Bizkai activa formación 04 Igandea, 2012ko azaroaren 25a PA R A T U REFLEXIÓN NUESTRO EXPERTO VICENTE GUTIÉRREZ TRATA HOY: ESTILOS DE DIRECCIÓN [email protected] M I trabajo diario me lleva a conocer a personas brillantes que de distintas maneras llevan a sus organizaciones a lo más alto del ranking. Cada uno de ellos con capacidades diferentes. Cuando digo que basan su éxito en sacar partido a aspectos diferentes de su inteligencia no quiero decir que carezcan del resto de capacidades, sino que apoyándose al máximo en una fortaleza de su personalidad alcanzan metas nunca antes conseguidas. D. G. , J. A. y J. R. son tres directivos de empresas diferentes, de sectores de actividad muy distintos pero a los tres les une el haber llevado a sus empresas a puestos de referencia en el mercado. Yo, que trabajo con ellos con mucha frecuencia, conozco a los tres y ellos entre sí no. Me asombro cada día, con cada uno de ellos, observando cómo obtienen el máximo rendimiento de sus distintas competencias. ¡Qué ganas de presentarles y que se conozcan! D.G. dirije desde la cercanía, controlando “el aquí y el ahora”. J. R. desde la lejanía, visualizando el futuro que aún no existe, el que quiere alcanzar. J. A. dirije desde las relaciones, desarrollando a las personas que le rodean. Es capaz de ver el profesional que cada uno de sus colaboradores lleva dentro y consigue que afloren aspectos que ellos mismos ignoran. Uno es práctico, inmediato, resolutivo, J. R. es abstracto, estratégico, visionario. El tercero es empático, cálido y capacitador. El primero, D. G., es un trabajador incansable, siempre con el portátil en la mano analizando indicadores, DEIA Distintas maneras de acertar comparando tasas, detectando desviaciones, sabe que la clave está en un control férreo, al tobillo, dando instrucciones precisas, rápidas, certeras. Argumenta que su trabajo consiste en aportar valor a sus colaboradores con indicaciones que les proporcionen caminos para alcanzar los objetivos cada día. Conoce a la perfección a cada miembro de su equipo, 120 personas con las que mantiene contacto constante mediante todos los dispositivos tecnológicos a su alcance. Les mantiene en estado de alerta con información del mercado y la competencia a tiempo real. No permite distracciones con asuntos menores, tiene claras las prioridades. Valora el esfuerzo pero sobre todo, el resultado. Libera a su equipo de toda preocupación organizativa para que se centre en lo importante; generar negocio. Mi buen amigo J. A. da la sensación de que no trabaja, siempre de cháchara, siempre relajado. Siempre está con alguien. “ Mi trabajo estratégico consiste en que cada miembro de la empresa desarrolle su estrategia”. J. A. busca la dirección participativa por objetivos consensuados y valores, y entiende que para alcanzar la máxima eficiencia de esa manera requiere de un equipo muy avanzado, interdependiente, maduro. “ Mi equipo es el verdadero objeto de mi trabajo, yo me quedo en la banda, son ellos los que paran los balones y los que meten los goles.” Tiene como herramienta la confianza, apuesta por las personas, halaga más que critica, premia la toma de decisiones sin reprender las equivocaciones. Desarrolla el orgullo de pertenencia mediante la promoción interna, la formación y una política de motivación que estimula el desarrollo. J. A. es apaciguador, conciliador, cooperativo. Escucha mucho más de lo que habla. Jamás tensiona a la organización, “Estoy para dar alegrías, de las penas ya se encargan otros”. Su equipo le adora, es verdadero mentor. No permite que ningún otro directivo se meta con su gente, “lo malo a mí, ya me encargaré de traducirlo sin crispación”. Si D.G. es trabajador insaciable, controlador de variables y J.A. es un experto en personas, J. R. está todo el día mirando al techo de su despacho, trabaja pensando, tecleando ideas, inventando. Vive la empresa tres años por delante de los demás. Cada vez que sale del despacho es como si saliese de una sala de partos. ¡Eureka ¡Un proyecto nuevo que desarrollar, una innovación que implementar! Cada vez que sale de su despacho sonriente, nervioso es que se le ha encendido una luz que garantiza la sostenibilidad de su organización. Me llama con frecuencia para comer y contrastar sus proyectos, es entusiasta. En una servilleta de papel es capaz de dibujar el esqueleto de una nueva línea de negocio, una nueva patente, es como si el presente para él fuera pasado. Apoyándose al máximo en una fortaleza de la personalidad se pueden alcanzar metas nunca antes conseguidas FOTO: INDARTEK ✎ DAVID GARCÍA Actívate con... ¿Por qué nos compran nuestros clientes? En numerosas ocasiones, en las formaciones donde acuden directivos de varias organizaciones empezamos la jornada preguntando a los participantes por su posicionamiento, por su diferenciación con respecto a su competencia, y por la relación entre este concepto y la razón por la que a cada Una vez tiene el esquema básico reúne a su equipo directivo, tres personas que le entienden a la primera, discuten pros y contras y a trabajar. Muchas de sus ideas visionarias van directamente a la papelera, pero otras son brillantemente rentables. No es cercano, vive lejos, en la nube. De las personas se ocupan otros, de la realidad, sus mandos intermedios que gestionan el día a día. Él rinde con lo que mejor sabe hacer, pensar. No sé ustedes pero a mí me cuesta elegir. Osea, que me quedo con los tres. Acabo de decidir que les voy a invitar a un picoteo, para más no corren los tiempos, y a disfrutar de tanta inteligencia reunida. uno le compran sus clientes. ¿Creemos saber por qué nos compran nuestros clientes o lo sabemos porque tenemos datos? Una cosa es tener sensaciones o creencias y otra disponer de dichos datos. Evidentemente, los móviles de compra de nuestros clientes pueden ser heterogéneos, y no solo en cuanto a cuáles, sino en cuanto a cómo los prioriza cada uno. Ante todo, yo me haría las siguientes preguntas: ¿Por qué nos compran los clientes? ¿Por qué no nos compran? ¿Por qué han dejado de comprarnos los que nos compraban? ¿Por qué podrían empezar a comprarnos los que aún no nos compran? A continuación tendremos que verificar con datos que lo que creemos se corresponde realmente con los móviles de compra de nuestros clientes. ¿Cómo? Planificando con qué clientes vamos a reunirnos, con qué periodicidad y qué les vamos a preguntar. Es importante que después comuniquemos internamente las conclusiones que obtengamos, especialmente en las áreas “no comerciales” de la empresa, ya que no todos somos comerciales, pero sí tenemos todos responsabilidades comerciales en el proceso de la venta (la persona que coge el teléfono en mi empresa, un responsable de proyectos, una persona de producción, etc.). Resumiendo, ¿sabemos de verdad por qué nos compran?, ¿lo sabemos todos en mi organización?, ¿sabemos qué podemos hacer y cómo para transmitir estos elementos claves para que el cliente nos compre?