Gabinete Psicológico GRANADOS-URBÁN TALLER DE INTELIGENCIA EMOCIONAL ORIENTACIÓN PARA PADRES SESIÓN 2: MOTIVACIÓN Y ATRIBUCIÓN 1. LA IMPORTANCIA DE LA MOTIVACIÓN Y LA ATRIBUCIÓN DE LOS ÉXITOS Y FRACASOS. La MOTIVACIÓN es una atracción hacia un objetivo, que supone una acción por parte del sujeto, y permite aceptar el esfuerzo requerido para conseguir ese objetivo. Está compuesta de necesidades, deseos, tensiones, incomodidades y expectativas. Constituye un paso previo al aprendizaje y es el motor del mismo. La ausencia de motivación hace complicada la tarea de enseñanza. Conseguir que los hijos sepan controlar su fuerza de voluntad y tengan la capacidad y la preparación para afrontar las dificultades y los retos de cada día, implica que los padres eduquen para aprender a dominar los impulsos, deseos y voluntades desde que son muy pequeños. De este modo, los niños aprenderán no sólo a controlarse sino también a esforzarse para conseguir lo que desean. Aprenderán que sólo con el esfuerzo se consigue y alcanza lo que se propone. Para lograr eso, es necesario hacer que los niños conozcan sus fortalezas a través de una motivación positiva. Eso les promoverá una buena autoestima, madurez y responsabilidad, poco a poco. La mejor motivación es aquella que nace desde dentro de nuestro ser, es nuestro motivo personal: una persona está realmente motivada para lograr algo, cuando le importa personalmente, cuando eso que quiere alcanzar tiene un valor emocional (es decir, que tras un motivo que puede ser “material” (un buen sueldo, una casa nueva, un viaje…) haya un sentimiento de valía, satisfacción, diversión... La emoción es el motor más potente que tenemos. Una motivación fuerte soporta frustraciones cuando no alcanzamos la meta a la primera y es fundamental para no abandonar al primer intento. Por eso, los motivos importantes para uno aguantan mejor las embestidas y los contratiempos que aquello que tratamos de cumplir para agradar a otros o los motivos impuestos de fuera. Por otro lado, directamente relacionado con la persistencia ante los fracasos y resistencia a la frustración, están las ATRIBUCIONES CAUSALES, que hacen referencia a la percepción de las causas de los éxitos y fracasos en cualquier actividad y aprendizaje. La teoría tridimensional de Bernard Weiner propone la existencia de tres dimensiones que juegan un papel principal a la hora de atribuir las causas de un comportamiento o evento: - Locus de control: esta dimensión indica dónde reside la responsabilidad. El locus de control puede ser interno (el sujeto tiene la responsabilidad de su comportamiento) o externo (la responsabilidad es de las circunstancias o de otras personas). He suspendido un examen porque he estudiado poco (locus de control interno). He suspendido un examen porque el profesor puso unas preguntas muy difíciles (locus de control externo. - Estabilidad: esta dimensión se refiere a los factores que actúan como causas del suceso o comportamiento. Estos factores pueden ser estables en el tiempo, y por tanto inamovibles, o inestables, lo cual supone que cambian con las circunstancias. Tengo malos resultados en matemáticas porque me esfuerzo poco (causa inestable). Tengo malos resultados en matemáticas porque se me dan fatal (causa estable). - Controlabilidad: esta dimensión hace referencia a la capacidad del sujeto para influir en el suceso o comportamiento. Las causas de un suceso pueden ser controlables por el sujeto o incontrolables. Hemos sacado malas notas en el trabajo de lengua en grupo porque nos reunimos poco (causa controlable). Hemos sacado malas notas en el examen de lengua porque el profesor nos tiene manía (causa incontrolable). Como puede observarse en los ejemplos, todas las causas pueden analizarse desde las tres dimensiones. En el caso de las atribuciones de resultados académicos o habilidades concretas, por lo general, hay que intentar que las atribuciones causales sean internas, inestables y controlables para que el niño tenga la sensación de que pueden mejorar sus resultados a través de cambios en su comportamiento y que puede controlar esos cambios, y potenciar así su motivación hacia las tareas. Sin embargo, hay algunas excepciones a esta afirmación, dependiendo del suceso que se esté analizando. En lo que respecta a las situaciones de fracaso, la atribución más adaptativa está relacionada con el esfuerzo, y la menos adaptativa, con la falta de capacidad. La atribución de los resultados académicos a unas capacidades personales percibidas como estables (inteligencia, constancia, etc.) también es saludable. Las atribuciones de locus de control externo también son pertinentes en algunos casos, como en el de un profesor que realmente sea muy duro en sus evaluaciones, para que los alumnos no se sientan excesivamente responsables de cosas que no pueden controlar del todo. 2. CÓMO FAVORECER SU DESARROLLO. Es fundamental trabajar la motivación desde casa para empujarles a desarrollar desde las tareas más cotidianas (recoger los juguetes, lavarse, poner la mesa, ir al cole, hacer los deberes, etc…) hasta las más “extraordinarias” que les supongan un reto importante (aprender a andar en bici, a nadar, a patinar, a relacionarse con otros niños etc). Los padres pueden aportar muchas cosas en esta cuestión. Existen algunas actividades o pautas que favorecen la motivación de los niños: A) Contarles cuentos o historias es un recurso potente para motivarles, fomentar las ganas de hacer cosas e influir en su comportamiento. B) Hacer de la imaginación nuestra aliada. Si conseguimos distraer su atención con algo que les “enganche”, les será mucho más fácil hacer lo que deben. Podemos inventar un personaje, un robot, un detective que les requiera para algo… Este recurso les sorprenderá y los animará, porque el juego es un motor muy potente en estas edades. Gabinete Psicológico GRANADOS-URBÁN C) D) E) F) G) H) I) J) K) Es necesario tener en cuenta la personalidad y los gustos de cada niño, si le gustan los piratas, los caballeros, los dinosaurios, los exploradores… Contarles nuestras vivencias personales. Los niños nos escuchan de otra manera cuando les contamos cosas que nos pasaban cuando éramos pequeños. El “mensaje les llegará” de otra manera y hará que no lo olviden tan fácilmente. Que nos vean con actitud positiva. Incluso haciendo las cosas más cotidianas (lavarnos, peinarnos, vestirnos…mientras cantamos, bailamos o sonreímos) porque descubrirán que también pueden ser placenteras y que depende de nosotros hacerlas especiales. Reconocer su esfuerzo, felicitarles cuando lo intenten y ponen todo de su parte para que salga bien, y no sólo cuando el resultado es bueno…lo más importante es la ACTITUD. Reforzar sus comportamientos positivos les animará a seguir intentándolo, a seguir mejorando. Explicarles POR QUÉ deben hacer las cosas, cuando las entienden les es más fácil razonar y colaborar. Mentalizarles de lo que tienen que hacer, especialmente aquello que menos les gusta. Hacer de MODELOS. Que ellos vean que nosotros también cumplimos con nuestras obligaciones, y verbalizar (de vez en cuando) que “no tenían muchas ganas de …(poner la lavadora, ir a comprar) pero que pensó en lo malo que pasaría si no lo hacía y que finalmente, se animó”. De esta manera, se podrán reconocer en nosotros e imitar más fácilmente. En el caso de tareas complejas es necesario plantear objetivos a corto plazo, que le lleven a conseguir la meta final. Objetivos concretos y alcanzables. Por ejemplo, si un niño no es capaz de estar sentado haciendo una tarea más de 10 minutos, nunca se le podrá pedir que haga todos los deberes y estudie sin hacer descansos… Es mejor descomponer las tareas o marcar tiempos (empezando por 8-9 minutos) de trabajo continuado, e ir aumentando muy poco a poco para conseguir la meta final. Ayudarles a entender el error como una OPORTUNIDAD para seguir mejorando y no como un fracaso. Explicarles que el proceso NORMAL de aprendizaje de cualquier cosa es prueba-error, prueba-error, prueba-error… esa el la única forma de mejorar, aprender, crecer y lograr lo que nos proponemos. Si tenemos miedo a intentar las cosas, jamás conseguiremos avanzar. Los padres no deben castigar el error sino entenderlo como una etapa natural del aprendizaje. Hacer que se sientan importantes, únicos y especiales. DESTACAR a menudo sus cualidades, sus virtudes. Deben sentir que confiamos en ellos para superar el reto propuesto, que estamos seguros que lo van a conseguir. 3. PROPUESTA DE ACTIVIDADES PARA FOMENTARLA. - Poner este cartel en un lugar visible de la casa donde poder “repasar” de vez en cuando, o cuando algo les salga mal, alguna frase que pueda aplicarse en ese momento. - Aprovechar algún dibujo animado, historia o cuento de esta semana para resaltar la importancia del esfuerzo, de intentarlo o practicar para conseguir algo. Usar al menos una frase DIARIA para motivar a nuestro hijo/a. La competencia: Mira lo que has conseguido. ¡Es fantástico! Te está costando pero lo estás haciendo muy bien. Parece que disfrutas mucho haciendo eso. Te está saliendo muy bien. Sigue así. Es cierto que puedes mejorarlo. Sigue practicando y lo conseguirás. No me ha gustado lo que has hecho. Sé que lo puedes hacer mejor Por supuesto que puedes mejorar. Todavía puedes dar más de ti. La iniciativa: Tu esfuerzo ha valido la pena. Estoy seguro de tu talento. ¡Atrévete! ¡Mira lo lejos que has llegado! Fíjate en el error e inténtalo de nuevo. Seguro que ahora es más fácil. Me gustan tus ideas. Seguro que encuentras una solución mejor. Inténtalo, no importa si lo consigues o no. Todos nos equivocamos y así aprendemos. La comunicación: No opino lo mismo que tú pero te agradezco que me lo digas. Dime cuál es tu opinión. Me interesa. ¿Qué te parece? Esa es una buenísima observación. Gracias. Esa pregunta es muy interesante. Me gusta que me preguntes cosas. Gabinete Psicológico GRANADOS-URBÁN Su identidad: Me gusta cómo eres. Te quiero, te quiero, te quiero. Espero que estés orgulloso de ti mismo. Me gustas cuando sonríes. Me encanta tu compañía. Me gusta ver en lo que te estás convirtiendo. No te compares con nadie. No hay nadie como tú. No podemos ser buenos en todo. Por eso tenemos nuestros talentos especiales. Eres especial, no hay nadie como tú. La responsabilidad: Sé que puedo confiar en ti. Me has demostrado ser responsable. Equivocarse es bueno. Te enseña a mejorar. No te lo permito pero te quiero. Toma una decisión. Confía en ti mismo La colaboración: Gracias por tu ayuda. Lo que has hecho ha sido muy importante para mí. Yo no lo habría hecho así pero así está perfecto. Yo no lo veo de la misma manera. Dime por qué piensas de esta forma. Tómate tu tiempo para hacerlo. Seguro que entre los dos es más fácil. Sé que te cuesta un gran esfuerzo, por eso te lo agradezco más. 4. DESARROLLO DEL TALLER. - - - Juego Epo E tai tai E. Es un juego de coordinación y ritmo. Difícil cuando no se sabe, y más fácil cuando se entrena (mensaje que primará en toda la sesión). Se les enseñará después dibujos de muchas actividades que pueden gustarles o no, y deberán elegir aquellas 3 que más les guste hacer (para lo que están muy motivados) y 1 ó 2 que nos les guste, les parezca muy difícil o aún no sepan hacer y quieran aprender. Recortarán, pegarán y colorearán los dibujos que han elegido en la hoja “COSAS QUE ME GUSTAN / COSAS QUE NO ME GUSTAN”. Después trataremos de que los niños analicen cuáles son los posibles motivos por los que una actividad o tarea concreta puede no salir bien, y cuáles son las ventajas de la persistencia y el esfuerzo para conseguir las cosas (analizaremos cómo consiguieron llegar a hacer solos cosas que antes no podían) y les enseñaremos la diferencia entre “pensar bien” (creer que algo se puede lograr o persistir cuando algo no sale bien) y “pensar mal” (desanimarse a la primera o creer que algo no puede lograrse). Aprenderán y cantarán la canción PIENSA BIEN. Por favor, no dudéis en [email protected]. transmitirme cualquier Un saludo, pregunta que os pueda Pilar Granados Urbán surgir