El Alumno – Constructor (Procesos) La instrucción debe adaptar sus contenidos y estrategias a las características cognitivas de sus alumnos, pero también debe desarrollar estrategias y actividades que optimicen estos procesos cognitivos. El cambio teórico que se produce, no consiste exclusivamente en estudiar los procesos cognitivos, sino que conlleva en nuestra opinión una innovación sustancial: “la recuperación del sujeto psicológico”. En términos de Vygostki se habla de la construcción social de la mente guiada por el propio sujeto, en términos cibernéticos se habla del sujeto como procesador activo de la información, en términos de Bandura del carácter propositivo del comportamiento y en término de Piaget de construcción del conocimiento a partir de la interacción con el medio. En definitiva, y aunque con matices diferentes, se está resaltando que la persona no es sólo un producto de su entorno, sino que interactúa con él y sobre todo se enfatiza su control sobre sus procesos psicológicos y sobre su propia conducta. Uno de los términos más difundidos para resaltar esta dimensión de la persona es el término constructivismo, que ha venido a suplir en gran medida el término cognitivismo, sobre todo en los ámbitos de la psicología aplicada y que en el caso de nuestro país es el explícitamente utilizado al referimos a los fundamentos psicológicos de la Ley General de Ordenación del Sistema Educativo (L.0.G.S.E.). El término constructivismo, además, se consolida y difunde progresivamente, y actúa como elemento dinamizador de la investigación psicológica y como referencia teórica de una serie de trabajos que empiezan a configurarse como un modelo teórico cada vez más unificado. Pero ya nos detendremos, más en detalle, en el Constructivismo, al que le dedicaremos un apartado propio en esta obra.