DIFERENCIAS INDIVIDUALES EN LA VIVEZA E INTERACCIÓN DE IMÁGENES NORMALES Y RARAS CON DIFERENTES TIEMPOS Rocío Gómez-Juncal Universidad de Vigo, España, Alfredo Campos Universidad de Santiago de Compostela, España, María José Pérez-Fabello Universidad de Vigo, España. Han sido muchas las investigaciones que han analizado las diferencias individuales relacionadas con el uso de imágenes mentales. Los resultados encontrados parecen estar modulados por variables como el tipo de imagen mental utilizada, la viveza de las imágenes evocadas o la interacción entre las mismas, el tiempo dedicado a la formación de imágenes, o el sexo del sujeto que forma las imágenes. En nuestro estudio hemos analizado la influencia del sexo en la viveza e interacción de imágenes mentales, normales y raras, con tiempos cortos, medios y largos para la formación de dichas imágenes. Para ello se presentó una lista de 24 palabras a una muestra de mujeres y hombres que debían memorizarlas bajo la consigna de formación de imágenes interactivas, normales o raras. Para realizar esta tarea los sujetos contaron con tiempos de 10 segundos, 20 segundos o 40 segundos por palabra. Además, la muestra de sujetos debía puntuar sus imágenes creadas para tal fin en función de su viveza e interacción. Los resultados obtenidos indicaron que las mujeres puntuaban más en viveza y en interacción que los hombres cuando formaban imágenes raras y contaban con 20 segundos por palabra para hacerlo. INTRODUCCIÓN Los estudios acostumbran a encontrar superior a las mujeres en sus puntuaciones en cuestionarios de imagen. En cambio en tareas de rotación espacial acostumbran a ser superiores los hombres. Todo parece apuntar a que existe una mayor dificultad para tareas que implican habilidades espaciales en mujeres con respecto a los hombres, hallazgos que se han repetido en distintos estudios que incluían tareas de tipo espacial (Bee, 2000; Sanders, Soares, y D´Aquila, 1982; Shaffer, 1999). Factores como el límite de tiempo, o la confianza/incertidumbre ante la realización de la tarea, tienen una gran influencia en tareas que implican habilidades espaciales. Es precisamente en estos aspectos en donde fallan fundamentalmente las mujeres y obtienen peores puntuaciones, ya que responden con menor rapidez y tienen niveles más bajos de confianza en sus habilidades (Goldstein, Haldane, y Mitchell, 1990; Kerkman, Wise, y Harwood, 2000). A pesar de los hallazgos que indican una superioridad de los hombres en el uso de imágenes en tareas que incluyen habilidades espaciales, diferentes estudios han encontrado una cierta tendencia, no significativa, hacia una mayor puntuación de las mujeres en viveza de imágenes frente a los hombres, es decir, parecen tener mayor capacidad para describir la imagen mental que forman (Campos y Sueiro, 1993). Sueiro (1989) aunque encuentra que las mujeres tienen mayores puntuaciones en viveza, estas diferencias no son significativas. 1323 Otras variables como la interacción entre las imágenes (Bergfeld, Choate, y Kroll, 1982; Hauck, Walsh, y Kroll, 1976; Hoffman, Fenning, y Kaplant, 1981; Kroll, Schepeler, y Angin, 1986), la extrañeza de las mismas (Marshall, Nau, y Chandler, 1980; Pra Baldi, De Beni, Cornoldi, y Cavedon, 1985; Wollen, Weber, y Lowry, 1972) y el mayor tiempo de exposición del material (Hauck et al. 1976; Kroll, Jaeger, y Dornfest, 1992; Kroll et al. 1986; Nappe y Wollen, 1973; Riefer y Rouder, 1992), se han mostrado como facilitadores de los procesos mnémicos mediante el uso de imágenes, aunque no se ha perfilado si existen diferencias entre sexos a este nivel. Partiendo de los antecedentes experimentales, hemos realizado un estudio en el que pretendíamos averiguar la influencia del sexo en la viveza de imagen y en la interacción entre imágenes normales y raras, con diferentes tiempos (10, 20 y 40 segundos) de formación de imágenes. MÉTODO Sujetos La muestra estaba formada por 682 sujetos de ambos sexos, 334 hombres y 348 mujeres, estudiantes de 1º y 2º de la ESO, con edades comprendidas entre 12 y 14 años. Todos ellos participaron voluntariamente en el experimento y fueron distribuidos al azar a los distintos grupos en función del tiempo que se les concedía para formar imágenes, y en función del tipo de imágenes que formaban. Se obtuvieron 6 grupos de sujetos distribuidos del siguiente modo: 87 sujetos (38 hombres y 49 mujeres) que formaron imágenes normales con un tiempo de 10 segundos por imagen, 141 sujetos (69 hombres y 72 mujeres) que formaron imágenes raras con un tiempo de 10 segundos por imagen, 89 sujetos (48 hombres y 41 mujeres) que formaron imágenes normales con un tiempo de 20 segundos por imagen, 142 sujetos (72 hombres y 70 mujeres) que formaron imágenes raras con un tiempo de 20 segundos por imagen, 104 sujetos (50 hombres y 54 mujeres) que formaron imágenes normales con un tiempo de 40 segundos por imagen, y 119 sujetos (57 hombres y 62 mujeres) que formaron imágenes raras con un tiempo de 40 segundos por imagen. Instrumentos Se ha utilizado una lista de 24 palabras, todas ellas altas en evocación de imagen, seleccionadas de Valle (1998). Para su presentación se utilizó un proyector de diapositivas con un temporizador para controlar el tiempo de exposición de cada una. También se utilizó un Cuestionario de Viveza de Imagen (Campos y Pérez, 1996) para medir la viveza de la imagen formada de cada par de palabras. En este cuestionario los sujetos debían describir la imagen que 1324 habían formado y puntuarla en una escala de 5 puntos, en función de su viveza, donde 1 indicaba una imagen casi imperceptible, y 5 una imagen muy clara y viva. Se utilizó el Cuestionario de Interacción de Imagen (Campos y Pérez, 1996) para medir la relación entre las imágenes formadas por los sujetos. En este cuestionario los sujetos debían indicar si existía o no interacción entre los pares de palabras, argumentando su respuesta con una descripción de la misma, y puntuando dicha relación mediante una escala de 5 puntos, donde el 1 indicaba que apenas existía interacción, y el 5 indicaba que las imágenes formadas eran muy interactivas. Procedimiento A los sujetos se les indicó que iban a ver una serie de 24 palabras en formato de diapositiva, y que las debían formar imágenes lo más vivas e interactivas posible. Posteriormente los sujetos debían contestar por escrito los Cuestionarios de Viveza e Interacción de Imagen (Campos y Pérez, 1996). Los Cuestionarios de Viveza e Interacción se presentaron en un único formato para facilitar la cumplimentación a los sujetos. RESULTADOS Para comprobar si el sexo de los sujetos influía en la viveza e interacción de las imágenes que habían formado en función del tiempo de exposición del material se realizaron 6 MANOVAS: Un MANOVA del factor sexo con dos niveles (hombre y mujer) de los sujetos que tuvieron tiempos cortos y formaron imágenes normales, otro MANOVA del factor sexo con dos niveles (hombre y mujer) de los sujetos que tuvieron tiempos medios y formaron imágenes normales, y otro MANOVA del factor sexo con dos niveles (hombre y mujer) de los sujetos que tuvieron tiempos largos y formaron imágenes normales. A continuación se efectuó un MANOVA del factor sexo con dos niveles (hombre y mujer) de los sujetos que tuvieron tiempos cortos y formaron imágenes raras, otro MANOVA del factor sexo con dos niveles (hombre y mujer) de los sujetos que tuvieron tiempos medios y formaron imágenes raras y el último MANOVA fue del factor sexo con dos niveles (hombre y mujer) de los sujetos que tuvieron tiempos largos y formaron imágenes raras. Se han tomado como variables dependientes para todos ellos la viveza y la interacción de las imágenes. Las medias y desviaciones típicas obtenidas por los sujetos en los distintos grupos se encuentran en las Tablas 1 y 2. 1325 Tabla 1. Medias y Desviaciones Típicas de las Puntuaciones en Viveza Obtenidas por los Diferentes Grupos Imagen Normal 10 seg. M SD 20 seg. Imagen Rara 40 seg. 10 seg. 20 seg. M M M SD M SD SD SD 40 seg. M SD Hombres 3.00 1.07 3.32 1.14 3.12 1.23 3.09 1.06 2.91 1.14 3.30 1.05 Mujeres 3.02 1.12 3.48 1.16 3.32 .97 2.90 1.19 3.30 1.02 3.54 1.03 Total 3.01 1.09 3.39 1.15 3.22 1.10 3.00 1.13 3.10 1.10 3.43 1.04 Tabla 2. Medias y Desviaciones Típicas de las Puntuaciones en Interacción Obtenidas por los Diferentes Grupos Imagen Normal 10 seg. M SD 20 seg. Imagen Rara 40 seg. 10 seg. 20 seg. M M M SD M SD SD SD 40 seg. M SD Hombres 2.56 1.09 2.92 1.16 3.23 2.75 2.58 1.12 2.50 1.12 2.84 1.22 Mujeres 2.69 1.20 3.10 1.14 3.14 .95 2.65 1.18 2.98 1.19 3.12 Total 2.63 1.15 3.00 1.15 3.18 2.02 2.62 1.15 2.73 1.18 2.99 1.10 .98 Para saber si existía diferencia entre hombres y mujeres en viveza e interacción de imágenes normales, con un tiempo de 10 segundos, efectuamos un MANOVA, y encontramos que el sexo no influía, F(2,84) = .228, p > .05, Lambda de Wilks = .99. Al conceder a los sujetos 10 segundos para formar imágenes raras, tampoco encontramos diferencias significativas entre los hombres y las mujeres en viveza e interacción de imágenes, F(2,138) = 1.534, p > .05, Lambda de Wilks = .98. Cuando los sujetos contaron con 20 segundos para la formación de cada una de las imágenes no encontramos diferencias entre los sexos en la formación de imágenes normales (viveza e interacción de imágenes), F(2,86) = .263, p > .05, Lambda de Wilks = .99. En cambio, al permitir 20 segundos para formar imágenes raras, encontramos diferencias entre hombres y mujeres en la formación de las imágenes raras (viveza e interacción de imágenes raras), F(2,139) = 3.214, p< .01, Lambda de Wilks = .96. Los posteriores análisis univariados indicaron que existía diferencia entre los hombres y las mujeres en la viveza de imagen, F(1,140) = 4.530, p< .05, y en interacción de las imágenes, F(1,140) = 6.156, p< .05. Las mujeres mostraron mayor viveza e interacción de las imágenes raras que los hombres. Los últimos MANOVAs que hemos realizado tenían el objetivo de averiguar si existían 1326 diferencias entre hombres y mujeres en la formación de imágenes vivas e interactivas, tanto normales como raras, cuando se les permitió un tiempo de 40 segundos para formar imágenes mentales. Con imágenes normales no hemos encontrado diferencias significativas entre los sexos, F(2,101) = .669, p > .05, Lambda de Wilks = .99, ni con imágenes raras, F(2,116) = 1.042, p > .05, Lambda de Wilks = .98. DISCUSIÓN Los datos que hemos obtenido indican que las mujeres puntúan más en viveza y en interacción de imagen, si las imágenes que forman son raras y se les da un tiempo medio para elaborarlas. Estos hallazgos parecen consistentes con los estudios que indicaban que la superioridad masculina en la formación de imágenes se desvanece si éstas son utilizadas para tareas que implican procesos mnémicos (Campos y Sueiro, 1993; Paivio, 1971; Sueiro, 1989). La afirmación podríamos extenderla, en nuestro caso, a los factores viveza e interacción, lo que nos permitiría concluir que en nuestra muestra, las mujeres formaron imágenes más vivas y más relacionadas entre sí para realizar una tarea de recuerdo de palabras, cuando se les daba instrucciones de memorización del material mediante el uso de imágenes mentales raras, y para ello se les daba un tiempo medio de exposición del material verbal para realizar la tarea. Hemos hallado la misma tendencia en los datos con tiempos de procesamiento del material más amplios, aunque las diferencias no son significativas. Este hecho podría ir en la línea de los estudios que indican que las imágenes raras necesitan un tiempo mayor de procesamiento para ser eficaces en el recuerdo (Hauck et al. 1976; Kroll et al. 1992; Kroll et al. 1986; Nappe y Wollen, 1973; Riefer y Rouder, 1992), y en nuestro caso para apuntar que en estas condiciones las mujeres formarían imágenes más vivas e interactivas, y por lo tanto más eficaces en tareas mnémicas. REFERENCIAS Bee, H. (2000). The developing child. M.A: Allyn-Bacon, Needham Heights. Bergfeld, V. A., Choate, L. S., y Kroll, N. E. (1982). The effect of bizarre imagery on memory as function of delay: Reconfirmation of the interaction effect. Journal of Mental Imagery, 6, 141-158. Campos, A., y Pérez, M. J. (1996). Viveza de imagen de pares asociados. Cognitiva, 8, 203-214. Campos, A., y Sueiro, E. (1993). Sex and age differences in visual imagery. Journal of Mental Imagery, 17, 91-94. Goldstein, D., Haldane, D., y Mitchell, C. (1990). Sex differences in visual-spatial ability: the role of performance factors. Memory and Cognition, 18, 546-550. 1327 Hauck, P. D., Walsh, C. C., y Kroll, N. A. (1976). Visual imagery mnemonics: Common vs bizarre mental images. Bulletin of the Psychonomic Society, 7, 160-162. Hoffman, R. R., Fenning, A., y Kaplant, T. (1981). Image memory and bizarreness: There is an effect. Trabajo presentado en la reunión de la Psychonomic Society, Filadelfia. Kerkman, D., Wise, J., y Harwood, E. (2000). Impossible “mental rotation” problems. A mismeasure of women´s spatial abilities?. Learning and Individual Differences, 12, 253-269. Kroll, N. E. A., Jaeger, G., y Dornfest, R. (1992). Metamemory for the bizarre. Journal of Mental Imagery, 16, 173-190. Kroll, N. E. A., Schepeler, E. M., y Angin, K. T. (1986). Bizarre imagery: The misremembered mnemonic. Journal of Experimental Psychology: Learning, Memory and Cognition, 12, 42-53. Marshall, P. H., Nau, K. L., y Chandler, C. K. (1980). 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