Solicitud de pensión. Cónyuge abandona hogar común.20.09.07

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Tribunal
Fecha
Rol
Partes
Ministros
Descriptores
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Corte de Apelaciones de Valparaíso
20/09/2007
1692-2007
Margarita Carmona Sepúlveda con Virginio Antonio Jara Vera
Mónica González Alcaide
Solicitud de pensión de alimentos. Cónyuge que abandona el hogar
común. Inexistencia de antecedentes sobre violencia intrafamiliar o
infracción a deberes matrimoniales. Padre que ha debido
encargarse del cuidado de los hijos. Madre que no ha solicitado
siquiera regularización de visitas. Circunstancias que eximen al
demandado de su obligación de pagar alimentos.
Doctrina
Habiendo hecho abandono por voluntad propia del hogar común la cónyuge, sin que
conste que a su respecto se hayan ejercido actos de violencia intrafamiliar que
afectasen su integridad física o psíquica, o falta grave a los deberes de socorro,
ayuda mutua o fidelidad, por el contrario, es ella quien ha tenido relaciones
extramatrimoniales, quedando los hijos al cuidado del padre e intentando en sólo
una ocasión que se les devolvieran a su cuidado, sin que siquiera intentase obtener
la regulación de un régimen de visitas, el tribunal estima que la actora carece del
derecho a exigir de su cónyuge que le proporcione alimentos, pues la conducta que
ella ha desplegado eximiría a éste de su obligación de suministrárselos.
Áreas del Derecho : Derecho de Familia
Legislación aplicada en el fallo : Código Civil art 321; CC_AR-321
Texto completo de la Sentencia
Valparaíso, veinte de septiembre de dos mil siete.
Visto:
Se reproduce la sentencia en alzada con las siguientes modificaciones:
a) En la letra b) del considerando 6º), se intercala entre “certificado de nacimiento
de y “don Luis Román González Becerra , lo siguiente “Daniel Esteban González
Carmona .
b) Se prescinde de sus fundamentos noveno y décimo.
Y se tiene en su lugar y además presente:
Primero: Que acorde con las normas que regulan las normas relativas a los
alimentos a que ha hecho referencia la señora juez a quo se encuentra la
disposición del artículo 133 del Código Civil, que se encuentra entre aquellas que
reglan los deberes y obligaciones entre los cónyuges, estatuyendo que ambos
tienen el derecho y el deber de vivir en el hogar común, salvo que a alguno de ellos
le asista razones graves para no hacerlo y la del artículo 134 del texto mencionado
que dispone que tanto el marido cuanto la mujer deben proveer a las necesidades
de la familia común, atendiendo a sus facultades económicas y al régimen de
bienes que entre ellos medie, correspondiendo al juez regular la contribución, si es
necesario.
Segundo: Que con la prueba que se ha rendido en la causa, en especial, el
documento de fs. 83 y siguientes, el Memorandum de fs. 92 de la Armada de Chile,
la declaración prestada por los testigos Vergara y Muñoz, a fs.120 y siguientes, la
confesión prestada en juicio por la actora a fs. 138 al tenor del pliego de fs. 137,
esta Corte ha llegado a la convicción que la demandante hizo abandono en forma
voluntaria del hogar común, puesto que no ha mediado acción u omisión por parte
del demandado que la hubiera impelido a hacerlo. En efecto, no se ha justificado
que haya ejercido, por ejemplo, actos constitutivos de violencia intrafamiliar, que
hayan puesto en peligro su integridad física o psíquica, o falta grave a los deberes
de socorro, ayuda mutua o fidelidad que hubieren sido los motivos principales por
los cuales ella decidió hacer abandono del hogar común.
Tercero: Que, por el contrario, se encuentra fehacientemente justificado que quién
incurrió en conductas trasgresoras de los deberes conyugales fue la actora quién
primero sostuvo una relación sentimental en la misma base naval en que prestaba
servicios el demandado con un ex miembro de ésa Institución, hecho ocurrido en el
año 1995, época en que sus hijos menores tenían 11 y 6 años de edad y luego, en
1998 nació un hijo producto de una segunda relación extramatrimonial, esta vez
con don Luis Román González Becerra, persona con la cual convive.
Cuarto: Que los hechos mencionados motivaron que sus hijos legítimos fueran
entregados al cuidado del padre, el demandado, ocurriendo que la actora sólo en
1999 intentó que les fueran devueltos a su cuidado, petición desestimada por el
Tribunal de menores sin que se encuentre justificado que haya vuelto a intentar
siquiera, solicitar la regulación de un régimen de visitas que le permitiera mantener
contacto con sus hijos.
Quinto: Que si bien, esta última circunstancia, no sería, en principio, impedimento
para que la cónyuge pueda demandar y obtener una pensión de alimentos a su
favor, sin embargo, en razón que las obligaciones que contraen marido y mujer son
mutuas y recíprocas este Tribunal estima que no tiene derecho a exigir del
demandado que se los proporcione puesto que la conducta que desplegó, lo exime
de la obligación de suministrarle aquéllos. Por lo demás, no se encuentra acreditado
que esté en un estado de necesidad tal, económica o de salud, que amerite
regulación de alimentos a su favor, teniendo aún edad para desempeñarse en la
vida laboral.
Sexto: Que en razón a los motivos anotados precedentemente y considerando,
además, principios de justicia y equidad, este tribunal ha llegado a la convicción
que la demanda debe ser desestimada.
Y visto, además, lo dispuesto en los artículos 186 y siguientes y 227 del Código de
Procedimiento Civil, se revoca la sentencia de fecha diecinueve de julio de dos mil
siete, que se lee desde fs. 166 a 180, en cuanto por ella acoge la demanda de
alimentos y condena al demandado a pagar una pensión a la actora ascendente a
$60.000. (sesenta mil pesos), más la asignación familiar, que no había sido
demandada, y se declara en su lugar que se rechaza la demanda interpuesta en lo
principal de fs. 1, sin costas, por habérsele otorgado privilegio de pobreza en la
causa.
Regístrese y devuélvase, conjuntamente con los documentos guardados en
custodia.
Redacción de la Ministro doña Mónica González Alcaide.
Rol Nº 1.692 2007.
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