4io HOMENAJE Á L I N N E O Los vastos conocimientos que le fueron necesarios adquirir para resolver problemas de la índole de uno de sus últimos trabajos acerca de la evolución geológica de la península Ibérica, hicieron de Macpherson un hábil petrógrafo, habiendo escrito ya en su juventud un libro para la determinación de los minerales, de las rocas, que es el primero compuesto en español acerca de tan importante asunto, publicando durante su vida admirables trabajos acerca del origen peridótico de la serpentina, estudio petrográfico de la Aerinita, las ofitas, anomalías de los granitos, etc., que enriquecieron grandemente los conocimientos de esta ciencia. No siendo suficiente á la escrupulosidad de observación, que caracterizaba á Macpherson, los datos que le reportaba el análisis óptico de las rocas, necesitó la comprobación química, precisa y llevada á cabo con una minuciosidad extrema, extendiéndose en el campo de los conocimientos químicos á las grandes leyes de esta ciencia, siguiendo los trabajos de Mendelejeff, Re}molds, Crookes y Preyer, dando mayor expresión que estos á la representación gráfica del desarrollo evolutivo de los elementos químicos. Así mismo fué en Metereología observador atento cual ninguno, demostrando cuando el ciclón de Madrid, la singularidad de la marcha del fenómeno, con la invariabilidad y fijeza de la columna barométrica de su observatorio, hecho que hasta entonces nadie había notado. Meses antes que sabios ingleses emitiesen la teoría de que los rojos resplandores crepusculares, que en todo el mundo se observaron por unos días tras la catrástrofe del Krakatoa fuesen debidos á ésta, efecto de hallarse suspendidas en el aire tenuísimas partículas procedentes de la erupción; ya había Macpherson publicado una nota acerca de la observación que hizo al microscopio de los residuos dejados por una lenta evaporación de nieve recogida en la sierra de Guadarrama, antes de