José Miguel Carrera

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José Miguel Carrera.
1786−182
José Miguel Carrera Verdugo nació en Santiago, el 15 de octubre de 1786, y murió fusilado en Mendoza, el 4
de septiembre de 1821. Sus padres fueron Ignacio de la Carrera y Paula Verdugo, miembros de la aristocracia
santiaguina.
Hizo sus primeros estudios en el Convictorio Carolino, establecimiento educacional que pronto abandonó,
dejando fama de poseer una personalidad vehemente y arrebatada que, unida a su inteligencia y simpatía, lo
transformó desde joven en líder de los grupos con que se relacionaba.
Sus arrebatos lo llevaron a enfrentar, antes de los 18 años, tres procesos criminales por hechos punibles en que
se había involucrado. Aludiendo a su carácter, Victor Perez Rosales cuenta que su abuelo, Juan Enrique
Rosales, lo llamaba el loco José Miguel.
Casado con Mercedes Fontecilla Valdivieso tuvo cinco hijos: cuatro mujeres y un hombre, José Miguel
Carrera Fontecilla, padre del héroe del combate de la Concepción, capitán Ignacio Carrera Pinto.
Una juventud difícil.
El carácter de José Miguel y sus correrías de todo tipo hicieron que su padre lo enviara a Lima. Allí
permaneció en casa de su tío materno José María Verdugo, continuando con sus aventuras hasta que fue
reembarcado hacia Chile.
Entonces, su padre lo envió a España en 1806. Instalado en Madrid, al producirse la invasión napoleónica se
enroló, en el regimiento de voluntarios de aquella ciudad. Participó en varias acciones militares, sobresaliendo
en su actuación en los combates de Otaña y Calavero. Tras estos fue condecorado y ascendido al grado de
sargento mayor, integrándose al Regimiento de Húsares de Galicia tras gozar de un breve descanso en Cádiz.
En esa ciudad conoció a los jóvenes Carlos María de Alvear y José de San Martín, quienes tendrían un activo
papel en la independencia de Argentina.
Conocedor de los acontecimientos políticos ocurridos en Chile, solicitó la correspondiente autorización para
regresar a su tierra natal.
Pese a argumentar como motivo la precaria salud de su padre, la petición despertó algunos recelos entre los
españoles, pues la participación de Ignacio de la Carrera en la Primera Junta era un hecho conocido. José
Miguel fue apresado, pero a los pocos días fue puesto en libertad al no encontrarse entre sus papeles nada
comprometedor. En abril de 1811 se embarcó rumbo a Valparaíso, puerto al que llegó a fines de Julio.
Ingresa a la Política.
Al momento de su arribo al país la situación política era compleja, por cuanto diversos grupos políticos se
disputaban el control del Primer Congreso Nacional, contrariando las pretensiones de los sectores más
radicales. Sus hermanos Juan José y Luis lo pusieron al tanto de los pormenores del proceso que se vivía.
Aprovechando el prestigio que los rodeaba, así como también la posición de su familia, José Miguel y sus
hermanos dieron un golpe de Estado el 4 de septiembre de 1811. Así el Congreso quedó bajo el control de
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quienes aspiraban a la independencia y se constituyó una nueva Junta de Gobierno, a fín a estas ideas.
Las disputas entre los líderes políticos y los caudillos militares continuaron, lo que impulsó a José Miguel a
dar un segundo golpe el 15 de noviembre de 1811, integrando el poder a una Junta integrada por él, Gaspar
Marín y Juan Martínez de Rosas.
Las realizaciones.
Durante el gobierno de Carrera, el proceso independentista adquirió ribetes más radicales.
Se fundó un periódico, La Aurora De Chile, a fin de promover las nuevas ideas políticas; se crearon los
primeros símbolos patrios; se dictó un Reglamento Constitucional, que determinaba la autonomía del
gobierno del país, aunque reconocía a Fernando VII como Rey.
También, se establecieron relaciones consulares con los Estados Unidos y se echaron las bases para la
posterior fundación de la Biblioteca Nacional y el Instituto Nacional, primer centro educativo republicano que
hoy lleva su nombre.
La Guerra de la Independencia.
Al conocerse la noticia de la invasión de Chile por fuerzas monarquistas provenientes del Perú− reforzadas
por contingentes reclutados en Valdivia y Chiloé−. Carrera abandonó la labor política y se abocó a las
actividades militares como Comandante en Jefe del Ejército.
La suerte no le fue propicia y sufrió algunos reveses como el del sitio de Chillán, en agosto de 1813. La nueva
autoridad política decidió reemplazarlo, entregando el mando al ejército independentista a Bernardo
O'Higgins.
José Miguel y su hermano Luis fueron capturados por los realistas cuando viajaban a Santiago, y mantenidos
prisioneros en Chillán, en 1814.
En el intertanto, se había producido la restitución del Rey Fernando VII al trono y el Director Supremo de
Chile, Francisco de la Lastra, a instancias del Comodoro inglés James Hillyard, negoció el Tratado de Lircay
con las fuerzas realistas. En el pacto se especificó, entre otras medidas, que los prisioneros de guerra serían
liberados. Sin embargo, esto no se aplicó a los Carrera debido a que el Gobierno estimaba que su presencia en
Santiago podría acarrear inestabilidad política.
Los dos hermanos se fugaron de su reclusión en Chillán contando, seguramente, con la complicidad de sus
custodios. José Miguel no aceptó los términos del acuerdo y a través de un tercer Golpe de Estado, el 23 de
julio de 1814, asumió el poder. Esta actitud provocó una nueva fisura entre los revolucionarios, pues
O'Higgins rechazó su proceder y avanzó con sus tropas desde Talca hacia Santiago, enfrentándose ambos
bandos en el combate de Las Tres Acequias, ocurrido en agosto de 1814.
Lo que ni Carrera ni O'Higgins imaginaban era que el Virrey del Perú, Fernando de Abascal, también
rechazaba el tratado y enviaba una fuerza militar al mando del general Mariano Osorio. Tras reorganizar al
ejército realista, este derrotó a la división comandada por O'Higgins en Rancagua, en octubre de 1814.
Si bien Carrera planeó permanecer en el país y resistir a toda costa, los hechos lo obligaron− al igual que a la
mayoría de los independentistas− a transmontar Los Andes y buscar refugio en la ciudad de Mendoza.
Carrera en la Política Argentina.
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En febrero de 1817, Carrera recaló en Buenos Aires, cuando el Ejército Libertador de San Martín y O'Higgins
ya había iniciado el cruce de Los Andes. Carrera no tenía cabida en esos planes y el Director Supremo
trasandino, Juan Martín de Pueyrredón, confiscó las embarcaciones y lo puso en prisión. Al poco tiempo logró
huir y se asiló en Montevideo. Allí publicó la Gaceta de un Pueblo del Río de la Plata las Provincias de
Sudamérica y fue redactor de El Hurón, arremetiendo contra todos sus enemigos, la Logia Lautarina y los
unitarios del Río de la Plata.
Desde Buenos Aires se le respondía a través de La Gaceta, y desde Santiago, por medio de El Duende.
Traición y Muerte.
José Miguel Carrera debió abandonar Montevideo debido a las presiones ejercidas por el gobierno argentino
sobre la Corte Real de Río de Janeiro − la Banda Oriental, es decir, el Uruguay, estaba ocupada por fuerzas
portuguesas−, para expulsarlo del territorio.
Comprendió que mientras subsistiera la alianza política entre los gobiernos de Buenos Aires y Santiago, su
causa no podía prosperar. Por ello, decidió alentar a las disputas que existían entre unitarios y federalistas en
las provincias argentinas. Entró en alianza con los caudillos Francisco Ramírez, de Entre Ríos, y Estanislao
López, de Santa Fe. Juntos, planificaron el ataque contra los unitarios obteniendo un gran triunfo en la batalla
de la Cañada de Cepeda, el 1 de febrero de 1820.
El día anterior había sido desterrado Pueyrredón y en su reemplazo asumió Manuel de Sarratea, amigo de
Carrer aquien se comprometió a ayudarlo para regresar a Chile con el fin de recuperar el poder.
Poco tiempo después, Sarratea fue sustituido por Manuel Borrego, y este por el general Martín Rodríguez
quien logró llegar a un entendimiento con López. Carrera quedo prácticamente solo, por lo que, junto a un
grupo de soldados chilenos que lo acompañaban y varios indígenas, se internó en las pampas con la esperanza
de poder cruzar la cordillera, hacia Chile. Para ello debía atravesar territorios gobernados por caudillos que
aspiraban a ganar fama y dinero entregándolo a las autoridades bonaerenses.
El 30 de agosto de 1821 pernoctó en un sitio llamado Punta del Médano, donde fue derrotado por las fuerzas
del coronel José A. Gutiérrez.
Aunque Carrera y algunos sobrevivientes lograron huir, sus propios compañeros terminaron por apresarlo y
entregarlo a las autoridades mendocinas. Estas lo sometieron a juicio y lo condenaron a muerte, sentencia que
se cumplió cerca del mediodía del 4 de septiembre, en la Plaza de Mendoza. Carrera recibió la descarga de
pie, mientras su mano derecha sostenía un pañuelo sobre el corazón.
Conclusión.
Este trabajo me sirvió para conocer un poco sobre la vida de este famoso personaje de la historia.
José Miguel Carrera, fue un hombre que desde su juventud fue de personalidad vehemente y arrebatada.
Con su personalidad fue un hombre que luchó por sus ideas de manera muy fuerte, entre esas maneras resaltan
tres golpes de estado en Chile.
Además durante su gobierno se crearon los primeros símbolos patrios, La Aurora de Chile, y se echaron las
bases para la posterior fundación de la Biblioteca Nacional y el Instituto Nacional.
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