Documentales biográficos televisivos: apuntes, entradas, preguntas1 Víctor Miguel La biografía constituye un transgénero2 de extensa y continuada presencia en lenguajes diversos tales como la literatura, el cine, la historieta y la televisión. En la pantalla abierta de la televisión argentina parece haber sufrido un estallido durante 2003, año en cual casi todo canal de aire tuvo un documental biográfico en su grilla semanal – Secretos verdaderos por América, Vida y vuelta por Canal 7, Retratos de vida por Canal 9, Protagonistas únicos por Telefé– sin contar la abundante y permanente oferta de cable con canales explícitamente dedicados al género tales como Biography. Estos apuntes pretenden contribuir a la descripción de algunos rasgos discursivos de este género en su emplazamiento televisivo y acotar algunas incertidumbres respecto de subgéneros, posibles estilos y adjudicaciones que opera su metadiscurso contemporáneo. 1. Los tres espacio-tiempos de la biografía televisiva: documental, testimonial, presentativo (una hipótesis para el análisis) Los documentales biograficos televisivos articulan de diverso modo tres espaciotiempos, ninguno de los cuales parece poder faltar en un producto adjudicable al género: el del documento, el del testimonio y el de la presentación. 1.1. El documento Se trata del espacio-tiempo vital del personaje biografiado y/o de su contexto histórico. En la construcción discursiva de esta instancia documental cobra importancia la prevalencia del lenguaje fotográfico por sobre el estrictamente televisivo, es decir, la foto fija en detrimento de la foto móvil3. Respecto de su dimensión espacial, hay independencia explícita respecto de la "producción" del discurso. Es el espacio histórico y fijado al cual se recurre mediante la selección/ inserción de índices. La acentuación de este carácter indicial parece resultar casi obligatoria para el género. En relación a su dimensión temporal, se trata del tiempo de la historia4, siempre pasado. A diferencia del tiempo del testimonio, está marcada y explícitamente distanciado del tiempo de la presentación. 1 Estas líneas se apoyan en mi trabajo de investigación y docencia desarrollado junto a alumnos y ex alumnos/ ayudantes en comisiones de trabajos prácticos de la cátedra de Semiótica de los Géneros Contemporáneos de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires que dirige el Prof. Oscar Steimberg. 2 Steimberg, Oscar; "El pasaje a los medios de los géneros populares" en Semiótica de los medios masivos, Atuel, Buenos Aires, 1998. 3 Metz, Christian: "El estudio semiológico del lenguaje cinematográfico" en Revista Lenguajes, N° 2, Nueva Visión, Buenos Aires, 1974. 4 Todorov, Tzvetan; "Las categorías del relato literario" en AA.VV., Análisis estructural del relato, Premia, México, 1991. 1.2. El testimonio Se trata de un espacio-tiempo que juega un rol de nexo entre la historia y su presentación. Por la característica indelegable de lo testimonial, encarna en figuraspuente que narran, ilustran o recrean la historia vivida. Se constituye en espacio-tiempo soporte del recuerdo, la memoria y la evocación. En su dimensión espacial es un espacio ad-hoc en tanto "producido" por el programa y suele construirse –hay excepciones: por ejemplo, Retratos de Vida– como escena dialógica mutilada: entrevista en la cual el cuerpo del entrevistador –su imagen corporal y su voz– está ausente, sólo indicado por el eje de la mirada de la figura del testimoniante. En general, hay recurrencia en cuanto al tipo de espacio construido. El encuadre suele recortar al testimoniante –en plano pecho o medio– de un fondo con características regulares: biblioteca, estudio, despacho privado; living doméstico; eventualmente bar. Este espacio indicado por unos pocos objetos de fondo suele vincularse con la relación que legitima el testimonio –la hermana o hijo en su living, el socio literario en su biblioteca, el biógrafo erudito en su oficina, etc. Respecto de su temporalidad es un tiempo muy cercano al de la presentación, "producido" ad-hoc por el programa para la evocación explícita del pasado y que podría definirse como un "casi hoy". Una variante de este espacio-tiempo testimonial parecen constituirla los lugares y objetos que –en sí mudos, pero siempre comentados– no dejan de cumplir la misma función de nexo o puente toda vez que han sido "testigos" y perduran: la fachada actual del ex-colegio, la fábrica cerrada en la que trabajó, etc. 1.3. La presentación Se trata del espacio-tiempo que la enunciación asume como propio, el "aquí y ahora" discursivo que incluso puede manifestarse en la deixis de la locución verbal y/o de los trazados gráficos: "Hoy presentamos a Fulano de Tal". En su dimensión espacial puede encarnar en uno o más presentadores que despliegan el cuerpo en un espacio tridimensional –construido– determinado –Secretos Verdaderos en un piso televisivo semivacío, Retratos de Vida en los jardines exteriores de una casa, Protagonistas únicos en una aparente terraza nocturna– o bien mantenerse como instancia exclusivamente articulada por recursos visuales "planos", es decir, juegos del diseño gráfico en pantalla que constituye una suerte de espacio cero o no- espacio de la presentación –Ciudad Natal, Los capos del tango. En ocasiones, por ejemplo cuando la entrevista con el biografiado estructura centralmente el discurso, los espacio-tiempos de la presentación y del (auto)testimonio se superponen, sin perjuicio de que haya otros espacios estrictamente testimoniales – Historias Debidas– y/o presentativos –Retratos de Vida. Respecto de su temporalidad es, por definición, el presente construido por la enunciación discursiva. 1.4. Un caso de género: "desde este lugar del tiempo" La articulación de estos espacio- tiempos puede observarse, por ejemplo, en Historias debidas, conducido por Ana Cacopardo en la pantalla de Canal 7. En el envío del 28 de abril de 2002 que biografió a Hugo Mujica –"sacerdote y escritor" conforme la presentación que opera el programa– pudieron observarse cinco espacios distintos: 1. Un piso de TV que figura la escenografía de un bar vacío y en semipenumbra. En una mesita central de ese espacio Cacopardo entrevista al biografiado; sobre el tablero descansan libros de su autoría. 2. Fotografías de la fachada del colegio en que estudió Mujica, de su ordenación como sacerdote, de su viaje iniciático y estadía en New York. Un retrato fotográfico de su familia de origen en una playa. Las fotos aparecen en una pantalla gigante en el propio piso, miradas por la conductora y el entrevistado y, en ocasiones, ponchadas a todo el espacio de la pantalla televisiva mientras las voces pasan a off. 3. El biografiado "hoy" en exteriores urbanos: un barrio fabril, unas vías del tren, la fachada de la fábrica Cristalux. Se trata del barrio y el lugar de trabajo de Mujica en su adolescencia. El relato verbal over indica la lectura de las imágenes. 4. Imágenes de cine documental de época: manifestaciones contra la guerra de Vietnam, escenas de represión callejera, fragmentos de Woodstock. Las imágenes se acompañan de una musicalización de época y de estilo –The doors– y tematizan drogas- pop arthippismo- protesta política. 5. Mujica junto a su madre y su hermano "hoy". Se trata de una entrevista producida por el programa en la biblioteca del personaje biografiado. El espacio denominado 1. es presentativo y (auto)testimonial ya que el programa se centra en la propia evocación del biografiado durante la entrevista. Los espacios 3. y 5. constituyen espacios testimoniales propiamente dichos, sin contaminación de la instancia aquí llamada presentativa. Los espacios 2. y 4. son ambos documentales: documentan aspectos distintos pero articulados: la historia de vida/ el contexto histórico. Pese al carácter histórico de los objetos y locaciones –la fábrica, las vías, etc.–, el denominado espacio 3. constituiría un espacio testimonial y no documental, debido al menos a tres rasgos articulados: la presencia corporal del Mujica-adulto en la secuencia audiovisual; la voz over que evoca, comenta, sitúa esas locaciones en el pasado y las imágenes móviles que, a diferencia de las fotografías fijas, tienden a un efecto de actualización5. Deviene así espacio-tiempo soporte del recuerdo, la memoria y la evocación, no documento, y opera de un modo semejante al de las viejas canciones en Letra y música y al de los objetos personales en Pequeños objetos, ciclos de entrevistas autotestimoniales vecinos al género: "En el marco de una charla íntima, Silvina Chediek conoce a sus invitados a través de los pequeños objetos que seleccionan para contar su 5 Metz, Christian: "El cine, ¿lengua o lenguaje?" en Ensayos sobre la significación en el cine, Tiempo Contemporáneo, Buenos Aires, 1972. historia de vida. En el programa de hoy, Marta Minujín, repasará su particular carrera, partiendo desde la infancia misma"6 . Sobre el cierre de este envío, Cacopardo le pide a Mujica que mire en la pantalla gigante una foto de su adolescencia y le pregunta: "¿Qué le dirías desde este lugar del tiempo?". Mujica responde: "¿Viste que valió la pena?". La pregunta focaliza explícitamente la distancia temporal fundante de los géneros de la Historia. Además, la metaforización –"lugar del tiempo"– condensa lo espacial y lo temporal en una única dimensión: otro tiempo que implica otro lugar y otras operatorias de figuración. Estos espacio- tiempos parecen incluso articularse en biografías ficcionales cinematográficas como, por ejemplo, Zelig de Woody Allen. El film, que se pretende biográfico de un personaje ficticio –Zelig–, construye un espacio documental a partir de secuencias de cine mudo, en blanco y negro, con recursos a la textura y el ritmo de viejos noticieros de cine; también tapas de diarios de época y otros "documentos" fotográficos. Y también un espacio testimonial: entrevistados mirando a contracampo – unos 30° del eje de la cámara– con fragmentos de biblioteca detrás, dando testimonio de su saber respecto de Zelig y, a veces, con videograph identificatorio del personaje testimoniante. La instancia espacio- temporal presentativa, por supuesto, está dada por los recursos específicos y habituales del dispositivo de enunciación cinematográfica. 2. Sobre biografías autorizadas/ no autorizadas La nominación del metadiscurso periodístico, crítico y editorial que clasifica las biografías en términos de autorizada/ no autorizada es de larga data y aparece antes en el campo literario que en el televisivo, aunque es tomada por la televisión para titular alguno de sus productos de género –las Biografías no autorizadas producidas por Miguel Rodríguez Arias para la pantalla de América TV durante 2000– y por la prensa de espectáculos para titular sus críticas –por ejemplo, con un escueto "Biografías completamente autorizadas"7. La clasificación referiría –en principio y explícitamente– a una instancia extradiscursiva: el permiso que la persona biografiada (o sus herederos) otorga o no al autor y/o editor de la obra para su publicación. No obstante, la atribución a lo que sostengo constituye un subgénero dentro de las biografías suele remitir a rasgos estrictamente discursivos según la crítica literaria y televisiva, más allá de cómo se articulen con aspectos jurídico-editoriales que, a veces, resultan de las características textuales de la propia obra. Por ejemplo: "Aunque con fines puramente mercantilistas la editorial lo ha promovido como una 'biografía no autorizada', lo cierto es que es un trabajo para el cual no había que pedir ninguna autorización. No se vitupera a nadie, no se busca hacer escándalo ni se concede el elogio gratuito. [...] Se busca una cierta objetividad, 6 Diario Los Andes Online; "Guía de TV" en Diario Los Andes Online, Mendoza, 23 de mayo de 2002. 7 Hermida, Luis María; "Biografías completamente autorizadas" en Diario Clarín, Suplemento Espectáculos, Buenos Aires, 28 de abril de 2001. si esto es posible ante una figura de tantos claroscuros como lo fue Emilio Azcárraga Milmo."8 "Lejos de las biografías 'escandalosas' y un paso más allá de las biografías 'autorizadas', con Protagonistas únicos (Telefé, miércoles a las 23) parece haberse instalado como subgénero la 'biografía de exaltación'. Tanto, que si se repasa la hora entera de entrevista a Pablo Echarri mechada con testimonios de sus allegados —desde su padre y su mujer hasta su maestra y compañeros de la primaria— no se encontrará un solo defecto. Ni siquiera un empujón en cuarto grado, o una novia del barrio que contara una infidelidad."9 "A diferencia de la vieja escuela de biografías, las que se han publicado en el último tiempo tienden a favorecer el lado humano de los protagonistas en vez de situarlos en un altar de virtudes y éxitos. Así es como nos hemos enterado de los más mórbidos detalles de escándalos amorosos, aventuras sexuales y ambiciones de poder, lo que inevitablemente genera resquemores en la ultra conservadora sociedad chilena. Este hecho, que en otros tiempos se tapaba para no ensuciar la imagen del artista, ahora es explotado como gancho comercial por las casas editoriales, las que cada día se interesan más por recopilar historias cargadas de drama y pasión. Las infidelidades de Javiera Parra en el grupo Los Tres o el amor de Jorge González vocalista de la banda Los Prisioneros con la esposa de Claudio Narea, su compañero en el grupo. Con lo anterior, no resulta raro entonces que la mayoría de sus protagonistas, que en un principio colaboraron con el escritor por encargo, se declaren disconformes con los resultados y quieran evitar la salida de la obra al mercado. Las biografías que en un comienzo serían autorizadas dejan de serlo."10 "Ahora, si el objetivo del programa era revelar algún costado oculto del personaje no lo logró. Lo que se vio es lo que sabe y el testimonio más jugoso de la noche lo aportó Nancy Pazos cuando dijo que las primeras notas que firmó en Página/12 fueron escritas en realidad por Lanata. Existen tres posibilidades: Jorge Lanata es tal como se muestra en los medios y por lo tanto no queda más nada por revelar, el título es demasiado pretencioso y debería cambiarse por 'Biografías autorizadas' o simplemente falló en su cometido."11 Y un último caso televisivo –otra biografía de Jorge Lanata– interesante de confrontar con el último mencionado: el relato en primera persona permitiría desnudar secretos no escandalosos de la intimidad del biografiado. El producto se aleja de la "biografía no autorizada" pero también de la "biografía de exaltación". "El periodista desnudó historias de vida personales y profesionales. El ciclo de Luis Ventura y Marcela Coronel se aleja de las escandalosas 'biografías no 8 Sandoval Avila, Alejandro; "Un tigre ¿de a deveras?" en Diario La Jornada, Suplemento La Jornada Semanal, México, 28 de mayo de 2000. 9 Bruno, Adriana; "Mejor imposible" en Diario Clarín, Suplemento Espectáculos, Buenos Aires, 7 de marzo de 2003. 10 Yáñez, Ana y Falcón, Iván; "Vidas en venta" en Con tinta negra. Revista del Taller de Periodismo Interpretativo y de Opinión, Universidad de Chile, Santiago de Chile, setiembre de 2002. 11 Dimilta, Juan José; "Investigame que me gusta" en Leedor.com, Sección Televisión, s/f. autorizadas' y apuesta a los relatos del invitado de turno. [...] Anoche, Lanata apareció otra vez en programa ajeno y, para sorpresa de muchos, expuso su costado más íntimo. En una entrevista grabada, el periodista habló sobre su infancia, su relación con sus padres, la enfermedad de su madre y las mujeres. Un intento de suicidio a los 12 años, la terrible timidez que lo caracteriza, su paternidad, su actual pareja, el casamiento con Silvina Chediek y su costado más soberbio fueron algunos de los capítulos de un relato en primera persona [...] El ciclo, que deambulaba entre terceras personas y archivos poco relevantes, va afinando su puntería y comienza a desnudar algún que otro secreto para hacerle, por fin, honor a su nombre".12 Lo “escandaloso” no parecería estar constituido por la exposición pública de lo íntimo sino por su revelación a cargo de un tercero. Sería un efecto de articulación de las distintas figuras enunciativas. Valga como último ejemplo el siguiente metadiscurso referido a una autobiografía literaria donde el argumento de venta de la redactora –"está escrita en primera persona", idéntica mención que la del último artículo citado: "un relato en primera persona"–, es centralmente enunciativo. A partir del elemental dispositivo enunciativo de la "primera persona" se sostendría –al menos en el metadiscurso– la pretendida verosimilitud de la obra: “La periodista Francisca Araya es una de las redactoras del material de la geisha chilena. En conversación con nuestra revista, Araya distingue el texto de entre la amplia oferta: 'El caso de la Anita Alvarado es especial porque es una autobiografía. No es una investigación periodística la que nosotros hicimos. Está escrita en primera persona lo que supone una cosa completamente distinta. Es su versión de sus propios hechos'. 'El verdadero valor del libro está en que la historia de Anita es impresionante' señala la profesional. 'No es lo mismo en el caso de la vida de un cantante, deportista o de cualquier estrella en que uno se imagina más o menos como es. Entiendo más el éxito del trabajo acerca de la Anita porque es un testimonio de prostitución de primera fuente y eso es difícil de encontrar' explicó a CTN”.13 Esto sin desconocer, obviamente, otros aspectos de la cuestión que bien podrían sistematizarse a partir de público/ privado y expuesto/ oculto: cantantes y deportistas son profesionales-estrella en la exposición y la publicidad; prostitutas, si lo son, en una velada –y a menudo vergonzante– intimidad. Por otra parte existe una serie de títulos irónicos –y/o de cierto efecto paródico– de textos literarios alrededor de los pares "biografía/ autobiografía" y "autorizada/ no autorizada" tales como la Autobiografía no autorizada de Ricardo Talesnik (de la Flor, Buenos Aires, 2000) con el antecedente bastante evidente de la autobiografía Confessions of a dangerous mind: an unauthorized biography (Confesiones de una mente peligrosa: una biografía no autorizada) de Chuck Barris, publicada en 1982. Este tipo de juegos con los nombres de registros y categorías discursivas contemporáneas es un indicador fuerte del asentamiento social de esas nominaciones y, por lo tanto, de su ya probable institución genérica. 12 Diego, Guadalupe: "Toda la verdad sobre Jorge Lanata, según Jorge Lanata" en Diario Clarín, Suplemento Espectáculos, Buenos Aires, 28 de mayo de 2003. 13 Yáñez, Ana e Iván Falcón; op. cit. Y un suelto de Clarín sobre el tema, cuyo título, "Biografía no-autorizada de las biografías", de otro modo, también juega con la nominación de género y subgéneros: "Hay gente a la que le gusta leer biografías para saber más sobre sus ídolos. En mi caso, lo hago únicamente cuando firma Victor Bockris. No me importa el personaje, sino que el autor sea ese hombre de lentes que ya se ocupó de Keith Richards, Lou Reed, Andy Warhol, William Burroughs y Muhammad Ali. Ahora, se editó la que hizo sobre Patti Smith y ahí se encarga de revelar gloria & miseria con prosa de póker. Me pregunto: ¿Por qué las "biografías no autorizadas", como ésta, son siempre las mejores? Me respondo: Porque las autorizadas siempre las hacen los amigos."14 3. Inestabilidades metadiscursivas: ¿narración, argumentación y/o descripción? El metadiscurso socialmente compartido fija las características de un género discursivo y contribuye a la acotación de su campo de desempeños y de su horizonte de expectativas15. Respecto de la biografía, lo que se parece verificarse es una cierta inestabilidad u oscilación de sus metadiscursos que no permiten asociar el género a un conjunto prevalente de operaciones: ¿la biografía relata, persuade y/o describe? 3.1. Lo argumentativo biográfico y la (auto)biografía de encomio En los diccionarios de la Real Academia Española, el término "biografía" no aparece hasta 1817: "Historia de vidas particulares". A partir de 1869 y hasta la fecha queda definido como "Historia de la vida de una persona". En su última edición, aparecen tres acepciones íntimamente relacionadas: historia de la vida de una persona; narración escrita de esa historia y género literario al que se adscriben esas narraciones16. No obstante estas remisiones unívocas a la historia y a la narración, las anteriores referencias a un tipo de "biografía de exaltación" y al elogio de las virtudes del biografiado sugieren una dimensión argumentativa del género, un efecto de persuasión respecto de las bondades del héroe de esa historia. Un género incluido en las biografías televisivas suele ser la anécdota que, pese a su aparente estructura de relato, se caracterizaría por la ausencia de transformación y la corroboración de un carácter17 que contribuye a un efecto de confirmación o de comprobación que con frecuencia atraviesa los textos en cuestión. Bajtin ha realizado un recorrido por lo que define como tres tipos novelescos de la antigüedad grecolatina: la novela griega, la novela de aventuras costumbrista y las 14 Diario Clarín; "Biografía no-autorizada de las biografías" en Diario Clarín, Suplemento Si, Buenos Aires, 17 de octubre de 2003. 15 Steimberg, Oscar; "Proposiciones sobre el género" en Semiótica de los medios masivos, op. cit. 16 17 Diccionario de la Lengua Española, XXII Edición, Espasa Calpe, Madrid, 2001. Indart; Juan Carlos; "Mecanismos ideológicos en la comunicación de masas: la anécdota en el género informativo" en Revista Lenguajes, N° 1, Nueva Visión, Buenos Aires, 1974. autobiografías y biografías antiguas; y reconoce dos tipos de biografías antiguas: la platoniana basada en el trayecto de vida de quien busca el conocimiento verdadero y aquella en cuya base está el encomio, de glorificación y (auto)justificación pública de una persona18. Este último tipo parece cómodamente instalado en el género argumental demostrativo o epidíctico que ya definiera la Retórica de Aristóteles: juzga acerca de valores, elogia o critica, alaba o vitupera19. ¿Es posible, entonces, que haya un cruce complejo entre reconocidos subgéneros – autorizada/ no autorizada– y estilos o modos enunciativos –de exaltación/ de revelación–? 3.2. Sobre la oscilación metadiscursiva relato/ retrato Por otra parte, la clara y única referencia de la biografía como historia de vida y, por lo tanto, como género narrativo en los diccionarios de la Real Academia no se verifica en absoluto en el lenguaje social contemporáneo. En el metadiscurso externo del transgénero en soporte televisivo, junto a los términos relato, historia y narración aparecen con alta frecuencia las denominaciones de perfil y retrato, géneros de carácter descriptivo y no narrativo. Por ejemplo, "Queremos retratar a personajes que lucharon mucho por llegar"20, artículo dedicado a Los expedientes de Teleshow y titulado con una frase atribuída a Marley Wiebe, productor y conductor del programa. También en los títulos –metadiscurso interno por excelencia– de programas de TV clasificados sin sombra de duda como biografías, con frecuencia se registran atribuciones a estos géneros descriptivos: Retratos de vida, Perfiles, Model's profile. Lo mismo ocurre con títulos y subtítulos de recientes biografías literarias, como por ejemplo: "American Son: A Portrait of John F. Kennedy Jr. es el libro que está levantando polvareda en Estados Unidos. Se trata de una biografía del malogrado John John [...]"21 ¿El metadiscurso –interno/ externo– utiliza historia-relato y perfil-retrato como términos intercambiables en referencia a las biografías contemporáneas? ¿O hay rasgos textuales que establecen una distinción respecto del tipo discursivo? ¿Cómo se cruzan, en todo caso, con los componentes argumentativos de la discursividad biográfica? 3.3. Una curiosidad: una biografía de... la más famosa ecuación Frente a la "historia de la vida de una persona", pueden hallarse usos desviantes del nombre del género que, no obstante, defienden la pertinencia y pertenencia genérica. Por ejemplo, el subtítulo de E = mc2. A Biography of the World's Most Famous 18 Bajtin, Mijail; Teoría y estética de la novela, Madrid, Taurus, 1989. 19 Aristóteles; El arte de la retórica, Eudeba, Buenos Aires, 1966. 20 Respighi, Emanuel; "Queremos retratar a personajes que lucharon mucho por llegar" en Diario Página/12, Sección Espectáculos, Buenos Aires, 25 de abril de 2002. 21 Córdova, Jimena; "John-John: la nueva leyenda de los Kennedy" en Diario La Tercera, Suplemento Mujer, Santiago de Chile, 1 de junio de 2002. (El título en español del libro reseñado sería Hijo americano: un retrato de John F. Kennedy Jr.). Equation (E = mc2. Una biografía de la más famosa ecuación) de David Bodanis y su reseña bibliográfica de Rochelle Caviness: "The first question that you're bound to ask yourself when you read the title of this book is, 'How can anyone write a biography of an equation?'. This book is definitely unique when it comes to the biography genre, yet it is a true biography. Bodanis follows the development of the equation and the various scientist that had a hand in its genesis. He then explores how the equation matured, and how it is currently being used."22 (La primera pregunta que uno está obligado a hacerse al leer el título de este libro es, "¿Cómo alguien puede escribir una biografía de una ecuación?". Este libro es definitivamente único toda vez que se incluye en el género biografía, incluso es una verdadera biografía. Bodanis sigue el desarrollo de la ecuación y de varios científicos que han contribuido a su génesis. Luego explora cómo maduró, y cómo es usada actualmente.) De expandirse este sentido figurado del término a todo aquello que tenga una "vida", es decir, resulte de una historia, un proceso, un desarrollo: ¿qué habría de específico en la biografía que no fuera compartido por cualquier otro género de la Historia? Ya he citado el irónico título de un suelto de Clarín: "Biografía no-autorizada de las biografías". ¿Acaso no podría hablarse –en el sentido amplísimo que le atribuye Bodanis y Caviness refrenda– de biografías de la revolución rusa, del sistema solar, de la cafetera eléctrica o de la palabra "biografía"? ¿Estaremos entrando, como en el caso del retrato23, en una etapa de sobrevida de otro transgénero alto? Trabajo en proceso: abril 2002 a marzo 2004. Sistematización y reescritura: agosto de 2004. 22 Caviness, Rochelle; "E = mc2. A Biography of the World's Most Famous Equation by David Bodanis", reseña bibliográfica en Large Print Reviews, 13 de julio de 2003. Disponible en <http://www.largeprintreviews.com/emc2.html> 23 Carlón, Mario; "Avatares de un transgénero 'alto': vida y sobrevida del retrato en los medios masivos", material de la cátedra Semiótica de los géneros contemporáneos –Steimberg–, Facultad de Ciencias Sociales, Universidad de Buenos Aires, s/f.