¡Así que serás médico, hijo mío! - Universidad Nacional de Colombia

Anuncio
E DITOR I N VIT A DO
Revi>ta de la Facultad de Medicina
Universidad Nacional de Colombia
199:1 - Vol. 4 1 "3(Pág'-. 120- 12 1)
e
.
..\
¡Así que serás médico, hijo mío! *
Con lág ri mas conte ni das en mi s ojos . esc ucho esta tu persona l decisió n . . . De bo decirte, sin e mbargo. que en
lo mcís profundo ele mi se r. sie nto e ntre mezclados sentimi e ntos de íntima complace nc ia y pro fundo pesar.
CO!np/ocencia. porque has escogido. sin pres io nes, la más be lla y noble profesión de cuantas ex iste n, porque
ni ng una otra como ella. es capaz de gratifi car tanto a quie n la ejerce, co mo cuando veas mitigado de tus manos,
el sufri mie nto aj e no. Ese alil·io del dolor. que es principio y fin de nuestro oficio, y que de sí, justifica el que
e.risW1110s. Por ello te sentirás al máximo recompe nsado. cuando restitu yas la salud a un enfermo. o c uando
ayudes a un moribundo en el penoso trance de la muerte. Esa muerte, que por más que te empeíies en vencer, a
lo pos/re, siempre sabrá cómo burla rte .. . Co111placencia. porque pod ré compa rtir contigo todo cuanto he podido
apre nder todos esto a ños. y a mi vez. rec ibiré la recompe nsa de verte crecer ágil y vigoroso e n el juici o clínico y
ponde rado en la ind icación terapéutica. En fin, complacido, porque sabré que una vez que mi paso se achique,
mi ce rebro dec line y mi s re flej os me traic ionen. me se rá dable el seguir existiendo a través de tus acciones . ..
Pesar. porque a unq ue no lo c reas. e l ser médico tambié n entraña pe rmane nte sufrimie nto. Do lor, muchas
vece. lacera nte. que de be rás apre nder a asi mil ar y to le rar. porque adecuadame nte digerido se constituirá e n
fu e nte de te mple e spiritu al y de madurac ión pro fesional. Pesar. porque de berás luc ha r a pe rma ne nc ia y con
de nu edo. contra las fa nfa rri as de las falsa g loria, o contra e l corros ivo sentimie nto de c ulpa que muchas veces
te atormen tará po r lo que has hec ho o dej ado de hacer ... Pesa r, porque e naj e narás los mejores año s de tu vida
e ntre d ías de inte nso trabaj o y noches de larga vig ilancia. tratando de a pre nde r có mo funcio na n, inte ractúan y
se e nferman e l c uerpo y e l a lm a huma nas. basa me nto c ientífi co y es piritual de nuestro o fic io. que por su
e levada complej idad y el corto tie mpo que se te pe rmitirá para apre nderlo y ejercerlo -¡ Tu vida ... .' apenas si podrás
inte ntar ap rox ima rte a é l. Pesar, po rque escogiste una ocupació n donde e l amo r y e l odio nunca ma rcharon
más j untos .. . Serás 'el mejor médico de/ mundo'. has ta que los requerimie ntos de tu pacie nte no sean satisfechos e n la fo rma e n que é l lo e pe ra ... En ese mo me nto, sus sentimie ntos hac ia ti darán un g iro a ntipódi co y
te e ndilgará toda c lase de pe nosos adje ti vos. y hasta te rg ive rsará la verdad e n su be nefic io y en tu despresti gio.
Desde ya . considé ralo como un efecto indeseado, pe ro intrínseco al rol de padre omnipote nte y omni scie nte
que te adjud icará la idea lizac ión del minusvá lido.
Debes saber que tu responsabilidad será muy g rande, pues nunca fu e más di fíc il ejercer la medicin a, que e n
este tie mpo e n q ue te tocará practicarla. Situac ió n paradóji ca es ta, si consideras los e normes ade la ntos que e n
ma teri a de di ag nóstico y tratamie nto te ndrás a tu alcance. El mayor escollo radicará en saber ajustar la tecnología moderna al pacienle adecuado, y en e l momento en que él la necesite, con suficiente j uic io clínico,
inteligencia y mesura. Ya parece que no bastan el acumen de un médico, s us manos y un simple estetoscopio.
La gente necia. y muc hos de tu s co legas tambié n, estarán con ve ncidos de que mientras más instrume ntos y
p ruebas utilices para diag nosticar -aunque sin rumbo-, ta nto mej o r que lo harás. Hasta co n desdé n serás
mirado. c ua ndo se e nte re n de que tan sólo posees tu cerebro. ¡Pe ro cuán equivocados esta rán ... ! Las máquinas, cuando anlepuestas al razonamiento clínico, son capaces de gene rar dolor... precisamente ese dolo r que
estarás aprendiendo a redimir. ¡Oyelo bien ! la tecno logía e mpleada con lige reza nunca podrá ree mplazar al
proceso de d iagnóstico y tratami e nto que inic iarás y po ndrás fin , a través de una detallada y total comunicación con 1u paciente. As í pues, nunca de be rás a bdicar ante los boto nes de colores y el canto melodioso y
traicione ro de una máquina de "última gene ración", hacedora de errores, que la sociedad de cons umo tratará
de ve nde rle. ¡Po n la e n su puesto! supeditada a tu cere bro ¡dó nde de be estar. .. !
Ve lo no ved oso con a lgo de escepti c ismo y desconfia nza pues . .. i La m oda e n medic ina tambié n ex iste ! No
e l prime ro e n avalar tod a nueva idea, o mod o de di agnosticar y tratar. Examínal os cie ntíficame nte, con
d isciplina y desa pasio na mie nto, y pe rmanece a la expectati va d el di cta me n de quie n no se equi voca: El tamíz
del ti empo. T ampoco seas e l últim o e n adoptarl o c ua ndo estés conve ncido de que será be ne ficioso para tu
~eas
120
¡ASI QUE SERAS MEDICO. HIJO M IO!
Re" Fac Mcd UN Col 1993 Vol 41 N" 3
paciente. Ten siempre por norte su mejor interés, y trátalo como tu qu isieras ser tratado en caso de que la
desgracia y el infortun io trajeados de e1~{ermedad. se apose111aran algún día en tu cuerpo ...
No olvides que el error estará siempre acechan te a la vera de tu práctica. De nada bastará que te dediques a l
estud io serio y seas un ace rvo c rítico de tu s propias acc iones. a que exami nes a tus pacie ntes con lo más
depurado de tus aptitudes, a que destines a ell os horas de aná lisis y meditación. Siempre el yerro rondará tus
actos. De é l a pre nderás, con do lor, muc ho más que de alg ún resonado éx ito. Y es que escoges qui zá. una de
las profesiones más inexactas de cuántas existen, porque a unque veas por do bles o cente nas las más d ive rsas
enfermedades, ¡nunca verás por duplicado a un enfermo! Cada ser humano es dife rente. y variados y complejos
factores le hace n e nfe rmar de una ma ne ra part icul ar y muy pe rsona l. Dedi ca t ie mpo y es fue rzo a o bservar con
detalle las face tas que di stingue n a un e nfe rmo de otro. De su análisis conocerás más sobre la condición
humana y acerca de tí mismo .. .
Escucha siempre con atención y seriedad aquello que 1us pacien tes te ofre::.can a tu consideración : Despli ega
y relaj a al máximo tus sentidos, así que ell os puedan vibrar al unísono con él y te acerque n más a la ve rdad. El
ho mbre e nfermo es más que un libro abie rto d ispuesto a e nseñarte ... Aprende con agradecimiento de c uanto
te di ga o e nc ue ntres a l examinarle, y retrib úyele ayudá ndole a descifrar el j erog lífico de sus quejas, y
ali viándo le sus penas físicas y morales. Cuando sus síntomas te parezcan extravagantes o aun ri sibl es por
antojársete absurdos, más te valdrá creer que es tu propia ignorancia la que te hace sonreír ante lo incomprendido
o desconocido ...
El crecimie nto incesante y astronó mico de l conocimiento médico, te mate ndrá de continuo e n la más pe rmane nte
desactualizació n. No podrás saberlo todo . Pe ro aun así, estudia siempre con rigor y con ahínco y apre nde de
todo y de todos Jos que puedan e nseñarte, y aspira siempre a la perfección. La "compañe ra·· qu e has escog ido
para toda la vida, ha sido, es y será siempre muy ex igente y te demanda rá dedicac ió n total.
Si buscas riquezas, aléjate de este arte. T e ha rías y le harías mucho da ño. Nunca compares tu s e mo lume ntos
con los de otros de ocupación d istinta. Luego de mucho bregar, tend rás pa ra vivir con decencia y sin excesos.
No o bstante, el común de las gentes te considerará más rico de lo q ue realme nte e res. Es su ingente necesidad
el que así sea. Se rás pues, parte de la comedia humana, y aq uello c uanto cobres, has ta será usado por e l
pacie nte ante sus ami gos, muchas veces infl ado, para obte ner a tu costa, mayor poder social. Pero recuerda que
el médico, más que nadie tiene, si así lo quiere, un más expedito acceso a la verdadera riqueza: La rique::.a
interior.. . que aunque n.o se vea, es la ún ica que cuenta y por ello. la más envidiada. Tus permanentes
contactos con las a legrías y miserias de los pobres, pero también de los poderosos, te enseiiarán la senda de
la comprensión, de La hum ildad y de La tolerancia ... ¡No dudes en seguirla!
Y para finalizar, hago votos porque esta hermosa vereda que e mpezarás a trillar mu y pronto, te co nduzca a tu
realización tota l como hombre, como médico y como c iudadano de valía.
Quie n tanto te quiere . ..
RAFAEL M UCI-MENDOZ A, M .O .
Profesor de C línica M éd ica y Ne uro-Oftalmo logía. Escue la de Medicina J osé M aría Vargas.
Hospital Vargas de Caracas. Uni versidad Central de Venezuela.
*
Esta oración fue pu blicada e n e l diario ·'El Nac ional" de Caracas. Venezuela. el miérco les 19 de marzo de 1986.
12 1
Descargar