lo esencial para producir mil kilos por hectárea de proteina

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ROTEINA CON UN CULTIVO DE LUPINO
Mario Mera, Rafael Galdames, Nelson Espinoza,
Alfonso Aguilera, Adolfo Montenegro
INIA-Carillanca
Existe un renovado interés por cultivar lupino dulce en Chile, producto de la creciente
demanda de proteína vegetal por parte de la industria salmonera. Esta demanda no es
transitoria; Chile ha superado a Noruega como principal exportador mundial de salmón, y
se prevé un crecimiento progresivo en la próxima década. Por otro lado, la industria avícola
y porcina del país, tradicionalmente importadora de concentrados proteicos, eventualmente
puede sumarse al sector demandante de proteína vegetal nacional. Además, parte de la
ganadería bovina del sur también requiere de suplementos proteicos, que podrían ser
cultivados en el mismo predio.
El desafío de hoy, para la agricultura de las regiones del sur, en particular de la Región de
La Araucanía, es suplir la actual demanda de los salmones. Para responderlo, tenemos que
producir granos cuya proteína resulte económicamente más conveniente que la proteína del
afrecho de soya importado. El precio futuro del afrecho de soya puede ser incierto, pero sí
es claro que la demanda mundial por proteína aumenta a razón de 4% anual. Ya que más de
65% del consumo mundial de proteína es satisfecho con afrecho de soya, la lógica indica
que el precio de este producto tenderá a aumentar.
La proteína del lupino es actualmente más barata que la proteína contenida en el afrecho de
soya, lo cual explica su demanda. Se estima que sólo la industria de alimentos para
salmones exigirá triplicar la superficie sembrada con lupino en el menor plazo posible, y
mucho más a futuro. Sin embargo, es conveniente que los agricultores adviertan que las
fluctuaciones de precio del afrecho de soya pueden repercutir adversamente en el precio
futuro del lupino. Una forma de defenderse es obtener un buen rendimiento. Un cultivo
proteaginoso regional, sostenidamente competitivo frente al afrecho de soya, debería
producir al menos mil kilos de proteína por hectárea.
A continuación se señalan los aspectos esenciales a tomar en cuenta para optar a un
rendimiento de mil kilos de proteína por hectárea con un cultivo de lupino.
Especie
El lupino blanco (Lupinus albus) concentra un mayor porcentaje de proteína que el lupino
de hoja angosta (Lupinus angustifolius), también llamado “australiano”. El grano entero de
lupino blanco fluctúa entre 34-37%, mientras el grano entero del lupino de hoja angosta
fluctúa usualmente entre 28-30%. Una vez descascarado (los salmones requieren lupino
descascarado), el lupino blanco llega a 40-43% y el de hoja angosta a 37-39%. Sin
embargo, el contenido de proteína es muy influenciado por el ambiente, de manera que
puede variar considerablemente de una localidad a otra y de una temporada a otra.
Para producir mil kilos de proteína por hectárea con lupino blanco se necesita un
rendimiento de 28 qqm/ha de grano. Producir lo mismo con lupino de hoja angosta
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requerirá un rendimiento de 34 qqm/ha. Estos son rendimientos alcanzables con un buen
cultivo. El rendimiento promedio nacional de lupino, que no discrimina entre especies,
generalmente ha estado alrededor de los 20 qqm/ha.
Otras especies de lupino, por ahora no cultivadas comercialmente en Chile, a futuro podrían
sumarse a las dos ya mencionadas.
Variedad
Hay disponibles dos variedades de lupino blanco dulce obtenidas en Chile: Rumbo-B y
Typtop-B, con hábitos de crecimiento indeterminado y determinado respectivamente. Los
lupinos de hábito indeterminado siguen produciendo floraciones mientras las condiciones
ambientales lo permiten, en tanto que los determinados producen sólo una o dos
floraciones. Rumbo-B generalmente produce tres floraciones: en el eje principal, en las
ramas primarias, y en las ramas secundarias. Las ramas primarias nacen del eje principal;
las ramas secundarias nacen de las primarias, y así sucesivamente. La primera floración es
más propensa a sufrir daño por heladas. Tenga muy en cuenta este factor si siembra Typtop,
variedad en que la mayor proporción de vainas se encuentra en el eje principal, esto es,
proviene de la primera floración.
En cuanto a lupino de hoja angosta, la variedad Gungurru y una variedad no identificada
han sido sembradas por varios años en la región. Durante la temporada 2003-04 se
multiplicó la variedad australiana Wonga, de manera que pronto debería haber semilla
disponible en el mercado. La semilla de Wonga tiene un moteado más intenso que la de
Gungurru y la planta ramifica más profusamente, incluso con ramificaciones basales.
Wonga es resistente a antracnosis en Australia. Hay alrededor de seis variedades
australianas que han sido evaluadas en Chile experimentalmente, pero no cultivadas
comercialmente (Belara, Kalya, Myallie, Quilinock, Tallerack, Tanjil).
El largo período de siembra a cosecha (10-11 meses) de las variedades indeterminadas de
lupino blanco se ajusta a las condiciones ambientales del secano interior y al valle central,
pero estas variedades tienen problemas para completar su ciclo en el valle central sur de La
Araucanía y en el valle precordillerano. Las variedades determinadas de lupino blanco
tienen un ciclo más corto, de aproximadamente 7 meses, por lo cual su zona de cultivo es
más amplia. Similarmente a las variedades de hoja angosta, con alrededor de 6 meses de
siembra a cosecha, pueden sembrarse en el secano interior, en el valle central y el valle
precordillerano.
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Izquierda: Lupino blanco indeterminado Rumbo-B, de menor altura que variedades más
antiguas de crecimiento indeterminado. Derecha: lupino blanco determinado Typtop-B.
Cultivo de lupino de hoja angosta variedad Wonga, en un suelo fértil de La Araucanía.
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Izquierda: Lupino Wonga cercano a la cosecha. Derecha: Estructura de una planta bien
desarrollada de Wonga, con vainas en eje principal, en ramas de primer y segundo orden, y
en ramificaciones basales.
Rotación
A fin de contribuir a la sanidad de su suelo, siembre lupino en potreros que no hayan tenido
una leguminosa en los últimos tres años, y preferentemente después de un cereal. No
siembre lupino en potreros que el año previo hayan tenido dos aplicaciones en el año de
metsulfuron-metil (Ajax, Aliado, Ally), herbicida del grupo sulfonilureas. Prefiera potreros
con poca infestación de malezas; esta es una de las causas más frecuentes de dificultades en
cultivos de lupino. Evite sembrar lupino como cabecera de rotación, después de pradera. Si
siembra lupino siguiendo a trébol rosado, esté atento a la aparición de gusanos cortadores.
Puede controlarlos con insecticidas piretroides como fenvalerato (Belmark, Fenvalerato,
Point Fenvalerato) o cipermetrina (Arrivo, Cipolytrina), aplicados preferentemente al
atardecer. Alternativamente, puede recurrir a preparados de cebos tóxicos con insecticidas
fosforados o carbamatos formulados como polvo mojable (WP). La efectividad de los
insecticidas granulados es mayor, pero también lo es su precio.
Preparación de suelo
Las raíces del lupino, tanto blanco como de hoja angosta, pueden tener problemas para
atravesar estratos de suelo compactado. Por otra parte, es una planta que resiste muy poco
la acumulación de agua en el suelo. En sectores que hayan presentado condiciones de
saturación, aunque sea por poco tiempo, el lupino no tendrá un buen desarrollo. Por lo
anterior, use cincel profundo con suelo relativamente seco, a fin de soltar estratos
compactados y mejorar el drenaje. Si ha observado que el trigo que crece en sectores más
húmedos palidece en invierno, el lupino que siembre allí con seguridad se perderá. Sectores
bajos que acumulan agua escurrida de sectores más altos deben contar con drenajes.
Aunque el lupino no es exigente en cama de semilla, una pasada de vibrocultivador luego
de rastrajes livianos favorecerá la emergencia y la acción del herbicida de preemergencia.
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Desinfección de semilla
Es un tratamiento indispensable y puede realizarse con varios productos. Para disminuir la
infección de antracnosis, enfermedad transmitida por semilla, se recomienda la
desinfección con thiuram (Pomarsol Forte). Para Pleiochaeta, en Australia se recurre a
iprodione (Rovral, Rukon) o procymidone (Sumisclex). Cuando existe la alternativa, la
formulación líquida es preferible porque asegura un mejor cubrimiento de la semilla.
Insecticidas de nueva generación para tratamiento de semillas, como fipronil (Regent) o
imidacloprid (Confidor, Gaucho, Punto) protegen contra la mosca de la semilla (Delia spp)
y gusanos blancos (Hylamorpha o Phytoloema).
Mosca de la semilla, Delia
Época de siembra
En el secano interior y valle central de La Araucanía, siembre el lupino blanco
indeterminado (Rumbo) tempranamente, de preferencia entre mediados de abril y mayo.
Esto le permitirá cosechar más temprano, generalmente en marzo, y optar a un mejor
rendimiento. En algunos sectores es posible atrasar la siembra hasta mediados de junio. El
lupino blanco determinado (Typtop) puede ser sembrado entre julio y agosto. En el secano
interior de La Araucanía, siembre el lupino de hoja angosta antes de que termine junio. En
el valle central o valle precordillerano, siembre el lupino de hoja angosta entre 15 julio y 30
agosto, dependiendo de cuan pronto su suelo pierde humedad. Es posible atrasar la siembra
hasta mediados de septiembre en sectores en que el suelo mantiene humedad hasta fines de
primavera.
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Época de siembra de lupinos en La Araucanía
Variedad
Hábito
Área
Secano interior
Rumbo-B
Indeterminado
Valle central
Secano interior
Typtop-B
Determinado
Valle central
Secano interior
Gungurru, Wonga, u
Indeterminados
Valle central
otra de hoja angosta
Valle precodillerano
Época siembra
abril-mayo
abril-junio
abril-mayo
julio-agosto
mayo-junio
julio-agosto
agosto-septiembre
Sistema de siembra
Las siembras con cero labranza generalmente dan buen resultado, particularmente con el
lupino de hoja angosta. Sin embargo, es importante que el suelo haya sido cincelado al
menos una vez en los últimos dos años. La presencia de rastrojo del cereal previo ayuda a
controlar la mancha café, enfermedad fungosa que se disemina por salpicadura de agua de
lluvia. Automotrices con picador/distribuidor de paja, o picadores de rastrojo, son muy
convenientes.
En siembra con cero labranza pueden presentarse ataques repentinos de babosas o chapes.
Puede recurrir a productos peletizados de alta densidad (resistentes a degradación por
lluvia) en base a metaldehído, como Clartex+R.
En trumaos con preparación de suelo convencional, use rodón después de sembrar.
Densidad de siembra y espaciamiento
Acostumbre calibrar la sembradora en términos de semillas por metro cuadrado, no kilos
por hectárea. El lupino blanco determinado requiere 26-30 plantas/m2 y para obtener tal
densidad hay que sembrar a razón de 30-34 semillas/m2. Rumbo tiene semillas que pesan
350-390 mg, de manera que requerirá alrededor de 110-130 kg/ha. Las variedades de
crecimiento determinado, como Typtop, requieren una densidad de siembra mayor, de 3640 plantas/m2, para lo que necesitará 42-46 semillas/m2. Ya que la semilla de Typtop pesa
400-440 mg, requerirá unos 170-190 kg/ha.
En lupino de hoja angosta, una densidad de 44-48 plantas/m2 es adecuada, para lo cual
requerirá sembrar alrededor de 51-55 semillas/m2. El peso medio de semilla de las
variedades de lupino de hoja angosta fluctúa entre 160 y 180 mg. Para un peso de 170
mg/semilla, la dosis de siembra es 85-95 kg/ha.
En general, una densidad mayor que el óptimo económico es preferible a una densidad
menor que el óptimo. El lento crecimiento inicial del lupino permite la invasión de malezas
y una densidad alta ayuda al cultivo a competir más tempranamente con las malezas,
además, contribuye a reducir la diseminación de mancha café. No obstante, si el desarrollo
del lupino es favorecido por un suelo fértil y buena disponibilidad de agua, una densidad
alta puede ocasionar tendedura.
Siembre el lupino blanco indeterminado (Rumbo) preferentemente tubo por medio (34 cm
entre surcos). Puede sembrar el lupino blanco determinado (Typtop) y el lupino de hoja
angosta a tubo seguido o tubo por medio.
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Fertilización
El lupino blanco rara vez requiere fertilización. El lupino de hoja angosta también responde
poco a la fertilización, pero puede requerir aplicaciones de fósforo, potasio, azufre o
magnesio. El disponer de un análisis de suelo permite detectar y corregir deficiencias
marcadas. En casos de deficiencia, generalmente no se justifica aplicar más de 60 kg/ha de
anhídrido fosfórico, 50 kg/ha de óxido de potasio, 45 kg/ha de azufre elemental, o 36 kg/ha
de óxido de magnesio, según el caso. No aplique nitrógeno en ninguna forma. Si está recién
incorporando el lupino a su rotación, trate la semilla con un inoculante específico para
lupino, ya que una buena nodulación es esencial para que el lupino fije su propio nitrógeno
y libere un remanente para cultivos siguientes.
El lupino blanco tolera la acidez del suelo mejor que el lupino de hoja angosta. La toxicidad
del aluminio libre en suelos ácidos puede disminuir el desarrollo de este último, haciendo
aconsejable un encalado.
Malezas
Los herbicidas de presiembra se han transformado en un buen recurso, ya que reducen la
presencia de malezas en etapas tempranas del cultivo. La aplicación de glifosato (Roundup
y varios otros nombres comerciales) es recomendable, y de ser necesario puede ser
complementada con dicamba (Banvel, Caiman), 2,4-D, o ambos. Luego de la siembra, el
herbicida simazina (Simazina, Sinamex, Gesatop) es la mejor opción en aplicaciones de
preemergencia, tanto en siembras de otoño (abril-mayo) como de salidas de invierno (julioagosto). Requiere buena humedad en el suelo. Actúa lentamente y tiene un efecto residual
largo, generalmente superior a dos meses. Puede complementarse con diuron (Diurex,
Diuron, Karmex, Ustinex) para mejorar el control de rábano. Las malezas gramíneas son
fácilmente controlables con aplicaciones de postemergencia. Puede optar por varios
productos: haloxifop-metil (Galant Plus), setoxidim (Poast), quizalofop-etil (Assure Plus,
Flecha), fluazifop-butil (Hache Uno 2000), clethodim (Centurion).
Antracnosis
Esta enfermedad es causada por el hongo Colletotrichum. Hasta el momento, ha afectado
sólo siembras comerciales de lupino blanco. Sin embargo, el lupino de hoja angosta ya ha
sido atacado en Australia, y en Chile se ha observado antracnosis en plantas aisladas de
lupino de hoja angosta, en siembras comerciales en La Araucanía.
El uso de semilla sana es el mejor método de control de la antracnosis, ya que la
enfermedad puede transmitirse en la semilla. Sin embargo, también hay transmisión por
residuos. Por tanto, evite potreros que hayan tenido lupino al menos los tres años previos,
en particular si se ha habido ataque de antracnosis. En relación a fungicidas al follaje,
nuestros resultados son simples: no hay productos capaces de detener un ataque intenso de
antracnosis cuando las condiciones ambientales favorecen la diseminación de la
enfermedad, ni siquiera con aplicaciones múltiples.
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Izquierda: Planta de lupino mostrando el tallo curvo y la lesión típica de antracnosis.
Derecha: Ataque de antracnosis en hipocotilo y cotiledones.
Izquierda: Foco de antracnosis en lupino blanco. Derecha: plantas afectadas mostrando
típicos tallos retorcidos
Mancha café
El hongo que causa esta enfermedad, Pleiochaeta setosa, ataca tanto la raíz como el follaje.
Al contrario de la antracnosis, constituye un problema más en lupino de hoja angosta que
en lupino blanco. La pudrición de la raíz es más dañina, ya que puede disminuir
drásticamente la población de plantas. Cuando ha coincidido con el cese de lluvias,
condición que no favorece el desarrollo de la enfermedad, la aplicación de
prochloraz+carbendazim (Sportak alpha), aparentemente ha contribuido a detener el ataque
de Pleiochaeta. Aunque también puede transmitirse por semilla, el principal medio de
transmisión de Pleiochaeta son los rastrojos o residuos infectados. Elimine rastrojos si ha
tenido mancha café, limpie bien la maquinaria que ha trabajado en ese potrero. Para no
enterrar en profundidad las esporas, evite invertir el suelo que ha tenido lupino con mancha
café; use cincel. Prefiera sembrar su lupino luego de un cereal, si es posible con cero
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labranza y manteniendo unas 2-3 ton/ha de rastrojo. Evite potreros que hayan tenido lupino
al menos los tres años previos, en particular si se ha habido ataque de Pleiochaeta.
Mancha café en lupino blanco
Plagas
El lupino tiene relativamente pocas plagas de peligro. Se ha mencionado ya a los gusanos
cortadores, la mosca de la semilla, y las babosas. Ocasionalmente, pueden presentarse
ataques de la pulga saltona (Sminthurus viridis) durante el desarrollo inicial del lupino. Si la
densidad de población lo justifica, puede recurrirse a un insecticida piretroide seguido de un
inhibidor de quitina.
Cosecha
Las mayores dificultades a la cosecha se producen con sementeras de lupino infestadas de
rábano. El rábano permanece verde cuando el lupino está en condiciones de trillarse. Puede
desecar con diquat (Reglone), si se encuentra en el mercado. Una cosecha atrasada
frecuentemente causa pérdidas superiores a la dosis de siembra.
Si su automotriz lo permite, alargue la mesa para que se pierdan menos granos y vainas que
rebotan en el sinfín. Los dedos retráctiles, que se adosan bajo la barra de corte, ayudan a
cosechar un cultivo con tendedura. Suba el sinfín de acuerdo al tamaño del grano. Con
lupinos blancos indeterminados generalmente hay que dejar el máximo de separación entre
sinfín y mesa. Aumente la distancia entre cilindro y cóncavo si previamente ha cosechado
un cereal, lo suficiente para no partir granos; con una distancia excesiva pasarán algunas
vainas, particularmente con lupino de hoja angosta. Ajuste la velocidad del cilindro a
menos de 500 rpm.
Nota: Los nombres comerciales de productos no implican una recomendación específica y
sólo se mencionan como referencia. Puede haberse omitido involuntariamente productos
que tienen una acción similar a los mencionados.
mayo 2004
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