F O R O 20 años del Instituto de Neuroetología as n las expectativ años, que rebasa tr ex s lo po ve m e tie a enorm ivimos s Huxley. Caen ou ld A y r ile at ff rn de Alvin To las formas y alte as, mientras que ur st po puntos y s ea id cidad emos alcanzan on sp di e qu de ación vas de comunic os. ad ns tamos cotidiaantes no pe a los que hoy es os ct pe as s ro ediados del Muchos ot spechados a m so in an er s to asías de namente expues ad muchas fant id al re on er fu onto plo, los estudian siglo pasado. Pr ello que, por ejem r po Es en s. ía po om m at aquellos tie rán aprender an del siglo XXI debe a in la tomoic o, ed id m on de as s te ean el ultr pl em e qu os di tu sos métoimágenes de es a y otros novedo os uc gl xi so de y, de icos como el Gre grafía, la captura to, de textos clás es pu e su qu r po po , m ás hay tie dos; adem z el Quiroz. No ve l ta y ut st Te el Rouvier, el hubo. nueva que perder, nunca lo ia relativamente nc cie a un es a iones La neuroetologí n base en las func co ta uc nd co la dio de citar el concepse dedica al estu nos hace recapa o om C . so io rv verificarlo los del sistema ne y como parecen l, na io oc em ia al menos to de la memor biado durante m ca ha no e qu ucto es lo que ha fósiles, hay algo humano. Su prod o br re ce el : os e cerebro que 25 000 añ y aplicaciones. Es os nt ie m ci no co tructuras y acumulado ne las mismas es tie a us ca s no n tanta fascinació os. hace miles de añ z funciones desde miento, y esta ve de ese funciona ia nc , ue ón ec ci ns ta co ap ad Una su capacidad de es , in w ar D s or rle ay m aludo a Cha ión natural. La oceso de selecc pr acias el gr e e nt iv ia ev ed m cemos sobr no co e qu es ci rparte de las espe aptativos que pe s y procesos ad le ra tu o na nt s ia ta eg lo por a estrat los individuos, y de a ci en iv rv ar pe form miten la su capacidad para , mediante su es ci pe sofisties s ás la m de formas tribus; y, en sus y os up gr , as ni colo udades y países. cadas, familias, ci V Nos integramos al medio ambiente en primera instancia por las condiciones que marca nuestro nacimiento, aun sin un sistema nervioso organizado. Pero esto no es privativo de las especies de la flora terrestre y acuá tica; también ocurre en la fauna. Se forman grupos: los individuos sacrifican un tanto de su individualidad y form an agrupamientos compactos con capacidad de protecci ón contra depredadores. Los individuos se organizan y esta blecen jerarquías; dejan a algunos el encargo de buscar alimento, a otros la protección, aun a otros la reproducció n, y así la especie sobrevive incluso como parte de una cade na alimenticia: se pierden individuos, pero la especie sobr evive. Se forman grupos con base en afini dades. Hay un grupo, tal vez entre los menos abundant es entre los pobladores del planeta, formado por una espe cie que tiene una muy notable capacidad de desplazam iento y una notable virtud cerebral: la comunicación. Me refiero a la especie humana: nos gusta estar juntos por nuestros anhelos en común; formamos simbiosis; establec emos jerarquías; nos organizamos. Lo mismo pasa con los grupos y tribus que nos dedicamos a entender la naturaleza: estamos juntos por la afinidad de nuestra curiosidad. Y al trabajar para otros miembros de la especie, nos place la comunic ación. El Instituto de Neuroetología está cons tituido por un grupo de investigadores activos y prod uctivos de la Universidad Veracruzana y de la Unidad Peri férica del Instituto de Investigaciones Biomédicas de la Univ ersidad Nacional Autónoma de México (UNAM). En 20 años de existencia, el Instituto ha logrado muchas cosas: desd e un posgrado con calificación de excelencia por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), hasta figur ar como el Instituto de la Universidad Veracruzana que tien e más profesionales en el Sistema Nacional de Investigadore s (SNI), en proporción al área construida. Este año el Instituto de Neuroetología celebra su vigésimo aniversario. Enhorabuena. Carlos M. Contreras [email protected]; contreras@biomedic as.un am.mx octubre-diciembre 2012 • ciencia 93