Jorge Arturo Domínguez Furnari Empresario – Servicios de Administración “ADIOS A LA VIVEZA” Esta torpe compañera de ruta –“la viveza”–, al fin se ha encaminado hacia su agotamiento. Si bien a lo largo de la historia éste término venció su propia morfología, al igual que su sintaxis; debido a que su naturaleza híbrida no permite cambios. Y siendo su prontuario como una meseta sin otra terminal que el fracaso, la violencia; es auspicioso que hoy este sentenciada.-. La globalización, la cada vez mayor concentración de la oferta a través de la comercialización en bloques económicos, hace que la aplicación de la viveza se convierta en una estrategia suicida.-. Es impensable un escenario en el cual los fenómenos descriptos desaparezcan, todo lo contrario, se continuaran profundizando, y es una necedad resistirse a ellos.-. Antes de continuar con nuestro análisis definiremos a la viveza como un estadio entre la inteligencia y la estupidez.-. Marco Denevi, hace más de dos décadas hacía el siguiente examen sobre el tema: ...“En Latín, salida se dice “Exitus”, que los ingleses tradujeron por “Exit”. La inteligencia conduce al éxito” ... . Ergo el hombre cuando es inteligente, y frente a un problema concreto tiene una actitud dinámica, siempre orientada a la búsqueda de una solución. Trabajando con metodología hará exploraciones, de asedios desde distintos flancos, de razonamientos abandonados en un punto y recomenzados en otro, hasta encontrar la salida.-. Continuando con el Latín, Denevi habla del verbo “Stupere”, que significa quedarse quieto, inmóvil, paralizado y en sentido traslaticio, mentalmente detenido como delante de un cartel que dijera “Stop”. De aquí deriva la palabra “estúpido”: Hombre que permanece entrampado por un problema sin atinar con la salida, y que se agita sin sentido. Por lo tanto su reacción será impasible, o bien violenta.-. A lo largo de nuestra vida alternamos entre la inteligencia y la estupidez, según el estado en que nos encontremos, y las circunstancias que comprometan una acción. Planteado de ésta manera, podemos inferir que el promedio que prevalezca entre una y otra postura nos categoriza, además la inteligencia, si la tenemos, será la que nos saque de los estados de estupefacción.-. Antes de proseguir, quiero definir lo que es ser sabio. Sabio es aquella persona inteligente que supo desarrollar su intelecto (Esto es la capacidad de análisis critico del problema). Por ello el sabio sabe utilizar sus conocimientos, y mediante su inteligencia logra potencializar la clarividencia.-. A la hora de retomar el análisis sobre la viveza, creo interesante recurrir a otro pasaje de Marco Denevi afín a ésta columna, el mismo expresa: .... “La viveza creo yo (dice Denevi), es la habilidad mental para manejar los efectos de un problema sin resolverlo. La persona dotada de viveza, no ejercita la inteligencia, sino un sucedáneo, apto para entenderse con las D:\420301518.doc 1 Jorge Arturo Domínguez Furnari Empresario – Servicios de Administración consecuencias practicas problema”... .-. del problema, pero no con la sustancia del ..... “En otras palabras, el vivo se mueve mentalmente en procura de cómo eludir los efectos de los problemas, cómo volverlos beneficiosos para él, o lo peor de todo, como desviarlos en perjuicio de un tercero” ... .-. ..... “Sin el concurso del egoísmo, no resulta posible ser vivo, y para echarle el fardo al prójimo sin que este se resista, es menester cierto grado de inescrupulosidad, y hace falta practicar algún genero de fraude, siquiera verbal”... .-. ..... “Observado durante un corto plazo, el vivo da la impresión de haber obtenido el éxito, de ser inteligente: se desplaza entre los problemas sin padecer las consecuencias, o mejor aun, sacándoles provecho. Pero el flujo de los efectos del problema es ininterrumpido, por lo que el vivo no puede entregarse a los ocios y recesos de la inteligencia. De ahí que se los puede calificar de “despiertos”. Aparentan una brillantez mental que engaña a las miradas superficiales” ... .-. ..... “El inteligente, como esta armando sus estrategias para resolver el problema, parece amodorrado y en comparación con el vivo, un tanto estúpido. Cuanto más complejo sea el problema, más exigirá al inteligente paciencia y esfuerzo, más lo someterá al silencioso y tedioso análisis critico, y al repaso constante de sus conocimientos” ... .-. .... “La viveza no puede permitirse estas demoras. Los efectos prácticos del problema no esperan mucho tiempo para hacerse sentir, de modo que el vivo esta obligado a la rapidez, y consecuentemente a la improvisación de sus métodos, generalmente empíricos” ... .-. A ésta altura, me surgen interrogantes insolubles: ¿Cuántos vivos estaremos cobijando entre nosotros?. ¿Qué ocurriría si fuesen mayoría?. ¿Nuestros príncipes, al decir de Maquiavelo, en qué modelo se inspiran? Para Denevi las perspectivas podrían concluir así: .... “Los problemas sin resolver se acumulan, se multiplican, se potencian, y se superponen. Hasta que fatalmente llega el día en que los problemas acumulados forman una pared compacta con un cartel que dice: “Stop, no va más!!” . .-. .... “Es aquí donde la sociedad se detiene y paraliza, y los estúpidos si no se resignan se vuelven violentos. Los inteligentes toman las valijas y huyen, y los vivos corren de efecto en efecto, vendando aquí, remendando allá, y emperchando mas allá. Dejan los bofes en este desesperado trajín por entre el caos sin control. Y para disimular su impotencia recurren a los fantasmas de los chivos expiatorios internos y externos, y a un lenguaje esquizofrénico que disociado con la realidad circundante seguirá pronunciando aquellos discursos con los que alguna vez embaucaron a la estupidez” . .-. Solo espero, que aquellas palabras, que hace más de veinte años Denevi escribía para una editorial de La Nación, no se hermanen con nuestra realidad. Mucha agua corrió bajo el puente desde entonces, y hoy nos D:\420301518.doc 2 Jorge Arturo Domínguez Furnari Empresario – Servicios de Administración encontramos en un mundo absolutamente diferente al de esa época. La bipolaridad dejó de existir, se consolidaron las estrategias supranacionales, el conocimiento nos gobierna, etc..-. El bienestar no vendrá de la mano de la viveza, ni de la estupidez. Solo tendremos seguridad si nos administran los inteligentes, si rescatamos los valores para preservarlos, si cambiamos los ídolos por modelos, si somos capaces de suscribir un contrato social que nos contenga a todos y mantenerlo en el tiempo. Pasaran muchos años hasta que logremos ser creíbles, mal que nos pese.-. Para lograr estas utopías, primero debemos decirle “adiós a la viveza”.-. Concordia; Jueves, 22 de Julio de 2004 Por: Jorge A. Domínguez Furnari Para “Desde la Tranquera” e-mail: [email protected] Este artículo y/o sus contenidos NO pueden ser reproducidos total o parcialmente sin previa autorización escrita del autor. D:\420301518.doc 3