ella, después de haberla dispuesto según arte. Con este motivo se

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FRES.
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e l l a , después de haberla dispuesto según arte. C o n
este motivo se moverá mas brevemente el calor del es­
tiércol , y pasado aquel vapor mas fuerte que se origi­
n a , se extenderá sobre el mismo una capa de tierra
de seis á ocho dedos , en que se introducirán los ties­
tos de fresa hasta el borde. Mejor método es echar en­
cima de la basura dos pies de zumaque,, según se saca
de las tenerias después de haber servido a l l í ; pero que
sea de lo mas reciente para que conserve mas tiempo
el calor. Por algunos dias después se tendrán puestas
de continuo las vidrieras, alzándolas para dar ventila­
ción á las plantas en notándose haber penetrado el
vapor la tanda de tierra en que están los tiestos. L a
fresa de los Alpes sufre con dificultad el calor húmedo
de las caxoneras y camas calientes , por lo qual se la
dará ventilación, no perdiendo ninguna ocasión para
que se facilite este beneficio. E n alvitanas dice mucho
mas bien esta casta de fresa, siempre que no se e m ­
pantane el parage con las aguas del invierno.
E n tiempos blandos se dará una labor á las alvitanas
de fresa, cortando los hilos y vastagos que se extiendan
y enlacen unos con otros con perjuicio de las plantas.
A l pie de cada golpe se arrimará tierra con la que se
calzarán y abrigarán las raices. L o s tiestos que se metan
en estufa ó reservato rio deben colocarse en el parage
mas ventilado, y donde disfruten del beneficio del sol
mas ampliamente. Siempre que haya proporción de
arreglarlos cerca de las vidrieras , debe preferirse aquel
lugar á los demás. L a s alvitanas se regarán y a sea á
mano ó de pie ; pero de manera que no se inunden las
flores, pues si se lava el polvillo de los estambres, abor­
tan las flores, y no se logra fruto. Esta misma adver­
tencia de no rociar las flores al tiempo de dar los rie­
gos á la fresa de las caxoneras, es muy esencial para
que no se queden infecundas. E n decayendo el calor
de
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