Capacidad de Ejercicio — Propósito: la finalidad de entender la capacidad como un requisito del negocio jurídico es proteger a ciertas personas que no se encuentran en condiciones de ejercer en igualdad de condiciones la autonomía privada, debido a que su voluntad no estaría fundada en libertad y racionalidad. Cuando estos requisitos de la voluntad faltan, opera esta protección o privilegio legal que busca evitar el abuso sobre ciertas personas que no pueden relacionarse en pie de igualdad con otros sujetos. En consecuencia, el propósito no es sancionar a los incapaces, sino que proteger legalmente a los débiles. — Mecanismo: 1. Regla general: la ley declara que todos somos plenamente capaces. Esto está establecido en el Art. 1446 CC (Toda persona es legalmente capaz, excepto aquellas que la ley declara incapaces). 2. Excepciones: la ley establece incapacidades en razón de insuficiencia o ausencia de racionalidad. Pueden ser absolutas o relativas, y están enumeradas en el Art. 1447 CC. — Definición: capacidad es la aptitud legal para adquirir derechos y obligaciones, y para ejercerlos por sí mismo, sin el ministerio o autorización de otro. Este concepto doble incluye: 1. Capacidad de goce: atributo de la personalidad. 2. Capacidad de ejercicio o de obrar: definida por el Art. 1445 II CC como la capacidad de una persona de poder obligarse por sí misma, sin el ministerio o autorización de otro. Esta sí es un requisito de los negocios jurídicos. — ¿Cuándo se exige? Por regla general, al momento de perfeccionarse el contrato. En los contratos convencionales esto ocurre con la formación del consentimiento, mientras que en los reales y en los solemnes el consentimiento puede formarse antes de la perfección del acto, pero carece de relevancia jurídica (puede ocurrir en la incapacidad de las partes). — Naturaleza de las normas reguladoras: 1. Art. 1447 CC: disposición de carácter general, por lo que prevalecen sobre esta las normas especiales de carácter legal que establecen parámetros diversos de capacidad para materias específicas, como el Art. 2319 CC (capacidad delictual civil), Art. 5.2 LMC (capacidad para el matrimonio en 16 años) y Art. 1005.2 CC (capacidad para otorgar testamento en la pubertad). Además es una disposición de orden público, por lo que sus derechos son irrenunciables y sus preceptos no son susceptibles de modificación por las partes (las convenciones o pactos sobre la capacidad adolecen de objeto ilícito, y son anulables de nulidad absoluta). 2. Art. 1446 CC: la capacidad se presume, lo que lleva a quien alega la incapacidad (el incapaz o su representante) tiene la carga procesal de prueba. — Ámbito: todas se refieren a negocios patrimoniales, aunque en algunos casos existe la misma incapacidad para el Derecho de Familia (como la demencia), en otros la regla es diversa (como los menores adultos) y en otros no hay incapacidad equivalente en el Derecho de Familia (disipadores). Incapacidades Absolutas o Naturales. 1 de 5 — Concepto: se establecen en razón de la ausencia completa de voluntad jurídicamente eficaz, ya sea por ausencia de verdadera voluntad o por imposibilidad de realizar un acto de lenguaje. — Efectos: son drásticos, ya que acarrea la nulidad absoluta del negocio según el Art. 1682 CC, negocio que no genera ni siquiera una obligación natural1 (Art. 1470 CC) ni admite caución2 (Art. 1447 II CC). — Forma de obrar: los absolutamente incapaces sólo pueden obrar a través de la representación, es decir, que otra persona, legalmente a cargo de sus intereses, actúe por ellos. Demencia. — Definición: no está definido por el CC. La doctrina entiende que por demencia se entiende toda condición o enfermedad mental más o menos grave que produzca una privación de razón o una alteración sustancial de las facultades mentales. Este concepto es menos restringido que el técnico o siquiátrico, porque se entiende que, según lo preceptuado en el Art. 21 CC, aparece claramente que ha sido tomado en sentido diverso (y no en el sentido que le dan aquellos que profesan una ciencia o arte). Esto es así porque en la época de dictación del CC la siquiatría no había nacido y no había sistematización de enfermedades mentales. — Prueba de la demencia: como ya se ha visto, debe ser probada por quien la alega. El problema está en la forma y los alcances del ejercicio probatorio. Contextos judiciales de prueba: 1. Juicio que pretende lograr la interdicción del demente: cuando se busca la declaración judicial de la demencia en contra del supuesto demente (Art. 465 CC). Este proceso normalmente lo intentan los familiares cercanos y buscan privar de la administración de sus bienes al demente, y facilitar la prueba para la anulación de actos posteriores. En teoría se puede presentar cualquier medio de prueba, pero la única definitiva es la que se realiza por informes periciales de médicos siquiatras. 2. Juicio para lograr la nulidad de uno o más actos específicos del demente entre el representante con la contraparte que contrató con el demente: hay dos opciones. 2.1 Declaración previa de interdicción: bastará con acreditarla. 2.2 Sin declaración previa de interdicción: como la sentencia de interdicción es meramente declarativa, se puede probar la demencia al tiempo de la celebración recurriendo fundadamente a prueba pericial. — Privación temporal o transitoria de razón: cuestión problemática que puede ocurrir por ebriedad alcohólica, influencia de drogas o sicotrópicos, hipnosis o estado de sonambulismo. Distintas tesis: 1. Asimilables a la demencia (Claro Solar siguiendo a Pothier). 2. Inasimilables a la demencia, pero igualmente anulables por falta de voluntad (Alessandri siguiendo a Planiol y Ripert). 1Según el Art. 1470 CC, las obligaciones pueden ser civiles o naturales. Las primeras dan derecho para exigir su cumplimiento, mientras que las segundas, una vez cumplidas, autorizan para retener lo que se ha pagado en razon de ellas, pero no permiten que se exija su cumplimiento. 2 Garantizar el cumplimiento. 2 de 5 Impubertad. — Definición: ausencia completa de madurez sexual que, supone la ley, conlleva una igual inmadurez sicológica. Este límite es arbitrario, ya que no tiene por qué corresponderse con la realidad de la maduración sexual de los individuos, ni menos con su desarrollo sicológico. Sin embargo, es necesario tolerar discrepancias o desajustes concretos, y tomarlos como jurídicamente irrelevantes. — Límites: diferenciación por género según el Art. 26 CC. 1. Varones menores de catorce años. 2. Mujeres menores de doce años. Se asume la mayor precocidad biológica de la madurez sexual de las mujeres. — Infantes: según el mismo Art. 26 CC son impúberes que no han cumplido siete años (sean hombres o mujeres). Esta subcategoría tiene importancia en materia de responsabilidad extracontractual, porque los infantes son incapaces de delito o cuasidelito, mientras que entre los siete y los dieciséis su responsabilidad queda sujeta a una declaración judicial de discernimiento según el Art. 2319 CC. Además, según el Art. 723 CC reconoce que cuando se ha abandonado la infancia se adquiere la capacidad posesoria3. Sordera o sordomudez con incapacidad de hacerse entender claramente4 . — Fundamento: se encuentra en la imposibilidad de darse a entender claramente. — Eventual cesación de incapacidad: hipótesis contemplada en el Art. 472 CC y que consiste en el caso que el sordo o sordomudo devenga en capaz de expresarse claramente,y demuestra además inteligencia para la administración de sus bienes. Este último requisito es discriminatorio, ya que a nadie más se le exige demostración para adquirir capacidad plena, lo que puede derivar en su declaración de inaplicabilidad en un caso concreto por arbitrariedad. Incapacidades Relativas. — Fundamento: falta de madurez de la voluntad, y no su ausencia total. Puede presentarse porque aún falte tiempo para la consolidación de la madurez o porque la madurez nunca se produjo5. — Efectos: son menos radicales, porque se exige nulidad relativa según el Art. 1682 inc. final CC, se genera una obligación natural (Art. 1470 Nº1 CC, aunque se discute si incluye a disipadores) y se admite caución (por ejemplo Art. 2338 CC). — Forma de obrar: admite varios mecanismos válidos, por lo que hay una mayor flexibilidad. 3Sin embargo, esto puede conducir a consecuencias indeseables o inicuas que deberán solucionarse por vía de la equidad o inconstitucionalidad de la disposición. 4 El mudo es considerado capaz luego de una serie de discusiones doctrinales que derivaron en la Ley 19.904. 5 Hasta 1989 se incluía a la mujer casada por sociedad conyugal. 3 de 5 1. Por representación: ejercida por alguien que tenga patria potestad, tutela o curaduría. 2. Por sí mismos: bajo ciertas circunstancias y ciertos respectos según el Art. 1447 CC. 2.1 Con autorización del representante: con una anuencia previa al acto, normalmente escrita, de la que se deja constancia en el negocio. 2.2 Con asistencia del mismo representante: el representante comparece en el acto que se celebra y declara que valida lo obrado. 2.3 Con ratificación o convalidación del negocio: el negocio nace anulable pero se valida de forma retroactiva, con posterioridad a su ejecución. Menor adulto. — Concepto: según el Art. 26 CC son personas que han dejado de ser impúberes pero que no han cumplido aún 18 años. En consecuencia, son las mujeres mayores de doce y menores de dieciocho y los hombres mayores de catorce y menores de dieciocho. — Excepción específica: pueden actuar de las tres formas ya mencionadas. Sin embargo, cuando un menor adulto ejerce una profesión o industria por sí mismo, para todos cuyos efectos y para los efectos del patrimonio que esa actividad genere, se le considera plenamente capaz. En otras palabras, se le considera capaz respecto del propio ejercicio, y respecto de la administración de los bienes así obtenidos (Peculio profesional o industrial de los Arts. 250.1 y 251 CC). Disipador bajo interdicción o pródigo. — Concepto: persona que dilapida sus bienes de manera inmoderada, manifestando una completa falta de prudencia, situación que habilita jurídicamente a solicitar la interdicción. Es una condición psicológica que impide administrar prudentemente los bienes y que los lleva a dilapidarlos reiteradamente con total falta de responsabilidad. — Prueba: para declarar la interdicción, según el Art. 445 CC deberá probarse por hechos repetidos de dilapidación que manifiesten una total falta de prudencia, agregando como ejemplo el juego habitual en que se arriesguen porciones considerables de patrimonio, donaciones sin causa adecuada, gastos ruinosos, etc. A diferencia del demente, la interdicción es constitutiva de incapacidad por lo que los actos anteriores al decreto judicial serán válidos, y sólo serán anulables aquellos realizados con posterioridad. — Formalidades: desde el punto de vista del conocimiento público, el decreto de interdicción debe satisfacer formalidades de publicidad para hacerse oponible a terceros. 1. Inscripción en el Registro del Conservador, específicamente en el Libro de Interdicciones y Prohibiciones de enajenar. 2. Notificación en tres oportunidades en un diario de la comuna, capital provincial o regional, según los Arts. 446 y 447. “Incapacidades especiales”. 4 de 5 — Concepto: restricciones específicas para casos determinados que establece el CC, y que han sido discutidas por la doctrina. — Ejemplos: 1. Prohibición al tutor de comprar o tomar en arriendo inmuebles del pupilo (Art. 412 II CC). 2. Prohibición de compraventa entre cónyuges no separados judicialmente, y entre padre o madre e hijo de familia (Art. 1796 CC). 3. Prohibición del empleado público de comprar bienes que se vendan por su ministerio, y a los jueces, abogados, procuradores o escribanos comprar los bienes en cuyo litigio han intervenido (Art. 1798 CC). — Interpretaciones: 1. Doctrina tradicional: entendió que se traba de incapacidades particulares de goce, es decir, ciertas situaciones en las que la aptitud general para adquirir bienes o derechos se veía restringida. 2. Doctrina moderna: entiende, en cambio, que se trata de causales legales de deslegitimación para el negocio jurídico, y los llama “impedimentos”. El fundamento de esto es el conflicto de intereses. Se debe aclarar que no son incapacidad de goce (ni aun restringidas) ni incapacidades de ejercicio, ni tampoco existe una clara justificación legal para la restricción impuesta. — Sanción: es variable, puede ir desde la nulidad absoluta, la relativa u otras sanciones. 5 de 5