1 I. INTRODUCCIÓN Y OBJETIVOS 1.1. JUSTIFICACION Los malos

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I. INTRODUCCIÓN Y OBJETIVOS
1.1. JUSTIFICACION
Los malos manejos de los desechos industriales en el pasado están provocando cambios
en los ecosistemas y en sus habitantes a nivel mundial, esto ha forzado a que gobiernos,
universidades, centros de investigación y población en general busquen soluciones a
este problema.
La contaminación de ecosistemas por lo general es consecuencia de la rápida expansión
y muchas veces sin planificación previa de las áreas urbanas y del asentamiento de
numerosas industrias, desde donde se vierten aguas residuales. Nuestro país no es una
excepción a este hecho, habiéndose realizado numerosos trabajos relacionados con este
tema.
Se podría definir la contaminación ambiental como el proceso por el cual se producen
alteraciones de las propiedades físicas, químicas y biológicas del aire, el agua y el suelo,
por acción de procesos naturales o artificiales. Los problemas de contaminación de
aguas y suelos han llevado a los países de América Latina a encarar proyectos de
evaluación y tratamientos de los recursos deteriorados y a desarrollar políticas para su
recuperación.
Ante esta problemática nuestro país ha iniciado una serie de cambios dentro de su
legislación tendiente a abatir o en su caso prevenir o controlar la contaminación
producida por la actividad industrial. En el 2003 fue aprobada la nueva ley general para
la gestión integral para los residuos peligrosos, la cual los define como ―aquellos que
posean alguna de las características de corrosividad, reactividad, explosividad,
toxicidad, inflamabilidad, o que contengan agentes infecciosos que les confieran
peligrosidad, así como los envases, recipientes, embalajes o suelos que hayan sido
contaminados cuando se transfieren a otro sitio, de conformidad con lo que establece
esta ley‖ (DGGIMAR, 2003). Así mismo, para instrumentar esta ley, en el año 2006 se
publicó la NOM-052-SEMARNAT-2005, la cual considera para clasificar a un residuo
como toxico la presencia en ellos de metales pesados por encima de los límites
establecidos.
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Entre estos contaminantes se encuentra el cromo. El United States Department of Health
& Human Services (USA, 2003) indica a modo de ejemplo que respirar aire con niveles
de cromo, (VI) de 0.002 mg/m3 en forma continua, provoca perforaciones en el tabique
nasal con pérdidas de sangre, úlceras o asma. Lo mismo ocurre con su ingestión, lo cual
provoca trastornos y úlceras estomacales, convulsiones, daños al hígado y riñón; o
úlceras en la piel si el contacto es externo. Todo esto se produce debido a que el cromo
(VI) en caso de ser asimilado por humanos busca siempre su forma estable cromo (III).
Las reacciones que lo llevan de la forma (VI) a (III) generan el consiguiente perjuicio
para la salud derivando en procesos tóxicos, carcinógenos y mutagénicos (Ulrich, 1987;
Losi et al., 1994).
Entre las industrias y/o establecimientos de servicio con procesos donde se utiliza el
cromo y sus derivados se encuentra la metalúrgica (aleaciones ferrosas y no ferrosas)
(Palmer y Wittbrodt, 1991), curtidurías, electroplatinado, colorantes, textiles, imprenta,
actividades académicas y de investigación entre otras (Álvarez-Chávez et al., 1997).
Con respecto a las instituciones de Educación Superior, estas lo utilizan como reactivos
en actividades académicas y de investigación generándose en consecuencia residuos
peligrosos de acuerdo a la NOM-052-SEMARNAT-2005. Estos residuos provienen de
diferentes fuentes y en diferentes concentraciones, por lo que como parte de su manejo
y antes de su disposición final, se almacenan en recipientes, dando lugar a su
acumulación mientras se disponen por una compañía especializada. Dentro de los
aspectos que cubren el manejo adecuado de los residuos peligrosos, el almacenamiento,
tratamiento y la disposición final son críticos ya que son costosos. (Nacubo, 1987).
Debido a esto y aunado a la alerta por los problemas potenciales que tales residuos
pudieran ocasionar en la salud y el medio ambiente, se han propuesto varios métodos
para su minimización y manejo, enfatizando en ellos la responsabilidad que tiene el
generador de establecer un manejo seguro (Reinhardt et al., 1996).
Dentro de los métodos existentes destacan precipitación química, ósmosis inversa,
evaporación, intercambio iónico y adsorción en carbón activado. Este último ha sido
adoptado por varias industrias debido a su excelente capacidad de adsorción, sin
embargo, su uso está limitado debido a su elevado costo. Por otra parte, la wollastonita
(CaSiO3), es un silicato de calcio, donde su reconocida cualidad como "adsorbente
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químico" lo cataloga como un mineral utilizable en los procesos de corrección y
restauración ambiental, ya que genera que precipiten los metales pesados originados
por el drenaje ácido de minas y los fija de forma permanente a su estructura, impidiendo
su redisolución posterior aunque perduren las condiciones ácidas de las aguas afectadas
(Sharma et al., 2007).
En este contexto, el presente trabajo propone una técnica sencilla y práctica, utilizando
un material accesible, económico y de gran importancia regional en el Estado de
Sonora, como la wollastonita, para separar iones de cromo de soluciones sintéticas de
cromo (VI) en medio ácido, como una alternativa a los procesos de remoción
convencionales.
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I.2. OBJETIVO GENERAL
Realizar la remoción de iones cromo utilizando wollastonita natural a partir de una
solución sintética de cromo (VI) en medio ácido.
I.3. OBJETIVOS PARTICULARES
Implementar una metodología para la adsorción de cromo en la superficie de
la wollastonita natural en el medio acido.
Analizar la cinética de adsorción de cromo con wollastonita natural mediante
el estudio de las siguientes variables: (1) relación sólido/liquido (2)
concentración de cromo en solución y (3) temperatura.
Describir las condiciones óptimas para desarrollar la remoción de cromo con
wollastonita natural de forma eficiente.
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