v, .; L., >.. , ,' '*~, -<. le, .. - < Z ;:.' . . ... .- ((Nirigii no deseiirotlla el seii lulcnt per mitja d e meditacions. No, els paratges ja no són idillics ni apacibles. Mentre es pon el sol i us il-lumina cl crepuscle, remoregen les rodones copes dels arbres, i les barques s'allargassen amb les veles desplegades. Jo sOc corn i'aigua que-copia tot aixb; ne- 1 da simular garlandes de roses en un jardi voltat de blanques parets. Dalt d'un turó, no gaire lluny del castell, contemplo als meus peus el paisdtge florit. Una granota salla d'un estany i es dirigeix cap a una corona. Tampoc les violetes no cncaixen amb el soroll. Posem a1 centre una rajola crua. Contcmpleu el paisatge mentre el sol va a la posta; aixb vol djr - cpie no ens preguntem res. Es - rcposa ben trgnquil-lament damuiil- ayuests mobles. No ens podem sentir esckpfics a - cap nolicia felic. La imagiiiació evoca records gairebé oblidats. - Si; abans hi havia persones que tenien per ideal tocar el Ilaü t i escoltar' el cant -deis occlls. La imaginació , poktica reirocedeix. Els mobIes de caoba osteiileri un estil aiitic. Es [roben limines arnb patges vestils arnb llargs ve1luts.i donzellcs amb robes lluminoses, la cabellera caien t-los esquena tivall. 2, Per que els amaiits sem])re es giraven d'esquena a I'cspcctador ? ¿ Aquestes eren les escencs de felicitat huma- . .iia? ;,Que polser la significació . s'lia de trobar només en el pai- +sotge? 4O en el fet de remuiilar-se a u11 passat agradable . qtie s'lia de o n t e m p l a r com iin Iioritz6 vaporós? ¿O gravaiit- la inort en un coure? - 4 Si cs veu rlassar amb iiidi- . I icrkiicia la irimavera; digucu (iriins sóii els vostres arbres I;ruferits. Ni borrascoses. iemi ~ ctcs. s ni amenacadores nuvoi:idcs. Fiiies bran*q.~~es i delicades soques ja s'lian poelitzat ii-assa vcgades. Perb 110 6s tant cl silciiri que cal gtiardar. Darrcra la biblioteca hi h a el tallcr dc les paraules on es crocluiscii ainb llanis els sorolls del iiión. ~ e ~ e 6lesmescenes. % ,í- 1 4 I , .95? . i.Qui deseiirotlla el seu talent enmig d'un mobiliari solemiic? A foro, l'ocell carita entre les mates d'uiis rosers i la daina llisca lentament per les esp-tlles del cavaller, que l'esLreriy amb els bracos. Uiia parclla abracada a la llum suau del crepusclc. Nosaltres, bruisots, iio eris Iiem d e recolzar cn el bastó riomés per buscar licrbcs o bolets veriuosos. Ali, la pocsia de la llegeiida! ¿Que. potsei forcosament per donar forma a un somni Iia de predominar el tema primaveral? El piano sempre és obert. No m'ho invento pas. Cal reposar i SellSC I ) ~ S S ~ O U S a l ~Ul~¿ll~-ilV~ l corn 1nCs millor sota les riistegiics arcades. ¿Tornara a veure el seu taroilgcr la donzella dcls arbres? Col.loqiieu cn els prestatges aqiiests objectes de plata. Son orriameii ts de teinps lluiiyans ; quaii cls cavallcrs fcstejaven :imb les doiizelles; quaii, des dcls incrlcls del cas tell, espei'ava la dama, tot miraiit pnrt (lamiiiil el pla, una csceiia cl'li~iinaiia felicitat.~ Nadie desarrolla su talento por .nedio de meditaciones. No, los parajes ya no son idilicos ni apacibles. Mientras se pone el sol y os ilumina el crepusculo, rumorean las redondas copas de los árboles, y las barcas se estiran con las velas desplegadas. Soy como el agua que copia todo esto; pero, con franqueza, no me agrada simular guirnaldas de rosas en un jardín cerrado por blancos muros. En lo alto de un alcor, no lejos del castillo, contemplo a mis pies el paisaje florido. Una rana salta de un estanque y se dirige hacia una corona. Tampoco las violetas encajan en el silencio. Pongamos en el centro un ladrillo crudo. Contemplad el paisaje mientras el sol se pone; eso quiere decir que no nos preguntamos n a d a . Se descansa m u y tranquilamente sobre estos muebles. N; podemos sentirnos escépticos a n t e ninguna noticia feliz-la imaginación evoca recuerdos casi olvidados. Si; antes había personas que tenían como ideal tocar el laúd y escuchar el canto de los pájaros. La imaginación poética retrocede. Los muebles de caoba ostentan un estilo antiguo. Se encuentran láminas con pajes vestidos con largos terciopelos y doncellas con ropas luminosas, cayéndoles por la espalda la larga cabellera. ¿Por qué los amantes siempre se volvían de espaldas al espectador? ¿Eran éstas las escenas de felicidad humana? ¿Acaso sólo debe encontrarse la significación en el paisaje? &O en el hecho de remontarse a un pasado agradable que ha de contemplarse como un horizonte vaporoso? ¿O grabando la muerte en un cobre? Si se ve pasar con indiferencia la primavera, decid cuales son vuestros árboles preferidos. Ni borrascosas tormentas ni amenazadores nubarrones. Finas ramas y delicadas cepas ya se han poetizado demasiadas veces. Pero no es tanto el silencio que debe guardarse. Detrás de la biblioteca está el taller de las palabras donde se bosquejan con lápiz los ruidos del mundo. Repetimos las escenas. ¿Quién desarrolla su talento en medio de un mobiliario solemne? Fuera, el pájaro canta entre las matas de unos rosales y la dama se escurre lentamente de los hombros del caballero que la estrecha con sus brazos. Una pareja abrazada a la luz S u a v e del crepúsculo. Nosotros, brujos, no hemos de apoyarnos en el bastón sólo para buscar hierbas y setas venenosas. iAh, la poesía de la leyenda! ¿Acaso forzosamente para dar forma a un sueño debe predominar el tema primaveral? El piano siempre está abierto. No lo invento yo. Hay que descansar sin pasiones y acercarnos cuanto más mejor bajo las rústicas arcadas. ¿Volverá a ver su naranjo la doncella de los árboles? Colocad sobre los estantes estos objetos. de plata. Son ornamentos de tiempos lejanos; cuando los caballeros cortejaban a las doncellas; cuando, desde las almenas del castillo, esperaba la dama, mientras miraba más arriba del llano, una escena de humana felicidad.