APR A X I A DE LA APE R T U R A PALP E B R A L UN SI N D R O M E POTE N C I A L M E N T E RE S P O N D E D O R A LEVO D O P A Dr. Igna cio Amorín Costábile (*) Dr. Ricardo Buzó (**) (*) Asistente de Clínica Neurológica (**) Director de la Sección Parkinson y Movimientos Anormales, Ex. Profesor Adj. de Clínica Neurológica Instituto de Neurología- Hospital de Clínicas Facultad de Medicina Universidad de la República RESUMEN El Objetivo de este trabajo es reportar un caso de Apraxia de apertura palpebral aislada DOPA sensible e investigar acerca de los reportes anteriores de esta entidad en la literatura. La apraxia de la apertura palpebral es una rara condición descrita en l Paralisis Supranuclear Progresiva, la Enfermedad de Huntington, el Blefaroespasmo y otras afecciones extrapiramidales. Se debe a una inhibición persistente del musculo Elevador del párpado superior. Una forma aislada de Apraxia no asociada a un disturbio neurológico general fue descrita en 1996 por R. B. Dewey, reportando excelente respuesta a L-Dopa. Cuando no se la tiene presente como diagnóstico diferencial en las situaciones catalogadas como “pseudoptosis palpebral”, puede ser confundida con una verdadera Ptosis o considerada de naturaleza psicógena. Nuestro caso respondió en forma espectacular a Levodopa. Se registró la paciente mediante video filmación antes y después del tratamiento con L-DOPA, siendo estudiada con Neuroimagen estructural, y luego seguida durante un año. Se revisó la literatura por el buscador PUBMED, de los casos referidos indexados en Medline. Concluimos que la Apraxia aislada de apertura palpebral si bien es un trastorno neuroftalmológico excepcional, puede ser incapacitante, produciendo ceguera funcional. Se trata de una entidad que debería incluirse dentro del espectro de enfermedades potencialmente respondedoras a LDOPA. Palabras clave: apraxia apertura palpebral, blefacolisis, blefaroespasmo INTRODUCCIÓN Des cripción del Ca so Paciente de 61 años, mujer, Hipertensa tratada con enalapril, sin otros antecedentes a destacar. Instala en forma aguda imposibilidad para la apertura completa del párpado derecho, que progresa rápidamente en días hasta la imposibilidad total de abrir el párpado a derecha y parcialmente a izquierda. Al examen se constató la imposibilidad de la apertura palpebral referida, sin contractura del orbicular de los párpados; las cejas se encontraban por encima del reborde orbitario (fig. 1). Se realizó prueba del hielo, que resultó negativa. La prueba de Schwab (realizada en el OI) fue negativa.. El reflejo glabelar producía la contracción de ambos orbiculares de los párpados. El resto de la oculomotricidad extrínseca e intrínseca fue normal. En el resto de los pares craneanos no se detectaron alteraciones. Tampoco se encontraron alteraciones cognitivas, ni en el sector espinal. No se encontraron signos extrapiramidales. TAC de Cráneo normal. Interpretándose el cuadro como una posible Apraxia de apertura palpebral, se optó por Levodopa, llegándose a 250 mg. c/ 12 hs, como prueba terapéutica. Controlamos a la paciente días después, constatándose la remisión completa de la sintomatología (fig. 2). La mejoría se mantuvo en los diferentes controles realizados a la paciente hasta el momento actual, manteniendo la misma dosis. FIG. 1 FIG. 2 Definición La Apraxia de la apertura palpebral (AAP) es un trastorno motor no paralítico caracterizada por la “dificultad de iniciar el acto de elevación del parpado tras el cierre del mismo". Hay controversia sobre la denominación: no es estrictamente una apraxia “incapacidad para llevar a cabo una acción motora al comando, a pesar de una comprensión adecuada de la acción y las capacidades elementales para llevarla a cabo” (Geschwind 1975)- ya que existiría un trastorno motor esencial. Sin embargo, la designación AAP aborda la principal característica de la condición: la imposibilidad de abrir los ojos a voluntad con la preservación de la capacidad para abrir y mantenerlas abiertas en otros momentos. Se utilizan como sinónimos de AAP en la literatura los siguientes: “blefarocolisis”, “distonía focal palpebral”, “blefaroespasmo pretarsal”, “blefaroespasmo atípico”, “freezing palpebral”, (Jankovic, 1990) “aquinesia de la apertura palpebral”, (Stanley Fahn, 1988) “blefaroespasmo apráxico”, o “inhibición involuntaria del Elevador del Párpado Superior”. El término “Blefarocolisis” resume bien la esencia del trastorno (“blefaro”: parpado; “colisis”: inhibición). Blefarocolisis podría ser entonces la denominación más adecuada: no es restrictivo o equívoco en cuanto a su naturaleza y lo emparenta semánticamente con “Blefaroespasmo”, con quien lo está clínicamente y nosológicamente y a su vez los diferencia en su esencia. Así es denominado, por otra parte, desde 1989, en el “Glosario de términos neurológicos” de España . CLÍNICA Goldstein y Cogan describieron en 1965 4 pacientes con “una anomalía motora no paralítica dada por una dificultad para iniciar el acto de elevación palpebral”, demostrándose en 1973 por Electromiograma que la base subyacente era la inhibición prolongada del músculo elevador del párpado superior (EPS). En 1985 Lepore y Duvoisin definieron como criterios clínicos de la AAP los siguientes: “1) inhabilidad para iniciar -“y mantener” (agrega en 1995 Aramideh)- la apertura palpebral 2) ausencia de contracción del orbicular 3) contracción marcada del músculo frontal al intentar la apertura ocular y 4) ausencia de trastornos oculomotores de pares craneanos, simpáticos o miopáticos.” Aramideh considera además que se debe excluir actividad anormal del Orbicular Orbi (OO) por Electromiografía (EMG), como criterio de exclusión. El trastorno predomina en la mujer en una relación 2:1. El pico de incidencia es entre la sexta y séptima décadas de la vida. Los pacientes manifiestan este curioso síntoma de diversas maneras, pero generalmente se describe como una dificultad de abrir voluntariamente los párpados luego de la oclusión palpebral voluntaria o involuntaria. Algunos pacientes una vez abiertos los párpados pueden mantener igualmente los ojos abiertos. No hay trastornos en el parpadeo ya sea reflejo o espontáneo. Como en las distonías puede haber “truco sensitivo” (toque en la región temporal o el párpado, masajeo del mismo, levantamiento manual del parpado, apertura bucal) y al igual que el blefaroespasmo (con el que puede coexistir en un mismo paciente) puede desencadenarse por el reflejo glabelar, y estímulos luminosos. La AAP involucra generalmente ambos parpados, pero puede ser marcadamente asimétrica. Al intentar abrir los ojos el paciente contrae el músculo frontal y reclina la cabeza, pero los ojos permanecen “blandamente cerrados”. Las cejas permanecen por encima del reborde orbitario, hallazgo característico que lo diferencia del Blefaroespasmo, donde las cejas están debajo de este reborde (“signo de Charcot”). La repercusión funcional sigue la escala de discapacidad de Krack, que se utiliza indistintamente para AAP como Blefaroespasmo. Puede ir desde una molestia transitoria al despertar (Grado 1) hasta la ceguera funcional (Grado 4). El Grado 2 de la escala significa una repercusión funcional en actividades como leer, ver TV o conducir, manteniendo el paciente su independencia. En el Grado 3 el paciente es dependiente la mayor parte del tiempo. También es útil cuantificar el disturbio de acuerdo a la latencia entre la orden impartida y el momento en que el paciente abre los ojos, sobretodo a los efectos del seguimiento (Yamada 2003). El diagnóstico diferencial incluye una verdadera Ptosis palpebral (por su “variabilidad” puede ser confundida sobretodo con la ptosis miasténica), y el Blefaroespasmo en su forma leve o pretarsal, con contracción localizada de esta porción del OO. Esta circunstancia (que frecuentemente determina el fracaso de la toxina botulínica) es demostrable por el EMG . BA S E S NEU R O F I S I O L Ó G I C A S : EL SI S T E M A BLEF A R O M O T O R DE INHI B I C I O N RE C Í P R O C A La Apraxia de la apertura palpebral es una patología del sistema de “inhibición recíproca” de los músculos EPS y OO (cuando uno se activa se produce la inhibición del otro). Este sistema “blefaromotor” permite la apertura palpebral durante la vigilia, su cierre durante el sueño, así como el parpadeo reflejo y espontáneo. Fallas en este delicado acoplamiento explican tanto el Blefaroespasmo como la AAP. Existen fuertes evidencias neurofisiológicas (electromiograma) que emparenta ambas situaciones en la misma categoría nosológica, relativas a los datos que surgen sobre el funcionamiento del sistema tanto en la normalidad como en situaciones patológicas. La imposibilidad del cierre palpebral puede obedecer a frecuentes patologías habitualmente neuromusculares (aunque se ha descrito también una “apraxia del cierre palpebral”). Pero la dificultad de la apertura palpebral puede obedecer a fenómenos extrapiramidales, que son básicamente el blefaroespasmo (por contracción espasmódica del OO), y por otro lado la AAP o “blefarocolisis”, dado por una inhibición sostenida del EPS. En ambas situaciones clínicas existe una falla del sistema blefaromotor de inhibición recíproca, a diferentes niveles pero produciendo el mismo resultado: el cierre palpebral involuntario. De ahí que se hallan denominado a estas situaciones “dos caras de una misma moneda” (A. Esteban García- 2005). La AAP, como el Blefaroespasmo, constituye una anomalía en el control supranuclear de la elevación voluntaria del párpado, lo que normalmente requiere la activación del elevador del parpado superior (EPS) y la inhibición simultánea de orbicular de los párpados u Orbicular Orbi (OO). Sin embargo comportan una diferencia esencial: el electromiograma demuestra que mientras el blefaroespasmo muestra el típico fenómeno distónico de co-contracción agonista-antagonista, la AAP muestra una inhibición persistente del EPS sin una activación correspondiente del OO. Se trata, en suma, de un verdadero fenómeno de “coinhibición”, donde los ojos permanecen cerrados “blandamente”, sin signos de contracción palpebral. Es significativo que Joseph Jancovic o Stanley Fanh hallan denominado a este trastorno motor y su peculiar base fisiopatológica como “freezing palpebral” o “aquinesia de la apertura palpebral”, emparentándolos asi con los desórdenes propios del parkinsonismo. El EPS recibe inervación bilateral de la subnúcleo caudal central del complejo nuclear del III; el OO es inervado unilateralmente por el nucleo del facial (VII). La corteza cerebral, los sistemas extrapiramidales, y estructuras del mesencéfalo rostral controlan la actividad de las motoneuronas del EPS. Alteraciones a cualquiera de estos niveles pueden determinar AAP, pero no se han identificado bases anatómicas precisas. Lesiones en monos a nivel de sustancia periacueductal y en el núcleo caudado han producido síntomas similares a AAP (Porter 1989). Por Neuroimagen funcional se ha demostrado hipometabolismo frontal medial y Gangliobasal(Smith 1995). La incapacidad no existe durante el parpadeo espontáneo o reflejo, ya que las vías que controlan el parpadeo son distintas de las que regulan y controlan la actividad voluntaria del EPS en paralelo a la inhibición del OO. ETIOL O G I A La etiología de este trastorno es desconocida. En el caso que exponemos la AAP no acompañaba otra condición neurológica o médica general con que pueda relacionarse (“Blefarocolisis esencial”). No obstante, esta condición es raro se presente aislada (Elston 1992), y se ha descrito acompañando otros trastornos neurológicos, fundamentalmente en la Parálisis Supranuclear Progresiva (Lepore y Duvoisin, 1985; Krack y Marion, 1994; Boghen, 1997), o acompañando al Blefaroespasmo Esencial. Esta asociación ha sido reportado en el 7%, 10 y hasta en 55% de los pacientes con blefaroespasmo según diversas series. La AAP se ha descrito en la Enfermedad de Parkinson y en otros parkinsonismos como Shy Drager. Según Lepore y Duvoisin, la AAP puede preceder a los síntomas parkinsonianos una media de 9,7 años, dato que obliga a un seguimiento estrecho de las AAP presumiblemente “esenciales”. Se ha descrito AAP también en la Enfermedad de Huntington, la Esclerosis Lateral Amiotrófica, Parkinsonismo postencefalítico, Distonías Idiopáticas, distonías craneales, Hidrocefalia, Distonía por kernicterus, Neuroacantocitosis y en la enfermedad de Wilson. Lesiones vasculares o estructurales de Hemisferio no dominante, Lóbulo frontal medial, Ganglios basales y Mesencéfalo se han descrito asociadas a AAP. Existen fármacos sobre los que se ha informado provocan AAP: neurolépticos, intoxicación por litio, Sulpiride y flunarizina. La AAP es un infrecuente efecto secundario de la estimulación cerebral profunda en Neurocirugía de Parkinson Según Umemura esto puede vincularse a las modificaciones en la medicación dopaminérgica luego del procedimiento. También se describió AAP asociada con blefaroespasmo después de una subtalamotomía bilateral en una distonía de torsión. Muchas AAP aisladas se han desarrollado luego de lesiones o traumatismos oculares o faciales, considerándose ello como mecanismo disparador o “gatillo” en individuos predispuestos (Jankovic 1994). Se citan casos de ambiente familiar de distonía craneal e incluso uno de AAP en la misma familia (Defazio 1998) LA AAP AI S L A D A CO M O ENTI D A D DOP A SE N S I B L E . Hemos expresado que la AAP es una condición asociada a otras enfermedades neurológicas, pero puede verse como un síndrome aislado. En estos casos, pueden obtenerse mejorías con diversos fármacos como el Valproato o Trihexifenidilo. En los casos asociados a blefaroespasmo la toxina botulínica inyectada pretarsal en el orbicular puede ser exitosa. También pueden beneficiarse aquellas condiciones que asocian actividad motora persistente pretarsal OO, pero no las auténticas AAP que se deben a la inhibición involuntaria del EPS. También se reportan tratamientos quirúrgicos como la suspensión del músculo frontal con fascia lata, con o sin resección del OO, asi como la reinserción de la aponeurosis del EPS (Jordan 1990). Pero parece ser que un subgrupo de pacientes con AAP aislada responde específica y espectacularmente a la Levodopa. Richard B. Dewey, Jr. y Demetrius M. Maraganore de la Mayo Clinic publicaron en Neurology en 1994 un artículo denominado “Isolated eyelidopening apraxia. Report of a new levodopa-responsive síndrome”. Allí comunican los casos de dos pacientes con AAP “en ausencia de otra signología neurológica y con resolución completa luego de terapia con Levodopa”. En 2003 Yamada comunicó el caso de una mujer de 64 con AAP, sometida durante dos años a tratamiento con Toxina botulínica sin respuesta, que logra remisión de la sintomatología con Levodopa. CON C L U S I O N E S La Apraxia de la Apertura Palpebral es un desorden neuroftalmológico que puede verse asociado a diversas enfermedades neurológicas o presentarse como un síndrome aislado. Debe tenerse presente como diagnostico diferencial en determinadas situaciones clínicas. La electromiografía muestra que existe una inhibición sostenida del músculo Elevador del párpado superior, pudiendo resolverse la sintomatología con levodopa. En su forma aislada debe considerarse como un Sindrome potencialmente respondedor a la Dopaterapia. BIBLIOGRAFÍA 1) Cindy Zadikoff and Anthony E. Lang Apraxia in movement disorders Brain (2005), 128, 1480–1497 2) Goldstein JE, Cogan DG. Apraxia of lid opening. Arch Ophthalmol 1965; 73: 155-9. 3) Umemura, T. Toyoda, K. Yamamoto, Y. Oka, F. Ishii, K. Yamada Apraxia of eyelid opening after subthalamic 4) deep brain stimulation may be caused by reduction of levodopa Parkinsonism & Related Disorders, Volume 14, Issue 8, Pages 655-657 A. 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