1.- EL PLANO DE LA CIUDAD

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1.- EL PLANO DE LA CIUDAD
Un plano urbano es una representación de la ciudad en su conjunto, es el
mapa de una localidad representada a escala grande. En el plano podemos
observar la forma y distribución de las calles y la ubicación de los
principales edificios. Un plano puede ser irregular, en el que las calles no
siguen un orden fijo, son estrechas, cortas y generan una sensación de
laberinto; ortogonal o en cuadrícula, con calles de ángulo recto, es un
plano racional, ordenado y planificado; radiocéntrico, que está organizado
en torno a un punto central destacado de la ciudad, normalmente una
plaza, desde donde parten las calles principales en forma de radios; o
lineal, cuando las calle y edificación sigue una línea que normalmente es
una importante vía de comunicación, una carretera, vía de ferrocarril o un
río.
2.- PRINCIPALES RASGOS MORFOLÓGICOS DE LAS CIUDADES ESPAÑOLAS
Y SU EVOLUCIÓN
En primer lugar, las áreas metropolitanas son el área de una ciudad
principal y sus ciudades satélites. Según su forma, pueden ser
monocéntricas, que se caracterizan por ser radiales y centrípetas y a veces
en proceso de descentralización, como Sevilla; policéntricas, con
desplazamientos centrípetos y transversales como Barcelona; o
conurbaciones, varias ciudades (Oviedo-Avilés).
En cuanto a la partes de las ciudades encontramos, para empezar, el
centro histórico. Es de la época anterior a la industrialización (musulmana,
cristiana, renacimiento, racionalismo…), aunque en los siglos XIX y XX
sufrieron el impacto de la desamortización y la apertura de grandes vías.
Sus principales problemas son el despoblamiento, el envejecimiento, el
empobrecimiento o deterioro que conlleva la marginación social y la
pérdida de dinamismo económico. Aún así, se intentan corregir con
políticas de restauración y revitalización adaptando viejos edificios para
labores administrativas, con el desarrollo del turismo cultural (UNESCO,
como los Patios de Córdoba), o con un cambio de actitud de la población.
En segundo lugar se encuentran los ensaches, el extrarradio y la ciudad
jardín. Los ensanches son nuevos barrios colindantes al casco histórico al
que se enlaza por las rondas o vías anchas, con plano ortogonal
característicos de la burguesía. Hoy en día sufren un proceso de
envejecimiento. En origen eran áreas residenciales, aunque hoy se han
terciarizado. El mejor ejemplo es el de Idelfonso Cerdá en Barcelona. Por
su parte, los extrarradios son barrios periféricos, con viviendas de baja
calidad que hoy sufren operaciones de remodelación. Finalmente, la
ciudad jardín se caracteriza por tener viviendas unifamiliares con jardín
que actualmente son reutilizadas para negocios.
Por último, encontramos las periferias. Las hay tradicionales, con viviendas
tanto de promoción pública, con carácter social, como privada, bloques
elevados de pisos separados por jardines y urbanizaciones unifamiliares.
Suele haber polígonos industriales. Las hay también nuevas, con parques
industriales y parques de gran calidad ambiental dedicados a la
investigación y nuevas tecnologías, parques empresariales, centros
logísticos de distribución de mercancías y centros comerciales y de ocio.
Los factores que han impulsado el desarrollo urbano en los últimos años
son la mejora de los sistemas de transporte, que ha transformado la
distancia en tiempo; la mejora de las telecomunicaciones, pues las nuevas
tecnologías favorecen la dispersión de la población y los empleos; los
precios del suelo, que tienden a bajar a medida que nos alejamos del
centro y de las principales vías de transporte, de ahí que tanto las distintas
actividades económicas como los grupos sociales presenten pautas de
localización diferentes según su disponibilidad de recursos; la
reestructuración productiva, ya que las empresas subcontratan a otras
compañías; los cambios en el ocio y consumo con una mayor demanda de
espacios orientados hacia esa actividad; y la planificación urbana, que
establece los diferentes usos a los que puede destinarse el suelo en cada
ciudad. Por otro lado, con el crecimiento de la economía española, se ha
producido un importante desarrollo urbano que ha generado graves
problemas ambientales.
Las ciudades españolas han experimentado procesos de reestructuración
territorial en los últimos años. En primer lugar, de extensión y dispersión,
con un cambio del antiguo modelo de ciudad compacta al actual de
construcción de chalés y edificios de baja altura disminuyendo la densidad
de ocupación. En segundo lugar, un proceso de dispersión de la población,
que tiende a vivir cerca de la naturaleza y lejos de la ciudad. También se ha
producido una descentralización del empleo del centro a la periferia y la
fragmentación de la ciudad en espacios aislados conectados entre sí por
autovías y carreteras. Por último, el dinamismo del centro, que se ha
rehabilitado para hacer zonas de ocio.
3.- ORGANIZACIÓN DE LOS USOS DEL ESPACIO URBANO
En las ciudades se mezclan hoy en día los usos. Primero encontramos los
usos residenciales que se organizan con cierto gradiente social, ya que
existen barrios con distintos niveles sociales y distintos grupos de edad. En
cuanto a los usos industriales, tienen unas pautas de localización compleja,
aunque se suelen localizar en la periferia: la industria tradicional en
polígonos pequeños de peor calidad, con menor cualificación y poca mano
de obra; la industria de alta tecnología en parques tecnológicos en la
periferia, bien localizados y comunicados; en el centro de la ciudad las
sedes de prestigio de las empresas industriales y en la periferia las grandes
oficinas; y los talleres artesanales en los bajos de los edificios, si bien por
razones de salubridad los municipios los sacan fuera de la ciudad. En
cuanto a los servicios, su escenario natural es el centro de la ciudad
aunque empiezan a trasladarse hacia el exterior. Las sedes empresariales
se localizan en centro o sedes de alta calidad en la periferia; la
Administración pública en el centro; los servicios especializados en
ensanches y grandes avenidas; el comercio, según sea tradicional o de
grandes superficies, en el centro o en la periferia; la educación, sanidad y
cultura dispersos por los barrios, las sedes o núcleos más importantes
ocupan viejos edificios rehabilitados del centro; y los transportes tienen
hoy una gran importancia a la hora de organizar el trazado urbanístico con
la creación de grandes ejes de descongestión. En cuanto a modos de
transporte, predomina el coche, seguido de los viajes a pie y en transporte
público. El tipo de desplazamientos varía en función de tamaño de la
ciudad, origen y destino de viaje, lugar de residencia, longitud del viaje,
características de la población.
El Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) es el instrumento que
ordena el crecimiento de la ciudad en su conjunto. La cantidad total de
suelo para desarrollar en el municipio depende de la previsible demanda a
lo largo del período de vigencia del plan. El PGU establece la clasificación
del suelo del municipio en tres categorías: urbano, incluye los terrenos ya
urbanizados; urbanizable, se clasifican fijando un uso y regulando su
densidad de ocupación; y no urbanizable, ocupados por los crecimientos
futuros. Los Planes Especiales de Reforma Interior (PERI), requieren un
tratamiento específico, por su especial valor histórico o por las precarias
condiciones en que se desarrollan. En los últimos años se ha desarrollado
la planificación estratégica con la intervención de instituciones y sociedad
civil, representada en todos sus agentes económicos y sociales
(empresarios, sindicatos y asociaciones). El plan estratégico consta de una
fase de análisis y diagnóstico (DAFO), un marco estratégico con unos
objetivos y el establecimiento de unas líneas de actuación con acciones
concretas para el futuro mediato.
A partir de 1992 el concepto de desarrollo sostenible llega a centrar el
interés en los problemas medioambientales de la ciudad, poniéndose en
marcha normas, programas y dotación presupuestaria para constituir
organismos para el control de las condiciones ambientales, debido al
exceso de aglomeración urbanística y demográfica, el elevado precio del
suelo, la excesiva tercerización, los problemas sociales de mayor calado y
la existencia de un microclima urbano. Los problemas relacionados con el
medio ambiente de las ciudades son la contaminación atmosférica de la
industria y tráfico, que provoca daños en la salud de los seres vivos y de
los edificios; la gestión y eliminación de residuos (en torno a unos 400
Kg/persona), tratados en vertederos; incineradoras que causan
contaminación atmosférica y plantas de reciclaje con vertidos
incontrolados e ilegales; la contaminación acústica de redes viarias,
industria y ocio; problemas medioambientales como la degradación del
patrimonio, insuficiencia de espacios verdes; la drogadicción y la
delincuencia; y el transporte. Se fomenta que sea respetuoso con el medio
ambiente. Para ello, se peatonalizan calles y plazas del centro, se
promueve el uso de la bicicleta, creando carriles-bici, o alquiler de bicis
públicas, se fomenta el transporte público, metro, ferrocarril de cercanías,
tranvía, autobuses urbanos e interurbanos e intercambiadores de
transporte –park and ride- y transbordos entre diferentes medios.
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