TEMA 2: EL ARTE MICÉNICO - Grado de Historia del Arte UNED

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TEMA 2: EL ARTE MICÉNICO
SCHLIEMANN Y HOMERO: ENTRE LA HISTORIA Y LA FICCIÓN
El Heládico Reciente, período comprendido entre los años 1600 y 1250 a.C., es el espacio
temporal al que se circunscribe el mundo micénico, que se desarrolla en la Grecia continental, islas,
Cícladas y Creta.
El arqueólogo alemán Heinrich Schliemann descubrió en 1868 las ruinas de Troya partiendo
de las indicaciones de la 'Ilíada', el mítico texto de Homero, dando de esta forma cierta validez
histórica al relato mítico y demostrando que los especialistas de entonces erraban al considerarlo
sólo un texto literario sin referencias a elementos históricos legendarios. Schliemann continuó
descubriendo paralelismos entre mitología y excavaciones, al hallar los ricos tesoros de las tumbas
de la acrópolis de Micenas en 1874. Bautizó los hallazgos con los nombres aparecidos en el poema
homérico: el Tesoro de Atreo o la Máscara de Agamenón, proyectando la idealización literaria sobre
los descubrimientos de los palacios y tumbas de Micenas.
Aun manteniendo el nombre de Micenas, ciudad que se creía epicentro de esta cultura, cuando
hablamos del período histórico micénico nos referimos a una etapa con muchos más núcleos, fruto
de movimientos migratorios de pueblos indoeuropeos iniciados siglos antes. La organización
política había adquirido un nivel superior que la que mostraba el palacio minoico y en este
momento, la ampliación y control de redes comerciales con el norte de Europa, el área del mar
Negro y el Mediterráneo occidental (especialmente Sicilia), favoreció la creación de pequeños
estados a modo de reinos.
El arte micénico adoptará como punto de partida el legado de la cultura minoica no sin
fomentar un arte propio con rasgos singulares.
LA ARQUITECTURA DEFENSIVA MICÉNICA: FORTIFICACIONES
Y ACRÓPOLIS
Características generales
Durante esta época, siguen siendo las ciudades las estructuras políticas y sociales de mayor
rango. Éstas se encuentran fortificadas y presentan una zona elevada y también fortificada,
denominada acrópolis, que incluye el palacio y residencia reales, un conjunto de edificaciones
civiles (almacenes, talleres, etc.) y religiosas, así como un área de refugio para proteger a los
habitantes del campo. Al igual que en la arquitectura cretense, esta tipología se basa en la necesidad
de controlar el espacio circundante mediante su ubicación en zonas altas desde las que se protege el
valle cercano o el puerto contiguo. La construcción y la orografía natural son dos factores de suma
importancia para la defensa y protección de las ciudades.
Micenas
La ciudad de Micenas y sus dos fases constructivas de su muralla son el mejor ejemplo de
fortificación en este período. Las dos fases de amurallamiento tienen lugar en los siglos XIV y XIII
a.C.
Primera fase
La zona protegida englobaba la parte más alta de la colina sobre la que se asienta Micenas y
sus muros estaban conformados por piedras megalíticas.
Segunda fase
La reforma expansiva del siglo XIII a.C. conformará el plano triangular que hoy conocemos.
De este momento son característicos los grandes bloques irregulares de superficie plana
superpuestos, con pequeñas piedras que rellenaban los huecos, apoyados directamente sobre la roca,
lo que se conoce como 'aparejo ciclópeo'. La combinación de estos grandes tramos de muro
ciclópeo con tramos de aparejo más regular componía la gran muralla micénica, a cuyas puertas se
accedía mediante rampas.
La Puerta de los Leones
También pertenece al siglo XIII a.C. la famosa Puerta de los Leones, ejemplo de sencillez
constructiva: dos grandes piedras monolíticas verticales sostienen el dintel convexo sobre el que se
apoya el relieve escultórico de los leones (símbolo de poder) enfrentados a ambos lados de la
columna real sobre altares. La escena se desarrolla dentro de una roca tallada de forma triangular
que permite el descargue del resto de las piedras de las hiladas que completan la muralla. La Puerta
de los Leones es un elemento único en la arquitectura micénica, pues no se han hallado restos de
decoraciones similares en entradas amuralladas.
Otro de los aspectos novedosos y destacados de la arquitectura defensiva micénica lo
constituyen los pasillos del interior de las murallas llamados 'casamatas', que conforman un gran
corredor cubierto por una falsa bóveda realizada mediante aproximación de hiladas, un elemento
propio de la arquitectura micénica.
Tirinto
El plano urbano de Tirinto no se diferencia demasiado de la tipología vista en la ciudad de
Micenas. Además del recurso de las casamatas, en Tirinto aparecen también saeteras, y destaca la
impresionante rampa que asciende entre dos murallas paralelas hasta llegar al primero patio que
precede al palacio real.
Pilos
Es la excepción de las ciudades micénicas en el uso de grandes bloques ciclópeos en sus
murallas, lo que para algunos historiadores significa una muestra de prudencia económica por parte
de sus dirigentes, ya que el despliegue de recursos y el gran esfuerzo por levantar las ciudades
amuralladas habría llevado a resentirse a las economías micénicas.
PALACIOS
Estructura general
Son el centro de la vida de las ciudades. Como ya dijimos al hablar de la acrópolis, la mayoría
de los palacios se ubican en la parte más alta de las colinas, donde la residencia real, como símbolo
de poder, ocupa una posición destacada. A todas las edificaciones palaciales se les dota de un
potente sistema defensivo.
Los nuevos palacios se conciben como piezas unitarias y no como elementos yuxtapuestos, al
modelo de palacio cretense. Un eje axial organiza la disposición de los espacios y el mégaron se
convierte en el elemento central y primordial que los jerarquiza y articula, como puede observarse
en los restos de los palacios de Micenas, Tirinto, Pilos u Orcómeno.
La disposición común de los palacios micénicos se conforma desde la entrada principal
cubierta con un pórtico apoyado sobre una columna, desde la que se accede al propíleo y al patio
que antecede a la antecámara del mégaron, espacio que puede estar flanqueado por corredores que
conducen a habitaciones anexas. La mayoría de estas construcciones contaban con un piso superior.
Mientras la planta inferior se cimentaba sobre muros de piedra y adobe, la superior sólo se fabricaba
con este último material.
El mégaron real del palacio de Micenas
En el caso de la ciudad de Micenas, tras la Puerta de los Leones surge una calle ascendente
también amurallada que conduce a los propíleos, que tras atravesar varios patios, un vestíbulo con
columnas y una antecámara, nos permite acceder al mégaron real, el área central donde el 'wanax'
ejercía su poder. Este mégaron está formado por una habitación rectangular con un hogar en el
centro rodeado de cuatro columnas, que sigue sirviendo tanto de espacio de celebración del culto
religioso, como salón de escenificación del poder real, demostrando que los palacios micénicos,
como los minoicos, aúnan en este período los poderes político y religioso.
Decoración
Al igual que los palacios minoicos, los micénicos se encontraban profusamente decorados en
su interior: pavimentos, techos, muros, columnas y, especialmente, los lugares representativos,
como el mégaron del palacio de Pilos, que muestra unos grifos protectores pintados en la pared
donde se ubica el trono real.
Los micénicos también representan procesiones con oferentes femeninas de piel blanca y
cabello largo portando flores, perfumes y estatuillas de terracota de divinidades micénicas. Nuevos
temas, como escenas de caza o de guerra, con figuras menos flexibles y estilizadas, cercanas a un
cierto esquematismo, muestran un cambio evidente en la pintura mural micénica con respecto a la
minoica, reflejando los nuevos valores de la aristocracia palaciega, más belicosa dentro de una etapa
de cierta expansión.
En los restos de pintura mural hallados debemos destacar el encuadre vertical y horizontal de
las escenas, compuesto de bandas decoradas con espirales, fundamentalmente. Dentro de los
ejemplos más sobresalientes, mencionamos la escena de la 'cacería de los jabalíes', del palacio de
Tirinto.
TUMBAS
Los enterramientos del período micénico nos hablan de individuos y familias poderosas a
través de los importantes ajuares y tesoros encontrandos en ellos. La arquitectura funeraria más
destacada de la cultura micénica continuó con las inhumaciones en espacios cerrados. Perviven de
manera conjunta las tumbas de fosa, semejantes a las halladas en los 'círculos A y B' de Micenas
(Schliemann, 1876; Blegen, 1951, respectivamente); las más antiguas dentro del marco cronológico
del mundo micénico. A partir del siglo XVI y hasta el XIII a.C. Se desarrollan tanto los
enterramientos en cámara como las tumbas tipo 'tholos'.
Tumbas de fosa: 'Círculos A y B' de Micenas
La estructura es la misma para ambas tumbas: la zona central es siempre un pozo rectangular
excavado de no más de cinco metros de profundidad, cuyo suelo se recubre con guijarros sobre
mampostería de piedra y adobe. La tumba se sellaba al cubrirse el área rectangular con ramas y
barro, quedando todo ello bajo un montículo de tierra sobre la que se situaba una estela con
inscripciones.
En los dos tipos de tumbas, el difunto era dispuesto sobre el lecho rodeado de su ajuar y
cubrían su rostro con la máscara metálica mortuoria.
El 'círculo B' corresponde a un grupo de veinticuatro individuos inhumados entre el 1650 y
1550 a.C. Se encontró a las afueras del recinto fortificado de Micenas.
En el 'círculo A', datado entre el 1600 y 1500 a.C., se hallaron seis cuerpos enterrados en una
estructura similar a la descrita. Este enterramiento quedó incluido tras los muros de Micenas en una
fase de ampliación, momento en el cual el conjunto funenario es rodeado de una doble fila de
estelas en círculo. En este período los enterramientos de las élites gobernantes se localizarán en las
tumbas de cámara de planta circular, demonimadas 'tholoi'.
Tumbas de cámara de planta circular: 'Tholoi'
Los 'tholoi' son el otro gran modelo de enterramiento. Tienen planta circular y van precedidos
de un largo corredor denominado 'dromos' y se cubren con una falsa cúpula de gran
monumentalidad construida por aproximación de hiladas. Los más destacados son el 'Tesoro de
Minias', en Orcómeno y el 'Tesoro de Atreo', aparecido junto a la acrópolis de Micenas.
El 'Tesoro de Atreo' (s. XIV a.C.)
El 'Tesoro de Atreo' es el paradigma de 'tholos' micénico. Se tratade un enterramiento real
cuyas dimensiones nos presentan una edificación de una monumentalidad singulares. El 'dromos'
está flanqueado por dos grandes muros en talud construidos con grandes bloques de piedra que
continúan la pendiente de la gran colina que rodea el conjunto. La puerta monumental, llamada
'stomion', que da acceso a la cámara, se remata con un gran dintel monolítico sobre el que descansa
una gran piedra triangular, sistema que permite la descarga de los pesos laterales a modo de
primitivo arco. El 'stomion' se encontraba decorado con dos grandes semicolumnas de piedra roja y
verde con relieves en el fuste. El triángulo de descarga quedaba cubierto por una serie de placas
talladas con relieves geométricos y motivos de toros.
El interior presenta un espacio de grandes dimensiones, cubierto por aproximación de hiladas de
piedra regular en forma de anillos superpuestos, las cuales al aproximarse cerraban el espacio
superior formando una falsa cúpula. Este sistema permitía la descarga en los muros del conjunto
arquitectónico sin necesidad de utilizar un soporte central, resultando el espacio diáfano cubierto
más grande de la Antigüedad, hasta la construcción del Panteón de Roma, más de dos mil años
después.
Tumbas de cámara de planta rectangular
Este tipo de tumbas cumplen la tipología dromos-stomion-cámara sepulcral, oberservada en los
'tholoi', pero presentan algunas variantes en cuanto a formas, número de cámaras, etc. Destca la
denominada 'cámara pintada' de Tebas, compuesta por dos pasillos paralelos de entrada, que
desembocaban en dos cámaras unidas por una puerta. Estos enterramientos siguen destiandos a
alojar a familias de al alta sociedad griega.
LA CERÁMICA Y LA ORFEBRERÍA
Cerámica
Toda la producción del período del Bronce en el Egeo presenta una gran homogeneidad.
La cerámica micénica, como la minoica, tiene en el uso del torno un elemento imprescindible
en la fabricación cerámica y comparte con ella la decoración dispuesta en registros horizontales
delimitados por grupos de pequeñas y finas líneas.
Los motivos empleados eran principalmente geométricos, incorporando elementos florales o
marinos dibujados de un modo muy estilizado.
En el período micénico existe un tipo de crátera decorada con procesiones en carro, con
imágenes que presentan escenas donde destaca la figura animal del toro.
El abanico de formas utilizadas se limitaba a las tinajas y a las llamadas jarras de estribo.
Las muestras cerámicas micénicas se decantan por la monocromía y la cubrición de barniz
brillante.
Figurillas de mujeres en arcilla y terracota
La forma más habitual de las figuras de arcilla o terracota es aquella que representa a mujeres
de pie con los brazos en diferentes posiciones, y que en analogía con algunas letras del abecedario
griego son llamadas 'en Phi' (Φ) y 'en Psi' (Ψ). Las primeras son más antiguas y representan a
mujeres adorandoo portando un niño entre sus brazos. Las segundas nos muestran divinidades con
los brazos alzados.
Tanto éstas como otras figurillas humanas, animales, de carros u otros objetos, son elementos
de pequeño tamaño que parecen tener un carácter votivo y ser piezas específicas de un ritual o
ceremonia.
Junto a la arcilla, el marfil también es una materia prima recurrente en la escultura de pequeño
tamaño.
Orfebrería
Quizás ésta sea la creación que más se diferencia de la etapa minoica. El incremento de la riqueza
en estos siglos, unido al mejor acceso a las materias primas, gracias a la presencia de rutas
comerciales, son factores importantes para comprender el auge de artículos metálicos, con
predilección por el oro.
Los Vasos de Vafio (h. 1500 a.C.)
De entre todos los artículos metálicos sobresalen los vasos, que se convierten en los objetos
de prestigio más utilizados, fabricados en oro y plata, los descubiertos en tumbas de fosa; y bronce,
los hallados en contextos domésticos.
Los Vasos de Vafio son un magnífico ejemplo de talla sobre metal precioso. Dosn dos piezas
enteramente de oro con asas remachadas con clavos. Ambas están ricamente labradas.
Una nos muestra escenas de toros en diferentes momentos de lucha (atrapado en una red, huyendo y
embistiendo), mientras que la otra nos presente a un toro cortejando una vaca y un ejemplar llevado
al sacrificio por una figura masculina.
Círculo A de Micenas: Máscara de Agamenón, espadas y puñales
En los enterramientos del Círculo A de Micenas aparecieron las máscaras de oro batido, que
de froam sencilla y algo ruda, muestran los rasgos propios e idealizados del difunto cuyo rostro
cubrían. Como ejemplo de máscara mortuoria citaremos la famosa Máscara de Agamenón (h. 1550
a.C.).
También en el círculo A se encontraron espadas y puñales lujosamente decorados con
incrustaciones de metales preciosos, en los que aparecen escenas de lucha entre animales o de caza
del león.
Pasado el siglo XIII a.C. Se pierde el rastro de la cerámica, de la orfebería y se constata un colapso
de las culturas cretomicénicas, que sumergirá a toda Grecia en la llamada Edad Oscura, perdurando
hasta el siglo VIII a.C.
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