CONSULTAS DE OPTOMETRÍA ¿Es necesario realizar el equilibrio binocular? ¿Por qué? ¿Cómo se realiza? alvo excepciones muy concretas, no es posible acomodar simultáneamente en distinto grado con cada ojo, puesto que ambos cristalinos acomodan la misma cantidad. Aunque hayamos intentado controlar la acomodación de cada ojo por separado al realizar la refracción monocular subjetiva, es posible que hayamos hiper —o hipo– corregido a un ojo más que al otro. Si no tenemos esto en cuenta y retiramos los oclusores, dando por terminada la graduación monocular, estaremos pidiendo a cada ojo que realice una cantidad de acomodación distinta para ver nítido a una determinada distancia. Una graduación así, no equilibrada entre los dos ojos, puede dar lugar a síntomas astenópicos y dificultades binoculares. S Para retocar la graduación evitando estos desequilibrios, es necesario realizar siempre la prueba del equilibrio binocular. Es importante recalcar que mediante este método equilibraremos el estado de acomodación de ambos ojos, no necesariamente la agudeza visual, y mucho menos las graduaciones. Dicho de otro modo, intentamos encontrar la diferencia real que existe de error refractivo esférico entre el ojo derecho y el izquierdo del paciente. A partir de la presbicia la capacidad de acomodar está muy reducida, por lo que en teoría no sería necesario realizar un equilibrio binocular, pero en realidad se pueden producir pequeñas inexactitudes en la graduación monocular. Por ello, es conveniente emplear unos minutos para realizar el equilibrio binocular también a estos pacientes. Figura 1 34 mayo 393 Existen numerosos métodos para equilibrar el estado acomodativo entre los dos ojos. A continuación pasamos a explicar, mediante un ejemplo, un método en que disociamos mediante filtros polarizadores o prismas. La condición básica para realizar este método es que las agudezas visuales de ambos ojos sean iguales. En caso contrario, hay que utilizar otros métodos para el equilibrio binocular. EQUILIBRIO BINOCULAR Supongamos que la refracción real de nuestro paciente es OD: –1,00 y OI: 2,00 (Fig. 1). Imaginemos que al realizar la refracción subjetiva monocular del ojo derecho obtuvimos por error –1,75 (el paciente nos acomodó en exceso) y luego al graduar de forma monocular el ojo izquierdo obtuvimos una graduación de –2,25 (en este caso relajó más la acomodación) (Fig. 2). Figura 2 En este punto, si abrimos los dos ojos estamos pidiendo a nuestro paciente que para ver nítidamente acomode de forma desigual con cada ojo (Fig.3): el OD deberá acomodar 0,75 D mientras que el ojo izquierdo sólo 0,25 D. Como esto no es posible simultáneamente, una de las dos imágenes siempre será borrosa, con la consiguiente alteración binocular. Para solucionar este problema, realizaremos siempre el equilibrio binocular al terminar la refracción monocular subjetiva de ambos ojos. En primer lugar, relajaremos la acomodación del sujeto introduciendo una lente de + 0,75 Dp o de + 1,00 Dp delante de cada ojo. Comprobaremos que estas lentes emborronan la AV, como poco, hasta un valor de 0,7. Si la AV es mejor que este valor, es muy probable que hayamos hipercorregido en gran medida con negativos (o lo que es lo mismo, hipocorregido a un hipermétrope), así que incrementaremos las potencias positivas delante de ambos ojos por igual, hasta que la AV se reduzca a alrededor de 0,7. A continuación situaremos en el foróptero los filtros polarizadores y mostraremos al paciente el test de equilibrio binocular polarizado que podemos encontrar en la mayoría de los proyectores (Fig.4). Este test suele constar de dos líneas de letras o números en tamaños decrecientes, situadas una encima de la otra. Al observarlo a través de los filtros polarizadores, el ojo derecho ve solamente la línea superior y el ojo izquierdo la inferior (en algunos proyectores puede ser al revés). Gaceta Optica SECCIÓN COORDINADA POR Mª TERESA MATILLA Y GUILLERMO BUENO Pediremos al paciente que compare la nitidez de las dos filas y nos diga cuál ve mejor, a pesar de que ambas estén algo borrosas. En nuestro ejemplo, si tenemos en cuenta la graduación real del paciente, nos dirá que ve mejor la fila inferior, correspondiente al OI. Emborronaremos el ojo que ve mejor, añadiendo + 0,25 y volveremos a preguntar entonces cuál se ve mejor, o si ambas filas se ven igual de borrosas. En caso de diferencia, como en nuestro ejemplo, seguiremos emborronando el ojo que ve mejor (en nuestro caso el OI), añadiendo + Figura 3 0,25 sucesivamente hasta que ambos ojos vean igual de borroso, o prácticamente igual (Fig. 5). Si no se consiguiera la igualdad, buscaremos la posición en que las dos líneas aparecen más iguales y si esto no es posible, dejaremos viendo mejor siempre al ojo dominante. En todo momento las letras deben ser legibles, por lo que si aparecen demasiado borrosas disminuiremos la potencia positiva binocularmente. mos con + 0,25 el ojo que mejor ve, hasta llegar a la igualdad. Una vez igualadas las imágenes, reduciremos los positivos en binocular de forma similar al método anterior, hasta alcanzar la AV máxima. Figura 4 Una vez encontrada la igualdad, retiraremos los filtros polarizadores, y mostrando optotipos de una AV elevada, iremos reduciendo la potencia positiva en ambos ojos a la vez, hasta que el paciente alcance la agudeza visual máxima. Si queremos realizar esta prueba con prismas en lugar de filtros polarizadores, colocaremos un prisma base superior de unas 3 Dp, y otro de la misma potencia, pero base inferior delante del otro. Aislaremos una línea de letras de una AV en torno a 0,5 y procederemos de la misma forma que con los polarizadores. Para quien prefiere graduar con gafa de pruebas, se puede utilizar el método de la oclusión alternante: se coloca igualmente una pareja de lentes positivas (+ 0,75 o + 1,00), y se ocluye alternativamente un ojo y otro con cambios bastante rápidos, preguntando cuándo ve mejor las letras de los optotipos (AV de 0,5 aproximadamente). De nuevo emborrona- Gaceta Optica Figura 5 393 mayo 35