Análisis Legal Semanal Nº 121 - Año 3 Viernes 15 de noviembre de 2013 Edición Semanal Análisis Legal Semanal REFLEXIONES ENTORNO A LA VERDAD MATERIAL Federico Escóbar Klose Asesor Legal FEPC Conforme lo previsto por el art. 180 de la Constitución Política del Estado, uno de los principios procesales que sostiene la jurisdicción ordinaria es el principio de verdad material. Concordante con aquello, la Ley Nº 025 del Órgano Judicial, en su art. 30, numeral 11, conceptualiza al principio de verdad material como aquel que “obliga a las autoridades a fundamentar sus resoluciones con la prueba relativa sólo a los hechos y circunstancias, tal como ocurrieron, en estricto cumplimiento de las garantías procesales”. El reconocimiento constitucional del principio de verdad material implico, en el ámbito de las decisiones judiciales, pasar de depender de la verdad formal a depender de aquella verdad que corresponde a la realidad, implico superar, por lo menos declarativamente, cualquier limitación formal que pueda restringir o distorsionar la percepción de los hechos a la persona encargada de juzgar, y que pueda dar lugar a una decisión injusta que no responda a los principios, valores y valores éticos consagrados en la Constitución Política del Estado. En el ámbito de la administración pública, ya la Ley Nº 2341 de Procedimiento Administrativo reconocía el principio de verdad material, indicando en su art. 4.d que “la administración pública investigará la verdad material en oposición a la verdad formal que rige el procedimiento civil”; pues, la verdad material, desde febrero 2009, forma parte de los principios procesales que rigen, no sólo el procedimiento civil, sino toda la jurisdicción ordinaria. Básicamente, el principio que nos ocupa se traduce en la prevalencia del derecho sustancial sobre el derecho procesal. En la jurisprudencia constitucional encontramos las Sentencias Constitucionales Plurinacionales Nº 1662/2012 de 1º de octubre, 0636/2012 de 23 de julio y 0144/2012 de 14 de mayo, así como la Sentencia Constitucional 2769/2010-R de 10 de diciembre, entre otras. El criterio sostenido por el Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP) es que la estructura del sistema de administración de justicia boliviano, no pueda concebirse como un fin en sí mismo, sino como un medio para obtener el logro y realización de los valores constitucionales, como son la igualdad, la libertad y la justicia social; en ese orden, la prevalencia del derecho sustantivo sobre el derecho adjetivo o sobre las formas procesales, obliga a los administradores de justicia a procurar la resolución del fondo de las problemáticas sometidas a su jurisdicción y competencia dejando de lado toda nulidad deducida de formalismos o ritualismos procesales que impidan alcanzar un orden social justo en un tiempo razonable. Sobre la justicia material frente a la formal, en la SC 2769/2010-R de 10 de diciembre, se sostuvo lo siguiente: “El principio de prevalencia de las normas sustanciales implica un verdadero cambio de paradigma con el derecho constitucional y ordinario anterior, antes se consideraba el procedimiento como un fin en sí mismo, desvinculado de su nexo con las normas sustanciales, en cambio, en el nuevo derecho constitucional, las garantías del derecho procesal se vinculan imprescindiblemente a la efectividad del derecho sustancial, puesto que no se trata de agotar ritualismos vacíos de contenido o de realizar las normas de derecho sustancial de cualquier manera”. El principio de verdad material busca que el logro de la justicia no se vea impedida por cuestiones o reglas procesales o por consideraciones de forma, que no son estrictamente indispensables para resolver el fondo de los casos. Conforme lo establecido por el TCP, el principio de verdad material debe ser aplicado en todos los ámbitos del derecho; impregnando completamente con dicho principio la función de impartir justicia; resultando inadmisible que se exijan ritualismos o formalismos exagerados, que impidan la materialización de la justicia. Sabemos que aquello todavía no está siendo muy aplicado en la administración de justicia; los jueces siguen siendo formalistas, no entrando a considerar asuntos de fondo bajo excusa de faltar ciertos requisitos de forma. Ojala que en materia civil, una vez entre en vigencia el nuevo Código de Procedimiento Civil, que se sabe será el 6 de agosto de 2014, comencemos un verdadero camino a la justicia material; y así sea en todos los ámbitos del derecho.