DIVERSIDAD DE ORIENTACIÓN SEXUAL

Centro Sexológico EMAIZE Sexologia Zentroa
DIVERSIDAD DE ORIENTACIÓN SEXUAL
¿Qué significa ser homosexual?
¿Es lo mismo ser homosexual, gay, lesbiana,…?
No se trata de ser una cosa u otra, hetero u homo, sino de a quién deseamos. Así
que no soy yo quien es homo, heterosexual o bisexual, sino que si deseo a alguna persona de mi
propio sexo, mi deseo es homosexual y si deseo a alguien del otro sexo, mi deseo es
heterosexual. ¡Y ya está! Al fin y al cabo es una cuestión de gustos, y los gustos pueden cambiar
o no, pero el que nos gusten unas personas u otras no implica que seamos de una determinada
manera como hombres y mujeres. De la misma manera que yo soy una mujer, me gusten tanto
las personas altas como las bajas, seré la misma mujer si me gusta un hombre u otra mujer. Por
eso es una tontería pensar que se es más hombre si te gustan las mujeres o que una chica que
liga con chicas es una marimacho.
La orientación del deseo está dentro del campo de los gustos, de los sentimientos, y
no de lo que somos; somos mujeres y hombres que desean mujeres u hombres.
El deseo, la atracción, el morbo que nos produce alguien,…, el quién nos gusta y quién
no, puede ir cambiando con el tiempo o con las circunstancias, y es muy fácil que nos gusten
personas de estilos diferentes, de físicos diferentes, y también de sexos diferentes.
A lo largo de nuestra vida podemos sentir atracción sólo por hombres o sólo por
mujeres, pero los estudios que se han hecho sobre esto nos dicen que es muy fácil que sintamos
atracción por personas de los dos sexos. Esto no quiere decir que todas las personas hemos de
tener la misma atracción por personas de un sexo y de otro, sino que podemos tener prácticas
eróticas, o sentir atracción alguna vez, o tener fantasías, o sueños, con personas de uno y otro
sexo.
La orientación del deseo hacia personas del propio sexo no es, pues, algo que les pase a
unos pocos, a una minoría con la que, por supuesto, hemos de ser “tolerantes”. No es una rareza
sino algo que en mayor o menor grado todos vivimos. La homosexualidad casi nunca es
ajena, amigos, amigas, hermanos, hermanas, primos, primas,…el propio padre o la propia
madre.
La atracción que sentimos hacia una persona puede hacernos quererla como pareja o
simplemente reconocer su belleza. Todo depende del grado y la intensidad.
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Hoy en día todavía hay personas que preguntan:
¿A los gays les gustan todos los hombres? ¿ y a las lesbianas todas las mujeres?
¿Son más promiscuos los homosexuales? ¿Se relacionan más fácilmente?
Nadie duda que la atracción es selectiva, y que por eso las personas heterosexuales
sólo tienen atracción por “algunas” del sexo contrario y no por todas. ¿Habría alguna razón para
que en el caso de gays y lesbianas fuera distinto? Pues no, luego no es distinto. Cada cual,
independientemente de su orientación sólo sentirá deseos por aquellas personas que le
despierten esa sensación. Puede que en ocasiones sean muchas y que en otras sean pocas, pero
ni una más. La variable en cualquier caso habrá de ser personal.
Todas las personas tenemos multitud de deseos, algunos pequeños, pasajeros y
otros más grandes. Es estupendo tenerlos y disfrutarlos, y no asustarse de ellos.