¿Por qué elegimos este tema? Los materiales pueden transformarse en otros materiales con propiedades diferentes. Estas transformaciones ocurren alrededor nuestro en forma permanente, con o sin la intervención del hombre. Los alumnos conocen muchas transformaciones químicas, aunque todavía no las identifiquen dentro de esta categoría. Algunos ejemplos son la formación de óxidos sobre los metales, la cocción de los alimentos, la combustión, la acción de elementos de limpieza, la respiración y la fotosíntesis. La aparición de un nuevo material va acompañada por un cambio en las propiedades observadas. En algunos casos estos cambios son muy fáciles de observar, por ejemplo, una variación de color, la liberación de un gas, un súbito calentamiento de una solución o la aparición de un sólido. Estos cambios son las señales externas de que ha aparecido un nuevo material. Para el lenguaje común, en las transformaciones químicas propias del mundo cotidiano de los alumnos las cosas no se transforman en otras, sino que cambian su aspecto externo sin dejar de ser ellas mismas (por ejemplo, "este clavo es de hierro, pero ahora está oxidado"). Por esta razón, la idea de que un material se transforma en otro no es tan fácil de transmitir a los chicos. Las dos experiencias que más adelante describimos pueden resultar sumamente útiles para que los alumnos comiencen a cuestionar sus ideas erróneas; ambas experiencias involucran la transformación de un material en otro con propiedades muy diferentes.