220-052374 del 27 de Septiembre de 2006 REF: LAS CENTRALES DE RIESGO NO SON DE COMPETENCIA DE LA SUPERINTENDENCIA DE SOCIEDADES Me refiero a su oficio radicado con el número 2006-01- 158856, a través del cual formula una serie de interrogantes relacionados con la situación que enfrenta una persona con una empresa de información comercial o crediticia, mejor conocidas como centrales de riesgo. Como primera medida, resulta procedente señalarle que de conformidad con el artículo 189 numeral 24 Superior: “ El Presidente de la República, ejerce, de acuerdo con la ley, la inspección, vigilancia y control de las sociedades mercantiles” . Así tenemos que la Superintendencia de Sociedades es un organismo técnico, adscrito al Ministerio de Comercio Industria y Turismo, con personería jurídica, autonomía administrativa y patrimonio propio, mediante el cual el Presidente de la República ejerce la inspección, vigilancia y control de las sociedades mercantiles, así como las facultades que la ley le confiere en relación con otras personas jurídicas o naturales (artículo 82, 83 y 84 de la citada Ley 222 de 1995). Igualmente tenemos que sus funciones, además de regladas, se encuadran dentro de la competencia constitucional propia de la rama ejecutiva del poder público, por lo que sólo puede obrar dentro del marco propio de las facultades de la rama a la cual pertenece sin poder excederse, razón por la cual no es competente para ejercer vigilancia sobre las denominadas Centrales de Riesgo. No obstante lo anterior, y en aras de colaborarle con lo que es objeto de inquietud, anexo encontrará los oficios 22052615 de 2000; 155-054133 de 2001 y 155-53497 de 2003, donde en algunas oportunidades esta Entidad se ha referido al tema de las centrales de riesgo, valga decir, aquellos bancos de datos cuya función es la de recopilar información de la forma como las personas y las compañías ha cumplido con sus obligaciones con entidades financieras, cooperativas o con almacenes y empresas del sector real, sobre la situación crediticia general e histórica, positiva y negativa de los clientes de cada entidad, y que se pone a su servicio, previa autorización escrita y voluntaria del usuario. De otro lado, merece destacarse que la existencia y funcionamiento de la base de datos encuentra apoyo en la Constitución Nacional en lo que refiere al derecho a la información, circunstancia de la que se valen las entidades de crédito en razón del interés público que aquella le otorga al manejo del ahorro público y al funcionamiento del sistema financiero. Finalmente, sobre el tema en cuestión nos permitimos sugerirle dirigirse a la Superintendencia Financiera de Colombia. Espera de esta forma la Entidad haberle colaborado en el presente asunto, y se le indica que los alcances del concepto son los señalados en el artículo 25 del Código Contencioso Administrativo.