CONSECUENCIAS PERSONALES FÍSICAS Y PSÍQUICAS DEL ACOSO ESCOLAR Emilio Tresgallo Saiz Investigador del Maltrato Entre Iguales 1 1. “El Absentismo Escolar” Con esta expresión se hace referencia a la situación o circunstancia por la cual los niños y niñas que se encuentran en edad escolar obligatoria, no asisten a clase, o no lo hacen de una forma regular, habitual y permanente. En algunas culturas como la americana, el acoso escolar ya ha mostrado algunas de sus consecuencias más duras por el citado fenómeno. Cerca de 160.000 alumnos dejan de asistir a clase por miedo a sufrir el temido “Bullying”. En España este fenómeno inherente al acoso escolar aún no está demasiado estudiado, pero lo cierto es que muchos estudiantes tienen dificultades para acudir a clase una vez que comienzan a ser el blanco del “Bullying”. Un alumno que intentó suicidarse debido a su enorme calvario por el acoso escolar, llegó a relatar: “me da miedo ir a clase”. El cine también se ha hecho eco del absentismo escolar por motivos de acoso escolar, así en la película “Amigas hasta la muerte”, la protagonista Vanessa, le contestó a su madre: “Mamá, tú no sabes lo que está pasando. Necesito desaparecer una semana del Instituto”. Estas y otras situaciones nos dan una pequeña idea de las terribles situaciones por las que atraviesan las víctimas para tomar semejantes determinaciones. Nadie falta al colegio por gusto, salvo raras excepciones. Sin embargo, de ahora en adelante, seguramente, tendremos que contemplar lamentables y desdichadas ausencias escolares por causa del “Bullying”. 2 2. “La Abulia” Ante las fuertes, rotundas y persistentes actividades llevadas a cabo por el acosador escolar, la personalidad de la víctima puede llegar a quedar tan mermada, afectada y “tocada”, que puede dejar de actuar su voluntad, produciéndose un debilitamiento de la misma (abulia). Dicha situación, resulta muy perjudicial para la persona de los acosados, debido principalmente, a la incapacitación para actuar adecuadamente, pudiendo asumir indecisiones, al igual que amplísimos sentimientos de “impotencia”. La citada consecuencia, está unida a otras como la melancolía y ciertos tipos de depresión. Es por esta circunstancia, entre otras, por la que resulta interesante y necesario apelar a la conciencia de los agresores, para que recapaciten y se den cuenta de que en las actuaciones del ser humano, por “condición y natura”, se ejecutan actuaciones en las que se entremezclan factores personales, sociales, psicológicas y muy profundos, en los que el acto volitivo juega un “rol” trascendental, poniéndose a prueba la voluntad de cada cual, y comprometiéndose múltiples aspectos tales como los genéticos, personales, bagajes y saberes y/o experiencias de cada cual. Pero hemos de considerar a la hora de hablar de la abulia que puede sufrir la víctima, que ésta puede estar causada por los agresores, al limitar y privar de la necesaria libertad de los acosados, al ser anulada y atenazada su voluntad gravemente. De esta grave y compleja situación, se deduce una sencilla conclusión para las víctimas: “quedan a merced de los acosadores, cual barco sin timón en medio del temporal reinante”. En este sentido, los sufridores de dicho acoso, pueden quedar muy afectados, al ser anulados factores tan influyentes en la voluntad como la idea originaria, la reflexión y el compromiso. Siendo éstas, fases muy interesantes, vitales y necesarias en cualquier acto volitivo, diferenciándose los mismos de los meramente instintivos y automáticos. De ahí que instemos reiteradamente, a todos aquellos agresores escolares a que reflexionen sobre 3 las consecuencias de sus actos, que lejos de servir para “pasar” o “matar el rato”, pueden suponer gravísimas e insospechadas consecuencias para la persona de los demás, especialmente para las víctimas. 3. “La Agorafobia” En principio hace referencia al miedo “inmotivado”, manifestado por el temor y la imposibilidad de andar, cruzar solo plazas públicas en plena calle, lugares y espacios abiertos, túneles, grandes almacenes, hipermercados, lugares con aglomeraciones, transportes públicos en los que la padecen, se sitúan próximos a las salidas, para poder escapar fácil y rápidamente, miedo a quedarse la víctima sola en casa o alejarse del hogar, miedo a hacer cola en la fila. Dicho problema, puede ser experimentado por las víctimas de acoso escolar, al haber visto imágenes de acoso en algunos filmes que acrecientan el miedo y el pánico en algunos de estos lugares. Puede ser el caso de películas que pueden servir para rememorar la terrible experiencia vivida, vista, o quizás sufrida por alguno de los agredidos. Películas que pueden servir para evocar sucesos similares en la mente de las víctimas, pueden ser las siguientes: “Pánico en un Centro Comercial”, “El día más largo y Secuestro”, o “La Sombra de un Secuestro”, películas que fueron motivo de una Investigación mía en “La presunta influencia de la Televisión en el Acoso Escolar”. En el caso de aquellas personas que muestran alguna tendencia a este tipo de consecuencias, podrían haber quedado impactadas y afectarles de modo muy determinante. De ahí que los medios de Comunicación y en general las Nuevas Tecnologías, deben mostrar una gran responsabilidad a la hora de programar sus emisiones, en favor de la audiencia Infantil y Juvenil, no emitiendo Violencia, ya que si se cultiva una cultura de la agresividad, seguro que la recolección será acrecentada y 4 aumentada, asistiendo a una tendencia más marcada hacia la agresión de sus semejantes por parte de las nuevas generaciones. Dicho padecimiento, podría sufrirlo en torno a un 3 % de la población, siendo más proclive el sexo femenino. El problema podría agudizarse y presentar repercusiones mucho más drásticas para los escolares que padecen este problema, inducido por el miedo que sienten al visionar imágenes en películas, o al haber sido agredidos en un gran almacén, por causa del “Bullying”. En estos casos, determinadas víctimas podrían experimentar sentimientos de desamparo y desesperanza. En algunas ocasiones y con la finalidad de “olvidarse de estas difíciles y dramáticas experiencias”, algunas víctimas podrían tratar de solucionar sus problemas “equivocadamente” acudiendo y enganchándose a las drogas, pudiendo llegar a la adición. Tampoco es infrecuente la tendencia de otros a desarrollar dependencia del alcohol, sobre todo tratando de buscar una inexistente calma a los males que padecen. 4. “La Angustia” La angustia hace referencia a los aspectos afectivos caracterizados por una sensación íntima e interior de opresión y temor de padecer un ingente sufrimiento, frente al cual la persona se siente desprotegida, sin medios, sin recursos, y por tanto, con una total desprotección. En opinión de Littré haría referencia a un sentimiento de opresión de la región epigástrica, acompañado de una gran dificultad para respirar y de una tristeza excesiva. La angustia por motivo de la Violencia Escolar, podría aparecer o emerger por una situación permanente de acoso y ansiedad, actualizada con los menores estímulos. Dicha situación acostumbra a conocerse como ataque de angustia. Éste, se presenta repentinamente sin ningún tipo de síntoma, por ello la víctima no puede estar en 5 guardia. Puede aparecer también durante el sueño. Esta crisis, es vivida por algunas víctimas de manera muy incipiente, de modo que los que la padecen están convencidos de que “se van a morir”, o de que “alguien les va a matar”. Toda esta dramática situación trae una serie de consecuencias: taquicardias y aceleraciones cardíacas intensas; fuertes palpitaciones; desmesuradas y aceleradas respiraciones; palidez, con manos y pies muy fríos; sensación de infarto; excesiva sudoración o hiperhidrosis; sensación de abundante sudor frío; dificultad para hablar y respirar; frecuentes diarreas y ganas de orinar; temblores y dificultades para concentrarse. 5. “La Anorexia” Nos encontramos ante un trastorno de la conducta alimentaria, cuyas connotaciones se hacen patentes en el rechazo sistemático o no, a alimentarse, originado por conflictos psíquicos, personales y sociales. En este sentido, no es infrecuente que originado por casos de acoso entre iguales (“Bullying”), la víctima esté tan preocupada, atemorizada, que desestime la posibilidad de ingerir alimento, suponiendo las horas de las comidas un “auténtico suplicio” para la misma. De esta forma, se niegan a comer, quizás por acto “inconsciente” de “autodestrucción”, iniciado por el agresor y asimilado en la persona de la víctima. Ésta, al haber padecido día tras día los rigores de la intimidación, puede decidir interiormente ir “desapareciendo” progresivamente, y una de las formas más eficaces podría ser el negarse a comer. No debemos olvidar que en la persona de los acosados se producen una serie de actitudes de “dejadez personal” y “dejadez estética”, manifestándose en la falta de decoro y aseo personal. De igual manera y en un plano similar, los “sufridores” podrían llegar a una actitud de “Inanición” e Inapetencia total o parcial. Pero en estas circunstancias debemos estar muy atentos, en especial los padres, 6 para que no se instalen en ese presunto “precipicio destruccional” ya que la anorexia si es causada por problemas de maltrato entre iguales puede llegar a ser muy seria, originando restricciones alimentarias, sin dejar de pensar en la posibilidad de llevar a cabo algunas purgas o ambas a la vez. Los métodos son muy conocidos por los padres: Vómitos, laxantes, enemas, diuréticos. Estos chicos podrían presentar problemas en el control de impulsos, iniciación en el mundo del alcohol y de otras sustancias. Con toda esta actividad la presunta víctima provocaría un lánguida debilidad, que llevada hasta sus últimas consecuencias podría finalizar con la muerte. Lo cierto es que socialmente existe una cultura del “hombre yogur”, estando también presente entre los niños y especialmente entre los adolescentes. Entre estos se encuentra la masa más crédula, no poseyendo muchas más armas que la Inocencia y la Candidez. Por ello los adolescentes son la población diana de dicha enfermedad. De esta forma, en los recreos de los colegios, en los comentarios, en las peleas y en los acosos escolares, especialmente en las verbales, prevalece y se impone el valor del mundo imperante que les rodea, no dudando en acosar a sus compañeros por su físico: “Gordito”, “Gordito”, “Gordito”, cantaba un grupo de escolares a un compañero entrado en carnes. Este muchacho sufría una fuerte pérdida de autoestima y lo pusieron a dieta. Soportaba como podía las mofas de sus compañeros. Lo que sucedía es que aquellos mismos que cantaban la maldita canción, temían ser gorditos o gorditas. La experiencia les decía lo que significaba para los demás. (González, F. 2003, 22). Debemos recordar que en este tema pueden aparecer algunos síntomas: Preocupación, inseguridad, miedos y temores, pensamientos negativos, sensación de incapacidad e inferioridad, anticipación del peligro o amenazas, dificultad para concentrarse y tomar decisiones, pérdida del control sobre el ambiente. Ante esta situación es necesario potenciar desde las familias y desde la escuela, actitudes abiertas de cara a contrarrestar 7 el fenómeno de la anorexia por motivos de acoso escolar, problema que cada año crece de forma alarmante. La Anorexia puede llegar a producirse por un proceso de ansiedad motivado por el mundo interior de cada persona y de las expectativas que la víctima de acoso escolar posee sobre dicha realidad externa, así como de la dosis de presión que el sujeto recibe del exterior, especialmente del agresor. Por tanto, requiere por parte de los adultos un proceso de Acompañamiento y Seguimiento. Este proceso tendrá en cuenta que los jóvenes, son presionados por una sociedad enormemente competitiva, la cual también genera agresividad desde un doble prisma (“Bullying” y “Mobbing”, o viceversa). Ante estas situaciones de acoso escolar, y motivados por una persistente ansiedad, en muchas ocasiones, los chicos, buscan soluciones rápidas a sus problemas (aunque no efectivas), buscando quizás un puerta de escape como remedio a su permanente acoso y malestar, cayendo en multitud de “trampas”, como es el caso de la Anorexia. Nos parece interesante señalar algunas de las consecuencias de la Anorexia por motivos del “Bullying”: conducta anómala y alteración de las relaciones sociales; labilidad y cambios emocionales; actitudes de apatía y tristeza generalizadas; posición totalmente a la defensiva; hipertensión arterial; aumento del colesterol en la sangre; anemia; alteraciones digestivas serias y profundas; amplios períodos de hospitalización; proceso de autodestrucción progresiva; muerte. Toda vez que quedan suficientemente aclaradas las tremendas consecuencias que se pueden derivar de la anorexia por motivos del Maltrato entre Iguales, y concienciada la familia, la escuela y la sociedad en general, se hace necesario mentalizar a los principales protagonistas, tanto los agresores como meros ejecutores del acoso ejercido sobre los “sufridores”, como los afectados más directamente, las víctimas. Facilitarles a los estudiantes unos buenos y adecuados consejos puede resultar muy interesante. 8 Consejos Prácticos para Evitar la Anorexia por motivos del “Bullying”: a) Cuida tu Cuerpo, tu Mente y tu Espíritu b) La Verdadera Felicidad la proporcionan la Interacción con los demás, las Buenas Relaciones con los mismos y no el Cuerpo. c) Los problemas no se resuelven dejando de ingerir alimentos. d) La autoestima resulta de la Valoración que tú haces de Ti mism@ sobre lo que opinas que eres. e) Despréndete de Tus Complejos y Pensamientos Negativos. f) Si te sientes incomprendid@, amenazad@, acosad@, no caigas en la “trampa” de encerrarte en ti mismo, sucumbiendo ante la Anorexia. Comparte tus problemas, preocupaciones y acosos con los demás. Siempre habrá alguien de tu máxima Confianza que te Ayudará y te Tenderá su mano. g) Por favor, Nunca le des al agresor el gustazo de verte Anoréxic@ y mucho menos Muert@. 6. “La Ansiedad” Otro de los estados ansiosos a los que puede llegar la víctima de “Bullying”, es al estado emocional que nos ocupa, y que está motivado por el miedo a la aprensión. En este caso, por un peligro tangible y cotidiano, el ataque de los agresores a la persona de la víctima. Situación que trata de evitar cada nuevo día. Dicho cuadro ansioso conviene que desaparezca cuanto antes, ya que puede dar lugar a enormes preocupaciones de tipo persistente y generalizado, produciendo en la víctima de acoso escolar una enorme tensión interior, con las consiguientes dificultades para llevar a cabo una vida normal, adecuada y relajada. No es infrecuente que las víctimas sufran múltiples y terribles 9 consecuencias: abundantes y persistentes cefalea; accesos de irritabilidad; temblores; estado de inquietud; abundante sudoración; múltiples palpitaciones; dolores abdominales; trastorno del estado anímico; trastornos del sueño; pérdida de la concentración con la consiguiente disminución o anulación de la eficaz tarea escolar. 7. “La Falsa Atribución” Se trata de un proceso mediante el cual la persona trata de dar explicaciones a los comportamientos de los demás y a los suyos propios, teniendo en cuenta las características de las personas o de las circunstancias. En los casos de Violencia Escolar puede ser enormemente perjudicial para el sujeto que la padece, ya que en ocasiones, los agresores están muy interesados en imputar toda la culpabilidad a las víctimas, creyéndoselo ésta, y finalmente terminan asumiendo esta falacia. En estas circunstancias, las víctimas cada día se sienten más endebles, desfallecidas, y terminan cayendo en las garras del agresor, quedando a su merced y hundiéndose progresivamente. En materia “Bullying” puede resultar muy determinante, pues en ocasiones, los victimizados tratan de encontrar las razones de tanto sufrimiento no en el exterior, si no en su interior, cometiendo un Craso error. De esta forma el sujeto llega a asumir las falsas atribuciones, pensando que todo el sufrimiento al que está siendo sometido es por su causa y no por la acción del agresor. Acción sumamente peligrosa debido a que el chico que está padeciendo el acoso, puede llegar a pensar “que es un desastre”, “que se merece todo lo que le sucede” y que es un auténtico “pringao”. Las consecuencias pueden llegar a ser múltiples y muy variadas: progresiva anulación de la personalidad; deterioro de la autoestima; acrecentamiento de los cuadros depresivos; anulación de la 10 asertividad; aparición de trastornos psicosomáticos e hipocondríacos; aparición de múltiples trastornos de ansiedad. 8. “La Delincuencia” A pesar de que pueda parecer un contrasentido presentar la delincuencia como una consecuencia del “Bullying” quizás no lo sea tanto. Algunos investigadores sostienen que los agresores escolares antes de los 25 años terminan convirtiéndose en delincuentes en un alto porcentaje. Esto no debería resultar extraño, ya que comete múltiples y variadas infracciones contra sus compañeros de colegio, acosando y agrediendo a sus víctimas. Dicha actitud, supone para el matón un práctico aprendizaje y entrenamiento previo, para acosar de manera más efectiva o taxativa en el presente y en un futuro no muy lejano. Por ello, la delincuencia hace referencia al conjunto de infracciones que alguien comete en un tiempo y en un lugar determinado. Ésta puede tener su génesis en factores familiares, personales y/o sociales. De esta forma cuando el agresor acusa la carencia de ciertos elementos necesarios para respetar a los demás, puede caer en actitudes violentas, bien manteniendo posturas cercanas a la apología de la agresividad y de la violencia escolar, o ejerciéndola en la persona de los compañeros más débiles y desamparados. La delincuencia se presenta como un problema social de compleja solución. Se han realizado algunos estudios relacionados con el citado problema. El de Bromberg, es muy famoso por su población, la cual rondaba los 10.000 delincuentes a estudiar en N. York, en el que pretendía relacionar la delincuencia con posibles trastornos mentales. El resultado de su investigación concluyó que el 41 % de la población estudiada eran personas absolutamente normales, otro 41 % no podían ser diagnosticadas de sufrir un 11 trastorno psicopatológico, a pesar de que presentaban alteraciones en su personalidad; el 18 % padecían una alteración psicopatológica (neurosis, psicosis). Del estudio se deduce que son poco frecuentes los actos delictivos cometidos por enfermos mentales. Desde el punto de vista sociocultural podrían existir algunos factores favorecedores, durante la infancia, para que el sujeto llegue a convertirse en delincuente cuando llegue a una edad que se lo permita: “Se ha podido comprobar que existen familias dentro de las cuales la delincuencia es mucho más frecuente entre sus miembros, lo que se explica por la influencia de factores ambientales referidos al propio medio familiar, destacando la educación que los padres transmiten a sus hijos. La falta de cariño experimentada durante la infancia por ausencia o abandono de uno de los padres, o simplemente, por la despreocupación de los mismos en lo que respecta a la educación de sus hijos, así como un ambiente familiar en el que predomina la violencia de sus miembros, el hacinamiento, aspectos estos que facilitan el que el niño tienda a salir de casa el mayor tiempo posible, y por tanto, a reunirse en la calle con otros niños formando pandillas de marginados. Serían algunos factores que facilitarían mucho el que se desarrollase en éstos una cierta tendencia a cometer actos delictivos. Estas circunstancias cobran una mayor importancia cuando actúan sobre niños con un temperamento en el que destaca la impulsividad y un manejo inadecuado de la agresividad” (Vallejo-Nágera, 1998, 188-190). 9. “La Depresión” “El adolescente había entrado en una profunda depresión por las vejaciones y agresiones infligidas desde hacía meses por parte de sus compañeros” Ricou, J. (Acoso Escolar, 2005, 25) 12 Quizás sea una de las consecuencias más temidas por la población en general, aunque adquiere una mayor dimensión y preocupación, cuando aparece bajo el prisma del “Acoso Escolar”. Si el maltrato sufrido por la víctima llega a hacerle mella puede dar lugar a una auténtica depresión. En este caso y de manera ideal, habría que evitar, en la medida de lo posible, que las víctimas fuesen mujeres, ya que son más propensas a sufrir el citado cuadro. Las aportaciones del mismo son árduas y duraderas, pudiendo persistir hasta dos años, sin poder predecir que dependiendo del sujeto, podrían instalarse en su psiquismo de por vida. En las depresiones es muy importante detectar los cambios que denominamos bruscos de los originados por la irritabilidad persistente. Para ello puede ser de mucha utilidad conocer la opinión de los conocidos y/o amigos del chico, para conocer si cuando sale con ellos se encuentra bien, o por el contrario se muestra abstraído, sin disfrute posible, aislado y en su mundo. El chico deprimido adopta un papel totalmente pasivo, viendo la televisión, en su habitación. Sus expresiones hacen referencia su valía, al mundo del afecto o al dolor que padece: “Nadie me quiere”, “no valgo para nada”, siento una opresión en el pecho”, “tengo un nudo en la garganta”. Urra, J. (Escuela práctica para Padres, 2006, 199). Las depresiones por motivos de acoso escolar, son malas consejeras, al provocar ingentes y malévolos efectos a saber: cansancio generalizado; insomnio; disminución de la interacción social; pérdida del apetito; tristeza durante todo el día; pérdida de energía; pensamientos persistentes y machacones (muerte y suicidio); decaimiento de la vida intelectual. 13 10. “El Desamparo” Hace referencia a un sentimiento de abandono generalizado, sufrido y/o experimentado por un sujeto ante una situación difícil y crítica, siendo necesaria una ayuda externa de tipo social o psicológica. Dicha situación, es típica en el acoso escolar cuando la víctima queda olvidada por los demás compañeros y abandonada a su suerte. De ahí que habitualmente se sienta sin apoyos, sin ayuda, y con total ausencia de compañerismo y de lo que podría resultar mucho peor, perder el apoyo de los demás compañeros; elemento imprescindible para seguir adelante cada nuevo día. 11. “La Desensibilización” En temática de Violencia Escolar o “Bullying”, se ha dado en llamar “desensibilización”, al fenómeno mediante el cual algunos chicos han llegado a perder todo tipo de sensibilización ante cualquier situación de “acoso”, “intimidación”, o “humillación” hacia la persona de las víctimas. En este sentido también es muy interesante destacar que algunas personas que teóricamente, pudieran no ser acosadores aunque si espectadores, taimados, silentes y callados, los cuales, pueden llegar a adaptarse a estas situaciones injustas y agresivas, sin mover ni un solo dedo para evitar esta injusta y agresiva situación, o al menos para disminuirla, aminorarla, o mitigarla. De esta forma, se produce una cruda realidad de insensibilización ante el tremendo y agresivo dolor de los demás. También se utiliza, la desensibilización, como modelo terapéutico con la finalidad de lograr la desaparición de una sensibilidad anormal, causante del malestar ante determinados agentes. Dicha técnica puede suministrarse a personas con cuadros 14 fóbicos. En ella es necesario construir una jerarquía de estímulos, desde los de menor respuesta ansiosa, a los de mayor intensidad ansiosa. En los casos de maltrato entre iguales, se trataría de ayudar al sujeto agredido, a sustituir respuestas netamente ansiosas por otras placenteras en las que predominen la serenidad y la adaptación. 12. “La Disforia” Con este término griego se hace referencia al estado de ánimo en el que se entremezclan síntomas de irritabilidad, ansiedad, depresión, incluso “malestar”. Las víctimas que sufren este fenómeno por causa del “Bullying”, se encuentran con pocas o nulas ganas de establecer relaciones adecuadas y satisfactorias con los demás. Por un lado, algunas víctimas, presentan una cierta deficiencia para entablar adecuadas, variadas y satisfactorias interacciones con los demás, y en segundo lugar no están en condiciones de disfrutar de los momentos placenteros que aportan los demás, debido fundamentalmente, al constante y casi permanente estado de irritabilidad en el se encuentra la víctima. De esta manera, en ningún momento los “sufridores”, por causa del acoso escolar, jamás pueden disfrutar de una vida sana, plena y alegre. Éstas, al no poder lograr estos objetivos, tan normales y humanos para cualquier ser persona, pueden llegar a caer en un “negativismo” absoluto (por otro lado, hasta cierto punto justificado), viendo todo como nocivo y perjudicial en la vida. Pero la verdad es que ellos lo están percibiendo de esta forma tan árdua, dura y grotesca. Toda esta situación, nos debe hacer reflexionar, especialmente a toda la sociedad, y muy de cerca a todos los agresores, posibilitando una ágil y rápida ayuda a todas las personas que son víctimas del acoso escolar, para que sean ayudadas a salir de esa situación, que aunque no ha sido creada por ellas, si no por los acosadores, les está creando unas falsas creencias y 15 expectativas, llegando a culpabilizarse a sí mismas, al creer erróneamente, que estas injustas y desgraciadas situaciones, han sido creadas por las sufridoras víctimas. 13. “La Disminución del Apoyo Social” Se trata del soporte que recibe un sujeto de su entorno ambiental. Cuando el apoyo es positivo desde algún sector, puede llegar a mitigar el sufrimiento e incluso el estrés padecido por acoso escolar. En cambio, cuando es negativo, aumentan estos factores quedando la víctima a merced de la soledad extrema y la depresión, resultando ser un blanco mucho más apetecible para los agresores escolares. De hecho, suele ser el primer elemento de privación que sufren las víctimas, pues no se debe olvidar que uno de los objetivos del acoso escolar, es dejarlas sin amigos y aislarlas (suponiendo que tuviesen amigos). Así es como comienza la disminución del apoyo social de las víctimas, entre los compañeros de su clase, de la calle, de su ciudad. El sujeto cada día tiene menos amigos, y de eso se encargan los seguidores del agresor o agresores, estén convencidos o no. En este último caso, lo harán por miedo a los matones, ya que podría ocurrirle lo mismo a cualquiera que se muestre contrario a los mismos. 14. “La Disminución de la Autoestima” “La víctima presenta dificultades para salir por sus propios medios de esa situación de ataque, provocando efectos claramente negativos en ese escolar, tales como el descenso de la autoestima. La víctima se viene abajo y obtiene una imagen negativa de sí misma” Ricou, J. (Acoso Escolar, 2005,27). Se trata de de un término acuñado por Carl Rogers, y hace referencia al valor personal, competencia que un individuo asocia a la imagen de sí mismo. La autoestima también ha sido definida como el conjunto de sentimientos que uno tiene acerca del mayor o 16 menor valor de su propia persona. Cuando ésta es adecuada incluso elevada, aporta equilibrio personal, mientras que su carencia provoca una mayor vulnerabilidad personal, emocional, psíquica e incluso física. El concepto de autoestima se va formando a partir de lo que cada uno piensa de sí mismo, originando el autoconcepto, y de lo que los demás piensan de ella. Esto mismo sucede también en la Violencia Escolar, en el que los chicos van interiorizando el concepto que los demás poseen de ellos, y es en estos casos en los que la apreciación que tiene el sujeto sobre su persona, es quizás la más baja y negativa que cualquier ser humano puede tener de sí mismo, al tratar de culpabilizarse de todos los sinsabores que aglutina su saturada vida. En algunos casos, la falta y ausencia de estima personal puede estar tan fragmentada y deteriorada, que los sujetos que “padecen y soportan su propia estima”, la observan cada día con enorme pesimismo y desilusión, aunque teniendo en cuenta sus circunstancias, especialmente en los casos de acoso escolar, no sería extraño comprender una cierta y prudente desestimación de la persona. Existen sin embargo algunos elementos para conocer si la autoestima de las víctimas de “Bullying” está asistiendo a un dramático decaimiento. Veamos los principales síntomas: si los padres y/o profesores notan que los chicos afectados son incapaces de ir asumiendo la toma de decisiones adecuadas a cada momento, impidiéndoles emprender acciones y ejecutar las diversas tareas de la existencia por sí mismos; si se equiparan negativa y desfavorablemente en relación con los demás; si con cierta asiduidad, los alumnos agredidos, se muestran y se sienten tristes y desgraciados; si en algunos momentos reconocen que tienen pocos amigos y les faltan tablas para hacer nuevas amistades; si casi a “diario” y “cotidianamente”, estos chicos están llegando a la conclusión de que “son unos inútiles” y “no valen para casi nada”; si no se sienten aceptados por sí mismos en ningún momento del día; si se consideran unos estudiantes 17 que están en vías de fracasar, y ya han tirado la “toalla” o están a punto de hacerlo; si han sido desahuciados socialmente por el aula en que están inmersos, por todo el centro escolar, o por una parte considerable del mismo; si se consideran poco inteligentes e inferiores a los demás en cualidades, belleza u otros detalles. Los padres y los profesores deben ser los grandes animadores de la estima de los chicos, ya que saben que sin ella no hay crecimiento personal adecuado ni psíquico, no se da una plena autorrealización ni la necesaria satisfacción. Ser querido y valorado por los demás, equivale a recibir una compensación especial en el ámbito de la seguridad personal y el entusiasmo, como elementos necesarios para adquirir todo tipo de habilidades. En realidad, de alguna manera, nos convertimos en lo que los demás dicen que somos. Todo esto puede resultar muy positivo y potenciador para la personalidad del sujeto, pero también fulminante, especialmente en aquellos casos de afectados por el maltrato entre iguales, debido a que hay chicos que desde edades muy tiernas vienen padeciendo el citado problema, y son considerados “poca cosa”, lo cual transmite a los niños sensaciones de que son incapaces e insignificantes, quedando de esta forma, anulado todo sentimiento de competencia y valía personal. 15. “La Enuresis” A pesar de que esta consecuencia no acostumbra a ser citada en los estudios de investigación, hemos de señalar que en niños que sufren acoso escolar en los primeros años de su quehacer escolar, pueden perfectamente padecer el citado problema. La emisión de orina puede llevarse a cabo en una edad óptima (4-8 años aproximadamente, y dependiendo de las características personales, físicas y psíquicas del sujeto). “Hay que aprender a reconocer signos de que el hijo puede ser víctima, rechazo repentino de la escuela, quedarse sin amigos ... incluso enuresis (“mojar la cama”) Urra, J. (Escuela 18 Práctica para Padres, 2006, 374). La enuresis, podría aparecer debido a un dilatado, y persistente estrés psicosocial y/o escolar. Tal es el caso del acoso escolar, en el que el niño puede llegar a ser sobrepasado por una difícil y compleja situación que él no sabe resolver y que en múltiples ocasiones tampoco se atreve a denunciar, por miedo a sufrir un mayor grado de intimidación en la escuela, ejecutada por sus matones. Complementariamente, puede coadyuvar a magnificar el problema, si sus agresores descubren que la víctima emite orina nocturnamente. El conocimiento de esta nueva situación para el agresor, pudiera constituir un arma fulminante, para acosar a un determinado chico, difundiéndolo en toda la escuela verbalmente, o con alguna caricatura relativa y relacionada con la micción, provocando un deterioro social grave entre los espectadores de su clase o del colegio, a la vez que un alarmante retraso académico comenzaría a emerger. Ante una situación de tal magnitud, la intervención no se debe retrasar, ya que si estos pormenores fueran descubiertos por los acosadores, éstos tendrían un motivo más para justificar su acoso al citado chico, tachándolo de “necio”, “merecedor de lo que le sucede” y auténtico “pringao”, haciéndole sufrir masacrándolo, criticándolo, caricaturizándolo, y “haciéndole caer definitivamente. 16. “El Estrés” Término que se ha venido utilizando desde 1932 y fue W. Canon el pionero en adecuarlo al contexto de la salud, siendo posteriormente H. Seyle el que lo utilizó de forma sistemática y técnica. Dicho autor al definirlo, hizo referencia al conjunto coordinado de reacciones fisiológicas ante cualquier forma de estímulo nocivo. Pero sería otro profesional (Lazarus), el que lo definiría haciendo referencia al entorno del sujeto y su bienestar: “Relación particular entre el individuo y el entorno que es 19 evaluado por éste como amenazante o desbordante de sus recursos y que pone peligro su bienestar” R. S. Lazarus, citado (por Saz Marín, 2000, 118). Para Carrobles, constituirá un estado de sobre-activación experimentado por una persona ante distintas situaciones consideradas o evaluadas como excesivas o amenazantes, y que ocurren bajo condiciones de escaso apoyo social y de recursos de solución o control por parte del sujeto. Siguiendo a Trianes, hemos de señalar que el estrés es un agente altamente patógeno, cuya consecuencia más inmediata es la ansiedad, problemas emocionales y físicos que repercuten en la salud del afectado (la víctima). Este cuadro debe ser rápidamente diagnosticado, en la persona de la víctima, en orden a poner remedio cuanto antes, por las consecuencias que le puede ocasionar: reescenificación del presunto trauma en el juego, rememorando la violencia y las vejaciones a las que pudiera haber sido sometida la víctima en el ámbito escolar; presencia de abundantes y persistentes pesadillas nocturnas; aparición del insomnio; dificultad para concentrarse en las variadas y diversas tareas, especialmente en las escolares; interferencia del problema en la vida personal, social y escolar del niño, afectando a la presunta pérdida de amistades, al rendimiento escolar, y al rechazo de sus compañeros. 17. “La Fatiga Crónica” (Síndrome de) Estado de cansancio, desagrado, incomodidad que puede derivarse de las actividades escolares y de las situaciones estresantes padecidas en el ámbito escolar debido al sufrimiento casi perpetuo al que se ven sometidos algunos alumnos que pueden ser encuadrados dentro del perfil de víctima del maltrato entre iguales. Dicha situación puede tener manifestaciones y consecuencias negativas: pérdida de interés por todo el 20 proceso académico; frecuente actitud de irritabilidad; mal humor; estado de frecuente ansiedad; padecimiento de cefaleas y dolores de cabeza; náuseas; dolores musculares; sintomatología depresiva; nula concentración; bajísimos o nulos rendimientos escolares. 18. “Las Fobias Escolares” Han sido definidas como miedos irracionales, exagerados y continuos a un objeto, a un ser vivo, o a una determinada situación que puede entrañar un peligro. En las situaciones de Violencia Escolar, pueden estar presentes por varias razones: por el miedo central y real, por la ansiedad a la que el sujeto acostumbra a anticiparse, al conocer el sufrimiento al que se expone de antemano, la conducta para evitar dicha acción, pues les ahoga, les preocupa, y no les deja vivir. En estas situaciones se produce la natural ansiedad, aunque pueden aparecer temores sobreañadidos, por otra parte lógicos en los casos de Acoso Escolar: pérdida del control; huída de situaciones similares a las vividas por el mismo, al resultarle insoportables; miedo al contacto e interacciones con la gente; temor a situaciones y actuaciones públicas; miedo a la locura; miedo a la muerte. 19. “La Melancolía” Otro de los ingentes problemas con los que se pueden topar las víctimas de acoso escolar es el “pariente próximo” de la depresión, con la particularidad de ésta ha sido conocida históricamente como “depresión mayor”. Las consecuencias de la misma son múltiples y variadas: pérdida del placer en las ejecuciones llevadas a cabo; falta de reactividad ante los diversos estímulos; despertar precoz; agudización del cuadro por las mañanas; anorexia con el deficiente peso; culpabilidad excesiva e infundada por efecto del maltrato entre iguales; dolor moral intenso en el plano psicológico; sentimientos de 21 autodesprecio y baja o nula autoestima; enorme tristeza; trastornos digestivos frecuentes. 20. “La Neurosis” Los trastornos neuróticos son muy frecuentes y normales en nuestra sociedad actual, caracterizada por la fortísima competitividad. Toda esta situación genera en las personas muchas coacciones y agresividad, y por tanto se traduce en maltrato entre los seres humanos, produciéndose un extraordinario eco en la escuela. El término neurosis fue acuñado por W. Cullen para identificar enfermedades basadas en el sistema nervioso sin base anatómico-patológica. En ella podrían incluirse enfermedades diversas, algunas ya citadas y descritas, tales como la melancolía, la manía, la histeria o las palpitaciones. La neurosis ha sido eliminada de las clasificaciones internacionales de las enfermedades mentales, al ser considerado un término poco conocido y difuso. A pesar de todo lo señalado y aducido, es posible señalar algunas consecuencias evidentes para las presuntas víctimas del “Bullying”: trastornos ansiosos generalizados; pánico; Fobias simples y fobias sociales; agorafobia; trastornos histéricos; trastornos depresivos y reactivos al estrés. 21. “La Onicofagia” Hábito nervioso y morboso caracterizado por la costumbre persistente de morderse las uñas. En honor a las investigaciones, la onicofagia la practican en torno al 45 % de los niños pequeños y alrededor del 25 % de los universitarios. A la luz de los estudios de investigación, los expertos no dudan en señalar que en algunos casos podrían deberse a motivos estéticos, aunque en la mayoría de los casos estudiados, esta actitud responde a estados de emotividad como forma de descarga en casos de preocupación excesiva, 22 ansiedad exacerbada y altísimos estados de tensión acumulada. Dicha situación es la que viven y padecen múltiples alumnos en la escuela, al ser víctimas de acoso escolar, los cuales al encontrarse frente a sus agresores, sienten miedo intenso y escénico, rabia y sobre todo poca resolución para solventar los problemas de acoso que están viviendo en sus propias carnes. Estos problemas, generalmente, se acrecientan por el mutismo de las víctimas, al no denunciarlos por miedo a represalias, críticas y burlas en su entorno más próximo, especialmente en el colegio. Por este motivo precisamente debe ser tratado este problema mediante una amplia y adecuada intervención por buenos profesionales, los cuales le pueden hacer ver los inconvenientes de la onicofagia. Éste podría constituir un motivo más para que sus presuntos agresores añadieran más leña al fuego. 22. “El Pánico” Se trata de un mecanismo de alarma adaptativo que tiene su momento en situaciones inadecuadas, al no existir un peligro real, aparente. Por ello, se denominan “falsas alarmas” ya que pueden llevar al desarrollo de la ansiedad ante la posibilidad de sufrir otro episodio de pánico, siendo éste el factor que mantiene dicho trastorno. Un gran porcentaje de las víctimas del maltrato entre iguales lo padecen, sintiendo un agobio importante y en algunos momentos, asociado a diversos miedos, tales como el miedo a volverse locos por el problema que están viviendo como irresoluto, el temor a perder el control total o parcial de su personas, el miedo a morir a manos de sus acosadores. Pero ¿cómo poder conocer si un chico afectado por el acoso escolar está siendo víctima de un ataque de pánico?. Existen algunos síntomas, padecimientos y/o consecuencias que nos pueden alertar. Veamos algunos indicadores a considerar: actitud de aprensión; sensación de ahogo; frecuentes náuseas; sensación de mareo; escalofríos y 23 cuerpo destemplado; abundantes temblores; dolores a la altura del abdomen; abundante sudoración; cansancio y abatimiento generalizados; deficiente concentración. inadecuado rendimiento intelectual. En condiciones normales, puede afectar a la población en porcentajes relativos que oscilan entre el 2% - 3%, siendo presas más fáciles la mujeres. Su génesis podría radicar en factores relacionados con graves peligros y amenazas, con lo que en la Violencia entre escolares, existe dicha amenaza no como algo ficticio o imaginario, si no como algo materializado en la persona de las víctimas, las cuales sufren este trágico y grotesco problema a diario. 23. “Las Pesadillas” La pesadilla debe ser considerada como un trastorno primario del sueño que se produce en la llamada fase REM, pudiendo perdurar el entre siete y veinticinco o treinta minutos antes de que se produzca el espontáneo despertar del sujeto. Ésta puede ser rememorada fácilmente debido al alto contenido onírico de la misma. Las pulsaciones se alteran rápidamente, alcanzando un aumento considerable pudiendo oscilar desde las 10 u 11, a las 16 ó 17 pulsaciones/minuto. En ella, el sujeto se despierta absolutamente aterrorizado y con un amplio sentimiento de abandono, desamparo y muy sofocado. Estos malos sueños, a veces pueden recordarse con bastante detalle, y los chicos en cuestión, podrían reconocer a sus familiares cuando intentan calmarles. En las pesadillas, los chicos experimentan con frecuencia múltiples miedos a (enfermedades, separaciones de sus padres, accidentes graves, raptos, atentados hacia su persona, agresiones escolares, muertes). Es aquí donde habría que ubicar las pesadillas en este documento, en la angustia vivida cada día por causa de la violencia escolar, en la 24 que el chico tiende a expresar de una forma simbólica la angustia que está soportando y viviendo cotidianamente. 24. “El Suicidio” Generalmente se define como un acto por el cual el sujeto se autoinflige la muerte o autólisis. Puede darse en sujetos sanos, en situaciones límite, aunque es más frecuente en personas con problemas psíquicos. Pero cuando hablamos de “Matonismo”, “Acoso entre Iguales”, no debe pensarse que el suicidio obedece a causas internas. En la mayor parte de los casos de suicidio en la materia que abordamos, obedece a causas relacionadas con graves problemas de chicos o niños, que están siendo sometidos a graves e insostenibles presiones físicas, personales, sociales y psíquicas. Ante la imposibilidad de salir de dicha situación o de resolverla por la complejidad que entraña, las víctimas asisten a un elenco de situaciones muy variopintas, originadas por motivos diversos: la incomprensión de los demás; la soledad y el abandono del grupo; la mentira e insoportable acoso al que es sometida la víctima; la infame, intolerable y dañina “Ley del Silencio”; la injusta, insípida y cobarde pasividad a la que dan vida los mudos y silentes espectadores, contrariando la “Ley Juvenil”: la reacción y la rebelión ante las injusticias. El panorama para los agredidos resulta muy desalentador, al no recibir ningún tipo de ayuda de los compañeros de su clase. El problema se va haciendo más complejo y los chicos que padecen el “Bullying” no ven salidas nítidas a su problema, ni a corto ni a largo plazo, produciéndose en algunos casos el desenlace fatal: La Muerte. Por lo que se refiere a las cifras, se puede indicar que ésta afecta en torno al 4% - 6% de la población. Pero no se debe olvidar que en niños y chicos, podría llegar a superar dichas cifras. 25 En el caso del que la víctima sobreviva al suicidio, no está la batalla ganada todavía, ya que podría no responder adecuadamente a los estímulos presentados por los profesionales y especialistas, en cuyo caso, éstos estarían obligados a contraatacar con antidepresivos y ansiolíticos para evitar que la víctima se derrumbe totalmente. Todas estas y otras situaciones, pueden dar lugar a decisiones que el sujeto ha podido ir gestando en su aislado interior, aunque no responsable de tan terribles actuaciones. Ante este problema, no debería olvidarse que el suicidio en general puede alcanzar el 23 % en Finlandia, y en menor proporción en España. No es nada despreciable señalar que los estudiosos han detectado un mayor índice de suicidios en las personas que padecen aislamiento social. Así mismo dedujeron que eran más tendentes al mismo, los hombres que las mujeres, en la proporción de 3 a 1, a pesar de que los intentos son más frecuentes en las mujeres. Es muy preocupante el hecho de que es más frecuente la tentativa entre los jóvenes, especialmente, cuando éstos, aparentemente, ya no tienen nada que perder (amistades que posiblemente nunca tuvieron, el respeto que desconocen por habérselo sustraído el agresor, mentiras insospechadas y dañinas). 25. “Las Taquicardias” Las personas sanas y en estado de reposo poseen alrededor de 60 pulsaciones por minuto. En los enfermos y con corazón rápido, éstas aumentan proporcionalmente a la debilidad del corazón. Esto quiere decir que los citados enfermos tienen pulso rápido o taquicardia. En los casos en los que los chicos se encuentran excesivamente estresados, angustiados incluso preocupados, también podrían aparecer estos desajustes, únicamente justificados por el miedo que en un momento determinado puede padecer un sujeto en la escuela ante determinadas situaciones preparadas concienzudamente por los agresores escolares 26 hacia sus personas. En dichas situaciones las pulsaciones podrían encenderse ciegamente y alcanzar cotas insospechadas, únicamente igualadas en la realización de ejercicios físicos muy intensos y quizás anaeróbicos o con amplia deuda de oxígeno, con lo que esto podría entrañar un peligro para la salud de la víctima. Estos momentos, deberían de evitarse en el deporte, pues las actividades con poco oxígeno pueden provocar grandes daños. Igualmente, en los casos de acoso escolar, en el que la víctima viendo o intuyendo que el agresor y su séquito ejecutor de la violencia en la escuela se acercan o preparan alguna sorpresa de esta índole, el músculo cardíaco podría alcanzar 140 – 180 pulsaciones. En estas circunstancias, tan exigentes por el miedo, la tensión, el desconcierto, el terror ante sus desconocidas actuaciones, el sujeto podría padecer daños importantes a nivel de miocardio, especialmente si padeciera alguna patología. No es raro que a parte de las ya mencionadas taquicardias de los sufridores del “Bullying”, puedan ser afectados por paradas cardíacas. Este es el caso del alumno francés de 12 años del colegio Albert Camus, de Meaux, que tras ser apaleado por varios compañeros, murió por una parada cardíaca. 26. “Los Terrores Nocturnos” Otra de las grandes consecuencias del “Maltrato entre Iguales” hace referencia a los trastornos del sueño que nada tienen que ver con aquellos terrores que viven los niños entre los 4-12 años aproximadamente, y salvando las individualidades de cada chico, al tener en cuenta sus consideraciones personales, familiares, escolares, sociales y psicológicas. Esto no quiere decir que cuando se daban aquellas, fueran fáciles y tuvieran un final excesivamente feliz, pero lo cierto es que los terrores por motivos del “Bullying”, deben considerarse palabras y situaciones mayores. Dichas alteraciones, según se ha investigado, tienen lugar durante el primer ciclo del sueño, caracterizándose 27 por una amplia y dilatada angustia (reflejo de la que vive la víctima cada nuevo día), acompañada de ingentes gritos, prolongados llantos y gesticulaciones diversas. En estos terrores, la víctima evoca y rememora todas las vejaciones a las que ha sido sometida en múltiples momentos de su vida a manos del agresor. Dicha situación, provoca en los sujetos acosados en el ámbito escolar una serie de consecuencias a considerar por su trascendencia: gritos abundantes y en ocasiones incontrolados; los chicos viven sobresaltos al sentirse asustados y aterrados; insomnios duraderos y persistentes; cansancio generalizado en el día posterior, no logrando un adecuado descanso, forzando un justificado absentismo escolar; respiraciones muy rápidas y superficiales; taquicardias frecuentes; sudoraciones profusas y abundantes. 27. “Los Tics Nerviosos” Han sido definidos como movimientos involuntarios, repentinos, bruscos, repetidos a intervalos variados, que pueden concernir a uno o varios grupos musculares que aparentemente no tienen finalidad concreta. Se manifiestan como algo irresistible, pudiendo en algunas ocasiones, ser reprimidos voluntariamente durante períodos breves de tiempo. Para Javier Urra, son movimientos involuntarios, repetitivos y episódicos, convulsivos y excesivos, resultando de tensiones psíquicas expresadas por una descarga motora. Los tics más frecuentes se cifran en el parpadeo, muecas faciales o con la cara, tos, a modo de gruñidos, olfateos, golpes hacia uno mismo, saltos, tocar objetos, repetir frases fuera de contexto y otros. A pesar de que su génesis en el campo del “Bullying” es totalmente desconocido, señalaremos que estos elementos son nocivos para las víctimas al acrecentar las risas, las ironías, las burlas hacia la persona de la víctima de violencia escolar, debido fundamentalmente, a que ésta en presencia de sus matones, se siente más insegura, más 28 tensionada, más solitaria y desprotegida. Demostrando en estas circunstancias enormes flaquezas psicosomáticas, apareciendo entonces los tics, los cuales en situaciones de máximo estrés se recrudecen y agudizan, especialmente, en los grupos numerosos, en los que hay agresores y múltiples espectadores inertes, quedando el sujeto abandonado a su suerte. “Los niños sufren a veces por las burlas de sus compañeros, lo que puede conducirlos al aislamiento y la timidez. Los tics deben ser interpretados como un síntoma. A veces sirven de alivio a la tensión emocional. Se le ha de comunicar al niño que el problema mostrado tiene solución; muchos de ellos se resuelven espontáneamente. Es muy importante que los padres no le transmitan al chico dramatismo ni angustia. Obviamente, no deben ser castigados ni sancionados”. Urra, J. (Escuela Práctica para Padres, 2006,53). Se hace necesario convencer a los sufridores de que deben habituarse a analizar los inconvenientes de tales actos para que con un adecuado apoyo y pertinente ayuda, pueda hacerlos desaparecer. 28. “Los Trastornos de la Atención” El hecho de que la una víctima esté siempre en actitud defensiva, puede fácilmente distraerlo de múltiples actividades de las que podría gozar distendidamente. Pero desafortunadamente, esto no suele ocurrir así, evitando el que ésta goce de emociones adecuadas, sentimientos agradables, aprendizaje de conceptos nuevos y realización de preciosas tareas escolares, al mantener un altísimo umbral de tensión en la presunta defensa de su persona ante un inesperado ataque por parte del agresor en el seno de la escuela. Esto conllevaría que el sujeto perdería la concentración necesaria y adecuada para llevar a cabo cualquier actividad escolar provechosa. De esta forma, se produciría un trastorno de la capacidad para prestar una adecuada atención para cualquier vivencia o emoción. Podría llegar a la falta total de atención, al tener su mente inoculada por el 29 miedo y el temor. En este caso podría legar a la llamada apropexia, caracterizada por la ausencia total de atención. En estos casos, desaparecen tanto la atención voluntaria intencional como la atención involuntaria. Algunas consecuencias de los trastornos de la atención podrían ser los siguientes: dificultades escolares; problemas familiares con sus padres; llamadas de atención de los profesores; inatención persistente; alto grado de fatiga del sujeto que padece la situación; aparente actitud de negligencia del alumno; bajo rendimiento escolar; baja autoestima; fracaso escolar. 29. “Los Traumas” En Psicología, se denominan traumas a las situaciones inusuales de peligro para la integridad física o bienestar de una persona. Habitualmente se presentan de manera directa, radical, brusca, y a veces, poco prolongada, a pesar de que puede prolongarse y dilatarse en el tiempo. Las verdaderas y auténticas consecuencias, pueden aparecer de modo inmediato bajo el epígrafe de “estrés agudo”, aunque también puede tardar un tiempo en mostrarse y aparecer, llamándose en este caso,“estrés postraumático”. Acostumbra a manifestarse con frecuencia, en situaciones vividas y/o padecidas por el sujeto de modo muy intenso e impactante. Tal es el caso de los grandes desastres naturales (suceso de las famosas Torres Gemelas de N. York), en los accidentes; pero de modo muy especial se produce así mismo en las agresiones sufridas por los sujetos que han sido sometidos a actos muy duros y críticos de agresión en el campo escolar. Tal es así, que muchos de estos alumnos rememoran en su estado adulto esta situación, evocándola y recordándola como una de las peores de su vida. En este sentido, algunos afirman que ha dejado en su persona una huella indeleble, es decir un auténtico trauma, con las secuelas correspondientes. 30 30. “La Tristeza” Otra de las más duras consecuencias a las que puede ser sometida la víctima de “Bullying”, es la profunda tristeza entendida como fenómeno afectivo enormemente negativo, que aparece en los adultos y especialmente en los escolares, en sus interacciones con su entorno más próximo, en su ámbito escolar. Dicha sensación guarda estrecha relación con los problemas sufridos por los agredidos, no pudiendo gozar de los buenos momentos que propicia la relación con los demás debido a su privación por aquellos que entienden que éstos no son dignos de una felicidad que proporciona la adecuada relación con los otros, y sin la cual no es posible existir dignamente en la faz de la tierra y mucho menos en la de la escuela. Por ello, ante una situación tan dramática y delicada se debe presentar una adecuada intervención. En caso contrario, el sujeto entraría en una profunda crisis y sus consecuencias podrían ser muy árduas para su supervivencia. Veámoslas a continuación: baja o nula Autoestima, causa principal de esta tristeza; autoinculpación, pensando que todo lo que está viviendo y sufriendo posee causas intrínsecas, amplios y dilatados momentos de tristeza y aflicción; momentos de desánimo y abatimiento; tendencia al llanto; abatimiento generalizado; tendencia a la abstracción; momentos de total ausencia total o parcial; sentimientos de culpabilidad; lentitud en los movimientos; sensación generalizada de agotamiento; reducción drástica de la comunicación con los demás. Bibliografía y Referencias Bibliográficas Ajuriaguerra, J. (1997). Manual de psiquiatría infantil. Barcelona:Toray-Masson. Ander-Ergg, E. (1997). Diccionario de pedagogía. Buenos Aires:Magisterio. Bucle, D. y Levovici, S. (1958). Les centres de guidance infantile. Ginebra:O.M.S. 31 Caplan, G. edit (1961). 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