DE HISTORIA NATURAL. 343 simplemente unos trocitos de papel fuerte, estrechos y largos para las pieles, y cuadrados ó redondos para los cráneos, con un hilo pasado y anudado, para atarlas á los ejemplares (ñg. 6.*). En las que se destinan á las pieles, debe haber sitio para anotar el nombre del colector, un número de orden, la fecha de la captura, la localidad, el nombre científico del animal, su sexo y sus dimensiones principales. Cualquier otra indicación que le ocurra al colector, como el nombre vulgar, el color de los ojos, la naturaleza del terreno,-etc., será siempre útil, a u n q u e no indispensable. Por dimensiones principales se entienden: la longitud de la cabeza y el cuerpo, desde el hocico á la raíz de la cola, en línea recta; la longitud de la cola, sin contar los pelos que la t e r m i n a n ; la del pie posterior, desde el talón hasta la punta del dedo más largo, sin F i g . 7.*—Manera de m e d i r la o r e j a , el p i e y la c o l a d e u n m a m í f e r o . contar la uña (1), y la de la.oreja, d e s i e la escotadura de su base hasta la p u n t a . Todas estas medidas se toman con el compás (fig. 7.*), y l u e g o ' s e ve su valor exacto, hasta el medio m i l í m e tro, sobre el metro. I n ú t i l es decir que, cuando se trata de un ejemplar algo grande, puede medirse directamente con la cinta métrica. Cuando se trata de u n g u l a d o s , la longitud del pie posterior se toma incluyendo la pezuña, y además conviene añadir la altura hasta la cruz. P a r a tomar esta medida, lo mejor es tender (1) Los zoólogos norteamericanos suelen medir la longitud del pie con uña y todo, lo que advierto para beneficio de los colectores que se propongan enviar ejemplares á América.