DE HISTORIA NATURA.L. d o n e s de Macpherson tan sencillas, desnudas de todo aparato, en las que nada sobraba ni faltaba, y era todo preciso y exactísimo, podría Haes pintar uno de aquellos estudios famosos, indicando con notas de color los repliegues del terreno ó los manchones que acusan en determinados casos las épocas y vicisitudes de la formación de las rocas? Buscando las razones de esta superioridad intelectual y de la calidad tan de primer orden de cuantos trabajos ha realizado Macpherson durante su vida, creo hallarla en que poseía y cultivaba con exquisitos .cuidados el verdadero sentimiento de la Naturaleza, aquel sentimiento de la Naturaleza que en grado tan elevado poseyó Goethe, el que tuvieron Lamarck y Darwin. Acudo al testimonio de cuantos le acompañaron en sus excursiones, de los que le vieron investigar en el terreno ó advirtieron la mirada de sus ojos azules animarse con el entusiasmo, contemplando ó describiendo los grandes espectáculos de la Naturaleza; recordad si no cómo relataba las sublimidades del último eclipse total de Sol. Que el sentimiento de la Naturaleza era el primordial móvil de sus investigaciones, que por verdadero amor á ellas se consagraba, se denota en la sencillez de sus medios de trabajo y en aquel necesitar de bien poco material para realizar muy grandes cosas, y en ello nadie le aventajó. No buscaba la gloria del descubrimiento por ambición de brillar en el mundo, pues no es conocido sabio más desinteresado, ni le placía el aplauso de las muchedumbres. Cuando solo una vez habló en público, explicando con maravillosa sencillez las causas de los terremotos de Andalucía, movíale algo mucho más elevado; amador de la Naturaleza, sentía sus encantos, y atraído acaso por aquella armonía de sus transformaciones, dióse á estudiarlas inquiriendo la vida de la madre de la vida, y se dirigió precisamente á aquello considerado muerto ó inerte, atraído por la sublime grandeza de su continuo mudar, de sus cambios perennes, en los cuales está contenido el génesis de lo impropiamente llamado inorgánico, como si algo pudiera existir que no fuese organizado. Parece que las rocas y sus elementos acércannos más á otros mundos, quizá formados de iguales materiales, y nos aproximan mejor á lo grande y magnífico del sistema planetario; al cabo contienen, sostienen y han producido, en el tiempo, la indefinida variedad de