,3 Bruselas, 10 de febrero de 2003 /D &RPLVLyQ (XURSHD SURSRQH OD FUHDFLyQ GH XQD 8QLGDG GH 6HJXULGDG GH ODV 5HGHV SDUD JDUDQWL]DU XQDPD\RUFLEHUVHJXULGDGHQ(XURSD /D&RPLVLyQ(XURSHDKDSUHVHQWDGRXQDSURSXHVWDGHUHJODPHQWRSRUHOTXH VH FUHD OD 8QLGDG (XURSHD GH 6HJXULGDG GH ODV 5HGHV \ GH OD ,QIRUPDFLyQ GHVWLQDGDDFRQYHUWLUVHHQXQFHQWURGHUHIHUHQFLDDOTXHSXHGDQDFXGLUORV (VWDGRV PLHPEURV \ ODV LQVWLWXFLRQHV GH OD 8( SDUD DVHVRUDUVH HQ FXHVWLRQHV UHODFLRQDGDV FRQ OD FLEHUVHJXULGDG 'LFKD 8QLGDG FRQWULEXLUi GHFLVLYDPHQWHDODVHJXULGDGGHODHFRQRPtDGLJLWDOHXURSHD\DOGHVDUUROOR GHODVRFLHGDGGHODLQIRUPDFLyQHQJHQHUDO$VLPLVPRSUHVWDUiDVLVWHQFLDD ODVDXWRULGDGHVGHORV(VWDGRVPLHPEURV\HQSDUWLFXODUDVXVHTXLSRVGH UHVSXHVWDUiSLGDDQWHHPHUJHQFLDVLQIRUPiWLFDV$VtSRUHMHPSOROD8QLGDG FRQWULEXLUiDJDUDQWL]DUODLQWHURSHUDELOLGDGGHODVIXQFLRQHVGHVHJXULGDGGH ODV UHGHV \ GH ORV VLVWHPDV GH LQIRUPDFLyQ (O 6U /LLNDQHQ PLHPEUR GH OD &RPLVLyQ(XURSHDUHVSRQVDEOHGHORVVHFWRUHVGHODHPSUHVD\ODVRFLHGDG GH OD LQIRUPDFLyQ KD VHxDODGR OR VLJXLHQWH /D 8( VDOGUi JDQDQGR VL ORJUDPRV XQD PD\RU FRRUGLQDFLyQ HQWUH ORV (VWDGRV PLHPEURV SDUD DVt DOFDQ]DU XQ QLYHO GH VHJXULGDG OR VXILFLHQWHPHQWH HOHYDGR HQ WRGRV \ FDGD XQR GH HOORV /D 8QLGDG (XURSHD GH 6HJXULGDG GH ODV 5HGHV \ GH OD ,QIRUPDFLyQ VDFDUi SDUWLGR GH ORV HVIXHU]RV UHDOL]DGRV D HVFDOD QDFLRQDO SDUDLQFUHPHQWDUODVHJXULGDGGHODVUHGHV\GH OD LQIRUPDFLyQ \ DPSOLDU OD FDSDFLGDG GH ORV (VWDGRV PLHPEURV \ GH ODV LQVWLWXFLRQHV GH OD 8( SDUD SUHYHQLU \ DIURQWDU ORV SUREOHPDV GH VHJXULGDG GH ODV UHGHV \ OD LQIRUPDFLyQ Hoy en día, organizaciones tanto públicas como privadas con distintos objetivos recogen datos sobre incidentes informáticos y otros datos relevantes para la seguridad de la información. Pese a ello, no hay ningún organismo central en el ámbito europeo que pueda recoger y analizar esos datos para respaldar el trabajo normativo de la Unión Europea en este campo, aportando al mismo tiempo un valor añadido a las iniciativas nacionales. La cooperación en este ámbito resulta crucial. La Unidad Europea de Seguridad de las Redes y de la Información impulsará iniciativas de cooperación entre los diversos agentes del campo de la seguridad de la información destinadas, por ejemplo, a fomentar el desarrollo de un comercio electrónico seguro. En palabras del Sr. Liikanen, "esta cooperación constituye un requisito previo esencial para garantizar un funcionamiento seguro de las redes y de los sistemas de información en Europa." En la actualidad, más del 90% de las empresas de la UE disponen de una conexión a Internet y la mayoría tienen también un sitio ZHE. En 2002, cerca del 40% de los hogares de la UE disponían de su propia conexión a Internet y más de dos tercios de la población utilizaba el teléfono móvil. Las administraciones públicas están avanzando rápidamente hacia el gobierno electrónico. Los ordenadores y las redes de comunicación controlan infraestructuras esenciales como el suministro de agua y electricidad o los sistemas de transporte público. Ya son muchas las actividades que dependen de las redes y los sistemas de información, por lo que garantizar un funcionamiento seguro de los mismos se ha convertido en una preocupación de primer orden para ciudadanos, empresas y administraciones públicas, sobre todo después de los atentados del 11 de septiembre. En un futuro próximo, los requisitos de seguridad cambiarán rápidamente, puesto que las redes y la informática seguirán desarrollándose y las comunicaciones electrónicas se harán aún más omnipresentes. Así, por ejemplo, las conexiones de banda ancha ofrecerán a los ciudadanos la oportunidad de estar conectados a Internet en todo momento - lo cual multiplicará los riesgos potenciales de ciberatentados - y las nuevas aplicaciones inalámbricas permitirán a los usuarios acceder a Internet desde cualquier lugar. Desde el punto de vista de las políticas de la UE, las actividades relacionadas con la seguridad de las redes y de la información están vinculadas al marco jurídico de los sectores de las telecomunicaciones, la protección de datos y la ciberdelincuencia. Los Gobiernos asumen cada vez más responsabilidades para con la sociedad y hacen crecientes esfuerzos por mejorar la seguridad en su territorio. No obstante, los Estados miembros se encuentran en distintas fases de este trabajo, para el cual han adoptado planteamientos diferentes. Hoy en día no existe una cooperación transfronteriza sistemática entre los Estados miembros en materia de seguridad de las redes y de la información, a pesar de que los problemas de seguridad no se limitan a un país concreto. Los problemas de seguridad de las redes y de la información se plantean también a escala mundial, ya que los medios de comunicación electrónica no se detienen en las fronteras nacionales o europeas. Por tanto, es necesaria una mayor cooperación internacional en este ámbito. La Unidad respaldará los contactos de la UE con las partes interesadas de terceros países. Según el Sr. Liikanen, "la sociedad en su conjunto y los ciudadanos han de aprender a gestionar los riesgos que entrañan las redes y los sistemas de información. La Unidad Europea de Seguridad de las Redes y de la Información contribuirá a este proceso." El texto de la propuesta puede consultarse en el sitio http://europa.eu.int/eeurope 2