LAS COSAS 257 7.1. ORIGEN DE LA PROPIEDAD PRIVADA EN ROMA Antes de establecer el origen de la propiedad privada en Roma, debemos ver qué pueblos contribuyeron a la formación de Roma como fueron los Oscos, griegos y etruscos; este último fue el que más influencia ejerció para el progreso hacia la civilización, como lo dejamos dicho. La forma primitiva en la que se organizaron estos pueblos fueron la, gens y tribus para quienes la propiedad fue colectiva, puesto que los bienes pertenecían a todos y cada uno de los miembros. Cada gens y tribus poseían sus tierras, las cuales solo podían ser explotadas por ellos; también hacían parte de esta propiedad colectiva los elementos de labranza, y los animales destinados a la misma tierra. Luego de que la organización gentilicia perdió importancia, ésta clase de propiedad subsistió con una característica más como fue la de hacer parte integral de unos patrimonios especiales que recibieron el nombre de res mancipi. La tenencia de la tierra era una, pero los frutos se repartían entre los diversos hogares o sea entre las familias que formaban la gens. Cada una de la gens tenía su propio comentario para el uso exclusivo de sus miembros, porque eran cosas destinadas a los dioses Manes. La estructura social de los pueblos que fundaron a Roma, se basó en la familia agnaticia “familia communi jure” de la cual formaban parte todos los hijos de uno y otro sexo, los nietos, y así indefinidamente los demás miembros de la familia. La cabeza o jefe de esta familia fue el pater familia que tenía la dirección de los bienes del grupo agnaticio. Dentro de esta organización de familia communi jure, los hijos no podían adquirir bienes para sí sino para el pater familias. La función del pater familias era administrar los bienes que eran explotados y usados por todos los miembros del grupo. Al morir el pater familias no había herencia, porque esta figura no existía al igual que la propiedad privada; únicamente se heredaba el mando, la dirección del grupo y el sacerdocio.