Aprende a ser flexible

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Aprende a ser flexible
Los científicos están de acuerdo: sobreviven
aquellas especies cuya capacidad de
adaptarse es sobresaliente. Y esto se aplica a
tu vida también: la carrera, la familia, la
amistad. Ser cuadrado e intransigente es un
terrible obstáculo para cualquier persona.
Para mejorar tu vida no hay nada como saber
adaptarse a cualquier situación, sin dejar de
ser uno mismo.
La flexibilidad es la capacidad de adaptarse
rápidamente a las circunstancias, los tiempos y
las personas, cambiando oportunamente
nuestras actitudes y puntos de vista para
lograr una mejor convivencia y entendimiento
con los demás.
En ocasiones pensamos que la flexibilidad es
“ceder” siempre para evitar conflictos, pero ser
flexibles no significa dejarse llevar y ser
condescendientes con todo y con todos. Es
aprender a escuchar y a observar con atención
todo lo que ocurre a nuestro alrededor, es el
punto de partida para tomar lo mejor de cada
circunstancia y hacer a un lado todo aquello
que no es conveniente.
La flexibilidad mejora nuestra disposición para
no andar peleando por cualquier cosa y
conseguir llegar a acuerdos. Seguro conoces
al personaje típico que no hace más que decir
que “tal cosa no se puede”, “que tal otra no es
así, sino asá”. Con el tiempo, esas personas
poco flexibles, se van quedando solas.
Algunas veces tenemos pruebas severas en
nuestra capacidad de adaptación: cambiar de
ciudad, de casa; de escuela, la vida da un giro
completamente distinto al que llevábamos.
Ahora debemos tratar con personas diferentes,
con costumbres distintas y factores a los que
no estábamos acostumbrados. La rapidez con
la que nos adaptamos al nuevo ambiente,
marcará desde el primer momento el éxito o
fracaso en nuestro desempeño y las relaciones
con los demás.
Para aprender a ser más flexibles podemos
mantener algunas actitudes:
- Calma. Procura que tu primer impulso no sea
dar un sí o un no como respuesta. Aprende
que aceptar o negar tiene su momento.
Escucha, observa, medita y actúa.
- Habla cuando sea necesario, o calla si las
circunstancias lo exigen. Cuántas veces
insistimos en hablar de un tema que a nadie
interesa.
- Busca el mejor momento para opinar algo.
- Aprende a dejar una conversación en el
momento oportuno, evitando discusiones que
no llegarán a algo sensato. Nada ganas con
aferrarte para tratar de convencer a una
persona que no quiere escuchar.
- Trata a cada persona según su propia forma
de ser, lo cual se traduce en respeto.
- Corrige cada que sea necesario tus opiniones
o actitudes. Corrige los errores, pide perdón o
aclara tu equivocación, eso demuestra
sencillez y rectitud.
- Respeta las reglas o normas que hay en los
lugares a los que asistes.
- De esta manera aprendes a ser flexible y
nunca tendrás obstáculos en la comunicación
o en tus relaciones sociales, tu adaptación
será tan natural que nunca parecerás extraño.
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