ESCALA DE GRISES 1. Aguárdame en el alféizar de la noche. Desplegaré toda mi inocencia para acallar tu quebranto. 2. Tú junto a mí y la trama ahogada en los charcos. 3. Somos todo aquello que los demás no saben de nosotros. 4. Acógete en el remanso de mi estocada, con ductilidad. Corrómpeme. 5. tan simple como que temo a la oscuridad del vacío a sentirme atrapada a quedarme sola y a tu olvido 6. Se acumula el rencor, el tacto se hace ajeno. 7. Una vez más, la comparación de heridas; y la verdad en fragmentos. 8. Acecha un abismo; la caída del tiempo. Rivalizan los sentidos. Acallo un segundo mi cuerpo. La voluntad se ve invadida por un último tropiezo. 9. Dices ver en mi mirada cómo desaparezco a cada instante. Era Houdini el que tenía la clave para poder escapar, yo sólo me pierdo en el olvido. Intento encontrar entre tinieblas lo que nunca fue y descubrir su porqué. Si no tenemos adónde ir juntos, ¿por qué dejas que te siga? 10. Sumirse en el leteo del abrazo; anestesiar la memoria. 11. Por mucho que brille una estrella jamás podrá desprenderse de la noche. 12. Abandoné aquel tren y subí las escaleras mecánicas. Tras la ventanilla, tus ojos reflejaban paisajes inundados. 13. En la calle gritan la palabra amor. Regreso a casa. Los muros que antes me quedaban demasiado altos sólo guardan escombros. 14. Hoy ya no es ayer, pero lo será mañana. 15. Bajo mis pies, manzanas caídas exudan su último hedor. Aprendo: madurar es asumir que eres prescindible. 16. Huir, crecer, continuar siendo apéndice de una sombra. 17. El recuerdo de mi voz será un vestido apolillado. 18. Un escuadrón de recuerdos llega para azotar mi calma, como un murciélago atrapado en una alacena; muda el sosiego en humedad en la almohada. 19. Trepa a la ventana, silenciosa zarza; con mesura. Construye el olvido. 20. Desde esta habitación con vistas todo resulta inalcanzable; salvo abrazar el suelo. 21. las luces del tráfico merodean la estancia vigilan mis sueños como si de una cárcel se tratara 22. no existe ensoñación ni despertar sólo materia en estado de letargo caparazón de un cerebro insomne 23. Las mañanas se despiertan bajo oscuros graznidos. Entre el frío de las sábanas no queda nada que presagiar. 24. Aquella mañana deseé ser luz, colarme entre las ramas y estrellarme contra el suelo. 25. antesala al vacío porción de existencia me guarecen las sombras se deshilan las hebras no habrá dolor en la noche eterna 26. Tras la ablución del cuerpo, me encomiendo al destino; que sea él culpable de la grieta en el techo. 27. El punto final es un satélite donde habitan las historias que no pudieron ser contadas.