factores a los que se atribuye son diversos: acumulación de aire sobre los continentes, retención de agua por el suelo,... La segunda componente, de período aproximado de 1.2 años, es variable, presentando una amplitud aproximada de 0’’.4 ó 13 m. Es el período natural de oscilación de la Tierra calculado por Euler, semejante al de un péndulo modificado por las propiedades elásticas terrestres. A las dos componentes anteriores se añaden oscilaciones irregulares de carácter aleatorio y amplitud muy pequeña. III.2.2. TIEMPO SIDÉREO VERDADERO Y MEDIO. PRECISIÓN Y NUTACIÓN. ECUACIÓN DE LOS EQUINOCCIOS. Para determinar mediante observaciones astronómicas el movimiento de rotación terrestre, con el fin de establecer una escala de tiempo rotacional, lo más sencillo sería medir el movimiento angular del meridiano local del observador respecto a un punto fijo sobre la esfera celeste. Hasta la fecha no es posible observar ningún cuerpo celeste fijo sobre la esfera celeste, ni tan siquiera determinar un punto ficticio absolutamente fijo sobre la misma. Quizá sea posible en un futuro, bien con el desarrollo de la teoría de los sistemas fundamentales de referencia o bien como consecuencia del establecimiento de un sistema inercial mediante objetos extragalácticos muy lejanos. Entre los puntos de referencia bien definidos sobre la esfera celeste, el más conveniente para medir con exactitud la rotación de la Tierra es el punto equinoccial Aries o punto γ. Medir el movimiento angular del meridiano local respecto al punto Aries pasa por observar la culminación de estrellas de ascensión recta conocida. La ESTADO ACTUAL DE LA MEDIDA DEL TIEMPO. 4 ASTRONOMÍA medida de estas culminaciones a través de un instrumento denominado círculo meridiano o anteojo de pasos es muy precisa y, si además, la precisión de la ascensión recta de las estrellas observadas es alta, el ángulo horario del punto Aries queda determinado con gran precisión. El esquema de un círculo meridiano es muy simple, consta esencialmente de un anteojo A, cuyo eje óptico puede girar en el plano meridiano en torno de un eje horizontal orientado E-W. Hay que tener en cuenta que el equinoccio γ es un punto móvil sobre la esfera celeste, debido a la precisión y a la nutación. La orientación del eje de rotación de la Tierra no se conserva inmóvil respecto a unos ejes solidarios con la posición media de las estrellas. El eje terrestre está animado de un movimiento de balanceo y, consiguientemente, también oscilan los planos del ecuador y de la eclíptica respecto a tales ejes de referencia. Debido al abultamiento ecuatorial de la Tierra, las fuerzas externas que actúan sobre la Tierra en rotación (especialmente las atracciones gravitatorias del Sol y de la Luna) producen un desplazamiento del eje terrestre, que se mueve en sentido retrógrado. Se pueden distinguir dos movimientos superpuestos, la precesión y la nutación: ESTADO ACTUAL DE LA MEDIDA DEL TIEMPO. 5 ASTRONOMÍA 1. Precesión. Supóngase en primer lugar que la eclíptica está fija en la esfera celeste, supuesta centrada en la Tierra, T. El movimiento de precesión hace describir al eje terrestre un cono en torno del eje de la eclíptica. El polo norte celeste, N, describe, por consiguiente, un círculo NN` en torno del polo celeste de la eclíptica, E. El movimiento es retrógrado, empleándose unos 26000 años en realizar un giro completo. Al girar el eje de rotación terrestre en torno del eje de la eclíptica, el ecuador se va desplazando sobre la esfera y los puntos γ y Ω de intersección del ecuador con la eclíptica (equinoccios) se desplazan en sentido ESTADO ACTUAL DE LA MEDIDA DEL TIEMPO. 6 ASTRONOMÍA retrógrado. Este retrogradamiento de los equinoccios es lo que se denomina precesión de los equinoccios. La precesión así definida, con la hipótesis de una eclíptica absolutamente inmóvil, es solamente una primera aproximación. La observación ha mostrado que la eclíptica se mueve en torno de uno de sus diámetros. Es preciso tener en cuenta esta variación de la eclíptica para determinar con rigor la precesión de los equinoccios. Sean Q1 y Q2 los dos ecuadores correspondientes a dos épocas sucesivas t1 y t2, siendo P1 y P2 los polos celestes del ecuador en esas dos épocas. E1 y E2 son las eclípticas correspondientes a las dos épocas, γ1 y γ2 son los dos equinoccios vernales. Supóngase que el eje en torno del cual oscila la eclíptica va de los puntos O a O’. En rigor, los ecuadores y eclípticas aquí considerados no son exactamente los que proporcionaría la observación en esas dos épocas, ya que se prescinde de la variación de los mismos debida a la nutación, que será considerada posteriormente. Para tener en cuenta esta diferencia, se denominará ecuador verdadero y eclíptica verdadera a los afectados por la precesión y por la nutación, siendo estos los que la observación permite determinar; mientras que ecuador medio y eclíptica media son un ecuador y una eclíptica ficticios, afectados únicamente por la precesión y que difieren de los verdaderos en la nutación. Por tanto, los elementos considerados: eclípticas, ecuadores, equinoccios vernales, son medios. Con las consideraciones anteriores, se define Precesión lunisolar, y se designa por ψ1, al desplazamiento γ1γ’ que experimentaría el equinoccio por la atracción de la Luna y el Sol sobre el abultamiento ecuatorial de la Tierra, suponiendo que la eclíptica permanece invariable. Su valor es del orden de 50’’.37 por año. Su valor dentro de la teoría de Newcomb se obtiene según: ψ 1 = 50' '.3708 + 0' '.0000495 ⋅ (t 2 − 1900.0) donde t2 se expresa en años trópicos desde la fecha origen, t1=1900.0. ESTADO ACTUAL DE LA MEDIDA DEL TIEMPO. 7 ASTRONOMÍA La Precesión planetaria ψ2 es el desplazamiento γ’γ2 que experimentaría el equinoccio debido a la variación de la eclíptica, y que es originado principalmente por perturbaciones de los planetas. Su expresión, en la misma teoría es, ψ 2 = 0' '.1247 − 0' '.0001887 ⋅ (t 2 − 1900.0) La Precesión general ψ es el desplazamiento total γ1γ2 que experimenta el equinoccio, como resultado de las precesiones lunisolar y planetaria. Su expresión es, ψ = 50' '.25641 + 0' '.00022229 ⋅ (t 2 − 1900.0 ) La variación de la oblicuidad media de la eclíptica ε es la variación ε2-ε1 debida al movimiento de precesión general. Se tiene: ε = 23º 27'8' '.26 − 0' '.46845 ⋅ (t 2 − 1900.0) − 0' '.00000059 ⋅ (t 2 − 1900.0)2 Uno de los efectos de la precesión es el cambio de la posición del polo norte celeste respecto del fondo de estrellas. La estrella polar actual, α de la Osa Menor, se aleja paulatinamente del polo, y dentro de 13000 años se encontrará a más de 45º de la misma, concretamente próximo a la estrella α de la constelación Lira, estrella Vega, quedando a unos 4º de ella. Unos 3000 años antes de nuestra era, se podía considerar como estrella polar a la estrella α de la constelación del Dragón. ESTADO ACTUAL DE LA MEDIDA DEL TIEMPO. 8 ASTRONOMÍA 2. Nutación. El polo del ecuador, al describir en cerca de 26000 años un círculo menor en torno del polo de la eclíptica, oscila, además, por encima y por debajo de ese círculo menor. Así resulta que el movimiento real del polo sobre la esfera celeste se puede considerar compuesto de dos movimientos superpuestos: el movimiento a lo largo del círculo menor en torno del polo de la eclíptica, debido a la precesión, y un movimiento a lo largo de una elipse que recorre en 18.6 años en sentido retrógrado. El polo verdadero, Pv, es el punto de la esfera ocupado realmente por el polo del ecuador en un instante dado, como resultado de los movimientos de precesión y nutación conjuntamente. El polo verdadero es el que se determina mediante observaciones. Se considera en cambio, como polo medio, Pm, la posición que ocuparía el polo celeste si sólo hubiera precesión, sin tener en cuenta la nutación. La elipse de la nutación es el lugar geométrico de Pv respecto de Pm. Los semiejes de la elipse son de 9’’.21 (semieje mayor o constante de nutación) y de 6’’.86 (semieje menor). . La composición de la precesión y de la nutación hacen describir al polo verdadero una línea sinuosa en torno del polo medio de la eclíptica Em. Adviértase que la precesión y la nutación son variaciones de la posición en el espacio del eje de rotación terrestre, debidas a fuerzas externas, pero la Tierra misma no modifica su posición relativa respecto a su eje de rotación por efecto de la precesión o de la nutación, si lo hace respecto de una oscilación de período de 305 días que será estudiada al abordar la falta de regularidad en la rotación terrestre. La precesión y la nutación no influyen, por tanto, en la latitud astronómica y, consiguientemente no producen cambios en el clima, si se exceptúa el pequeño efecto originado por los cambios de distancia de la Tierra al Sol de los puntos en que dan comienzo las estaciones. La precesión va desplazando los puntos de la órbita terrestre en donde comienzan las estaciones del año, tal y como ha sido estudiado. En la siguiente figura se observa el principio de la precesión y el efecto conjunto de la precesión y nutación sobre el polo. ESTADO ACTUAL DE LA MEDIDA DEL TIEMPO. 9 ASTRONOMÍA En el Anuario Astronómico de Madrid figuran expresiones para calcular las correcciones a aplicar a las coordenadas ascensión recta y declinación de las estrellas para referirlas del instante en que están calculadas, J2000.0, al instante de observación. Además del movimiento del punto Aries, hay que tener en cuenta que el plano del meridiano local no está fijo respecto de la Tierra debido al movimiento de los polos, según la polodia que será estudiada cuando se aborde la falta de uniformidad de la rotación terrestre, y debido a las oscilaciones de la vertical. El movimiento del punto Aries en ángulo horario se compone de dos movimientos diferentes: el movimiento del plano del meridiano local y el movimiento del punto Aries sobre la esfera celeste a causa de la precesión y nutación. Según se mida el ángulo horario del equinoccio medio γm o del equinoccio verdadero γv se obtiene el tiempo sidéreo medio, TSm, o el tiempo sidéreo verdadero, TSv (o aparente), respectivamente. La diferencia entre el tiempo sidéreo verdadero y el medio se denomina ecuación de los equinoccios, EE = TSv-TSm. EE = (ψ + dψ ) ⋅ cos ε La ecuación de los equinoccios es el desplazamiento del equinoccio o punto Aries sobre el ecuador debido al movimiento de nutación, por lo que antiguamente se le denominaba nutación en ascensión recta. Su valor máximo es de 1.180 segundos, pero debido a las irregularidades de la rotación de la Tierra sólo alcanzó el valor de +1.151 segundos el 7 de febrero de 1955. Los valores varían alternativamente de signo, con el mismo período de la nutación (unos18.6 años). La ecuación de los equinoccios figura día a día, a las 0h de TU en el Anuario del Observatorio Astronómico de Madrid, en la ESTADO ACTUAL DE LA MEDIDA DEL TIEMPO. 10 ASTRONOMÍA misma tabla en la que figura la ecuación del tiempo y la hora sidérea verdadera a las 0h de TU. El tiempo sidéreo verdadero, el tiempo sidéreo medio y la ecuación de los equinoccios, aparecen también tabulados, para cada día del año en las “Efemérides Astronómicas de San Fernando” (EASF), así como en “Apparent Places of Fundamental Stars” (FS). En definitiva, la ecuación de los equinoccios permite pasar de un tiempo sidéreo verdadero observado a otro medio en que no se tiene en cuenta la nutación. En el tema 4 se definió el día sidéreo como el intervalo de tiempo sidéreo comprendido entre dos culminaciones superiores consecutivas del punto γ en el meridiano del lugar. Según se considere el equinoccio verdadero γv o el medio γm, se obtiene el día sidéreo verdadero o medio. El tiempo sidéreo medio TSm no es una medida de un tiempo uniforme debido a varias causas: la velocidad de la Tierra no es rigurosamente constante, el meridiano oscila ligeramente y la precesión del equinoccio sufre una pequeña variación secular en ascensión recta del orden de 0.0002 segundos por año. La no uniformidad del tiempo sidéreo verdadero se debe, además de la causas de falta de uniformidad que afectan al medio, a la ecuación de los equinoccios. Los relojes sidéreos de los observatorios se regulan en tiempo sidéreo medio. La máxima diferencia entre el día sidéreo medio y el verdadero es de 0.012 segundos por lo que en las observaciones astronómicas efectuadas en la práctica durante unas pocas horas, se puede suponer que el reloj da tiempo sidéreo verdadero cometiendo únicamente un error de unos pocos milisegundos. El tiempo sidéreo medio, TSm, debido al movimiento uniformemente acelerado del punto vernal, vendrá definido por una función del tiempo de la forma TS m = T0 + T1 ⋅ t + T2 ⋅ t 2 donde, por ser TSm un ángulo, T0 representará el valor de TSm en el instante que se considere inicial (t=0), expresándose en las mismas unidades angulares que TSm; T1 será la velocidad angular inicial, expresada en las unidades angulares de TSm divididas por la unidad en se mida t; T2 será la mitad de la aceleración angular y se medirá en las mismas unidades que la velocidad T1 divididas por la unidad de t. Es conveniente elegir el origen de la escala y la unidad de t para anular T0 y hacer T1 igual a la unidad. Como origen en la escala se toma las 0h sidéreas del día 0 de enero 1900, a partir del cual se comienzan a contar los días sidéreos transcurridos y el meridiano origen es el de Greenwich. La unidad de tiempo t se fija de modo que la velocidad angular T1=1; es decir, será el tiempo necesario para que γm recorra la unidad angular de TSm con una velocidad constante, la que tiene en el instante inicial. Así, si la unidad de TSm es el día sidéreo medio (360º), la unidad de tiempo t será la duración del día sidéreo a 0h sidéreas en Greenwich de enero 0 de 1900. La expresión de TSm será ahora, TS m = t + T2 ⋅ t 2 con un significado de T2 diferente al dado anteriormente. La duración de otro día sidéreo medio cualquiera vendrá representada por el tiempo necesario para que γm ESTADO ACTUAL DE LA MEDIDA DEL TIEMPO. 11 ASTRONOMÍA recorra una circunferencia completa, que se obtendrá a partir de la derivada de la expresión anterior, 1+2·T2·t. III.2.3. TIEMPO SOLAR VERDADERO. El tiempo solar verdadero local es, por definición, el ángulo horario Hv del centro del Sol en un lugar dado. Teniendo en cuenta la ecuación fundamental de la astronomía de posición, TS v = α v + H v → H v = TS v − α v en donde TSv es el tiempo sidéreo verdadero y αv es la ascensión recta del centro del Sol verdadero. Tal y como se estudio en el tema dedicado al movimiento diurno, la variación de la ascensión recta del Sol verdadero presenta irregularidades, que permite expresarla como una función del tiempo uniforme t de la siguiente forma, α v = A0 + A1 ⋅ t + iα donde iα representa a las irregularidades de la ascensión recta del Sol verdadero. De igual forma, el tiempo sidéreo verdadero también se puede expresar, TS v = a 0 + a1 ⋅ t + iτ donde iτ representa las irregularidades del tiempo sidéreo verdadero. Teniendo en cuenta esta dos últimas expresiones, se puede establecer que el tiempo sidéreo solar verdadero vendrá dado por una ecuación del tipo, H v = TS v − α v = (a0 − A0 ) + (a1 − A1 ) ⋅ t + (iτ − iα ) = a + b ⋅ t + (iτ − iα ) en donde, a y b son constantes. Así pues, el tiempo solar verdadero no es uniforme respecto al tiempo t de la dinámica, estando afectado por las irregularidades de la ascensión recta del Sol verdadero y del tiempo sidéreo verdadero. La determinación del tiempo solar verdadero se puede hacer mediante observaciones directas, midiendo el ángulo horario del Sol. La culminación del Sol se determina con gran precisión mediante el círculo meridiano, en el instante en que se anula el ángulo horario del Sol. La falta de uniformidad del tiempo solar verdadero hace que no se pueda conservar mediante relojes artificiales. III.2.4. TIEMPO SOLAR MEDIO. ESTADO ACTUAL DE LA MEDIDA DEL TIEMPO. 12 ASTRONOMÍA El tiempo solar medio local, Hm, es, por definición, el tiempo solar verdadero corregido de todas sus irregularidades. Se define como ecuación del tiempo, E, la suma algebraica de todas las correcciones que es preciso aplicar al tiempo solar verdadero para despojarlo de todas sus irregularidades: H m = H v + E → E = H m − H v = iα − iτ En el tema dedicado al movimiento diurno se estudio una aproximación de la ecuación del tiempo. A partir de expresiones vista se puede expresar la diferencia entre el tiempo sidéreo verdadero y el tiempo solar medio, H v = TS v − α v TS v − H v = α v H v = H m − (iα − iτ ) TS v − H m = α v − iα + iτ que resulta ser igual a la ascensión recta del Sol verdadero corregido de sus propias irregularidades iα, pero aumentada con las irregularidades iτ del tiempo sidéreo verdadero. Las irregularidades del tiempo sidéreo verdadero provienen de muy diversas causas, si bien la principal es la ecuación de los equinoccios Eq, debida a la nutación, que puede determinarse con gran precisión y se encuentra tabulada. Si en la expresión anterior se corrige de la ecuación de los equinoccios se habrán eliminado la principal irregularidad TSv y solamente quedarán las pequeñas irregularidades debidas a las variaciones en la velocidad de rotación de la Tierra, a las ligerísimas oscilaciones del meridiano y a la pequeña variación secular de la precesión en ascensión recta. Efectuada esta corrección se obtiene, TS m − H m = α v − iα + iτ' iτ' = iτ − E q Despreciando las irregularidades residuales del tiempo sidéreo verdadero, se puede interpretar en cada instante la diferencia TSm-Hm como la ascención recta αm de un móvil imaginario, astro Sol medio, situado en el ecuador celeste medio de ese instante y caracterizado por un movimiento sidéreo prácticamente uniforme a lo largo del ecuador, que difiere muy poco del movimiento medio del Sol en ascensión recta. Se obtendrá por tanto, Tm − H m = α m en donde la ascensión recta media se mide desde el equinoccio medio en el instante considerado. ESTADO ACTUAL DE LA MEDIDA DEL TIEMPO. 13 ASTRONOMÍA La posición del Sol medio se define de hecho mediante una fórmula que fija el valor de su ascensión recta αm. De acuerdo a los principios de la mecánica celeste, Newcomb (1895) obtuvo la expresión que permite calcular la longitud eclíptica geocéntrica del Sol medio, L = 279 º 41'48' '.04 + 129602768 ' '.13 ⋅ T + 1' '.089 ⋅ T 2 en donde T es el número de siglos julianos de 36525 días medios transcurridos desde 1900 enero 0, en Greenwich a mediodía medio (culminación del Sol medio). El criterio seguido en la práctica para fijar la ascensión recta del Sol medio consiste en adoptar para su valor la expresión de la longitud eclíptica geocéntrica anterior: α m = 18 h 38 m 45 s .836 + 8640184 s .542 ⋅ T + 0 s .0929 ⋅ T 2 En la práctica, el tiempo solar medio se determina utilizando el tiempo sidéreo medio como paso intermedio. La observación de estrellas fundamentales permite obtener el tiempo sidéreo verdadero, que corregido de la ecuación de los equinoccios permite obtener el tiempo sidéreo medio. Con el tiempo sidéreo medio y con la ecuación, H m = TS m − α m donde la expresión de la ascensión recta del Sol medio es la dada anteriormente, se calcula el valor numérico del tiempo solar medio. Esta última ecuación constituye la definición exacta del tiempo solar medio. Dado que una forma alternativa a la anterior consiste en obtener mediante observaciones astronómicas el ángulo horario del Sol verdadero, Hv, y obtener el tiempo solar medio tras corregir con la ecuación del tiempo, se concluye que cada método operatorio de medida, puesto que de hecho son diferentes, definen dos tiempos solares medios también diferentes. En la actualidad se utiliza el primer método descrito. III.2.5. TIEMPO UNIVERSAL. La definición rigurosa del tiempo universal se realiza a partir del tiempo sidéreo medio de Greenwich y de la ascensión recta del Sol medio: TU = TS m (Gr ) − α m + 12 h Despejando de la expresión anterior, TS m (Gr ) = TU + α m − 12 h de donde, el tiempo sidéreo medio en Greenwich a las 0h de TU será, teniendo en cuenta la expresión del valor de la ascensión recta del Sol medio vista, ( ) TS m 0 h , Gr = 6 h 38 m 45 s .836 + 8640184 s .542 ⋅ T + 0 s .0929 ⋅ T 2 ESTADO ACTUAL DE LA MEDIDA DEL TIEMPO. 14 ASTRONOMÍA con T el mismo de la expresión de la ascensión recta del Sol medio. Si a la expresión anterior se añade la ecuación de los equinoccios se obtiene se obtiene el tiempo sidéreo verdadero en Greenwich también para el instante TU=0h. Estos tiempos sidéreos vienen tabulados en los anuarios astronómicos, por ejemplo, en el Anuario del Observatorio Astronómico de Madrid se incluye el segundo y la ecuación de los equinoccios. Su valor es el ángulo horario en Greenwich del punto Aries, verdadero o medio según el tiempo sidéreo respectivo, en el instante TU=0h. La definición del día solar medio se desprende de lo anterior, es decir, el instante que cada día se designa como 0h de tiempo universal TU es por definición aquel en que el equinoccio γ alcanza, en su movimiento diurno aparente, un ángulo horario en Greenwich exactamente igual al calculado de la forma descrita y está tabulado en los anuarios para los sucesivos días del año. El día solar medio se define como el periodo de tiempo entre dos instantes en los que el equinoccio γ alcanza los ángulos horarios calculados de la forma descrita para dos valores de T separados por un intervalo de 1/36525. Para determinar el tiempo universal TU, se calcula con la fórmula anterior el tiempo sidéreo medio en Greenwich a 0h para cada día, dando a T valores sucesivos separados por el indicado de 1/36525, lo que equivale a contar T tomando como unidad el día solar medio. El movimiento diurno no es rigurosamente uniforme. Por consiguiente, los instantes en que el equinoccio medio γm alcanza los valores tabulados del ángulo horario TSm(0h,Gr), que definen las 0h de TU, dependen de la rotación variable de la Tierra y de las oscilaciones del meridiano, y se suceden a intervalos ligeramente desiguales de tiempo uniforme. Durante esos intervalos desiguales de tiempo, el Sol medio se mueve también cantidades desiguales de tiempo, y consiguientemente en el instante en que la el ángulo horario γm alcanza los valores tabulados, TSm(0h,Gr), el Sol medio no pasa exactamente por el meridiano inferior de Greenwich. El comienzo del día no coincide, por lo tanto, con el cruce del Sol medio por el meridiano inferior de Greenwich y la definición ha perdido su carácter geométrico tradicional. El TU se determina por completo mediante una fórmula convencional que define la relación entre el tiempo sidéreo observado en un instante cualquiera y el tiempo sidéreo tabulado a 0h de TU (con la interpolación realizada en caso necesario). La definición usada tradicionalmente hasta 1960, según la cual TU es igual a 12h más el ángulo horario en Greenwich del Sol medio, no es exacta y ha sido eliminada de los anuarios astronómicos. Se tiene que el tiempo universal no es uniforme y es preciso corregirlo de sus irregularidades. En función de las correcciones aplicadas se distinguen varias clases de tiempo universal: TU0.- es el TU determinado por un solo observatorio a partir del tiempo sidéreo verdadero, TSv, observado astronómicamente, teniendo en cuenta la diferencia de longitud entre el meridiano convencional del observatorio y el de Greenwich. TU1.- es el TU0 corregido del influjo del movimiento irregular del meridiano debido a desplazamientos de los polos terrestres. La corrección viene dada por la expresión: ESTADO ACTUAL DE LA MEDIDA DEL TIEMPO. 15 ASTRONOMÍA TU 1 − TU 0 = 1s (x ⋅ sen λ − y ⋅ cos λ ) ⋅ tg ϕ 15' ' en donde x e y son las coordenadas rectangulares del polo instantáneo en segundos de arco, referidas al polo medio. Los valores de x e y se obtienen de publicaciones periódicas del Servicio Internacional del Movimiento del Polo (IERS) en el Boletín – A. Las variaciones del meridiano debidas a fluctuaciones de la vertical son muy pequeñas y no se tienen en cuenta en los cálculos prácticos. TU2.- es el TU1 corregido de las irregularidades estacionales del movimiento de rotación de la Tierra. La corrección que elimina dichas irregularidades, ∆Ts = TU 2 − TU 1 , utilizada desde 1962 reponde a la expresión, UT 2 − UT 1 = 0 s .022 ⋅ sen (2 ⋅ π ⋅ t ) − 0 s .012 ⋅ cos(2 ⋅ π ⋅ t ) − 0 s .006 ⋅ sen (4 ⋅ π ⋅ t ) + 0 s .007 ⋅ cos(4 ⋅ π ⋅ t ) donde t se cuenta en años de Bessel a contar desde 1900. Esta expresión se debe a Markowitz (1958). Cuando TU2 ha sido determinado por un solo observatorio, se denomina tiempo universal casi uniforme, semidefinitivo (hora semidefinitiva). El tiempo universal casi uniforme definitivo (hora definitiva) se obtiene como promedio del TU2 hallado por todos los observatorios que contribuyen a su determinación. El TU2 está afectado de la variación secular y de las fluctuaciones irregulares de la rotación terrestre y, por consiguiente, no es rigurosamente uniforme respecto al tiempo t de la dinámica. Además, el segundo de tiempo medio no puede obtenerse con una precisión relativa superior a 10-7. III.3. ESCALA DE TIEMPO DE EFEMÉRIDES. Durante mucho tiempo fue aceptada para la unidad de tiempo la definición establecida por el Comité Internacional de Pesas y Medidas (IPMH): “La unidad de tiempo es el segundo, fracción 1/86400 del día solar medio”. Sin embargo, el límite de precesión cuantificado anteriormente para esta unidad unido a que aumentó la exigencia de precisión, se impuso la necesidad de sustituir la escala de tiempo definida por el tiempo universal por otras que se ajusten con mayor exactitud al tiempo uniforme. El problema se enfocó en un primer momento desde el punto de vista astronómico, pero más tarde se encontró una mejor solución basada en fenómenos físicos internos de la materia. Los movimientos orbitales de los astros del Sistema Solar, estudiados por la Mecánica Celeste, alcanzaron tal nivel de precisión que fue necesario abandonar el tradicional método de ligar la medida del tiempo al movimiento de rotación terrestre para tratar de referirlo a la dinámica de los mismos. Conocidas con una precisión mayor a la observable, las leyes que rigen la dinámica de ciertos astros del Sistema Solar, se ESTADO ACTUAL DE LA MEDIDA DEL TIEMPO. 16 ASTRONOMÍA puede aceptar que el parámetro t que aparece en la formulación de dichas leyes, es el tiempo uniforme newtoniano. Ligado así de modo muy preciso la geometría del movimiento y el tiempo invertido en los desplazamientos, la situación del cuerpo en su trayectoria para un valor determinado del tiempo es conocida y es posible tabularla en lo que se da en llamar las efemérides correspondientes al astro considerado. Conocidas las efemérides es posible averiguar la posición del astro para un cierto instante, o, recíprocamente, determinar el instante del tiempo en que el astro ocupará una determinada posición. Al tiempo así determinado se le denomina tiempo de efemérides, en razón de la forma en que se ha obtenido. En 1895 Simón Newcomb confeccionó las tablas del Sol en la que se define con gran precisión la órbita aparente del Sol debida al movimiento de traslación de la Tierra alrededor del mismo. En un principio la escala de tiempo utilizada en estas tablas fue la de tiempo universal, por lo que se consideró que las Efemérides del Sol proporcionaban la posición del Sol en función de TU. Newcomb, que desconocía las irregularidades de la rotación de la Tierra, consideraba T medido en tiempo universal. Para Newcomb, el TU definido por la rotación terrestre era un tiempo uniforme igualmente válido para la teoría y para las observaciones. Ahora bien, las observaciones posteriores mostraron que la teoría, expresada por la ecuación vista, no proporcionaba las posiciones Lm observadas del Sol, cuando el tiempo de las observaciones se medía en tiempo solar medio de la escala de TU. Los coeficientes determinados por Newcomb analizando observaciones realizadas entre 1680 y 1895, dan lugar a la expresión de la longitud geométrica media del Sol, referida la equinoccio medio de la época: L = 279 º 41'48' '.04 + 129602768 ' '.13 ⋅ T + 1' '.089 ⋅ T 2 donde T se mide en siglos julianos de 36525 días medios. El origen de la medida de T es, por definición, enero 0 de 1900 (mediodía medio del 31 de diciembre de 1899 de Greenwich, en que la longitud media del Sol valía 279º41’48’’.04). Según Spencer Jones, para obtener los valores observados, cuando las observaciones se hacen en TU, es necesario aplicar una corrección que incluso formula en función del TU. Estas correcciones implican que las posiciones observadas del Sol se van adelantando respecto a las posiciones calculadas teóricamente con las efemérides. Puesto que los relojes utilizados para medir el tiempo de la escala TU, utilizado en las observaciones astronómicas, reproducen el movimiento de rotación terrestre, las desviaciones de las observaciones respecto de la teoría prueban que la velocidad de rotación de la Tierra va decreciendo. Dicho de otra forma, el TU basado en la rotación terrestre no es uniforme respecto al tiempo T, que aparece como variable independiente en las efemérides. En realidad se trata de dos escalas de tiempo diferentes: la escala de tiempo TE definido implícitamente por las efemérides, que se utiliza para la teoría dinámica, y la escala de tiempo universal TU, que se emplea en las observaciones astronómicas. El empleo de dos escalas de tiempo distintas, una para la teoría y otra para las observaciones, es la causa fundamental de la discrepancia entre las posiciones teóricas y observadas del Sol. En definitiva, la escala del tiempo de efemérides, TE, tiene como unidad el tiempo físico definido por el movimiento del Sol en longitud eclíptica o celeste. Si por ESTADO ACTUAL DE LA MEDIDA DEL TIEMPO. 17 ASTRONOMÍA observación se determina el valor de la longitud eclíptica del Sol medio en un instante se podría obtener el valor del argumento T. Este valor de T es el tiempo de efemérides correspondiente a dicho instante. La expresión anterior para la longitud eclíptica del Sol medio define las unidades del tiempo de efemérides a través del coeficiente de T. Despreciando las pequeñas variaciones seculares, este coeficiente da el incremento en la longitud del Sol medio en un período de 36525 días de efemérides. Una variación de L en 360º equivale a un año trópico, el valor de T necesario será el valor del año trópico en tiempo de efemérides. Expresando T en segundos de efemérides, se tendrá: L = 279º 41'48' '.04 + 129602768' '.13 1' '.089 ⋅T + s 36525 ⋅ 86400 36525 ⋅ 86400 s ( ) 2 ⋅T 2 y diferenciando, ∆L = 129602768' '.13 2' '.187 ⋅ ∆T + s 36525 ⋅ 86400 36525 ⋅ 86400 s ( ) 2 ⋅ T ⋅ ∆T ∆L = 0.041068639 ⋅ ∆T + 2.187 ⋅10 −19 ⋅ T ⋅ ∆T , con t, ∆t en seg. y, teniendo en cuenta, la definición del año trópico, “tiempo requerido para que la longitud media L del Sol aumente en 2π, a la velocidad instantánea de variación de L”, si se considera el incremento correspondiente y despejamos, se obtiene, 1296000' ' = 0.041068639 ⋅ ∆T + 2.187 ⋅10 −19 ⋅ T ⋅ ∆T en primera aproximación, ∆T = 1296000' ' = 31556925 s .97474 0.041068639 y en segunda aproximación, ∆T = Resultando, efemérides. 1296000' ' 2.187 ⋅10 −19 1296000' ' − ⋅ ⋅T 0.041068639 0.041068639 0.041068639 ∆T = 31556925 s.97474 − 1.6805 ⋅10 −10 ⋅ T con T en segundos de ∆T = 31556925 s.97474 − 5.3033 ⋅10 −3 ⋅ T con T en años julianos. ∆T = 31556925 s.97474 − 0.53033 ⋅ T con T en siglos julianos. Todas estas expresiones representan el número de segundos de efemérides contenidos en un año trópico, a partir de 1900.0 y en función continua de T. Para T=0 se obtiene la expresión del segundo de efemérides. ESTADO ACTUAL DE LA MEDIDA DEL TIEMPO. 18 ASTRONOMÍA El tiempo de efemérides es teóricamente uniforme, pero la precisión en su determinación es muy inferior a la del tiempo universal, obtenido por observación de estrellas. El motivo no es otro que el periodo del movimiento aparente del Sol por la eclíptica es de un año, mientras que el de rotación aparente de la esfera celeste es de un día. Esto implica que, a igualdad de precisión en ambas observaciones, el tiempo rotacional quedaría 365 veces mejor determinado que el tiempo de efemérides, pero además, la precisión en la determinación de la ascensión recta del Sol es del orden de 0.02 segundos de tiempo, mientras que el tiempo universal se puede determinar con una precisión de 0.004 segundos de tiempo. La mejora en la determinación del tiempo de efemérides se conseguiría recurriendo a otro astro de menor período sidéreo, tal como la Luna (mediante medidas relativas de la Luna con respecto a estrellas). El movimiento medio de la Luna, de 0’’.549 por segundo de tiempo medio, es 13.37 veces más rápido que el del Sol, ofreciendo una mayor sensibilidad a las medidas y una mayor precisión relativa de las mismas. Las dificultades en la determinación del tiempo de efemérides y la poca precisión en sus resultados lleva como consecuencia serios inconvenientes en su utilización. Una determinación rigurosa del tiempo de efemérides en un instante determinado requeriría un complejo análisis de observaciones a lo largo de varios años, lo que se traduce en retrasos inadmisibles en su conocimiento. Esto concluye que no se puedan utilizar relojes de tiempo de efemérides, que requerirían un control permanente y actual de su marcha. En el año 1956 se adoptaron las siguientes definiciones: ♦ Origen del tiempo de efemérides, el mencionado anteriormente. ♦ Duración del año de efemérides, por definición la del año trópico de 1900. ♦ Duración del segundo de efemérides. Teniendo en cuenta la duración, en segundos, del año trópico 1900: 1s ET = año de efemérides 31556925.9747 El segundo de efemérides fue adoptado en 1960 como unidad en el sistema internacional SI hasta 1967, en que fue sustituido por el segundo de tiempo atómico. ♦ Duración del día de efemérides. 1d ET = 86400s ET ♦ Duración del siglo de efemérides. Equivale a 36525 días de efemérides. La ascensión recta del Sol medio viene definida por la expresión, α m = 18 h 38 m 45 s.832 + 8640184 s.628 ⋅ Tu + 0 s.0929 ⋅ Tu2 en la que Tu viene expresada en siglos julianos de 36525 días solares medios, a partir de 1900 enero 0 a 12h UT. Análogamente, se puede definir un Sol medio de efemérides, cuya ascensión recta sería, ESTADO ACTUAL DE LA MEDIDA DEL TIEMPO. 19 ASTRONOMÍA α E = 18 h 38 m 45 s.832 + 8640184 s.628 ⋅ TE + 0 s.0929 ⋅ TE2 en la que TE vendría expresado en siglos de efemérides a partir de 1900 enero 0 a 12h ET. Ambas expresiones son análogas, si bien en la primera la ascensión recta viene expresada en tiempo universal y en la segunda en tiempo de efemérides La relación entre el tiempo de efemérides y el tiempo universal se establece como ∆T = ET − UT . Esta expresión se puede interpretar en los dos sentidos siguientes, ♦ Conocido el UT2, más uniforme, y medido el ET a partir de observaciones a la Luna, hallar como su diferencia el valor ∆T. ♦ Obtener el tiempo de efemérides si se pudiese conocer el valor de ∆T. La utilidad de esta operación sería muy alta de acuerdo a la dificultad de la medida directa del tiempo de efemérides. La corrección ∆T es el intervalo de tiempo necesario para que la longitud eclípitca aparente del Sol medio se incremente en el valor de la corrección ∆Lm obtenida por Spencer Jones (1939) , ∆Lm = 1' '.0 + 2' '.97 ⋅ t + 1' '.23 ⋅ t 2 + 0' '.074 ⋅ B , para pasar de las longitudes calculadas utilizando UT a las observadas, que son precisamente las que definen el tiempo de efemérides. Teniendo en cuenta que el año de efemérides contiene 31556925.9747 segundos de tiempo en los que la longitud eclíptica del Sol varía 360º, es decir, 1296000’’, el tiempo que tardará en recorrer 1’’ será 24.349480 segundos de efemérides. Llevando este valor a la expresión anterior, obtenemos el valor de ∆T, ∆T = 24 s.349 + 72 s.318 ⋅ t + 29 s.950 ⋅ t 2 + 1s.82144 ⋅ B Esta última expresión, adoptada por la UAI, permite pasar del tiempo universal al tiempo de efemérides, si bien es una aproximación. El valor correcto del tiempo de efemérides se debe obtener a posteriori, cuando se conozca a partir de observaciones. Los valores de ∆T aparecen tabulados en almanaques, pero los valores correspondientes a los cinco años anteriores a la fecha de la publicación son calculados con la expresión anterior. La tabla siguiente da una idea del orden de magnitud de la corrección ∆T. ESTADO ACTUAL DE LA MEDIDA DEL TIEMPO. 20 ASTRONOMÍA El tiempo de efemérides es el que mejor se ajusta al tiempo uniforme de la mecánica celeste y es que se utilizó desde 1960 en las efemérides del Sol, la Luna y los planetas. La máxima precisión que se consiguió en la determinación del tiempo de efemérides fue del orden de 10-10 segundos, con períodos de observación de cinco años. Un problema añadido a la definición del tiempo de efemérides es que el obtenido a partir de observaciones a distintos astros arrojaba resultados diferentes lo que implicaba que cada astro definía su propio tiempo de efemérides. Esto obligaría, para definir un tiempo de efemérides único realmente uniforme, a que el conocimiento acerca de las constantes astronómicas y de la dinámica estelar fuera perfecto. La conclusión fue que se recomendase no utilizar el tiempo de efemérides para observaciones posteriores a 1955, fecha en la que entró en funcionamiento el primer reloj de cesio. A partir de esta fecha se introduce el tiempo atómico. Aunque el periodo juliano se introdujo (tema 4) originariamente para medir el tiempo solar medio, se puede aplicar a cualquier otra clase de tiempo. En particular resulta conveniente aplicarlo al tiempo de efemérides para ciertos estudios. Se obtiene entonces el día juliano de las efemérides, que difiere del tradicional en la corrección ∆T ESTADO ACTUAL DE LA MEDIDA DEL TIEMPO. 21 ASTRONOMÍA dada por la expresión vista, y que expresa el número de días de las efemérides transcurridos desde –4712 enero 0 a 12h de TE. III.4. ESCALA DE TIEMPO ATÓMICO. A partir de la aparición de los relojes atómicos, que mejoraron a los de cuarzo, se introdujo una nueva escala, la escala de tiempo atómico (TA), con lo que la Astronomía perdió el predominio mantenido a lo largo de muchos siglos en la definición y conservación del tiempo. En 1970 la definición del tiempo vendría de la mano de la física. El tiempo de efemérides se continuaría utilizando para la mecánica celeste. El primer reloj de cesio se comenzó a utilizar en el año 1955, el mismo año en que se introdujo el tiempo de efemérides, comprobándose inmediatamente sus ventajas sobre los relojes de cuarzo, con una mayor uniformidad de marcha y una precisión diez veces superior, así como una inmediata accesibilidad, y sin estar sometidos al proceso del envejecimiento del cuarzo (la precisión de lectura en los relojes atómicos alcanza 10-9 segundos y su uniformidad 10-12, en los relojes de cesio todavía mejorada por los de hidrógeno). Como consecuencia de los buenos resultados, se decidió adoptar como unidad de tiempo el segundo atómico. Pero, tal y como se había realizado con los cambios anteriores, se trató de mantener en lo posible la coincidencia entre la nueva unidad y la anterior. Tras mediciones realizadas en el U.S. Naval Observatory y en National Physical Laboratory, en Teddington, se comprobó que el segundo de efemérides equivalía a 9192631770±20 períodos de una determinada radiación del átomo de cesio. A la vista de estos resultados, la XIII Conferencia de Pesas y Medidas, reunida en París en 1967, acordó prescindir del segundo de efemérides en el Sistema Internacional de Unidades (SI), sustituyéndolo por el segundo atómico, definido como duración de 9192631770 períodos de la radiación correspondiente a la transición entre los dos niveles hiperfinos del estado fundamental del átomo de cesio 133. La duración del segundo atómico coincidía, por definición, con la del segundo de efemérides. El problema fundamental para la definición del segundo atómico es que los relojes atómicos no son eternos, se hace necesario disponer de varios relojes que aseguren la continuidad del sistema en el caso de que alguno se pare. Pero, en realidad, cada reloj atómico define su propia escala de tiempo lo que obliga a establecer una media ponderada de las distintas escalas particulares. Así, el Observatorio Naval de Washington estableció una escala, A-1, con dieciséis relojes de EEUU, Inglaterra y Francia. Otros cinco relojes darían lugar a una segunda escala, A-2 o NBS-A, mantenida por el National Bureau of Standars. El Bureau Internacional de l’Heure (BIH) estableció, a partir del 1 de enero de 1958, una nueva escala, A-3, con relojes distribuidos en organismos de muchos países. Esta escala pasó a definir, a partir de 1973, el tiempo atómico internacional (TAI). En 1981 ya contaba con 118 relojes distribuidos en 25 laboratorios. ESTADO ACTUAL DE LA MEDIDA DEL TIEMPO. 22 ASTRONOMÍA La XIV Conferencia General de Pesas y Medidas (1970) definió como nueva escala el TAI: “El Tiempo Atómico Internacional es la coordenada de referencia temporal establecida por el Bureau Internacional de l’Heure sobre la base de las indicaciones de relojes atómicos en funcionamiento en diversos establecimientos conforme a la definición del segundo, unidad de tiempo del SI”. Además se añadieron unas reglas para la puesta en práctica de la nueva escala de tiempo, entre las que figuran: ♦ “1ª. La duración del intervalo unitario de la escala de Tiempo Atómico Internacional está determinada por el Bureau Internacional de l’Heure, de forma que esté en estrecha coincidencia con la duración del segundo del SI, referida a un punto fijo de la Tierra al nivel del Mar.” ♦ “4ª. El origen de la escala de TAI queda definido conforme a las recomendaciones de la Unión Astronómica Internacional (XIII Asamblea General, Praga, 1967), es decir, que esta escala coincida aproximadamente con el UT2 a 0h del 1 de enero de 1958.” La relación con UT2 quedó establecida para el 1 de enero de 1958 a 0h de UT como UT2-A3=0s.0039. También se encontró que el valor medio de la diferencia entre TAI y ET es de 32s.18 durante el intervalo 1956-1972. (ET = TAI+32.184s). Por tanto, desde 1958 se dispone de la escala TAI, de gran precisión, que se puede enlazar con el tiempo de efemérides (ambas utilizan la misma escala) por la diferencia indicada. Puede utilizarse el TAI para fijar el instante de una observación o para el cálculo de posiciones desde junio de 1955, pero para observaciones o cálculos anteriores a 1955, en que el tiempo atómico no existía, es necesario recurrir a tiempo de efemérides. Este TAI se debe utilizar tanto para el cálculo de efemérides geocéntrica como heliocéntricas. Más adelante, debido a efectos relativistas, se definirían nuevos sistemas de tiempo atómico: uno geocéntrico, el Tiempo Dinámico Terrestre (TDT) y uno heliocéntrico, el Tiempo Dinámico Baricéntrico (TDB). En enero de 1977 se realizó un ajuste para llevar la duración del intervalo de la escala TAI a estrecha coincidencia con el segundo SI al nivel del mar. III.5. TIEMPO UNIVERSAL COORDINADO. Este tiempo, accesible a cualquier usuario gracias a su difusión en las señales horarias, presenta las ventajas de la escala de tiempo atómico pero también se ajusta a la rotación terrestre. El UTC aparece desde enero de 1958. UTC se hizo coincidir con UT1 a principios de 1958. Un reloj atómico dirigía cada emisora de señales horarias. Para ajustar a UT, a principios de año se realizaba una modificación en la frecuencia para adaptarse al segundo UT2. Dado que UT2 tampoco es uniforme, cuando la diferencia UTC-UT2>0s.1 se introducía una corrección de esa magnitud a principios de mes. Estas dos alteraciones, modificación de frecuencia a principios de año, y saltos a principios de ESTADO ACTUAL DE LA MEDIDA DEL TIEMPO. 23 ASTRONOMÍA algunos meses, generaba dificultades técnicas importantes, lo que dio lugar a una modificación. A partir del 1 de enero de 1972, de acuerdo con lo decidido en la XIV Conferencia General de Pesas y Medidas (celebrada en octubre de 1971), la escala vuelve a ser el segundo atómico y se imponen las condiciones: TAI − UTC = n(t ) segundos UTC − UT 1 ≤ 0.9 segundos siendo n(t) un número entero que varía con el tiempo. Para conseguir esto se recurría a añadir, o a suprimir, un segundo intercalar siempre que fuera necesario, pero en fechas preestablecidas (31 de diciembre, final de junio,...) Para conocimiento de quienes pudieran necesitar esta información, las propias emisiones incluyen un código que indica el valor de la diferencia UTC-UT1 para cada señal emitida. Cuando se llevó a cabo esta revisión de UTC, la diferencia UTC-UT1=-10s, y continuó aumentando de forma que a principios de 1982 ya era de 20 segundos. El UTC debe utilizarse en la emisión de señales horarias, cuyas emisiones son controladas por el BIH, con la colaboración de ochenta relojes atómicos establecidos en observatorios y laboratorios de precisión de 24 países, y el propio BIH es el que establece cuándo ha de introducirse un nuevo segundo intercalar. La Conferencia General de Pesas y Medidas recomendó en 1975 que este UTC fuera utilizado para definir el tiempo civil en cada país. La diferencia entre el TAI y el UTC ser representa por, ∆AT = TAI − UTC III.6. REVISIÓN DEL CONCEPTO DE AÑO TRÓPICO. Eligiendo como punto origen el equinoccio medio móvil γm de la época, se define como año trópico el intervalo de tiempo necesario para que la longitud geométrica media, Lm, del Sol verdadero aumente 360º. Se procede a calcular la duración del año trópico, at, en la escala del tiempo de efemérides TE. Para ello se parte de la fórmula de Newcomb para Lm. Hay que tener presente que la esta fórmula es válida únicamente para unos cuantos miles de años, debido a las limitaciones de la teoría de Newcomb, y su precisión disminuye progresivamente al distanciarnos hacia de 1900, hacia el pasado o futuro. La duración del año trópico expresada en siglos julianos de las efemérides, viene dada por la relación: Lm (T + at ) − Lm = 1296000' ' ya que, por definición, at es el intervalo empleado por Lm en aumentar 360º=360*60*60=1296000’’. Teniendo en cuenta la fórmula de Newcomb, 1' '.089 ⋅ at2 + (129602768' '.13 + 2' '.178 ⋅ T ) ⋅ at = 1296000' ' cuya solución permite determinar la duración del año trópico. Se obtiene, ESTADO ACTUAL DE LA MEDIDA DEL TIEMPO. 24 ASTRONOMÍA at = 365d .242198782 − 0 d .000006138 ⋅ T donde T se mide en siglos julianos de 36525 días de las efemérides, contados a partir de 1900 enero 0 a 12h de TE. Como se ve, los años trópicos sucesivos no son iguales sino que decrecen lentamente con el tiempo, en unos 0s.0053 por año. III.7. REVISIÓN DE LA RELACIÓN ENTRE EL TIEMPO MEDIO Y EL TIEMPO SIDÉREO. De acuerdo a las nuevas definiciones introducidas en este apéndice es necesario precisar más la relación entre un intervalo de tiempo medio y un intervalo de tiempo sidéreo. El tiempo solar medio local, Hm, en cada instante se determina a partir del tiempo sidéreo local, Tm, observado en ese instante, según la expresión, H m = Tm − α m Hay que tener en cuenta que en realidad el tiempo sidéreo observado directamente es el verdadero TSv, que se transforma en tiempo sidéreo medio a través de la ecuación de los equinoccios. Así pues, la expresión anterior, que es la definición exacta del tiempo solar medio, relaciona en cualquier meridiano la escala de tiempo medio con la escala de tiempo sidéreo medio, a través del valor adoptado para la ascensión recta de un punto del ecuador celeste designado con el nombre de Sol medio. La relación numérica entre las dos escalas, que es lo que se pretende determinar en este apartado, se obtiene calculando la equivalencia entre las unidades de una y otra escala, o sea, del día solar medio y del día sidéreo medio, a partir de un instante en el cual se conozcan simultáneamente los valores de Hm y de TSm referidos a un mismo meridiano arbitrario. En la práctica se elige el meridiano de Greenwich para establecer la relación entre ambas escalas debido a que es el meridiano adoptado convencionalmente para definir un tiempo solar medio único que, aumentado en 12h para convertirlo en tiempo civil, sirva como tiempo universal en todo el mundo. De acuerdo a lo anterior, aplicando la expresión vista se obtiene el TU a partir del tiempo sidéreo observado, TSm(Gr). El tiempo universal así determinado no es rigurosamente uniforme, y se designa TU0 para distinguirlo del tiempo universal TU1 y TU2 corregidos parcialmente de esa falta de uniformidad. El tiempo universal TU0 se cuenta en días solares medios, de 24 horas solares medias, comenzando con 0h a medianoche. Cada día solar medio se define como el periodo de tiempo TU0 comprendido entre dos instantes en que el equinoccio medio γm alcanza en Greenwich los ángulos horarios TSm(0h,Gr) calculados de acuerdo a una expresión ya analizada, para dos valores del parámetro T separados por un intervalo numérico constante igual a 1/36525. No siendo uniforme la escala TU0, tampoco lo será el día medio definido en dicha escala. Formalmente, sin embargo, se puede definir un día solar medio uniforme como el intervalo de tiempo entre los instantes en que γm dos ESTADO ACTUAL DE LA MEDIDA DEL TIEMPO. 25 ASTRONOMÍA valores tabulados consecutivos de las 0h de TU0, pero corregidos de todas sus irregularidades, o sea, de las variaciones del meridiano y de las irregularidades de la rotación terrestre. Tales irregularidades son muy pequeñas y, aunque deben tenerse en cuenta en intervalos largos de tiempo, resultan despreciables en la medida de intervalos relativamente cortos, por ejemplo, de un día, tal y como fue justificado. Por consiguiente, al comparar la duración del día solar medio con la del día sidéreo se prescindirá de esas irregularidades y se determinará la variación de TSm(Gr), que es igual a la variación del ángulo horario de γm en Greenwich, durante un día solar medio. Sea la siguiente figura. En esta figura G1G’1 es el meridiano de Greenwich a 0h de TU0 de un día cualquiera. En ese instante el tiempo sidéreo medio de Greenwich, representado como Tm(Gr), que por definición es el ángulo horario en Greenwich del punto γm alcanza el valor TSm(0h,Gr), dado exactamente por la expresión, ( ) TS m 0 h , Gr = 6 h 38 m 45 s .836 + 8640184 s .542 ⋅ T + 0 s .0929 ⋅ T 2 donde T es el número de siglos julianos de 36525 días medios transcurridos, a 0h de TU0, desde la época 1900 enero 0 a 12h de TU0. Al girar la Tierra en torno al eje de rotación que pasa por el punto P1 de la figura, el ángulo horario TSm(0h,Gr) varía: ESTADO ACTUAL DE LA MEDIDA DEL TIEMPO. 26 ASTRONOMÍA ( ) d TS m 0 h , Gr = 8640184 s .542 + 0 s .1858 ⋅ T dT por unidad de T, o sea, por siglo juliano de 36525 días solares medios. Tomando como unidad de T el día solar medio se tendrá, 1 d 8640184 s .542 + 0 s .1858 ⋅ T ⋅ TS m 0 h , Gr = = 236 s .5553605 + 0 s .000005087 ⋅ T 36525 dT 36525 ( ) donde T continúa contándose en siglos julianos. Al cabo de un día solar, de medianoche a medianoche media de Greenwich, la Tierra se ha trasladado en su órbita al punto P2, y el ángulo horario de γm ha descrito una circunferencia completa de 24h más un ángulo P1MP2 igual al incremento dado por la expresión anterior del tiempo sidéreo medio a medianoche TSm(0h,Gr) correspondiente a un incremento numérico de T de un día (∆T=1/36525). El ángulo horario de γm en el meridiano de Greenwich G2G’2 alcanza entonces el valor tabulado TSm(0h,Gr)2 correspondiente a las 0h de TU0 del día siguiente. Por lo tanto, el intervalo de tiempo sidéreo medio en un día solar medio es: ( ) ∆TS m 0 h , Gr = 24 h + ( ) 1 d ⋅ TS m 0 h , Gr = 86636 s .5553605 + 0 s .000005087 ⋅ T 36525 dT Despreciando la pequeñísima variación secular, que no llega a la cienmilésima de segundo por siglo, la relación del día sidéreo de 86400 segundos sidéreos al día solar medio de 86636.5553605 segundos sidéreos es: día sidéreo medio 86400 = = 0.997269566414 día solar medio 86636.5553605 Resulta en definitiva que los coeficientes para transformar los intervalos de tiempo medio en sidéreo y viceversa resultan: I m = 0.997269566414 ⋅ I s I s = 1.002737909265 ⋅ I m frente a los obtenidos como aproximados en el tema 4: I m = 0.997269571 ⋅ I s I s = 1.00273791 ⋅ I m III.8. ACTUALIZACIONES A ESCALAS DE TIEMPO. En las asambleas de la UAI celebradas en 1979 y en 1982 se introdujeron algunas modificaciones y nuevas definiciones que deberían entrar en vigor a primeros ESTADO ACTUAL DE LA MEDIDA DEL TIEMPO. 27 ASTRONOMÍA de enero de 1984, coincidiendo con la fecha en que debería introducirse el catálogo de estrellas FK5. Una escala de tiempo no es sino un sistema definido para fijar el instante en que tiene lugar un fenómeno. Queda definida por un instante origen y una unidad de medida. Para poder utilizar una escala de tiempo será necesario que las sucesivas unidades tengan la misma duración y que esta duración coincida con la de la unidad adoptada. Será también necesario poder conocer, con la mayor precisión y la máxima facilidad posibles, el valor asignado en esa escala a un instante determinado. Estas condiciones definen la estabilidad, la exactitud y la accesibilidad de una escala. Para definir las escalas de tiempo se variarán los orígenes, se utilizarán dos nuevas fechas iniciales: 1. Época besseliana. El instante inicial es el que adoptó Newcomb, 1900 0d.5, instante de fecha juliana, FJ, medido en años trópicos de 365.242198781 días, B1900.0=2415020.31352. El intervalo de tiempo transcurrido desde este instante inicial hasta un instante de fecha juliana, FJ, medido en años trópicos de 365.242198781 días, es la época besseliana correspondiente a ese instante, que se obtiene por B1900.0 + FJ − 2415020.31352 365.242198781 y viene medido en tiempo universal. 2. Época juliana. El origen de tiempo al que se referirá el FK5 será el 2000 enero 1.5, que es exactamente un siglo juliano después del origen utilizado por Newcomb. A esta nueva fecha origen le corresponde la fecha juliana J2000=2451545.0 El intervalo transcurrido desde esta fecha inicial hasta un instante de fecha juliana, FJ, medido en siglos julianos de 36525 días será: J 2000 + FJ − 2451545.0 36525 Es la época juliana correspondiente a la fecha juliana FJ. Viene medido en tiempo universal. En la nueva época, en lugar del año besseliano que se venía utilizando anteriormente, se utilizará el año juliano de 365.25 días, y los instantes de inicio de los distintos años vendrán separados de la fecha inicial FJ2000 por un número exacto de años julianos. 3. Fecha juliana modificada. Con objeto de simplificar los cálculos, evitando el manejo de siete cifras enteras en la fecha juliana, esta nueva escala cuenta los días a partir de un origen arbitrario 2400000.5, FJM=FJ-2400000.5. Dada la precisión que se logra actualmente en la definición y en la determinación del tiempo atómico, es necesario tomar en consideración dos fenómenos previstos en la teoría de la relatividad general, al tratar de definir las nuevas escalas de tiempo atómico: ESTADO ACTUAL DE LA MEDIDA DEL TIEMPO. 28 ASTRONOMÍA 1. Efecto del campo gravitatorio. Un fotón de energía, E, que se desplaza en un campo gravitacional desde un lugar en el que el valor del potencial es V a otro lugar en el que el potencial es V+dV, experimenta una variación en la energía dE proporcional a la variación del potencial. Como la energía está relacionada con la frecuencia (f) y con la constante de Planck (h) por E=h·f resultará que la marcha de un reloj atómico variará al variar la energía. Si se representa por g el valor de la aceleración de la gravedad en un lugar de altitud h sobre el nivel del mar, la diferencia de potencial entre ese lugar y otro situado a una altitud h’ (siendo la diferençia h’-h lo suficientemente pequeña frente al radio terrestre para asumir g igual) será g·(h’-h). Si se denota con t0 y t los tiempos registrados en relojes situados en cada uno de estos lugares, se tendrá que, g ⋅ (h'− h ) ⎞ ⎛ t = t 0 ⋅ ⎜1 + ⎟ c2 ⎝ ⎠ A mayor altura, es decir, a menor potencial gravitatorio, un intervalo de tiempo se dilata, en consecuencia, se produce un retardo en la marcha de un reloj cuando pasa a una región en la que el valor del potencial gravitatorio aumenta. Esto ha obligado a definir es segundo atómico referido a un reloj de cesio 133 funcionando al nivel del mar. En las proximidades del nivel del mar, una variación de altitud de 1 metro da lugar a una variación relativa de la frecuencia de la radiación del orden de 1.1·10-15. 2. Efecto del movimiento. Un reloj en movimiento registrará intervalos más cortos que un reloj en reposo en un sistema inercial. Para velocidades v, pequeñas en comparación con la velocidad de la luz, la relación entre los tiempos t y t0 medidos por ambos relojes será, ⎛ v2 ⎞ ⎟ ⎜ t = t 0 ⋅ ⎜1 − 2 ⎟ 2 c ⋅ ⎠ ⎝ La velocidad del movimiento de un punto de la superficie terrestre respecto a un sistema geocéntrico es función de la distancia al eje de rotación terrestre y de la velocidad angular de rotación de la Tierra. III.9. NUEVA DEFINICIÓN INTERNACIONAL. DEL TIEMPO ATÓMICO Se ha de introducir en la definición un sistema de referencia debido a los efectos relativistas que se acaban de enunciar. El Comité Consultivo para la Definición del Segundo (CCDS), en su reunión celebrada en 1980, acordó sustituir la definición de tiempo atómico internacional adoptada en 1971 por la siguiente: “El TAI es una escala de tiempo coordinado definida en un sistema de referencia geocéntrico, tomando como unidad de escala el segundo del SI determinado sobre el geoide en rotación, y, por consecuencia, puede extenderse, dentro de nuestras posibilidades actuales y con una precisión suficiente, a un punto cualquiera, fijo o móvil, en las proximidades del geoide, aplicando las correcciones de primer orden de la relatividad general, es decir, las correcciones por las diferencias ESTADO ACTUAL DE LA MEDIDA DEL TIEMPO. 29 ASTRONOMÍA del potencial de la gravedad y las diferencias de velocidad, así como por la rotación de la Tierra”. III.10. ESCALAS DE TIEMPO DINÁMICO. Dada la precisión lograda hoy día en las observaciones, la necesaria en el tiempo es de 10-4 segundos en astrometría clásica, de 10-5 en triangulación espacial, de 10-7 en los sistemas de comunicaciones y de navegación aérea, y de 10-9 en interferometría de larga base. La estabilidad lograda en el tiempo de efemérides es de 10-.9 segundos, llegando a 10-13 en el tiempo atómico. En mecánica celeste, en que las observaciones utilizadas pueden estar separadas por muchos años, la precisión ha de ser superior a la lograda de 10-13. Pero en cuanto a la accesibilidad las diferencias son mucho mayores, pues mientras que en el ET es de 10-1, por intermedio del UT y después de varios años, el tiempo atómico puede conocerse con una precisión de 10-3 segundos de una manera inmediata a través de las señales horarias, aumentando a 10-7 en uno o dos meses. Tal y como se ha visto, dada la precisión lograda por los relojes atómicos, es necesario tener en cuenta los efectos previstos en la teoría de la relatividad debidos a posibles diferencias en el potencial gravitacional y al movimiento de los relojes. Esto llevaría a referir el TA a un punto determinado de la superficie terrestre. Con ello se eliminaría el efecto debido a las variaciones del potencial, pero no el efecto debido al movimiento de rotación de la Tierra. Pero estas diferencias, al reducir a geocéntrico el tiempo atómico determinado por un reloj en cualquier punto de la superficie terrestre, son despreciables dentro de la precisión necesaria en astronomía, lo que permitió la introducción de la definición del TAI, en 1980, en un sistema de referencia geocéntrico. El problema seguirá existiendo en mecánica celeste, en que se utiliza un sistema de referencia heliocéntrico (baricéntrico). Las nuevas escalas de tiempo dinámico fueron introducidas en la asamblea celebrada por la UAI en 1976, en Grenoble, en su recomendación 5, que dice así: “Escalas de tiempo para teorías dinámicas y efemérides. Se recomienda que: a) En el instante 1977 enero 01d00m00s TAI, el valor de la nueva escala de tiempo para efemérides geocéntricas sea 1977 enero 1d.0003725 exactamente. b) La unidad de esta escala de tiempo será el día de 86400 segundos SI al nivel medio del mar. c) Las escalas de tiempo para las ecuaciones del movimiento referidas al baricentro del sistema solar serán tales que haya sólo variaciones periódicas entre estas escalas de tiempo y las utilizadas para efemérides aparentes geocéntricas. d) No se introducen saltos en el TAI.” En la asamblea siguiente, celebrada en Montreal en 1979, se recomienda que: “1º.- La escala de tiempo para las ecuaciones del movimiento referidas al baricentro del sistema soalr sea designada Tiempo Dinámico Baricéntrico (TDB) 2º.- La escala de tiempo para efemérides geocéntricas sea designada Tiempo Dinámico Terrestre (TDT)” ESTADO ACTUAL DE LA MEDIDA DEL TIEMPO. 30 ASTRONOMÍA El valor introducido en la recomendación a) representa el desplazamiento del TAI con respecto al tiempo de efemérides en el instante adoptado como inicial de la nueva escala, fecha en la que se introdujo un ajuste de +10·10-13, con objeto de restablecer la coincidencia del segundo atómico al nivel del mar con el segundo del sistema internacional. Se suprimieron en el TAI los segundos intercalares que se venían introduciendo, pero se mantienen en el UTC. El TDT viene definido por la expresión: TDT = TAI + 0 d .0003725 = TAI + 32 s.184 Retomando la relación entre TAI y UTC se puede expresar también, TDT = UTC + ∆AT + 32 s.184 La forma de introducir este nuevo TDT permite aprovechar las ventajas de uniformidad y fácil accesibilidad del tiempo atómico internacional (a través del UTC) y enlazar con el tiempo de efemérides. Para cálculos correspondientes a fechas posteriores a 1955 podrá utilizarse el nuevo TAI y para observaciones en fechas anteriores, en que no se disponía del tiempo atómico, debe utilizarse el tiempo de efemérides como prolongación, hacia atrás, de la nueva escala. Para relacionar los valores del tiempo solar y el tiempo sidéreo, en observaciones de pasos de estrellas por el meridiano, se utilizaba la expresión, ( ) TS 0 h , Gr = 6 h 38 m 45 s .836 + 8640184 s .542 ⋅ T + 0 s .0929 ⋅ T 2 donde T representaba el tiempo expresado en siglos julianos de 36535 días medios transcurridos desde 1900 enero 0.5 UT. Al utilizar el nuevo catálogo FK5 varían las coordenadas de las estrellas a utilizar en la determinación del tiempo, no sólo a causa de una mayor precisión en las observaciones utilizadas para la determinación de las coordenadas y movimientos propios de las estrellas y en la precesión y nutación, sino también por el hecho de haber cambiado el equinoccio a que se refiere el nuevo catálogo. Las observaciones efectuadas permitieron detectar la existencia de un error en la posición del equinoccio utilizado en el catálogo FK4 (basado en determinaciones anteriores a 1930), que viene dado por la expresión: E = 0 s.035 + 0 s.085 ⋅ y − 1950 100 donde y representa el año de que se trate. Con objeto de mantener la continuidad en el UT1 y, como consecuencia, en el TAI y en el TDT, será necesario reemplazar por la siguiente la expresión anterior, ( ) TS 0 h , Gr = 6 h 41m 50 s .54841 + 8640184 s .812866 ⋅ Tu + 0 s .093104 ⋅ Tu2 − 6 s .2 ⋅ 10 −6 ⋅ Tu3 ESTADO ACTUAL DE LA MEDIDA DEL TIEMPO. 31 ASTRONOMÍA en la que Tu representa el número de días julianos de 365 días de tiempo universal transcurrido desde el nuevo instante inicial 2000 enero 1, 12h UT1, que corresponde a FJ 2451545.0. En mecánica celeste se utilizan coordenadas heliocéntricas en un sistema cuyo origen es el centro de gravedad o baricentro del Sistema Solar, lo que hace necesario definir una escala de tiempo referida a ese mismo origen, esta escala de tiempo es la TDB. La diferencia entre TDB y TDT es menor de dos milésimas de segundo. En buena aproximación, su diferencia en el día d del año viene dada por: TDB ≈ TDT + 0 s .00166 ⋅ sen (0º.9856 ⋅ d − 3º ) En 1991 la Unión Astronómica Internacional (UAI) ha introducido nuevas escalas de tiempo complementarias de las anteriores, en las que se propone que el TDT pase a llamarse Tiempo Terrestre (TT). III.11. ACCESIBILIDAD ACTUAL DEL TIEMPO. La escala UTC es la que se difunde como señales horarias y, por lo tanto, resulta fácilmente disponible para la mayor parte de usos civiles, de navegación y astronómicos. Si se requiere algo más de precisión, es posible decodificar electrónicamente una predicción de la diferencia UT1-UTC que, redondeada a la décima de segundo, es transmitida en algunas señales horarias y se denomina DUT1. Si se necesita disponer del TT o del TAI con mucha precisión (como ocurre en ciertas observaciones astronómicas o geodésicas), se puede recurrir a las señales emitidas por la flota de satélites que constituyen el Sistema de Posicionamiento Global (GPS), con los que se obtiene una precisión instantánea mejor que el microsegundo. El GPS trabaja con una escala propia de tiempo, el GPS Time. El origen de la escala del tiempo GPS se ha fijado como coincidente con el UTC a las 0h del 6 de enero de 1980 y la unidad es el segundo del TAI. Como en ese momento el TAI difería del UTC en 19 segundos, el GPS Time es equivalente al TAI menos 19 segundos. La diferencia entre el GPS Time y el UTC va aumentando debido a los segundos intercalares (leap seconds) que se van añadiendo al UTC para conservar su proximidad al UT1. En la siguiente ilustración se aprecia la relación entre estas escalas de tiempo. ESTADO ACTUAL DE LA MEDIDA DEL TIEMPO. 32 ASTRONOMÍA En las tablas siguientes se indican las diferencias TDT-UT1 para el primer día del año y las fechas en que se ha producido un salto de 1s en la diferencia TAI-UTC, desde1983 hasta 1998. A continuación se añade información relativa a las publicaciones y productos del Servicio Nacional de Orientación de la Tierra estadounidense, (NEOS). Este organismo da publicidad a los boletines del Servicio Internacional de la Rotación Terrestre (IERS). Se incluye el boletín A del día 3 de diciembre de 1998. Con este boletín se puede conseguir las transformaciones de tiempo necesarias a partir del tiempo GPS o UTC medido. También se incluyen las coordenadas del polo. ESTADO ACTUAL DE LA MEDIDA DEL TIEMPO. 33 ASTRONOMÍA También se incluye el boletín C donde se informa de la introducción de segundos intercalares en el UTC. El boletín B, que no se incluye, se pueden encontrar los valores finales de las determinaciones del movimiento del polo, de la diferencia UT1-UTC y de la nutación, en intervalos de cinco días. Se remite a la dirección de internet: http://maia.usno.navy.mil para acceder a más información. ESTADO ACTUAL DE LA MEDIDA DEL TIEMPO. 34 ASTRONOMÍA BIBLIOGRAFÍA. “Anuario del Observatorio Astronómico 1998”. Ministerio de Fomento, Instituto Geográfico Nacional. BAKER D., HARDY D.A.: “Guía de Astronomía”. Omega, Barcelona, 1986. BAKULIN P.I., KONONOVICH E.V., MOROZ V.I.: “Curso de Astronomía General”. Mir, Moscú, 1983. CALVET, E.: “Iniciación a la observación astronómica visual y fotográfica”. Toray, Barcelona, 1968. 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