"SER FELIZ COMO UN MONJE" Luego de una oscura era de Piscis, la aurora de Acuario empieza a iluminar la mente de los científicos contemporáneos; ya podemos apreciar como la intuición está remplazando a la razón, y prueba de ello son los avances que se están realizando en le campo de la física cuántica. El problema no es de la ciencia como tal, si no de muchos investigadores que no pueden abandonar el dogma materialista y evolutivo que los ha marcado a fuego por generaciones – fueron programados así en sus escuelas y universidades - y no tienen aún los elementos técnicos que necesitan para realizar estudios sobre objetivos tan intangibles como vastos. Lo que se puede hacer, es registrar en un electroencefalograma, lo que sucede cuando una persona medita, y luego arribar a conclusiones observando los cambios de comportamiento. Ahora bien, lo que pasa realmente en la mente, la conciencia, los estados de ánimo y las experiencias recogidas, son íntimas y detectables a través de la capacidad psíquica de captar conocimiento más allá de la mente; lo otro son sólo los efectos. El espíritu científico avanza rápido y en muchas disciplinas la miopía materialista se ve arrasada por la evidencia de los hechos. Muchos buscadores de lo real en los fenómenos paranormales, empecinados en descubrir el engaño, tuvieron que reconocer que la clarividencia, clariaudiencia, telepatía, bilocaciones, desdoblamientos astrales, materializaciones, etc. no son falsos. Si todo va caminando lentamente en la dirección correcta ¿Por qué nos preocupamos por el avance científico, si nos consta que todo esto es real? Por varias razones. Una de ellas es que en la Era de Acuario la Religión y la Ciencia van juntas, y estamos viendo como poco a poco se están acercando. Debemos apoyar, destacar, y utilizar sabiamente este adelanto que no hace más que realzar y reconocer la validez del conocimiento místico que desde todas las épocas se ha venido impartiendo y no se lo valoraba debidamente por ser de carácter espiritual. Por otro lado, en este mundo que los hombres hemos creado - no es más que la proyección interior de lo que cargamos dentro - el engaño y la burla ha sido una de las herramientas más utilizadas para desacreditar todo lo espiritual. Muchos se han vestido de túnica blanca para explotar a los ingenuos y sacándoles dinero les vendieron parcelas en el paraíso dejándolos en ridículo ante la opinión pública. Hay quienes viven soñando que son Maestros con iniciaciones que se auto adjudicaron o adquirieron, y se rodean de otros incautos para alimentar su ego ensoberbecido. Algunos inquietos por temas espirituales han buscado el aval de la ciencia para no salir esquilmados al meterse en “cosas raras” al decir de la gente; cuando la limosna es grande, hasta el pobre desconfía. Actualmente, si no se mete el dedo en la llaga del Señor, no se cree, y si hay elementos estudiados y comprobados que puedan quebrar el escepticismo y el temor, se deben utilizar para demostrar que lo que se enseña es real y cierto. Son herramientas ha nuestro alcance que no debemos desestimar. Veamos ahora, por ejemplo, el aporte que hace a través de sus investigaciones Richard Davidson, profesor de sicología y siquiatría en la Universidad de Wisconsin en Madison, y también director de su Laboratorio Brain-Imaging en el Centro Waisman. Davidson cuenta con un doctorado en sicología y neurociencia, y ha pasado 35 años investigando el cerebro humano y las emociones. Ha publicado unos 200 documentos sobre el sistema de circuitos cerebrales tras las emociones humanas, como también muchos capítulos y revisiones de libros de texto, y editado 13 libros. Marta Tarbell - The Telluride Watch (Colorado) 1 - hace la siguiente referencia sobre una conferencia que el destacado profesor, ofreció en marzo de 2007 sobre "SER FELIZ COMO UN MONJE" en el Palm Theatre de Telluride: Davidson pasó la primera mitad de su carrera "enfocándose en los cambios en el cerebro" asociados con desordenes de la emoción y el ánimo, la ansiedad y el autismo. "Todavía hacemos ese trabajo", dice él, de la investigación en los desordenes sicológicos y de ánimo, pero desde 1992, cuando se acercó al Dalai Lama con una petición para investigar las ondas cerebrales de los monjes en meditación, el enfoque cambió hacia un mayor entendimiento sobre "lo que sucede en el cerebro" de personas que experimentan emociones positivas, "y las formas en que podemos cultivar esas cualidades". Con ese fin, Davidson ha pasado los últimos quince años investigando y representando las ondas cerebrales de los monjes en meditación – las ondas cerebrales que "son muy distintas", dice él, y revelar "la atención enfocada y la integración de redes a gran escala del cerebro" en aquellas personas que tienen entrenamiento en la meditación. En cambio, dice Davidson, la representación en imagen del cerebro muestra que "a un individuo sin entrenamiento le es difícil enfocar su atención en un objeto por más de algunos segundos antes de que la mente comience a vagar". Esto es porque "el estado del cerebro es el producto de nuestro condicionamiento, nuestras historias de aprendizaje y los medios en que vivimos". En el cerebro del meditador sin entrenamiento, explica él, "es típico que haya un diálogo cognitivo, mucho pensamiento al azar asociado al cambio que sucede de manera muy automática", un estado que a menudo se menciona en círculos de meditación como 'el cerebro del mono'. "Éste es el tipo de estado cerebral que se altera radicalmente mediante la práctica de meditación a largo plazo", explica él. 1 http://www.casatibet.org.mx/index.php?option=com_content&task=view&id=628&Itemid=219 Davidson, quien medita diariamente entre 30 y 45 minutos, advierte que el modificar nuestro estado cerebral "toma años de entrenamiento". La meditación, él enfatiza, no es necesariamente "algo que uno pueda intentar en casa, por uno mismo", aunque, "nuestro trabajo sí muestra que incluso pequeñas cantidades de entrenamiento meditativo para personas totalmente nuevas en ello, pueden tener un efecto beneficioso que se puede medir". "El entrenamiento mental es algo que visualizo como tan importante como el entrenamiento físico para mantener nuestra salud física", dice Davidson en su conclusión tras décadas de investigación del funcionamiento del cerebro humano. "Necesitamos preocuparnos de nuestras mentes de la misma forma en que nos preocupamos de nuestros cuerpos", sostiene. "Todos estaríamos mejor, y el mundo sería un mejor lugar". Contemplativa es la palabra clave cuando se trata de la ciencia de la felicidad, observa Davidson. "Cada una de las grandes religiones del mundo tiene un lado contemplativo", indica, "y los lados contemplativos de todas las grandes religiones son distintivamente no fundamentalistas". El camino a la contemplación requiere de práctica, sostiene él. "Con práctica suficiente, todos tenemos la capacidad de vivir vidas más felices", afirma. "El entrenamiento mental es algo que veo como tan importante como el entrenamiento físico para mantener nuestra salud física", y con ello, enfatiza, viene la mayor habilidad para tratar a nuestros compañeros "con compasión y bondad". Es importante que un hombre de la talla del Prof Richard Davidvson, no sólo estudie sino que practique la técnica de la meditación y de testimonio de los beneficios que otorga para la salud del ser humano. Este aporte sólo abre las puertas a un sinnúmero de investigaciones que iremos entregando en próximas notas.