Primera Parte 267 generalización, la anulación puede ejercitarse en cualquier tiempo y contra todos los actos administrativos. El contencioso popular de anulación es el contencioso exclusivo de la legalidad. Se desarrolla en torno de dos extremos únicamente: la norma violada y el acto violador. Las posibles situaciones subjetivas que se interpongan no juegan ningún papel en la litis. Es un sencillo proceso de comparación entre el derecho objetivo y la decisión administrativa que lo infringe, cuya finalidad es la de defender el orden jurídico en sí mismo. Los únicos motivos determinantes del contencioso popular de anulación son los de tutelar el orden jurídico y la legalidad abstracta contenida en esos estatutos superiores, y sus finalidades son las de someter la administración pública al imperio del derecho objetivo… Si la declaratoria de nulidad solicitada no conlleva el restablecimiento del derecho subjetivo lesionado, el contencioso popular puede ejercitarse inclusive por el titular de ese derecho; pero si la sentencia favorable a las pretensiones del actor determina el restablecimiento automático de la situación jurídica individual afectada por la decisión enjuiciada, el recurso objetivo no será admisible, salvo que la acción se intente dentro de los cuatro meses de que habla la ley…”364. Como se puede ver, no es la naturaleza del acto demandado la que determina la acción a instaurar, sino la finalidad que se persigue con la acción, dándose la posibilidad de instaurarla respecto de un acto particular, siempre y cuando la anulación del mismo no implique un restablecimiento automático del derecho, pues en este caso deberá intentarse dentro de los cuatro meses como lo ordena la ley. Aquí se observa un criterio de unificación de las secciones primera y tercera del Consejo de Estado, el cual vino a consolidarse en el sentido de que la acción de nulidad procede contra actos particulares así no exista la consagración legal, con fundamento en un criterio de contener el acto una decisión de interés general, como se puede observar en la sentencia del 16 de febrero de 2001 de la Sección Primera365. Sentencia del Consejo de Estado, Sección Primera, Auto de abril 22 de 1999, Expediente 5484. M.P. Ariza Muñoz, Ernesto Rafael. 365 Consejo de Estado, Sección Primera, Sentencia de 16 de febrero de 2001, exp. 3531, M.P. Olga Inés Navarrete. 364