Aunque la época moderna ha encontrado acentos nuevos en las obras y en el espÃ-ritu de Burckhardt: ha descubierto su pesimismo sorprendente sobre el porvenir de una Europa tan suya; ha descubierto su visión profética de los terribles simplificadores, que las últimas generaciones han conocido demasiado bien; ha quedado sorprendida con sus agudas consideraciones sobre la historia universal, el historiador suizo sigue siendo en nuestros dÃ-as lo que fuera esencialmente para sus contemporáneos: el historiador del Renacimiento y el Cicerón en el mundo de las obras de arte de Italia. Por eso se le continúa frecuentando, fundamentalmente, pese a que los especialistas le conocen también como estudioso de la época constantina y como autor de una muy discutida historia de la civilización griega. Jacob Burckhardt nació en Basilea, Suiza, el 25 de mayo de 1818. Perteneció a una antigua familia emigrada a esta ciudad desde Alemania por motivos religiosos a principios del siglo XVI. Su madre, una mujer finamente intelectual, falleció cuando Jacob apenas contaba doce años. De ella heredó una enseñanza de amor a los hombres. También un profundo sentimiento de la caducidad de las cosas humanas. Burckhardt llegará a afirmar que este sentimiento estaba permanentemente anclado en su corazón desde el dÃ-a de la muerte de su madre. Su padre desempeñó el cargo de Oberstpfarrer en la catedral de Basilea; era, pues, una especie de obispo, de antistes de la iglesia protestante local. Hombre de vasta cultura histórica, comprendió perfectamente que él era el sucesor de los obispo, de Basilea y, al mismo tiempo, su adversario. La Contrarreforma y el poder del espÃ-ritu español en Europa fueron, por ende, un problema de familia en la casa de Jacob Burckhardt. El hijo del antistes, el historiador conocido por todo el mundo, comprendió plenamente este problema y lo aceptó con amorosidad y con comprensión histórica. Los vestigios del trabajo que consagró a estos problemas se encuentran en los manuscritos desconocidos que dejó a su muerte. La cultura del Renacimiento en Italia En este estudio, Burckhardt, traza los patrones culturales de la transición de la edad media al despertar del espÃ-ritu moderno y de la creatividad del renacimiento. Explicó este cambio como el paso de una sociedad en la que los ciudadanos se concebÃ-an como miembros de una clase social o comunidad a otra en la que se idealizaba el individualismo. El libro está fragmentado en un prólogo y seis capÃ-tulos que a su vez están divididos en diversos mini−capÃ-tulos de los que paso a comentar brevemente: PARTE I EL ESTADO COMO OBRA DE ARTE Burckhardt comenta que los gobernadores de las diversas repúblicas italianas se ampararán en la Roma clásica para poder legitimar sus artificiales estados. PARTE II EL DESARROLLO DEL INDIVIDUO Si durante la Edad Media los individuos estaban agrupados en; familias; pueblos; aldeas; comarcas; barrios; ciudades; cofradias; gremios; órdenes tanto militares como religiosas, etc...,ahora será con el Humanismo cuando se vea la importancia del individuo como potencia. PARTE III EL RESURGIR DE LA ANTIGÃœEDAD CLÃSICA 1 Vuelve a comentar la importancia del Humanismo para el resurgir de la cultura clásica y sus estudios.Además añade que el Renacimiento surgió y caló antes en las repúblicas italianas que en otros estados más al occidente y norte de Europa porque las mentes y genio de los italianos ( entiéndase; florentinos; venecianos; genoveses; etc...) estaban más abiertas y lúcidas que las del resto de sus vecinos. PARTE IV EL DESCUBRIMIENTO DEL MUNDO Y DEL HOMBRE Los italianos tomaron la iniciativa cultural y con ella el interés por el mundo que les rodea y que aún es inóspito para toda la humanidad.Es el caso de Cristobal Colón de origen genovés y que al servicio de los " engreidos españoles " descubrió América. Los descubrimientos se sucedian uno a uno y las nuevas tierras se retrataban por sus atractivos paisajes. PARTE V LA SOCIEDAD Y LAS FIESTAS La nueva clase social emergente son los burgueses que ya a finales de la Baja Edad Media habian estrechado diferencias con la nobleza por lo que si antes era una sociedad con grandes diferencias sociales ahora las diferencias seguirán siendo abismales aunque algo menos: ahora el tercer estado puede participar en algunos actos solemnes como por ejemplo el entierro de algún prÃ-ncipe. PARTE VI LA RELIGIÓN Y LA MORAL El razocinio traido por el Humanismo hace que se cuestione ciertas partes del catolicismo.Nuevas tendencias como la astronomÃ-a de Galileo se funden con nuevas corrientes filosóficas produciendo grandes ánsias por investigar y experimentar. Aún asÃ- siguió habiendo cazas de brujas y supersticiones. CONCLUSIONES Encontramos que las obras de Huizinga y Burckhardt trabajan en el margen de un mismo tiempo y que ambos narran el devenir de una sociedad y sus cambios. Las diferencias comienzan en las mismas sociedades que nos exponen: si Huizinga nos muestra los siglos XIV y XV de Francia ( especialmente Borgoña, como ya comenté antes ) y Paises Bajos, Burckhardt tiene como base de su trabajo a las repúblicas italianas. Además si para el holandés Huizinga lo importante en la época era el colectivo y su ambiente, para el suizo Burckhardt era el individuo y su genio.Para el primero serán las clases populares las que realmente sean la columna vertebral de la sociedad mientras que para el segundo serán las élites y clases altas las que soporten y tiren de la sociedad. En el anterior párrafo observamos como se configura la personalidad de cada uno.AsÃ- vemos a Huizinga como un fiel discÃ-pulo de Hegel mientras que en Burckhardt aunque llega a tener también rasgos de Hegel lo que realmente predomina en él es según Hayden White el denominado Historicismo Estético, es el amor al arte por encima de todo, he aquÃ- el porqué de la defensa a ultranza de la nobleza ya que para 2 Burckhardt eran los únicos que con su mecenazgo protegÃ-an el arte. Será esta última faceta de Burckhardt lo que más criticó Huizinga quien dijo que no se podÃ-a anteponer nada por encima de la sociedad en general. Para terminar hay que explicar las diferencias que suponen para cada autor el paso del mundo medieval al mundo rencentista: si para Burckhardt ambos mundos están totalmente diferenciados para Huizinga no es tanta la diferencia y para ello pone como ejemplo la pintura de los hermanos Van Eyck pues el estilo puede pasar como renacetista siendo este medieval. CRÃTICAS Jacob Burckhardt La cultura del Renacimiento en Italia es relmente una obra maestra y como según dijo F. Nietzsche " Querido señor Burckhardt: A fin de cuentas preferirÃ-a ser profesor de Basilea que ser Dios ". Con esto quiero decir que Burckhardt es un dios entre los historiadores. Aunque me atrevirÃ-a a decir que Burckhardt es elitista, quizás por su condición de hijo de burgués adinerado y quizás también por sus estudios frustrados de TeologÃ-a en Basilea y porqué no también decir que fue elitista simplemente por haber nacido a principios del siglo XVIII, años tan cercanos a la Revolución Francesa, a Napoleón y al Antiguo Régimen. Burckhardt aunque en su juventud fue un chico de mente abierta se convertiria en la madurez en un recalcitrante antiliberal. Para terminar he de resaltar sus comentarios despectivos hacia lo " ¿ mahometano ? " ( quizás hubiera sido preferible usar la palabra " musulmán " en todo caso ) y también sobre todo lo referente al mundo español. 3