Oficio 340-000903 del 13 de enero de 2004 LA VALORIZACIÓN O PROVISIÓN DE LAS INVERSIONES, SE DEBE REGISTRAR CON BASE AL VALOR INTRÍNSECO DE LAS ACCIONES De acuerdo con lo estipulado en el numeral 7 del artículo 70 del Decreto 2649 de 1993, “ …cuando el valor intrínseco o el valor en bolsa superen el costo neto del bien ajustado, la diferencia se debe llevar como superávit por valorizaciones, y dicha diferencia no se toma como un ingreso ni hace parte del costo para determinar la utilidad en la enajenación del bien..” . Así mismo su numeral 8 consagra que el valor de los activos no monetarios una vez ajustado, cuando exceda el valor recuperable de su uso futuro o su valor de realización, según el caso, debe reducirse mediante una provisión técnicamente constituida” . De igual manera, y como lo indica en su escrito el artículo 61 ibídem contempla que el valor histórico de las inversiones, el cual incluye los costos ocasionados por su adquisición tales como comisiones, honorarios e impuestos, una vez reexpresado como consecuencia de la inflación cuando sea el caso, debe ser ajustado al final del período al valor de realización, mediante provisiones o valorizaciones. Para este propósito se entiende por valor de realización de las inversiones, el promedio de cotización representativa en las bolsas de valores en el último mes y, a falta de este, su valor intrínseco. El inciso 3º del artículo 56 ajusdem dispone que “ Las operaciones deben registrarse cronológicamente. Sin perjuicio de lo dispuesto en normas especiales, los asientos respectivos deben hacerse en los libros a más tardar en el mes siguiente a aquél en el cual las operaciones se hubieren realizado. El artículo 48 de la Ley 222 de 1995 al referirse sobre el DERECHO DE INSPECCIÓN expresa que: “ Los socios podrán ejercer el derecho de inspección sobre los libros y papeles de la sociedad, en los términos establecidos en la ley, en las oficinas de la administración que funcionen en el domicilio principal de la sociedad. En ningún caso, este derecho se extenderá a los documentos que versen sobre secretos industriales o cuando se trate de datos que de ser divulgados, puedan ser utilizados en detrimento de la sociedad. Las controversias que se susciten en relación con el derecho de inspección serán resueltas por la entidad que ejerza la inspección, vigilancia o control. En caso de que la autoridad considere que hay lugar al suministro de información, impartirá la orden respectiva. Los administradores que impidieren el ejercicio del derecho de inspección o el revisor fiscal que conociendo de aquel incumplimiento se abstuviere de denunciarlo oportunamente, incurrirán en causal de remoción. La medida deberá hacerse efectiva por la persona u órgano competente para ello o, en subsidio, por la entidad gubernamental que ejerza la inspección, vigilancia o control del ente” . Igualmente al artículo 445 del Código de Comercio dispone que al fin de cada ejercicio social y por lo menos una vez al año, el treinta y uno de diciembre, las sociedades anónimas deberán cortar sus cuentas y producir el inventario y el balance general de sus negocios, y de acuerdo con el artículo 447 ibídem deberán ponerse a disposición de los accionistas en las oficinas de la administración, durante los quince días hábiles que precedan a la reunión de la asamblea. De acuerdo a la normatividad antes citada, se concluye en primer lugar que las sociedades en donde se poseen las inversiones, están en la obligación legal de suministrarles la información que requieran los accionistas de manera oportuna, es decir, que la información pertinente en 31 de diciembre de 2001 ha de ser suministrada a ustedes durante los primeros días del mes de febrero de 2002 y la información correspondiente a diciembre 31 de 2002 ha debido ser suministrada en los primeros días del mes de febrero de 2003. En segundo orden y haciendo uso de el derecho de inspección los asociados de una compañía están facultados para examinar, directamente o mediante persona delegada para tal fin, los libros y comprobantes de la sociedad, con el fin de enterarse de la situación administrativa y financiera de la compañía en la cual se realizaron sus aportes y en caso de requerirlo solicitar las copias de la administración que consideren pertinente, entre ellas los balances generales que permiten establecer el valor intrínseco de la acción. Con fundamento en lo expuesto y teniendo en cuenta la imposibilidad que la sociedad en donde poseen la inversión le certifique el valor intrínseco de la misma, los administradores del ente económico donde se tiene la inversión están en la obligación de garantizar los medios idóneos para el ejercicio del derecho de inspección dentro del término establecido en la ley, y suministrar la información contenida en los libros de contabilidad, obteniendo de esta forma el valor intrínseco de las acciones y con base en ello, registrar la valorización o provisión resultante de comparar dicho valor con el costo histórico, pues este es el tratamiento contable que debe seguirse para valorar las inversiones que poseen en otra sociedad, y para tal efecto no es requisito indispensable la certificación que debe expedir el Ente emisor sobre el valor intrínseco de la acción, dado que existen otros medios alternos para establecer su valor, entre ellos el balance general.