“PROGRAMA DE EJERCICIOS BÁSICOS PARA INCREMENTAR LA DESTREZA PALPATORIA POR MEDIO DE RECURSOS DIDÁCTICOS MANUALES” Lic. Jorge Pacífico Saravia Alanes Es indiscutible que los profesionales (Fisioterapeutas y Kinesiólogos) que utilizan sus manos para manipular estructuras blandas u óseas deben ser capaces de sentir, valorar y juzgar con exactitud y relativa rapidez el estado de una gran variedad de procesos y parámetros fisiológicos o patológicos, relacionados no sólo con los tejidos que están tocando, sino con otros asociados a ellos, situados quizás a mayor profundidad. Todas las ciencias y todas las profesiones tienen su historia, sus métodos de conocimiento y sus formas de comunicación. A lo largo de la historia de la Lic. Jorge P. Saravia A. fisioterapia y desde un primer momento, las manos del fisioterapeuta han sido utilizadas como instrumento para obtener y aplicar conocimiento. El fisioterapeuta ha elegido las manos como su símbolo, mediante el cual queremos representar la forma de ser de una profesión; representan pues una categoría cultural. Pero a su vez éste símbolo (las manos) imprime a cada fisioterapeuta un sello personal en su entornoprofesional. Con sus manos el fisioterapeuta deja huella de su profesionalidad, honradez y calidad humana que forman parte de su identidad personal. A raíz de la importancia de las manos, se observó que la palpación aprendida por los estudiantes de la carrera de Fisioterapia y Kinesiología, no es lo suficientemente óptima para acumular datos que serán utilizados para fines de valoración y diagnóstico. Por lo que un gran número de datos, potencialmente vitales, se perderán si el estudiante no es capaz de “leer” con las manos la información que abunda en todos los tejidos blandos y de relacionarla con los problemas del paciente y con el resto de información diagnóstica. Es necesario destacar que se debe distinguir entre lo que se está palpando, lo que realmente se siente, y como se interpreta la información obtenida. Las manos juegan un papel fundamental en las tres etapas de proceso terapéutico: valoración, diagnóstico y tratamiento. El fisioterapeuta sabe que estas etapas están íntimamente relacionadas, hasta el punto de ser indisociables. La capacidad para percibir los estímulos es vital para la supervivencia. Si no sintiésemos dolor serían frecuentes las quemaduras, y las inflamaciones del apéndice o del estómago progresarían en forma inadvertida. La ceguera o carencia de vista agravaría el riesgo de lesiones. La ausencia del olfato permitiría que inhalásemos gases tóxicos; la falta del oído nos impediría advertir que se aproxima un vehículo automotor, y la carencia del sentido del gusto haría que ingiriésemos sustancias tóxicas. En resumen, si no pudiéramos “percibir” nuestro ambiente y hacer los ajustes homeostáticos necesarios no podríamos sobrevivir Se puede equiparar la palpación con el aprendizaje para descifrar otras formas de información, como la relacionada con la música. Es posible aprender a leer música comprender su estructura, la teoría de la armonía, los tonos y los acordes, e incluso parte de las variaciones de la aplicación de dichos conocimientos a los diferentes tipos de composición. Sin embargo, esto no nos capacita para tocar un instrumento. El instrumento que el terapeuta toca es el cuerpo humano, y el desarrollo de la capacidad de palpación nos permite “leer” ese cuerpo. Todos los fisioterapeutas que utilizan sus manos se pueden preguntar si pasan el tiempo suficiente, refinando y mejorando su grado de sensibilidad al palpar. En muchos casos, la respuesta es no. Estamos acostumbrados a describir las diferencias groseras en lo que sentimos mediante el tacto, la aspereza de la corteza de un árbol o de un abrigo de lana, la suavidad de un vaso o de la seda. Por lo que las diferentes zonas de la mano humana tienen mayor o menor capacidad para discriminar las variaciones de las características tisulares como la tensión relativa, la textura, el grado de humedad, la temperatura, etc. Esto destaca el hecho de que la capacidad global de palpación de un individuo depende de la combinación de diferentes cualidades y habilidades perceptivas (y propioceptivas). La máxima capacidad de discriminación para medir las variaciones de lo que se siente corresponde a las puntas de los dedos o pulgares. Como regla, la mejor forma de explorar la superficie cutánea, con su abanico de variaciones desde caliente o cálida hasta fresca o fría, gruesa o delgada, seca, aceitosa o húmeda, inflamada o firme, suave o áspera, etc., es a través de las yemas de los dedos o la palma. Existen tres pasos importantes que debemos de considerar en el momento de la palpación, para lograr el incremento de ésta destreza. El primer paso, en el proceso de la palpación, es la detección, que consiste en ser consciente de los posibles hallazgos y en practicar las técnicas necesarias para descubrir estas posibilidades; el segundo es la amplificación, donde se requiere la concentración en una tarea específica y la capacidad de bloquear la información extraña; y el tercero debe ser, por tanto, la interpretación, es la capacidad de relacionar la información recibida mediante la detección y la amplificación. Antes de comenzar estos ejercicios (que no sólo son útiles para los principiantes sino que son excelentes para refrescar las aptitudes de los terapeutas más experimentados), es bastante útil preparar una serie de términos descriptivos comparativos de los que se palpará. Así pues, debemos tener una serie de lo que Greenman (1989) denomina “parejas de identificadores”. Entre ellos se pueden incluir: Superficial/profundo, Compresible/rígido, Caliente/frío, Húmedo/seco, Doloroso/indoloro, Local o circunscrito/difuso o generalizado, Relajado/tenso, Hipertónico/hipotónico, Normal/anormal, etc. La repetición regular, diaria, durante unos minutos cada vez, de los ejercicios básicos con recursos didácticos manuales, aumentará rápidamente la sensibilidad, y éste es un requisito previo necesario para palpar tejidos vivos. Estos ejercicios se deben seguir realizando aún cuando hayamos avanzado hasta la palpación del cuerpo vivo. Una vez alcanzado un cierto grado de sensibilidad en la palpación de objetos inanimados, será el momento de progresar hacia la palpación de los tejidos vivos. La capacidad de saber cómo se percibe un tejido normal es un ejercicio de palpación sumamente útil, ya que cualquier cosa percibida que no sea normal será un signo de disfunción. El programa de ejercicios básicos para la destreza palpatoria, se deberán realizar siempre con los ojos cerrados. Está comprendida por dos fases, que se mencionan a continuación: Primera fase: Ejercicios Básicos de Palpación con Recursos Didácticos Manuales: Localizar una moneda, Localizar un cabello humano, Discriminación de Objetos, Bloques de Madera, Discriminación de Texturas, Bloque de Figuras y Letras, Laberinto de Dedos, Arena seca, húmeda y calentada, Goma Eva, Pies descalzos, 2 Objetos, Sensibilidad térmica de la cara dorsal. Segunda Fase: Ejercicios de palpación corporal: Percibir y Describir una estructura ósea, Palpando un hueso en individuo vivo, Palpando el antebrazo, Al movimiento, Palpando fibras musculares, Palpando el tórax, Palpación craneal, Palpación craneal II, Palpando zonas expuestas, Por encima de la piel, Fricción cutánea, Resistencia cutánea. Finalmente puedo concluir que la palpación es el hilo conductor permanente presente en la evaluación y el diagnóstico de las distintas disfunciones o patologías mecánicas, físicas o energéticas que pueden afectar al organismo humano. La puesta en práctica de los recursos didácticos manuales para incrementar la destreza palpatoria, favorecerán en la palpación de las estructuras tisulares que permitirán determinar la textura, la elasticidad, la temperatura, la humedad y la posibilidad de mover, estirar o comprimir dichas estructuras. De la misma manera ayudará en gran medida en el desarrollo tanto, de la destreza palpatoria, como de la memoria palpatoria, necesarios para el desenvolvimiento del Fisioterapeuta Kinesiólogo en la realización de la evaluación y tratamientos aplicados en futuros pacientes. Siendo la mano y la palpación indiscutiblemente herramientas importantes en nuestra profesión, sería importante enseñar al estudiante (futuro profesional), el cómo realizarlo y mejorar esta destreza, para este fin se debería en lo posible incorporarlo en el proceso de la formación académica. Este programa tiene otros usos que se le pueda orientar, ya sea para personas que sufrieron alguna lesión en la mano alterando su sensibilidad, perdida de la vista, estimulación, etc. BIBLIOGRAFÍA CHAITOW, Leon, Terapia Manual – Valoración y Diagnóstico, Madrid, Ed. McGraw-Hill-Interamericana, 2001. GUYTON, A.C., HALL, J.E., Tratado de fisiología médica, 9a ed., Madrid, Ed. McGraw-Hill – Interamericana, 1996. KAPANDJI, I.A., Fisiología articular, 5a ed., Madrid, Ed. Médica Panamericana, 1999. MORAN, Christine, Fisioterapia de la mano, 1ra ed., Barcelona, Ed. JIMS, S.A., 1990. TORTORA, G.J., REYNOLDS, S., Principios de Anatomía y Fisiología, Madrid, Ed. Mosby Doyma, 1996.