El famoso cuadro “El grito” (cuyo título original era “Desesperación

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Por: Dra. Alina García García
El famoso cuadro “ El grito” (cuyo título original era
“Desesperación”)
se
angustia existencial.
considera
un
icono
de
la
Su autor, el pintor noruego
Edvard Munch (1863-1944), fue uno de los más
destacados
exponentes
del
expresionismo
y
posiblemente el único artista noruego de resonancia
mundial. Munch decía de sí mismo que, al igual que
Leonardo
humana
da Vinci había estudiado
y
diseccionado
cuerpos,
la
anatomía
él
intentaba
diseccionar almas. Algunos historiadores afirman que
“El grito” fue pintado durante una de las crisis del autor, pues se sospecha que
Edvard Munch padecía de trastorno bipolar (TBP).
Según el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales ( DSM-IV), el
TBP es un desorden de la esfera mental caracterizado por episodios cíclicos de
manía y depresión. Se describen 4 tipos de T BP, el tipo I se corresponde con la
antes llamada psicosis maniaco-depresiva c lásica; el tipo II es aquel en que
aparecen episodios de depresión recidivantes, pero no episodios de ma nía; el tipo
“ciclotímico” se refiere a cambios cíclicos de humor, pero sin constituir episodios
afectivos mayores y el tipo T BP no especificado, que incluye trastornos con
características bipolares sin llegar a cumplir los criterios de los otros tipos.
En la génesis del TBP influyen factores genéticos y ambientales. Dentro de los
genéticos se han encontrado genes candidatos en los cromosomas 10, 12, 16, 18,
21, 22 y X. Los factores ambientales comienzan a actuar desde el embarazo, el
parto y el periodo neonatal; se dice que eventos desfavorables como hipoxia
prenatal o perinatal, trastornos nutricionales intraútero o en la vida extrauterina,
complicaciones durante el parto o en las primeras horas de nacido el individuo, ya
son factores predisponentes. Otras causas que se invocan son los
factores
neurobiológicos entre los que se encuentran las alteraciones de la neurotransmisión
de
la
dopamina,
noradrenalina,
serotonina
y
la
colina;
las
alteraciones
neuroendocrinas del eje hipotálamo-hipófiso-tiroideo y el eje hipotálamo-hipófisoadrenal. Una vez establecida la enfermedad, las crisis se desencadenan ante
estímulos de diversa índole.
Hace algunos años, era casi imposible diagnosticar el TBP en un niño; hoy en día se
puede sospechar ya desde edades bien tempranas. Se habla de una personalidad
ciclotímica premórbida, y condiciones como el trastorno por déficit de atención con
hiperactividad, las conductas compulsivas,
asociarse
de
forma
signif icativa
los trastornos del sueño, pueden
al desorden bipolar.
Otros
eventos
como
disfunciones familiares, inadecuada adaptación escolar o falta de aceptación por el
grupo en la adolescencia, pueden desencadenar las primeras crisis de T BP en niños
y adolescentes.
Algunos estudiosos del arte consideran que el TBP es la “enfermedad de los
genios”. Grandes artistas como el pintor Vincent Van Gogh, el escritor Edgar Allan
Poe, el compositor Robert Schumann, el poeta Antonin Artaud y el pintor y escultor
Michelangelo (Miguel Ángel) se supone que padecieron también de este desorden
mental. Se dice que Schumann llegó a componer hasta 40 piezas musicales en una
de sus más prolongadas crisis maniacas.
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